Shiloh le había preguntado si quería pasarle un trapo también a la mesa, ya que estaba limpiando con tanta dedicación, pero no lo repetirá porque estaba bueno eso de no llenarse de polvillo los dedos al tocar las fichas. La tierra en absolutamente TODO lo que lo rodeaba le recordaba a Sudáfrica, y eso no era algo que le gustara tener en mente.
"No lo repetiré", dijo sin mirarlo. Tenía la atención puesta en el tablero y se estaba preguntando si era una táctica más eso de dejarlo comenzar a él siempre. "El próximo partido voy a jugar con las fichas negras", le comunicó. Yo no quiero que ustedes lo odien, pero tiene una forma bastante desagradable de insertar pequeñas órdenes en casi todo lo que dice.
Se inclinó sobre el tablero y movió. Quiso hacerle creer a su cerebro que movió con alguna estrategia formada, pero simplemente se decidió por un peón cualquiera y le dio la orden correspondiente. "Peón, G2 a G4".
