Enjoy the silence

[Henry Leyden]

"Bueno, eso ya es otra cosa...", comentó Henry, que nunca había visto a Moira 'de humor' para nada. Y aunque para muchos eso parecería de mayor peso que la magia, Henry lo no habría considerado como justificación a la conducta de la familia de ella. Después de todo, a él no le había tomado ni un día darse cuenta de que el caracter de la chica era así, y que en realidad no hacía ningún daño y era más bien sencillo adaptarse a sus 'alegres' comentarios. En su opinión optimista del mundo, a estás alturas la familia de Moira ya debía estar más que acostumbrada.

Pero bien, era hora de continuar con el trabajo, eso era cierto.
"Sí, yo creo que va bien. Huele a brillantez", dijo, y aunque el termino empleado intentaba ser gracioso, era cierto que el olor proveniente del caldero ya parecía el correcto. No que Henry conociera mucho el aroma correcto, pero si suficiente para saber que iba bien.

Esperó sólo un instante antes de apagar el fuego y buscar un frasco entre sus cosas.

[Moira Wallace]

Es que posiblemente su familia no juzgue su carácter, sino que crea que tiene algo que ver con que es... rarita, lo que vendría a ser mágica, bruja, whatever. Como si que te molesten los demás o no te guste lo mismo tuviera algo que ver.

Alzó las cejas y sonrió de lado con el adjetivo que Henry usó. "Ah, sí? y qué olor vendría a ser ese?" le preguntó divertida porque las cosas que se salían de lo establecido le gustaban, aunque si el chico estaba tirándose flores por haber hecho bien la poción ya no le gustaría tanto. Los presumidos le caían de lo peor. "Bueno, al menos aprendí cómo cortar el jengibre..." concluyó viendo que la poción ya estaba casi lista.

[Henry Leyden]

Pues mira que suerte que Moira hizo una parte, porque Henry tiene tan pocas oportunidades de celebrar que una poción le saiió bien, que bien podría empezar a echarse flores hoy que puede. Pero este es un logro compartido y se asume que los otros estudiantes puedan hacer esa poción, así que se está controlando un poco.

De hecho, estaba justo tratando de memorizar el olor así que, cuando ella preguntó, le respondió con la conclusión a la que había llegado.

"Pues, debo decirte, perplejo como estoy, que el olor que nos haría más listos se parece al de la tierra de las maceteras en casa de una amiga...". Incluso lamentaba no tener una referencia mejor, algo que significara algo para ella.

"¿Muy, muy fino, verdad?" Y no te sorprendas, Henry sabe mucho sobre como suena un cuchillo; seguro oía cocinar a alguien cuando era niño.... No creo que lo haya aprendido en clase de pociones, porque ahí le cuesta mucho observar.

[Moira Wallace]

Lo miró cuando dio esa descripción tan particular del olor de la poción y se acercó al caldero a comprobar a ver si olía a tierra húmeda... Era uno de sus olores favoritos, nada mejor que las cosas mojadas por la lluvia. Inspiró fuerte, asomando su cabeza en el caldero, y pronto el olor a tierra que había entrado por su nariz le llegó hasta la garganta, secándole la boca como si hubiera probado el barro. "Mmm.." se quejó con algo de asco "puede ser, aunque me da curiosidad qué hacías oliéndole las macetas a tu amiga..." dijo divertida y echando a reír para molestarlo un poco.

Despegándose de la mesa decidió ayudarlo a guardar las cosas que estaban vacías como los frasquitos de los ingredientes "Sí, bien fino y chiquito" le confirmó la teoría.

[Henry Leyden]

"Buscabamos insectos", replicó, divertido.
Era la verdad. A eso de los diez años, había pasado muchas tardes liberando de plagas a esas plantas, todo ello sin interesarse por nada más que jugar con los bichos. Él nunca había encontrado uno, pero siempre lo intentaba.

Poco a poco, la mesa quedo limpia y Henry cerró su mochila con todo ubicado cuidadosamente dentro. A menos que se le quedara algún frasco que no hubiera... notado.

[Moira Wallace]

Aaah, los insectos explicaban todo. Movió la cabeza como entendiendo aunque Henry no la pudiera ver. La mesa estaba vacía aunque no limpia, obvio, habían estado preparando una poción ahí y se notaba que había sido usada. "¿Me prestas tu varita?" le preguntó entonces "Así limpiamos la mesa y nos podemos ir" -de una vez- completó en su cabeza la frase porque no el salía ser de otra manera.

En ningún momento Moira pensó que a Henry pudiera molestarle que quisiera usar ella la varita para limpiar en lugar de dejarlo a él que lo haga... pero bueno, el motivo era obvio.

[Henry Leyden]

Henry se quedó perplejo. Usualmente la gente asumía que él no podría hacer un hechizo, pero rara vez pasaba por pedirle la varita.

"¿Tú también?", replicó, irritado, "¿Por qué todo el mundo asume que necesito que alguien haga los hechizos? Yo soy perfectamente capaz de..."

Se interrumpió, de golpe, porque si debía ser honesto, en realidad no podía. Ese era uno de esos hechizos en los que, para empezar, tienes que saber qué estás limpiando; no puedes oír en donde está la suciedad. Era como si en los libros de encantamientos dijera que era un hechizo no apto para ciegos.

Con un gruñido de frustración le ofreció la varita a la chica.

[Moira Wallace]

Moira tuvo que pedirle la varita a él porque no tenía la suya... el plan original de ella para esa tarde había sido dormitar en un pasillo vacío, no practicar pociones.

Alzó las cejas escuchándolo también incrédula porque el chico se quejaba... "Solamente quería ayudar!, no pienso que no puedas hacer ningún hechizo, pero este en particular no" murmuró molesta ella también. Claro que no era perfectamente capaz de limpiar una mesa si no podía verla.

"Así está mejor" dijo tomando la varita con su mano "Es sólo un segundo, ya te la devuelvo" le dijo para que no sintiera que estaba quitándosela "Fregotego!" exclamó apuntando hacia la mesa. La madera de la varita de Henry se sintió extraña en sus manos, solamente había usado la varita de Melwyn además de la suya. Sonrió satisfecha y se la devolvió "Ya está" y se la acercó a la mano para que le fuera más fácil tomarla.

[Henry Leyden]

Sï, ya decía yo... Henry no puede hacerle berrinches a Moira, porque ella lo corta muy fácilmente. Ya lo regañó. Y él sólo podía quedarse callado porque ella tenía razón y eso de entrar en debate sin tener argumentos, sólo lo hacía con gente de su edad o mayor. Hay que dar el buen ejemplo, al menos a las amigas.

No le molestaba que ella usara su varita siempre que no la rompiera, y si no la había roto él, es que era a prueba de todo. Mientras la tomaba de regreso, preguntó:

"¿Y se portó bien cuando la usaste, o es una amargada como yo?" No era necesario preguntar, el hechizo habia funcionado a la primera. Más bien era una forma de admitir que había estado fuera de lugar su enojo. Porque no podía tampoco darle la razón directamente. Henry nunca admitía en voz alta sus limitaciones por tener cuatro sentidos.

[Moira Wallace]

Miró la mesa para comprobar que estuviera realmente limpia y sonrió de lado por el término 'amargado'. Pensó que ese adjetivo sólo le cabía a ella.
"Se portó bien" le informó ya no tan molesta "¿De qué madera es? La sentí extraña, pero es normal" dijo alzando los hombros "Igual funcionó perfectamente" le tocó un brazo para indicarle que podían comenzar a caminar "Podemos irnos"

[Henry Leyden]

Las varitas ajenas solían ser inútiles para Henry, aunque no entendía muy bien que determinaba los resultados.

"Cedro", respondió. Estaba encantado de oír en el tono de Moira que ya no estaba enojada porque él se había enojado. Y respecto a su propio enojo, ya ni recordaba porque había sido así que ni porque pensar en ello.

Cuando Moira le hizo un gesto para indicarle que se movieran, Henry se preguntó en qué momento ella había empezado a enviarle por tacto los mensajes que la mayoría hacían para la vista. ¿Era algo que ella hacía todo el tiempo? No tenía ni idea. Tampoco estaba seguro de si eso le parecía útil o molesto; pero había una alta posibilidad de que fuera lo primero.

La siguió mientras emitía un "Uhum" de afirmación.

[Moira Wallace]

Moira era alguien que reparaba todo el tiempo en los demás, demasiado. Se fijaba si había alguien más caminando tras ella en el pasillo, se hacía a un costado cuando notaba que la otra persona podía estar más apurada que ella, escuchaba ruidos que nadie más les prestaba atención... era así. En momentos de concentración tenía entonces en cuenta que Henry no podía ver muchos de sus gestos y recurría a tocarlo para avisarle. En otros momentos, cuando hablaba de algo y se concentraba en eso y en lo que sentía, hacía gestos como alzar los hombros, de los que él nunca se enteraría.

Una vez fuera del aula lo miró, otra vez sin saber cómo despedirse porque otra vez debería recurrir al contacto físico.

"Bueno, yo me voy para mi sala común..." iba a preguntarle si sabía cómo llegar a la suya desde ahí pero ya sabía que Henry era muy cabeza dura y se lo tomaría a mal "Suerte" le dijo volviendo a tocarle el brazo antes de irse.

((Cerras? :) ))

[Henry Leyden]

Sí, seguro le haría otro intento de berrinche. Y esta vez no estaría tan fuera de lugar, porque él es un explorador: ya conocía gran parte del castillo y siempre tiene más interés en ir a las partes que aún no conocía. Eso podía ser cierto en muchos lugares, pero sólo era agradable en el castillo, que amablemente avisaba de algunas cosas a Henry, con sus ecos antiguos y los sonidos inexplicables que albergaba y que muy pocos habían notado.

"Está bien, nos vemos", dijo, y conste que no es un chiste; simplemente se le había pegado la frase porque alguien la decía (¿sus padres? ¿su amigo muggle? ¿alguien en la sala común? Quien sabe.

Y luego partieron cada uno por su lado en busca de sus respectivas salas comunes..