Vagabundo

[Veselko Tsolov]

Se sentó en una de las bancas cerca de los Italian Gardens del Hyde Park, porque estaba cansado de caminar. La excusa era que no tenía dinero muggle como para usar el transporte público, pero la realidad es que le aterrorizaba subirse al metro o a los autobuses (por más parecido al noctámbulo que tuviera) por si alguien se daba cuenta que él estaba totalmente fuera de lugar. ¿Y si se bajaba en el lugar equivocado? ¿Y si se tardaba mucho? ¿Y si no podía pronunciar bien el nombre de su parada?
Dejó la mochila entre sus piernas, apoyada en el piso. Había un par de personas que pasaban por donde él estaba sentado, pero la mayoría estaba ensimismada en sus pensamientos mientras corrían (tipo ejercicio, no tipo Godzilla está atacando Londres) por lo que no lo vieron meter la varita dentro de la mochila, susurrar unas palabras, para luego sacar una botella con té caliente dentro. Cuando uno es pobre y no tiene el coraje de volver a su casa, anda por el borde de los estatutos internacionales.

[Veselko Tsolov]

Levantó la botella cuidadosamente y se la llevó a los labios, cerrando los ojos brevemente disfrutando de la sensación. Qué pobreza, ni siquiera tenía un pedazo de pan como para acompañar el té, pero luego tendría que forzarse a gastar unas libras en comida y empezar a planear su próxima visita al callejón Diagon. Iría caminando ese mismo día sino fuera que ya estaba bastante aburrido de recorrer los mismos lugares y quizás el día siguiente la dueña del bed & breakfast le ofrecería llevarlo desde la chimenea de su casa.
Vio pasar a alguien en bicicleta y se quedó mirando hacia en esa dirección, cerca de donde estaba Kitty en el sendero. ¿Y si invertía en una bicicleta o algo parecido? Tendría que enmendar la mochila que por más mágica que fuera le ponía límites a la cantidad de cosas enormes que podía colocar ahí sin que se desgastara y le pesara. Sus ojos se enfocaron, ahora sí, en la morocha.

[Veselko Tsolov]

¡Le sonreía! La chica con toda la pinta de tener lugar dónde dormir (y no era esto una insinuación, nada que ver) le sonreía. Bajó la botella hasta apoyarla en el banco junto a él, aunque seguía sosteniéndola con la mano por las dudas, y le devolvió la sonrisa, alzando en el aire la mano libre como si la conociera de toda la vida.
Es que así era la vida del que estaba encaprichado a buscar su independencia: en vez de depender de la gente que lo conocía tan bien, se ponía en campaña para conocer gente nueva y ver si se servían de algo uno para otro. Si Kitty resultaba ser una lesbiana portuguesa que vivía en un convento, por ejemplo, no sé si se iban a servir mucho mutuamente.

[Veselko Tsolov]

-¡Me saludó!- pensó victorioso. Ahora ese era un momento delicado: ¿para qué lado estaba yendo ella? ¿Será que si él se levantaba para alcanzarla ella se freakearía y lo evitaría? Quería pensarlo bien antes de actuar, por si él terminaba perdiendo el banco y a Kitty en un solo movimiento. No le convenía.
Se señaló el pecho con el dedo y luego apuntó hacia ella, y luego apuntó hacia el banco, todo con una exagerada expresión de confusión. Traducción: ¿voy para allá, o tú vienes para acá, cómo hacemos? Como si hubieran quedado en encontrarse o algo, pero dándole la chance a ella de que si no quería hablar con un extraño no fuera a sentirse acosada.

[Veselko Tsolov]

Ladeó la cabeza cuando ella alzó los hombros, confundido. ¿Qué querría decirle con eso? ¿Que no sabía quñé hacer o que no le había entendido nada? Hm, mejor intentar solucionar esto con otro gesto: levantó ambas palmas delante de sí e hizo de cuenta que daba empujoncitos cortos a algo invisible delante suyo: es-pe-ra.
Dejó de mirar a Kitty para guardar la botella en su mochilla, la cerró bien, y volvió a mirar hacia ella antes de levantarse del banco. Era como cuando uno quería acercarse a un gato de verdad, había mucha comunicación confusa y uno nunca sabía si se le iba a escapar cuando no mirara.

[Veselko Tsolov]

Agradable con la gente, agradable a la vista, Kitty seguramente tenía a mucha gente agradecida por tanta bondad que emanaba por sus poros. Se colgó la mochila de un hombro y comenzó a caminar hacia ella.
Por dentro estaba ya practicando las frases básicas para saludarla, y en estos últimos días estuvo haciendo un esfuerzo enorme por al menos intentar que su 'hola' no sonara con tanto acento de extranjero. Aunque vaya a saber de dónde era la chica, a la que él estaba volviéndole a sonreir otra vez. Al menos parecía muy simpática y amable.

[Veselko Tsolov]

Kitty era demasiado simpática y adorable para su propio bien. Ya que se puso de pie aumió que quizás podrían caminar mientras hablaban, lo que también le parecía bien. Después de todo, ella tenía pinta de que era de la zona y quizás podría enseñarle algo nuevo.
"Hola, soy Veselko" se presentó cuando estuvo suficientemente cerca y le extendió una mano para estrechar la de ella. "De Yugoslavia" aclaró, por si su acento raro no lo ponía en evidencia como extranjero, todo sonriente.

[Veselko Tsolov]

((¿Cómo no va a dar? Si Kitty es la más dable...))

Veselko no iba a juzgarla por no saber dónde quedaba Yugoslavia porque él, antes de irse de intercambio a Hogwarts, no te podía marcar en el mapa a Inglaterra en el primer intento. Culpemos a las escuelas por tener materias raras y no reforzar las básicas, Kitty, no nos hagamos cargo de estas cosas.
Entrecerró brevemente los ojos tratando de procesar todo el nombre de la chica, para después soltarle la mano y solamente recordar el primero muy fugazmente. "Como arriba de Grecia, es lejos" le informó mientras hacía un gesto vago con la mano, como si estuviera marcando algo en un mapa imaginario.

[Veselko Tsolov]

Le sonrió mientras hablaba, mirándola con todo el interés del mundo. Le resultaba fácil entusiasmarse con las personas, la chica le parecía muy interesante e inteligente, con ese acento perfecto. Y hasta evitaba las palabras y preguntas complicadas para hacérsela fácil a Veselko, seguro.
Trató de hablar lo más fluido y rápido posible, como para intentar quedar bien. "Cuando terminé la escuela acá de entrecambiar quise volver porque me gustó. Así que éste es un año lectivo para mí, para pasear" dijo, muy seguro de que todas las palabras seleccionadas eran las correctas. "¿Tú has hecho año lectivo?" preguntó. Juro que después de esta interacción con Kitty se va a poner las pilas para hablar mejor de ahora en más.