Adios mundo cruel

[Mason Storstrand]

Estaba a nada de egresar, ¡nada! Faltaba apenas más de un mes y ya le estaba agarrando nostalgia por un lugar que todavía no había abandonado. Por eso estaba caminando lentamente por la sala de trofeos (tan lindos, limpios y relucientes gracias a los alumnos problemáticos, y los castigos acertados de profesores y prefectos) observándolos con interés. El nombre de Mason no estaría presente en ninguno de esos trofeos o medallas, y solamente sentía una punzada de arrepentimiento ahora, como si el día que terminaran las clases fuera a morirse y dejar de existir.
Se detuvo frente a un estante enorme, de madera y con paneles de vidrio, acercando la cara para ver bien qué es lo que había dentro. Había unas cajas con pequeñas pero brillantes medallas, ¿tendrían incrustadas joyas? No parecía ser una vitrina de acceso fácil, y no es que Mason estuviera pensando en robarlas, pero se preguntó si podría abrir la vitrina para revisar todo más de cerca.

[Gretchen Crowley]

((¿Puedo entrar también? ¡Si molesto, puedo mirar de lejos sin interactuar! *es su cumpleaños y está celosa*))

Gretchen sabía que a partir del año entrante no podría mirar más a Mason por los pasillos, y por eso estaba excesivamente obsesionada con él desde hacía meses. Lo miraba hacer su vida sin acercarse demasiado, como una acosadora sutil y no dañina que solo quiere ser testigo de la vida del otro.
Cuando lo vio entrar a la sala de trofeos, lo siguió sin pensarlo, parándose a un costado de la puerta para que no la viera. Y para huir rápido si él se acercaba a ella, porque no era buena disimulando y claramente no estaba allí para mirar los trofeos.
De pronto vio que Alice se le había acercado y le estaba hablando. ¿De qué querría hablarle? ¿Qué era eso que sentía en el estómago, que parecía quemarle?

Hola, celos. Bienvenidos a la vida de Gretchen.

[Mason Storstrand]

((Gracias a ambas por entrar y... happy sweet sixteen, Gretchen!))

Se sorprendió cuando Alice le habló, porque Mason no había estado consciente de que hubiera alguien cerca. Estaba pensando en su egreso, viendo los trofeos y demases, por lo que Alice podría haber estado detrás de él todo el tiempo, con Gretchen colgada de los candelabros tipo Spider-Man y él no se hubiera enterado.
"Hola" respondió, y extendió un dedo índice contra el cristal para señalar una de las cajas abiertas con medallas brillantes. "Miro eso, ¿ves las medallas esas que parecen tener tremendos pedazos de gemas preciosas?" preguntó a la Ravenclaw.

[Gretchen Crowley]

El color se le subió al rostro en un instante, como en respuesta del calor de su estómago. Ella era bien consciente de que eso de estar espiando y sintiéndose así cada vez que él hablaba con alguna chica no podía ser bueno para la salud, pero en ese caso le era más dañino, porque era su amiga la que le estaba hablando. A Gretchen se le mezclaban los celos hacia Mason (porque ella quería ser la que estuviese hablando tranquilamente de trofeos con él) con los celos hacia Alice (porque ella quería ser así de sociable y tener la capacidad de hablarle a los chicos sin ponerse nerviosa).
Momento decisivo: irse y evitarse un mal momento de nervios o quedarse y bancarse lo que viniese. Y a eso sumarle que no escuchaba bien de lo que hablaban, así que se lo inventaría todo para peor, seguramente.
Por el momento se quedó allí, escondida y mirándolos de lejos, porque no era lo suficientemente valiente como para darse vuelta y marcharse de allí.

[Mason Storstrand]

Se hizo hacia adelante, pegando la frente contra el cristal para ver mejor y poder leer lo que estaba grabado en la placa debajo de las gemas.
"Otorgado a el colegio Hogwarts de magia y hechicería..." comenzó a leer, entrecerrando los ojos para ver lo que decía "para celebrar su aniversario... de-ele-ve" ladeó la cabeza pegando hasta la nariz contra el vidrio ahora, estaba en números romanos e hizo la pausa mental para contar -¿DLV en números normales es...?-.