Intervencion fraternal

[Josephine Harrington]

Siguió revolviendo hasta que las cosas aparecieron abajo de todo y por ahí asomó la cabecita inerte del caballito. Volvió a mirar a su hermana una vez que compró que las cosas seguían ahí y que no había llegado tarde. La conocía, Diana era capaz de llevarse esas cosas, regalarlas o prenderlas fuego. Inhaló, intentando calmarse. "¿Y por qué me decís mentiras?" preguntó por primera vez intentando entenderla antes de enojarse y rajarla de la habitación como hacía siempre.

[Diana Harrington]

Se mordió un labio temblante con cara de casting de Chiquititas, pidiendo clemencia con los ojos. Pero todo era por la superficie, una superficie que la pobre Josephine ya seguramente conocía súper bien y que no se creía ni un segundo.
"¡Para que no te enojes!" exclamó con el tono de alguien que amenaza con ponerse a llorar en cualquier momento. No pensaba hacerlo, y todavía no se sentía lo suficientemente mal (seguía confiada en que lo que hacía era por el bien de Josephine y su desperdiciada figura femenina que tanto le envidiaba).

[Josephine Harrington]

Sí, su hermana hacía pucheritos y le lloraba a su mamá todo el tiempo. Quizás el problema entre ellas era que Diana esperaba que Jo fuera más femenina y, a la inversa, Josephine esperaba volverla un poco más 'machita' a Ana. ¿Qué le pasaba? ¿Por qué ponía los ojos así llorosos como si acabara de decirle algo terrible?

"Me enoja que me mientas y que toques mis cosas" le respondió volviendo a cerrar la tapa dejando todo revuelto adentro del baúl "¿Por qué lo sigues haciendo?" insistió una vez que se puso también de pie. Puso un brazo en jarra, apoyando la mano en la cintura. Menos mal que Diana todavía era bajita, como ella, sino le restaría bastante autoridad el temita estatura.

[Diana Harrington]

A Diana le molestaba que Josephine no le tuviera compasión, que no se le aflojara el corazón cuando podía esas caras.
"No sé, no lo hago para que te enojes" respondió, evadiendo el tema. No quería admitirle la verdad, porque ella misma tampoco quería admitir cómo se sentía y cómo la hacía sentir Josephine. "No es tan grave, ¿no?" dijo, inflando las mejillas en un gesto caprichoso. No tenía derecho a enojarse o encapricharse, pero había que verla intentando así. Que no se dijera que Diana no intentaba.

[Josephine Harrington]

"Ya sé que no lo haces para que me enoje" contestó todavía molesta, sin entender los motivos de Diana para meterse así en sus cosas. Quizás si ella fuera un poco más normal, si hubiera sido una hermana con la que Diana hubiera podido jugar a las muñecas, robarle ropa, aprender a maquillarse o cosas así, pero no lo era. Le marcaba demasiado la distancia y eso la hacía sentirse culpable en cierto sentido pero no podía cambiar quien era. Si ella misma no podía, menos iba a poder hacerlo Diana.

"Pero me molesta que lo sigas haciendo" insistió, mirándola unos segundos con los cachetes así inflados y aflojándose un poco. "Ven" estiró el brazo para que su hermana volviera, tenía repentinamente ganas de darle un abrazo. Jo estaba un poquito bipolar ese año. "Tienes que prometerme que no lo vas a hacer más" le dijo antes de intentar abrazarla torpemente.

[Diana Harrington]

Se acercó cuidadosamente a Josephine, sin saber si de verdad la iba a abrazar o qué era lo que estaba por pasar. ¿Había hecho algo malo? ¿Esta era una forma de castigarla, haciéndola sentir mal por poner emocional a su hermana? Ella, que accedía tanto a sus emociones a diario, las había degradado. Josephine, en cambio, hacía que estas demostraciones significaran un montón.
Se quedó quieta al principio, pero no demoró nada en usar ambos brazos para abrazar con un poco de fuerza a Josephine, aprovechando el cariño. Cerró los ojos, ¿por qué no podían ser así todo el tiempo, todos los días?

[Josephine Harrington]

Al ver que le devolvía el gesto y la abrazaba con fuerza, Jo también la rodeó con ambos brazos y descansó su cabeza sobre ella. Era genial todavía ser más alta que alguien, hacía mucho que eso no le pasaba. Quizás Diana había venido a este mundo con una misión, que ella no se sintiera tan enana.

Jo mantuvo los ojos abiertos y expectantes.. "¿Y...?" dijo de repente, soltando solamente su brazo derecho para poder mover su mano como haciendo un bucle invisible... incitándola a continuar como si Diana pudiera verla. Todo muy tierno pero su hermana se estaba olvidando de lo más importante: prometerle que no iba a meter su nariz en sus cosas de nuevo.

[Diana Harrington]

-¿Y...?- pensó brevemente, alzando las cejas en el abrazo y espiando el gesto que estaba haciendo Josephine, con un ojo abierto. Mmmh, ¡no se le ocurría nada!
"Y también..." empezó lentamente, mirando a su hermana tratando de adivinar qué quería que dijera basándose solamente en su expresión "que te quiero mucho y que voy a tratar de no mentirte" ofreció en un tono dudoso. No, era segurísimo que la quería mucho (y la envidiaba en igual medida, claro) pero lo otro no sabía si era lo que su hermana quería escuchar.

[Josephine Harrington]

La escuchó alzando las cejas, esperando que su hermana repitiera la promesa, pero no. Quería comprarla con sus declaraciones de amor, que sí, la enternecían un poco, le gustaba sentirse querida, pero no la convencían para nada de olvidar las macanas que su hermana se mandaba. Jo era un tanto caradura marcando lo que Diana hacía, ella misma vivía metiendo la pata, pero tenía que cumplir su rol de hermana mayor.

La separó un poco, deshaciendo el abrazo del todo, sostiéndola por los hombros a Diana. "¿Y qué más...?" insistió en tonito cantado "No vas a mentirme yyy tampocoo..." la miró expectante, dándole una segunda oportunidad.

[Diana Harrington]

Diana sentía que su hermana no la entendía, ¡ella hacía todo por su bien! Claro que había algo de egoísmo también en sus acciones, pero lo único que quería era que Josephine fuera más femenina, porque era súper injusto envidiarla si ni siquiera usaba los encantos que tenía y Diana no.
"Y..." alargó el sonido y suspiró. "Y voy a tratar de pedirte permiso la próxima vez antes de tocar tus cosas" finalizó, haciendo un puchero bien exagerado con los labios. Era cruel que le hiciera prometer cosas así, había muchas cosas que tenía Josephine que ella no había revisado aún.

[Josephine Harrington]

Jo la observó poniéndose seria, pero resignada a que iba a ser la mejor promesa que obtendría de Diana esa mañana.

"Está bien" le dijo soltando sus hombros "Te tomo la promesa" exhaló antes sonreír levemente "¿Ya desayunaste?" Abrazar a su hermana la había puesto repentinamente de mejor humor, quizás no fuera tan malo pasar un rato con ella. También era posible que si le daba más bola no se metiera más a escondidas a su habitación a revisarle las cosas. "Muero de hambre" dijo comenzando a caminar hacia la puerta.

[Diana Harrington]

Sintió alivio cuando Josephine dejó el tema, porque ella sabía que por más promesas que hiciera siempre iba a sentir que ella estaba más que capacitada para tratar de mejorar la vida de su hermana con esas pequeñísimas intervenciones. Hasta que la fajaran, al menos.
"¡Yo también!" exclamó animadamente, apurándose para seguir a su hermana y tratar de caminar a su lado orgullosamente. "Pero igual me quiero cuidar para no engordar" declaró muy decidida, apoyando una mano en su estómago. Josephine era siempre activa, y era genial jugando al quidditch, pero Diana no hacía ninguna de esas cosas.

[Josephine Harrington]

Ya había llegado a la puerta y la estaba sosteniendo para que Diana pasara cuando la escuchó y tuvo que mirarla alzando una ceja, como si acabara de decir una locura. “¿Qué?” preguntó. Primero, porque le costaba ver a su hermana como una preadolescente que podía tener esas preocupaciones, y segundo porque le parecía una locura incomprensible. “¿Y por eso vas a dejar de desayunar?” le preguntó para hacerle notar que en el mundo de Josephine, al menos, eso no tenía sentido. La segunda pregunta iba a ser quién le había dicho esa pavada. Seguro había alguna boba que la había llamado gorda o algo así, y Jo se iba a encargar de que amaneciera en una cama llena de pulgas.

[Diana Harrington]

Miró a Josephine, sospechando que su hermana podía mantener su figura comiendo lo que quisiera, quizás porque había agarrado lo mejor de los genes de los papás, o tal vez porque sus actividades físicas le permitían esos gustos. Dar vuelta a las páginas de la Corazón de Bruja y probarse ropa de sus compañeras de año no quemaban tantas calorías.
"A veces, sí" le admitió como si fuera algo muy evidente. "Sé que es la comida más importante del día, no soy tonta" dijo un poco a la defensiva, aunque evidentemente algo de tonta tenía en enfrascarse con lo de la dieta.

[Josephine Harrington]

Alzó las cejas y mantuvo la cara seria, aunque la aclaración final de su hermana le daba algo de gracia. Si tenía que aclarar que no era tonta, era porque sabía perfectamente que lo que decía era una tontería, justamente.
Salió de la habitación atrás de Diana y, previamente rascarse la cabeza como buscando qué decir o intentando calmarse, comenzó a caminar a su lado y le apoyó una mano en el hombro.
"Entonces no digas pavadas..." le pidió para reforzar su teoría de que no era tonta "¿De dónde sacaste que debes 'cuidarte'?" quiso saber sin que sonara muy obvio que iba a prenderle fuego todas las Corazón de Bruja o tener una charlita con la compañera que le hubiera metido esas ideas en la cabeza "Puedes comer todo lo que quieras" insistió hasta que se le ocurrió una buena manera de que su hermana comiera y aprendiera a no sufrir pensando en eso. Jo sabía lo que pensaban las chicas sobre engordar, contar calorías, elegir fruta en lugar de un budín de chocolate, pero a ella eso no le importaba. Sentía que ponerlo en práctica era casi degradante. ¿Comer lechuga y zanahoria solamente para que un chico te mire? No, gracias.
"¿Sabes qué podemos hacer después?" le preguntó mirándola para ver qué reacción tenía Diana "¿Quieres venir a correr conmigo?" Dijo correr porque entrenar sonaba a demasiado y pensó que su hermanita se negaría.