Probablemente insultada

[Lizzie Holmes]

No hacía falta ser un genio para saber que lo que sea que significaba sangre sucia no era bueno. En un mundo desconocido para ella, y donde nada era imposible, la combinación de aquellas dos palabras sonaba terrible.

¡Y tenían una lista! Ella estaba en una lista bajo un título terrible. ¿Qué podría ocurrirle ahora? Ella no quería ser adoptada, el término tal cual ya era bastante malo. ¡Tenía su familia! Pero ingenua no era (según ella) y sabía que esa palabra disfrazaba algún tipo de amenaza.

Y aunque no fuera así, aunque nadie fuera a lastimarla aprovechando que estaba tan lejos de casa, ¡llevaba un estigma del que no sabía nada! Era por eso, más que por miedo, que había intentado borrar el nombre con uno de sus implementos de la clase de pociones.

Estaba furiosa, aterrorizada y humillada. Todo por una etiqueta que no comprendía. Lo curioso es que si no hubiera comprendido, quizá no hubiera puesto tanto empeño en borrar su nombre hasta el punto de hacerse una profunda y dolorosa cortada en el dedo anular, ni se hubiera sentado a llorar en aquel rincón.

[Ethel Stover]

((¿O sea que Lizzie está cerca de dónde?))

Había notado lo del cartel en el jardín pero no había comprendido del todo si aquéllo era una broma o algo que tuviera que tomarle demasiada importancia. ¿Adopta un sangre sucia? Mudblood? The M word?! ¡Por las barbas de Merlin! ¿Qué no esa era una palabra prohibida? Según su abuelo Todor lo era, según su papá era una palabra más en el diccionario (que no usaba con mucha frecuencia pero la decía de vez en cuando con el tío Serge). No era un tabú, pues. Pero sí estaba prohibido casarse con muggles. Eso lo tenía bien claro.

Notó que la niña que había visto aquel día en la ceremonia del sombrero estaba arrinconada como autista, así que se acercó a ella. Igual y estaba contando hojas del pasto ¿uno qué va a saber? "¿Qué haces?" ¿estaba llorando? Frunció el ceño.

[Lizzie Holmes]

((por ahí, cerca/entre algunos arbustos sin podar, no demasiado lejos del muro, no se fue muy lejos))

"¡No!", respondió Lizzie, rápidamente.
Luego lo pensó mejor. ¿Quién le iba a creer que no estaba llorando?
"Bueno, sí. Estoy llorando. Pero sólo porque... ¡porque me corté!" mostró energicamente su mano derecha, en la que un hilo de sangre corría desde la herida hasta su muñeca.

No quería decir nada sobre el listado. Sí Ethel no lo había visto, ella no sería quién lo mencionara. Ethel parecía agradable, pero, ¿seguiría siendo amable con ella si se enteraba de eso? Seguramente ella sabía bien lo que significaba. Todos debían saberlo.

[Ethel Stover]

Qué graciosa era la gente, con la sola presión se delataban, como lo que acababa de pasarle a Lizzie a quien ni le había preguntado si estaba llorando y solita se delató. Se quedó con ambas cejas levantadas viendo la sangre surcar su piel. "¡Eww!" onomatopeya del asco que acababa de sentir por tanta sangre que vio, que hasta la cara la arrugó. "¡¿Con qué te cortaste?!" preguntó toda histérica buscándose entre las bolsas un pedazo de tela para que se limpiara. La sangre le daba tanto asco... ¿pues qué acaso el pasto estaba muy filoso o qué? Encontró una pedazo de pergamino y se lo alcanzó para que lo usara por lo menos para tapar la herida. "¿Ten, te sirve?" se hincó a su lado por si necesitaba ayuda.

Había visto el letrero en el jardín pero cuando notó lo que su primo Pietro había escrito a un lado entendió que eso estaba mal. ¿Pero quién será esa tal Alice? Porque nadie de la familia sabía de esa chica... En fin, ni su prima Zelma le había dicho algo del letrero, pero supuso que no le importaba tampoco.

[Lizzie Holmes]

Al principio, Lizzie no respondió a la pregunta. Se limitó a negar con la cabeza. Pero, mientras enrollaba el pergamino alrededor de su dedo lastimado, explicó más o menos lo ocurrido:
"Quería quitar mi nombre de la lista. Yo no soy eso", dijo indignada, asustada y triste una vez más. "Yo ni siquiera sé lo que es eso. Pero, ¡mira! No hay nada de malo con mi sangre."
Aunque aquello no podía ser algo literal. Estaba segura de que si hubiera tenido algún tipo de enfermedad o "suciedad" en su sangre, sus padres la habían llevado al médico y ya estaría bien. Sin embargo, ¿qué más podía significar? Ella acababa de llegar, así que no tenía tiempo de haber hecho nada que la pusiera en una lista.

[Ethel Stover]

Abrió los ojos por la sorpresa que se llevó al escuchar que la chiquilla había intentado quitar su nombre del letrero. Era magia avanzada la que habían ocupado, supuso, en ese letrero. ¿Qué acaso no lo había entendido ya desde que entró a Hogwarts? Digo, Ethel no estaba ahí para regañarla sino consolarla, pero estaba buscando mejores palabras para decirle que aquéllo que había hecho estaba mal.

"¿Un sangre sucia dices?" miró el letrero por sobre su hombro para regresar a su compañera. La palabra se le hacía tan equis. "No debiste hacerlo tú misma" fue lo único que se le ocurrió decirle mientras veía cómo se colocaba el pergamino alrededor del dedo con cara de asco. Al menos ya no se veía tan grotesco como hace rato.

[Lizzie Holmes]

"Sí, eso no salió muy bien...", admitió. "Es que me espanté. ¿Es algo muy malo?"

No debía ser tan malo, porque nadie había ido a decirle que recogiera sus cosas y se fuera a casa, y Ethel lo decía con tranquilidad. ¡Pero algo tenía que ser! ¿Y por qué alguien había hecho una lista? A ella nadie le sacaba de la cabeza que eso de la 'adopción' era para cubrir alguna intención terrible.

"¿Y quién hizo esa lista? ¿Para qué?"

[Ethel Stover]

Ni siquiera supo cómo empezar porque Ethel tampoco llegaba a comprender del todo la acepción negativa de la palabra. Su padre la acostumbraba de vez en cuando pero su abuelo la evitaba... Eran dos flancos que la confundían sobremanera.

Se hincó de hombros al responderle a Lizzie. "No sé quién lo haya hecho, pero le quedó muy bien" digo, ¿para que no se pudiera borrar tan fácil? Entonces no era cualquier magia. Ni cualquier estudiante, en todo caso. "Mírate, te hizo sangrar" y llorar y ponerse histérica. ¿O vas a decir que no logró su cometido?

[Lizzie Holmes]

"Eso es cierto", respondió Lizzie, pensativa "¿Cómo es que no se borra? ¿Es magia también?"
¡Semejante susto le habían dado, y ni siquiera se sabía quién había hecho la lista! Eso significaba que no era un asunto oficial. No iban a expulsarla ni estaría en problemas. A menos, claro, que fuera alguna persona peligrosa, de esas que secuestran niños o atacan a las personas diferentes en los callejones oscuros. Pero ella no iba a ir a ningún callejón oscuro, así que no pasaba nada.
Además, si fuera una lista secreta para hacer algo malo, no la hubieran puesto en un muro del colegio, ¿verdad?

[Ethel Stover]

Como se cansó de estar en cuclillas, mejor prefirió sentarse a un lado de su compañera con las piernas cruzadas en forma de mariposa. "Sí" contestó "Es magia muy avanzada por lo que veo. Ni siquiera los profesores han podido quitarlo. Es ridículo" ¿si ni los profesores podían, cómo es que garantizaban la salvaguarda de las vidas de los estudiantes? Ahora que lo pensaba, debía informarlo a sus padres...

"Pero espero lo hagan pronto, no quiero que al rato te avientes al letrero con la cabeza de frente para tratar de romperlo" bromeó, y es que prefería hacerse la graciosa para relajar el ambiente tenso de su compañera.

[Lizzie Holmes]

"Por supuesto que no haría eso", dijo Lizzie, muy seria. "Lo que voy a.... " y por fin entendió y se rió "¡Lo dices de chiste! ¡Mira que mala!".

Pero, de todos modos , Lizzie tenía una idea mucho mejor para el dichoso letrero. Su nombre no iba a andar en boca de todos como una ¿cómo era? ¿que era lo que decía de la sangre? ¡Lo que fuera!

"Pero sí voy a hacer algo. ¡Claro que sí! Y esto no tiene como salir mal."

[Ethel Stover]

Se rió cuando la chiquilla entendió el chiste pero esperaba que también la imitara, estaba demasiado estresada la pelirroja, tenía que reírse un poco. Pero cuando comentó que haría algo al respecto, su cara cambió a una de intriga. ¿Qué podría hacer una niña de 11 años respecto a ese letrero que un profesor con mayor experiencia no había podido lograr?

Le tuvo que preguntar: "¿Eh? ¿Pues qué vas a hacer?" porque ni a ella se le había ocurrido algo bueno. Frunció el ceño, mirándola con mucho interés.

[Lizzie Holmes]

Si es que su plan era tan perfecto, que no sabía como no había pensado en eso antes. Mucho menos comprendía como no lo habían pensado los profesores del colegio. Supuso que se habían enredado buscando métodos complejos y decisivos; o quizá no estaban interesados en quitarlo. Quizá ellos también pensaban que había algo malo en su sangre... no, que va. De ser así, no la habrían llevado a aquel colegio. Debía ser lo primero.

No se le ocurrió que hubiera ninguna complicación, quizá relacionada con magia, que impidiera que su idea funcionara.

"Lo tapare con una cobija... o con varias, creo que haran falta al menos dos. Y necesito clavos, ¿tú sabes donde encontrar clavos aquí?" Porque sabía de donde sacaría un par de sábanas.

Podía ir por cinta adhesiva y cubrir sólo su nombre, pero eso sería algo muy egoísta.

[Ethel Stover]

Quizá sólo estaban pensando como dos niñas de 11 años que creen que la vida es muy fácil, y que creen, o siguen creyendo, que la maldad no existe. Pero no podemos quitarles la ilusión, apenas son unas criaturas que están descubriendo el mundo.

"Erm... ¿no?" contestó más con el tono de pregunta que con seguridad en sus palabras. "Pero..." pensó rápidamente "... supongo que en la oficina del celador deben de haber ¿o no?" porque cobijas serían fáciles de buscar, las podrían tomar de los cuartos y punto.

[Lizzie Holmes]

Ella todavía no lograba ir a clases sin perderse, pero por la forma en que Ethel hablaba, supuso que sabía muy bien como llegar a la oficina del celador.

"¿Me puedes llevar? No se donde está", explicó.

Ethel era amable con ella, seguro querría ayudar, pero precisamente por eso, LIzzie mostró un poco de cullpa al pedirle ayuda. ¿Qué tal que la gente que había hecho el letrero se enfadaba con ella por intervenir? ¿Podrían anotarla en un letrero desagradable, también?