Correccion vs. Hormonas

[Maggie Grimbale]

Lamentablemente no lo podía ayudar a Sam ni a ver la orilla ni a sacarle sus dudas sobre la comida muggle por delivery porque estaba igual de perdida que él.

"No sé... cuando nosotras llegamos, la pizza ya estaba ahí" le contó "¿Dices que la piden y aparece en cada casa como la comida en el gran salón?" siguió la idea de él, acercándose también un poco más a la mesa y a Sam "Claro que la cocinan sin magia, pero no sé quién lo hizo... ¿alguien que se dedica a hacer pizzas?" aventuró porque parecía pero tan tonta no era.

Luego lo miró, sintiendo que no debería acaparar toda la conversación, era algo que estaba aprendiendo de a poco "¿Tú? ¿Aprendiste algo nuevo?" quizás él también había visto algo extraño como lo del teléfono y la pizza que se cocinaba en otro lado y te aparecía sola.

[Samuel McClain]

"Ah... No, no creo. Quizás en los restaurantes hacen eso" agregó, porque alguna vez había comido con su familia en lugares muggles, sobre todo en sus paseos al centro de Londres.

Que Maggie se acercase a la mesa (y a él) lo hizo sentir un poco como un invasor de la zona compartida por ambos, porque al ser más alto ocupaba bastante más espacio aéreo que ella. (Por suerte no va a ser piloto ni nada parecido. Por suerte tampoco va a ser gigoló, porque va muerto.) De todas formas, no se echó demasiado atrás, sino que solamente se enderezó un poquito más de lo que estaba.
"Eh... No... Ah, sí: ¡aprendí a hacer waffles!" le dijo, un tanto orgulloso.

[Maggie Grimbale]

Asintió con la cabeza porque la opción que Sam planteaba tenía mucho más sentido. Por algo él era el inteligente del curso.

Sonrió mirándolo sorprendida, imaginando a Sam cocinando con toda prolijidad y tranquilidad, así como era él. "¿En serio? Genial!" los waffles eran uno de sus desayunos o postres favoritos aunque no lo comía seguido porque bueno, ya saben, calorías! "¿Tu papá te enseñó?" le preguntó curiosa "Yo a veces ayudo a cocinar a mi mamá pero... soy un tanto desastrosa" le dijo con algo de vergüenza. La verdad no era muy buena para nada en particular, era alguien bastante promedio en todo.

[Samuel McClain]

Acabas de describir la mejor forma de combatir la torpeza inevitable de ser un adolescente en crecimiento: prolijidad y tranquilidad.

"Sí, fue divertido, nos enseñó a los dos" comentó, recordando a su hermanita haciendo desastres culinarios pero feliz de la vida. "¿Por qué dices que eres desastrosa?" le consultó. Realmente no se imaginaba a la Maggie que él conocía haciendo desastres, porque siempre la veía bien arreglada y prolija, y eso también decía mucho de una persona.
Quizás de haber compartido alguna vez tareas de Pociones con ella habría entendido mejor a qué se refería.

[Maggie Grimbale]

Sonrió levemente, sin despegar los labios, pensando en lo genial que debía ser que su papa pasara tiempo con ellos y les enseñara cosas... Maggie tenía un relación bastante especial con su papá. Él evitaba a su mamá y a ella todo lo que podía, incluso viviendo bajo el mismo techo. De a poco Maggie se fue acostumbrando a no contar con él para nada, pero cuando veía que en otras familias no era así sentía ganas de que fuera diferente.

Volvió a reaccionar con la pregunta de Sam y alzó las cejas, antes de sonreír un poco más alegre. "Es que... siempre hago algo mal, o le pongo demasiado condimento, lo saco antes de tiempo o lo quemo, no tengo término medio" se rió y alzó los hombros "Quizás no tenga talento para eso".

Apenas terminó de hablar notó que la mesera se acercaba, seguramente a dejarles sus tazas con chocolate caliente.

[Samuel McClain]

Si quieres sentirte menos mal por tu familia, te linkeo el perfil de Sam. Su familia también está truncada, pero de forma irreversible.
Ya... tranquila, toma un pañuelito.

Miró a la mesera y le sonrió, tranquilo porque ya había pagado ambos chocolates. Cuando ya tuvieron ambas tazas delante, Sam instintivamente rodeó la suya con las manos, para calentarlas un poco.
"¿Cocinas con recetas o a ojo?" le consultó. "Dudo que las cosas te queden feas, igual" agregó, halagándola sin dudarlo. ¿Cómo era posible que su compañera hiciese algo mal? Seguro exageraba.

[Maggie Grimbale]

Lo sé, lo sé, por eso Maggie jamás pensaba quejarse de nada relacionado a su familia con Sam. Si hasta estaba pintándole un cuadro familiar feliz, con madres cocineras e hijas buenas que la ayudaban. Bueno, una única hija buena, ponele.

Primero se sorprendió por la pregunta de Sam, era extraño que un chico se interesara por eso pero suponía que realmente le había gustado aprender a cocinar en el verano "Bueno... creo que más a ojo y a lo que diga mi mamá, pero soy muy torpe imitándola" no era tan fácil imitar algo tan personal como la cocina, por más actriz que quisiera ser. Igual le sonrió, contenta con el halago y bajó en seguida la mirada "Gracias por la confianza" le dijo e imitó a Sam poniendo sus manos al rededor de la taza para darse calor. La levantó para darle un sorbo corto al chocolate. "Está delicioso" le dijo apenas apoyó de nuevo la taza sobre la mesa.

[Samuel McClain]

((¡Salto de tiempo! :P))

Estuvieron hablando un rato sobre las comidas que habían probado en las vacaciones, así que Maggie ya debe saber que el padre de Sam cocinaba muy bien y había dedicado una buena parte del verano en hacerse experto en comidas sanas y nutritivas, como verduras saltadas con arroz, ensaladas y tartas, todo siempre acompañado con carne de vaca, pescado o pollo. La verdad era que Albert se había quedado impresionado por el estirón que había pegado Sam durante el tiempo que no lo había visto.
A mitad de la charla, el chocolate caliente había hecho el efecto que buscaban y ya no sentía frío, por lo que se había sacado la campera y la había colgado en la silla.

"Está rico" dijo, señalando su taza a medio vaciar. "¿Segura que no quieres que pidamos comida?" volvió a preguntar.

[Maggie Grimbale]

((saltemos saltemos! XD))

Maggie en cambio no se había quitado el sweater que traía puesto porque era más friolenta y si bien el chocolate caliente la había puesto a temperatura ambiente no sentía necesidad de desabrigarse. Lo había escuchado atenta, pensando en que su mamá en cambio cocinaba siempre lo mismo... no parecía tener mucho entusiasmo en aprender cosas nuevas, quizás porque la relación entre sus padres era tan rutinaria que pensaba que ni valía la pena intentarlo. Disimuló lo que pensaba y fue tomando de su taza...

"Sí, segura" respondió sonriéndole "Pero si tienes hambre, pide, no te preocupes" no quería impedirle a Sam que comiera solamente porque ella consideraba que el chocolate ya era un exceso suficiente "¿La charla sobre comida te dio hambre?" le preguntó bromeando.

[Samuel McClain]

Supongo que ella también le habrá contado cosas de su verano, ¿no? No me hagas pensar que se la pasó hablando él solo en este salto de tiempo, que me muero de vergüenza y lo mando a estudiar Relaciones Públicas o algo por el estilo, para que sea menos burro en el tema.

Soltó una breve risita con la pregunta. "No, es que... bueno, me dijeron que las chicas no solían pedir comida en las citas por... no sé..." dijo, con mucha torpeza y bajando la vista sin darse cuenta al mencionar la palabra 'citas', de pura timidez.

[Maggie Grimbale]

Maggie lo había torturado con anécdotas sobre las tardes en la casa de sus tíos con sus primas, su cumpleaños y los regalos que había recibido (aunque evitó mencionar el duende diabólico que le mandó Rainier) y luego le habló de sus ganas de participar en la obra de teatro que iban a montar ese año en la escuela.

Lo miró sorprendida por su deducción y sonrió. ¿Quién la mandaba a salir con el inteligente del curso? A ella también la puso algo nerviosa que usara la palabra cita pero le gustó.
"No exactamente por eso.." le explicó "Aunque tiene algo que ver. No tengo mucha hambre" y eso era en parte por la ansiedad de estar ahí a solas con Sam "y ya sabes, las chicas nos preocupamos por tonterías como que el chocolate nos saca granitos..." le dijo sintiéndose algo tonta al admitirlo en voz alta.

[Samuel McClain]

Sam se había puesto muy contento de escuchar que Maggie iba a participar de la obra, por lo que sus comentarios fueron todos positivos. Por un momento pensó en que esa actividad quizás le interesaba a Ceri, pero luego se sacó el pensamiento de la cabeza por si Maggie leía mentes y se ofendía. También le habían advertido que no hable mucho de otras chicas con ella en la cita, así que él, por las dudas y porque es muy transparente, evitó pensar en amigas y compañeras por igual.
"Oh..." se asombró, sin esperar ni ahí el comentario de los granitos. ¿O sea que estaban atentando contra la piel de ella en ese momento? "¿Y el chocolate caliente no da granitos?"
Si Maggie se llena de granitos por su culpa, va a haber muchos chicos enojados con él, ¿no? Aunque quizás haya también muchas chicas felices.

[Maggie Grimbale]

A Maggie le caía muy bien Ceri, no iba a ponerse celosa porque Sam la nombrara, pero sí le daría curiosidad... sabía que eran amigos porque la mayoría del tiempo los veía trabajar juntos.
Se rió con la pregunta de Sam y asintió con la cabeza "Probablemente... pero es muy rico y hace frío, no voy a renunciar a él" le dijo divertida antes de tomar la taza para darle un último trago. Una vez que apoyó la taza sobre la mesa lo miró sonriente "Gracias... por la invitación" y se refería a todo, al chocolate, a preocuparse porque no quería comer. Era la primera vez que un chico le invitaba a algo y se sentía extraña y con la necesidad de agradecerle.

[Samuel McClain]

"Los chicos también deberíamos pensar en esas cosas" comentó. Ellos también tenían granitos, pero si hablabas del cuidado de la piel en la habitación te miraban medio raro, así que no tenían mucha forma de acceder a ese tipo de información útil. Los comentarios que solían escucharse entre varones, en todo caso, eran del tipo: 'Uh, me llené de granos, no debería haber comido tanta mantequilla con el pan'. No tenían mucho de ciencia, si vamos al caso.
Se pasó la mano por el cabello con el agradecimiento de ella, tratando de no sonreír demasiado amplio. "¿Lo estás pasando bien, entonces? No quería aburrirte, Winston me dij..." -Uh-.
Qué bocón era, ¿eh? No estaba acostumbrado a eso de las citas, pero cualquiera con mínimo sentido común se guardaría los consejos para sí mismo en vez de contárselos a la destinataria.

[Maggie Grimbale]

Sonrió y bajó la mirada a la mesa y a sus bebidas porque no quería ponerlo nervioso a Sam. Le causaba ternura que estuviera tan preocupado por cómo la estaba pasando y, aunque él parecía incómodo por haber nombrado a su amigo, a Maggie no le parecía tan terrible, al contrario, ahora quería saber más... Asintió con la cabeza para que supiera que la estaba pasando bien, charlar con Sam era agradable, era un chico tranquilo y se sentía cómoda con él.

"No me aburres para nada" le aclaró primero, apoyando un codo sobre la mesa para sostener su cabeza con la palma de su mano y observarlo de costado "¿Qué te dijo Winston?" quiso saber.