Al menos siempre le quedaba el recurso de imaginar que estaba interpretando un papel, que la que se había enfermado y había aparecido con fiebre delante suyo era otra, que la que se había puesto nerviosa cuando la miró de cerca o lo rechazó cuando le ofreció caminar casi abrazados era alguien más.
Así que decidió jugar a que todo eso no había pasado realmente y le había enviado la siguiente nota durante el desayuno:
La verdad era que el abrigo había estado desde el martes limpio y perfectamente doblado en su habitación, esperando a que se decidiera a hablarle y devolvérselo.Stephen,
Si todavía quieres verme, te espero después de clases cerca del lago. Tengo para devolverte tu abrigo. Espero que puedas!
Belkis
Ahora era ella la que esperaba sentada cerca de la orilla sobre una manta verde, arrojándole piedras al agua para calmar la ansiedad.
El poco sol que había se estaba yendo detrás de las montañas y pronto empezaría a hacer más frío. Esperaba que Rainier no tardara mucho más.