Una calda benvenuta

[Elena Sorokoletova]

No sé quién es más malo ahora, Shiloh o Gabe.
Cuando se colocó su poncho, regresó la mirada a Gabe notando su mano. La tomó sonriéndole pero girando su cabeza hacia la mesa por si había olvidado algo: sólo vio el premio de Gabe.

"¿No te lo vas a llevarr?" le preguntó, señalando con los ojos a lo que se refería. Tampoco Elena estaba de acuerdo con todo eso de la popularidad pero al fin y al cabo era posesión de Gabe ese premio ¿lo iba a dejar en la mesa para que cualquiera se lo lleve? Que, bueno, también ese premio le hacía recordar que tanto él como Dora (la chica que había visto con él en aquella ocasión de el pasadizo y que él le había dicho que era su ex-algo) eran los Condes, y no supo por qué le había dado algo de celo que ella y él tuvieron el mismo premio.

[Elena Sorokoletova]

Elena prefería quedarse con el intimidante Gabe. Shiloh era demasiado bonito para su gusto. Por cierto que le fascinaba agarrar a Gabe por la mano, era un sentimiento bastante fuerte de unión o enlace. Decía tanto de los dos: que ya no eran más unos desconocidos, ¿que eran pareja? Aunque Gabe aún no se lo pedía y tampoco quería sobreentender las cosas. Debía cumplirse la formalidad ¿o no? Se quedó pensando.

Luego notó su acercamiento y enrojeció nuevamente (¡como si no le pasara eso todo el tiempo!). Medio sonrió porque el beso la agarró desprevenida, poniéndose algo tensa por la posición que había tomado. Miren que un beso en el cuello da muchas cosquillas, y Elena no fue la excepción. "¡Gabe!" dio un pequeño gritito mientras que su mano libre alcanzaba la nuca del chico para hacerle cariños en su perfecto cabello cortado a ras, inclusive hincó un poco su hombro por el reflejo de las cosquillas. "Vamos ya que.. quie...rro verr en qué nos... ¡ay! trransforrmamos" las pausas eran los pequeños jugueteos de Gabe. ¡Era tan travieso con ella, y ella tan inocente!

[Elena Sorokoletova]

Gabe con cabello rizado me hace recordar a Beakman. Por suerte se lo corta a ras, tenga la justificación que tenga.
Por cierto, que si Elena es su mujer, de menos que se lo haga saber porque para ella siguen en ese estatus de ¿y qué somos? Así que no esperes que no saque el tema en cualquier momento.

Sintió feo cuando se alejó de ella porque la tenía tan malacostumbrada a dejarse besar y no querer al mismo tiempo que dejara de besarla, que cuando se alejaba Elena pasaba por un momento de tristeza que se convertía en un deseo impetuoso y ardiente de querer buscarlo para colgársele cual koala y besarlo, como si no fuera suficiente que todo el tiempo estuvieran juntos, debían estar pegados; pero su mente la detenía.

Se le quedó viendo a los ojos con una sonrisa tierna de esas que acostumbraba a poner. "En un gato" porque le gustaban los gatos, por eso contestó así de rápido. ¿Podía ser que del gusto llegara a ser una realidad? "¿Y tú?" preguntó inmediatamente dándole un apretón a su mano mientras caminaban ¿porque seguía agarrándole la mano, verdad?

[Elena Sorokoletova]

Por supuesto que no soltó la mano de Gabe y no le importó que quedara colgando, aunque se le fuera la sangre al codo.
Y, sí, bueno, lo de los animales te lo creo, tampoco le gustaría convertirse en un feo pez o peor aún, en plancton. Pero si no se convertía en un animal acuático tampoco quería convertirse en un animal lento como una hormiga o un perezoso, no, momento, ese sería Dmitriy. Veselko sería como un oso panda porque es tierno y apapachable. Wolf sería un pato o un tiranosaurio rex, ¡sí! un tiranosaurio rex: muy alto y con unas manitas, jah, y Sieg sería... ¿un oso? Hablando de osos ¿Gabe quería ser un oso? La hizo girar hacia él, apoyando tiernamente su mejilla sobre su(his) hombro (lo tenía tan cerca de ella por aquéllo del semi abrazo).

"¿Un oso? No te veo como un oso o bueno..." a él lo veía más como un león, salvaje y protector de su especie, es decir, ella. "mhm, sí, quizá un oso, perro esos son solitarrios y tú no erres solitarrio" ¿estaba con ella, o no? "Un león" finalizó antes de que dijera algo. "Yo te veo como un león" pero igual se equivocaba, la magia hacía lo que quería al final de cuentas.

[Elena Sorokoletova]

Sonrió por el comentario porque en efecto le gustaban los gatos. "¿Un león no?" preguntó casi en puchero hasta sentir el beso de Gabe en su sien. Le encantaba que tuviera esos detalles con ella. "Es que el león es el rrey de los animales" explicó. "Usa la táctica y la estrrategia para conseguirr su objetivo. Además, prrotege a su manada" la protegía a ella ¿no? "Erres... erres como un león. En cambio el oso sólo come y duerrme" o sea, no estaba de acuerdo.

Cuando salieron del salón el frío de los pasillos le golpeó la cara, logrando que su cuerpo se uniera más al de Gabe para que le transmitiera todo el calor posible. Ese poncho que llevaba puesto era bastante grueso pero sólo le cubría la parte superior. Si es que pensaban transformarse en los jardines (¿no había restricción para andar a esas horas por esos lugares?) ojalá entonces fuera un animal muy peludo que resistiera el frío, si no no se saldría de debajo de su poncho.

[Elena Sorokoletova]

Frunció el ceño por el comentario porque no estaba de acuerdo con eso de que 'las mandaban', iban ellas a conseguirlo por voluntad propia por su instinto protector (?!). "Puede ser" concedió hincando los hombros, "perro sigo prrefirriendo a los felinos, son mucho más ágiles y rápidos" los osos, en cambio, sólo eran toscos y... muy peludos.

Cuando se alejaron lo suficiente del salón para seguir caminando por el pasillo, recordó a la hermana de Gabe y se quedó pensando en qué animal podría convertirse ella de poder transformarse. ¿Un gatito quizá, que está muy tranquilo y que de repente te puede soltar un arañazo? No sé por qué le causó algo de risa, pero soltó un mhm que bien pudo haberlo escuchado Gabe.

[Elena Sorokoletova]

A la player le fascinan los osos, principalmente los polares, pero a Elena no se le hacen los mejores animales. Los cuervos, err... mejor me reservo mi comentario.

"¿Qué?" dijo después de interrumpir también sus pensamientos. "Ah, no, no. Estaba pensando en qué animal serría tu hermana" porque obviamente no le diría en cuál había pensando, tampoco quería buscarse problemas por andar hiriendo susceptibilidades.

[Elena Sorokoletova]

((No LOL eso le pasa a todos jajajaja))

Entonces no creo que se sienta mal si dice que se parece a un gatito que se ve peludo y esponjosito pero que de repente suelta la pata para arañarte con sus palabras. Se hincó de hombros. "Pensaba en un gato" sí ya sé, le gustan los gatos, y a todos los ve así, ya sé, y seguramente Elena pensó que Gabe también pensaría eso, así que se adelantó para decir algo como: "Sí, ya sé, me gustan los gatos. Perro rrealmente no pensé con prrofundidad qué podía ser tu herrmana" y n o podía quitarse de la cabeza a todos los felinos de la naturaleza.

[Elena Sorokoletova]

Más que sorprendida por el regalo, lo estaba por el abandono de su propia mascota. "¿No quierres tenerr ya a Sonny? ¡Perro si es un amorr!" comentó no exaltada porque tampoco era para tanto y seguramente Gabe estaría bromeando. No le agradecería el regalo, más bien lo regañaría. Digo, aceptaría al gato, pero no estaría de acuerdo con eso.

Salió por la puerta y antes de mirar los jardines se volteó para verlo. "De hecho a Dodo le cayó bien, si no mal recuerdo" afirmó, recordando la última vez que se vieron y que traía a su gatita en brazos para enseñársela y presentársela. Al terminar de hablar giró de nuevo hacia los jardines y se asombró de lo bello y tranquilo que se veían, a pesar de lo oscuros que se veían.

[Elena Sorokoletova]

Dodo duerme en su cama, gracias a San Petrov. La acostumbró a tener su propio espacio que es muy raro que Elena se duerma con ella, además es demasiado independiente, a veces ni duerme en su cama, prefiere hacerlo sobre el suelo.

El abrazo sorpresa le fascinó y más aún cuando sintió la barbilla de Gabe sobre su hombro. Le encantaba tenerlo tan cerca, como si fueran dos personas que vivieran para estar pegadas por toda la eternidad. Se rió suavemente cuando escuchó la explicación. "Sí, me gustan mucho" confirmó, girando su cabeza para darle un pequeño beso en la nariz, barbilla o hasta donde llegara su cabeza al girar. "Brr..." onomatopeya del frío que sintió de repente, a pesar del abrazo de Gabe.

"Vamos a ese árrbol de allá" lo señaló, uno que estaba cerca del lago. "¿O nos vamos a uno más lejos?" porque no vaya siendo que un maestro o prefecto o premio anual (?) salga a hacer un rondín y los vean.

[Elena Sorokoletova]

A Elena le pasaba lo mismo con los pelos de gato en su uniforme o su ropa, o inclusive su pijama, pero no era tan cruel como para no levantarla en las tardes. Quizá por eso compaginaban tanto Gabe y Elena, tenían muchas cosas en común.

Cuando sintió que sus pies ya no tocaban el suelo, gritó desesperada pero a la vez riendo, aferrándose a los brazos de Gabe que por mucho que sintiera que no la soltaban, de todas formas existía el factor de sobrevivencia por si eso sucedía. "No, no, no, no" repitió por lo bajo agitando las piernas sin llegar a golpearlo.

Ese Gabe y sus sorpresas, le fascinaban. Las adoraba. Lo adoraba a él, todo lo que hiciera con ella. Todo. "¡Ay no, bájame!" comentó bromeando con ternura sin querer realmente que la bajara.

[Elena Sorokoletova]

Sintió sus brazos y todo su cuerpo rodearla, alegrándose de que su relación con Gabe fuera así de especial y juguetona, porque cómo odiaría que fueran serios y estuvieran separados. No hay nada mejor que estar uno encima del otro. Pero todo cambió cuando Gabe se tituló como 'su novio'. Realmente no le importaba por ahora eso de la sangre, pero cuando se enterara de que quizá en un futuro Gabe quisiera guardar la varita para seguir los pasos de su padre, se preocuparía.

Estaba a punto de detenerse pero siguió con el jugueteo, riendo y sonriendo como si fueran los últimos días de su relación. A final de cuentas tenían que hacerse de buenos recuerdos antes de irse de ese colegio. "¿Erres mi novio entonces?" preguntó muy sonriente, torciendo el cuello para que la cabeza de Gabe cupiera entre su hombro y su cabeza por el abrazo y, a la vez, le hiciera cariñitos en la nuca al chico cuando estiró y dobló su propio brazo.

[Elena Sorokoletova]

Cuando la cabeza de Gabe llegó hasta su hombro, sintió su piel tan suave y lisa que pegó la piel de sus mejillas con mayor ímpetu a la de él. Luego escuchó lo siguiente con una pizca de incredulidad. "No recuerdo que me lo hayas preguntado", es decir, nunca lo hizo oficial, a menos que se lo haya dicho dormida y entre sueños se lo haya respondido. ¿Pero estamos de acuerdo que aún así, lo recordaría?

Sonrió, porque molestarlo de esa forma le divertía. Nerviosa no estaba porque sabía a dónde se dirigía la plática, pero el suspenso sí la estaba poniendo ansiosa.

[Elena Sorokoletova]

No sólo cumplió con las expectativas sino que las superó por mil. Elena estaba totalmente sorprendida por ese acto de caballerosidad que Gabe le estaba demostrando; casi se hinca con él para que no lo hiciera. Se tapó la boca con las manos dando un paso hacia atrás por la impresión.

"..." No dijo nada de inicio mientras que lo veía con una sonrisa toda ilusionada. Pero no, no tenía que mostrarle demasiado interés. Recordó que por eso le fascinaba Gabe, porque aún molestándolo aguantaba todo. Se quitó las manos de la cara y se llevó ambas manos a la cintura, con una sonrisa desafiante. "Hmm, lo pensaré" pfff.

[Elena Sorokoletova]

Sonríó ampliamente por el acto de maldad que acababa de hacer y le regresó el abrazo cuando sintió su brazo rodearla. No podía evitarlo, estaba en su naturaleza actuar como su némesis y a la vez como su otra mitad. No estaba en ella detenerse por piedad.

Sin embargo, la botellita lo logró, comenzando a dar saltitos ya que por la altura a la que la tenía el, ahora, malo de Gabe, no la alcanzaba. "Eso sí es mío" reclamó en broma. "¡Ah! ¡Está bien! ¡Sí quiero ser tu novia!" volvió a bromear del mismo modo infantil que Gabe hace un momento y tratando de dar un salto más alto para tratar de agarrar la botella, ¡pero Gabe era enorme!