Sin esconderse

[Sir Ulrich Lamport]

Se quedó en su lugar mientras Bellatrix se acercaba, se inclinaba, se insinuaba. "Aún, dice usted" le dijo, como apremiándola. No había duda que si había algún hombre que Bellatrix no tenía a su disposición era porque ella no quería, o porque el pobre imbécil era un santo. Y hasta los santos tienen que rebanarse los sesos para evitar el pecado.
"¿Habla usted del Dark Lord?" preguntó, como si la idea acabase de llegar a él. El poder era un afrodisíaco, pero Lamport había visto el severo deterioro físico de Voldemort, y estaba cada día más lejos de ser el muchacho atractivo que fue.
¿Quién era él para pensar eso? Estaba en las mismas (aunque más naturales) condiciones.

[Sir Ulrich Lamport]

((¡Qué honor que sea por mí, pero qué placer para el foro entero contar con sus posts diariamente!))
Respondió con la voz profunda, devolviéndole la mirada a los ojos, deseándola pero manteniendo el control. Tentadora fierecilla, no tendría gracia alguna si ella no se veía tentada tampoco. "No, es el único" se acercó sin temor alguno al rostro de Bellatrix "que podría cumplir con los requerimientos que usted" se alejó los centímetros que había avanzado "espera de alguien admirable". Alzó las cejas ligeramente, excluía a todos los hombres en ese enunciado.

[Sir Ulrich Lamport]

Tomó la mano de Bellatrix y la otra mano continuó en su espalda al hacerle una breve reverencia. Se acercó, todo su cuerpo a milímetros de ella, el único contacto que tenía con ella estaba en las manos: con una sostenía la mano de ella, con la otra tomaba de la delicada y exquisita cintura de Bellatrix.
"Soy realista, Miss Black" le dijo hablándole en los labios. Se alejó unos centímetros para recuperar su altura y dejar la espalda recta "Si para dejarla a usted satisfecha y queriendo más tengo que ser inmortal y todopoderoso, prefiero esperar a ver hasta dónde la complace Lestrange" era como ofrecerse para repuesto. Miraba hacia el frente, no hacia ella, pero sonreía con los labios juntos.

[Sir Ulrich Lamport]

-Sí, bellísima- pensó regocijándose en la idea del tan acertado nombre con la que la habían bendecido. Si es que el agua bendita le había tocado la frente alguna vez, o se había evaporado antes de hacer contacto con su piel.
"Creo que será bueno para usted que nos veamos" le dijo casi con ironía, sería bueno para él también, podía contar con ello. "Lestrange promete buenos contactos, yo puedo ofrecerle lo mismo bajo" -sábanas- "la mesa" Lamport hacía trabajo sucio, tendría menos charm que Rodolphus ante los ojos del Dark Lord, pero hasta ahora el contador de cabezas muggles marcaba más puntos a su favor.

[Sir Ulrich Lamport]

"Es cierto" le admitió, pero sin embargo seguía viendo que era más probable que la acercaran al círculo por ser la mujer de Lestrange. Lamport consideraba que, en este caso, ser mujer no era una ventaja, aunque dudaba que Bellatrix jugara el papel de esposa cuando comenzara la verdadera guerra.
"Basta con sólo mirar alrededor de la sala" agregó, haciendo un movimiento con la cabeza como señalando la habitación de donde salía la música. Quería darle la razón, no tenía que esforzarse demasiado porque Bellatrix ya la tenía.

[Sir Ulrich Lamport]

Lamport aún no lo sabía, pero seguramente con el tiempo llegara a darse cuenta que Bellatrix es la única mujer letal en los círculos Death Eater. Es decir, ¿Narcissa? ¿Alecto Carrow? Por favor.
Bajó el rostro como si fuera a besarla, pero habló "Yo estoy seguro de que no habrá Death Eater que no halle a usted placentera" sonrió de lado, mirándole la sedosa boca "Bella. La más letal arma del Dark Lord" alzó las cejas y la miró a los ojos "por la cual todos nos dejeríamos lastimar".

[Sir Ulrich Lamport]

((Me sorprende -si no me asusta- que Rodolphus no haya aparecido en nuestro thread aún))

No era culpa de Lamport que Bellatrix fuera la mujer más hermosa de toda la fiesta, y la más tentadora al pecado. Y no temía a lo que pudieran decirle porque en palabras, ¡era todo tan respetable! La joven comprometida, el señor padre de familia. No había nada extraño si se lo presentaba de la forma correcta.
Oh, la señorita Black estaba trabajando en las áreas que darían resultados más tarde. "Y es usted una mujer muy inteligente" le dijo, la mano en la espalda de Bellatrix bajando hasta el límite de su cadera "pero sería hipócrita decir que eso es lo que más admiro en usted".

[Rodolphus Lestrange]

((Querido Ulrich, tu esposa te busca, quiere que limpies tu cajón antes de que te invite a usarlo))


"No hace falta conocerte para admirarte," Rodolphus hizo su entrada. Había sido detenido mas tiempo del que hubiera deseado por su futuro suegro para encontrar que su Bellatrix había desaparecido. Pronto hubo escuchado su voz, con eso bastaba para encontrarla.
"Sobre todo un rasgo muy peculiar, tu valor. Uno se pregunta por qué no caíste en Gryffindor," su tono era entre amargo y ácido, su sonrisa y sus ojos reflejaban un toque de locura y sostenía su varita con firmeza a pesar de los guantes que absorbían su sudor. Una palabra, una sola se repetía en su mente, y en cualquier momento podía llegar decirla en voz alta.

[Sir Ulrich Lamport]

Iba a responderle, tentado de besarle los labios, pero no lo hizo. Una parte por decisión propia y otra por... Lamport giró el rostro para ver quién estaba hablando e interrumpiendo su conversación con Bellatrix. Ah, el chico Lestrange. No soltó a Bellatrix pero aflojó sus brazos por si ella quería zafarse e irse a los brazos de su prometido.
Todavía no había felicitado a Rodolphus por la magnífica prometida que tenía, ahora quizás no haría falta que le dijera que le parecía una mujer hermosa e interesante, era obvio lo que pensaba de ella.

[Rodolphus Lestrange]

De repente Rodolphus abandonó el enojo y se sintió culpable.
"Ven, vamos a otro lugar entonces, no quise dejarte sola, no dejaré que mi tío se te vuelva a acercar," dijo casi susurrando y le ofreció la mano enguantada. Tal vez algún día se sacara los guantes para tocar a Bellatrix. Tal vez.

[Sir Ulrich Lamport]

Alzó las cejas, qué tipo maleducado, lo estaba tratando como si fuera invisible. ¡Bah! El que estuvo a poco de comerse a su prometida era él, estaba en una situación en la que no podía criticar modales de nadie.
No habló, de todos modos no quería inmiscuírse en temas que no lo concernían... por ahora.

[Sir Ulrich Lamport]

Miró con indiferencia a Rodolphus Lestrange, su actitud posesiva y dominante salía a relucir en los momentos menos oportunos, tanto para él como para Lamport mismo. ¿Qué podía hacer al respecto?
Hizo una breve reverencia, esperando a que ambos se retiraran del cuarto, siguiendo con la mirada a Bellatrix hasta que se perdiera de vista. Tenía que verla nuevamente.