Manzanas

[Gretchen Crowley]

((Permiso... :) ))

Gretchen había decidido leer un rato afuera, porque a veces hasta un ratón de biblioteca necesitaba respirar aire puro. Igualmente este ratón había pasado antes por su segundo hogar a buscar unos libros, por supuesto. Y como el ratón no estaba seguro de qué tarea haría primero, decidió llevar todo lo que quizás necesitaba: un libro de Aritmancia, uno de Herbología, uno de Historia de la Magia y uno de Transfiguración.
Caminar con los libros apilados al frente y el bolso con pergaminos y frascos de tinta golpeándole una pierna con cada paso era difícil, pero de todas formas vio a Mila y la esquivó, porque no es tan inconsciente como para no ver hacia adelante.
Lo que no calculó fue lo que sí le tapaban los libros: el panorama hacia abajo. Y ustedes dirán: patinarse con una manzana debe ser igual que patinarse con una banana, ¿no? Déjenme decirles que no: con la manzana el resbalón era peor, porque estabas pisando una pelota, prácticamente. Y no solo eso, porque cuando caes con la rodilla sobre una banana, no duele. Pero sobre una manzana sí. "¡Uaaa-ofp!", fue algo así como lo que dijo al caer.
¿Y los libros? Disfrutando de una orgía papelinómana a un vuelo de distancia, bien por ellos.

[Gretchen Crowley]

Lo único que pensó en los primeros milisegundos después del golpe fue -¡mi muñeeecaaaaa!-, porque había caído en cuatro patas y con más fuerza sobre la mano derecha, que era con la que escribía. Un segundo completo después, un pensamiento más fuerte tapó al anterior -¡MI RODILLA!-.
"Síii... Bien", dijo con voz ahogada, mientras se sentaba en el suelo y comenzaba a frotarse la muñeca para fer si la tenía entera. Mientras tanto observó con miedo el desastre de manzana aplastada sobre la media que tenía en lugar de su rodilla.
Estaba segura de que con el siguiente latido se iba a desangrar por el tajo que seguro le había hecho el peligroso snack.
Dale un momento y ya va a recordar que tiene que pedir disculpas y esas cosas.

[Gretchen Crowley]

"Es Gretchen", dijo bajito automáticamente. Luego se arrepintió. Encima de que le había aplastado una manzana y estaba a punto de morir herida a menos de un metro de Mila, casi invadiéndole el espacio personal, le corregía su nombre. No es ella la que actúa, es el dolor.
"Te arruiné una manzana, perdona. Te voy a traer otra enseguida", dijo mirándola. -En cuanto me pueda parar-, pensó. Comenzó a tirar del borde de la media para despegarlo de su piel y sí, como pensaba: tenía un raspón de esos que casi no sientes cuando no los ves, pero te duelen horrores apenas te los descubres.
"Auuuch...", se quejó en un lamento bajito y monótono.

[Gretchen Crowley]

Atajó el paquetito y por un instante no entendió qué era eso ¿medias nuevas? Oh, vendas.
"Gracias. Lo siento", le contestó con algo de verguenza: le aplastaba una manzana y le usaba vendas que seguro tenían una finalidad importante. -¿Dónde conseguiré vendas para devolverle?-, pensó traumada mientras se bajaba la media y comenzaba a enrollarse una tira en la rodilla. Apestaba en eso, al parecer, porque le estaba quedando floja. Pero no pediría ayuda, solo quería irse rápido de allí hacia la enfermería, donde rogaría que le dieran un paquetito para reponerle a Mila.
"Te las devolveré... unas nuevas, digo".

[Gretchen Crowley]

Mila nos da miedo, a mí y a Gretchen. Y creo que al resto de mis hijitos también, después les pregunto.
"Perdón", comenzó a excusarse de nuevo, sin saber cómo excusarse de ser insufrible. Pero antes de lograr articular medio pensamiento más, comenzó a arderle la rodilla. No dijo nada, solo se quedó boquiabierta con el rostro (y el resto del cuerpo) tenso como alambre, como si estuviese gritando una 'A' sin sonido que luego finalizó en un breve y semi enojado "Ay".
La miró como miraría a la hermana mayor que no tiene. "Eso es para la infección, ¿no?"
Sí, para promocionar las infecciones, creo, porque la próxima vez que vea una venda saldrá corriendo en la dirección opuesta.

[Gretchen Crowley]

Yo también quiero un hijto malo, ya vendrá algún muso a inspirarme y nacerá alguno. Y sino me saco las ganas de maltratar estudiantes y pido una semana a Filch.
-Eso sería para libro de records-, pensó. Porque todos los comentarios graciosos o socialmente aceptables se los guarda para sus adentros, echando afuera estupideces extrañas como: "¿Ibas a comerlas todas?"
Miró el desparramo que había hecho con las manzanas que no había aplastado y comenzó a juntarlas sin levantarse. Y ahí la ves, estirándose hacia un lado para alcanzar la más lejana, como si fuese una newbie absoluta y sin talento en el rubro danza. Que lo sería si le interesase el tema, claro.

[Gretchen Crowley]

Claramente Gretchen se veía como una newbie en el rubro magia también. ¡Maldito Accio, que nunca te cruzas por su cabeza!
Se quedó bien quieta, obedeciendo y algo avergonzada. Tenían un año de diferencia nada más, pero Mila era el tipo de persona que la hacía sentir más pequeña de lo que era.
"¿Más de tres hacen mal?", preguntó. Ahora tienes su atención. Adoraba las manzanas, pero ¿serían malas para la salud, contrario a lo que todos decían? Eso sí que sería una revelación.

[Gretchen Crowley]

Tomó la manzana con un sorprendido "¡Gracias!". La lustró un poco en su manga, pero no demasiado. No quería que Mila sintiera que le parecía que la manzana estaba sucia. Creo que se comería hasta el gusano de adentro sin chistar si llegaba a haber uno.
Todo para que la Ravenclaw mayor no la odiase más aún.
"¿Pan... y carne?", consultó. No estaba demasiado segura de qué alimentos tenían proteína, la verdad. En su casa se comía lo que estaba en la mesa, y punto. No tenían regulada la ingesta de un grupo por sobre el otro ni cuidaban su colesterol.
Los Crowley en general solían tener un buen apetito, como podrás notar en sus mejillas algo pobladas y en sus brazos algo redonditos.

[Gretchen Crowley]

Con 'amable' en contraposición a 'tirándola de cabeza al lago' ya me quedo feliz de la vida, no te preocupes.

Atendía a la enumeración de alimentos abriendo los ojos interesada y masticando su manzana (que por suerte por ahora no estaba habitada). Cuando Mila le señaló los libros y alle los vio apilados, se dio cuenta de que eran demasiados.

"Iba a leer y hacer unas tareas...", la miró sintiéndose demasiado nerd. "No me podía decidir, así que traje varios. Pero creo que voy a volver a la Biblioteca". Lo último fue un pensamiento en voz alta que al instante se arrepintió de hacer, porque seguro que había sonado tan mal que ahora la otra Ravenclaw iba a pensar que no disfrutaba de su compañía, cuando era todo lo opuesto. ¡Hasta la había curado! A veces se odiaba por su torpeza verbal.

Ni hablar de la exageración catastrófica de situaciones, claro.

[Gretchen Crowley]

((¡Qué te hacés la santa con el el nuevo avatar, si sos más mala que la bruja mala de Blancanieves!! xD (no le pegues a Gretchen, ella no tiene la culpa xD) ))

Miró hacia la orilla y se dio cuenta de lo mal que había estado al llevar todos los libros en una pila. ¡Solo esperaba que la bibliotecaria no la hubiera visto pasar! Sus mejillas tomaron el color de su cabello por un momento.
"Tienes razon", admitió, tratando de verse calma, de todas formas. "Si no me hubiese tropezado aquí... Oh, Merlín. ¡Gracias!"
No estoy segura, pero creo que te acaba de agradecer por disponer las manzanas en el suelo de forma preventiva para que no se moje ningún libro. Creo. O quizás solamente te agradece por el consejo disimulado: no leas al aire libre.

[Gretchen Crowley]

Se rió, porque su mente había volado hacia las miles posibles catástrofes que podrían haber sucedido con los libros. "No sé, ¡pero imagina si te hubieses sentado más cerca del lago!", en su cabeza ella volaba por los aires y caía chapoteando al lado de sus libros. Y después la expulsaban del colegio porque la bibliotecaria le armaba un escándalo.
Le dio un escalofrío. "Qué miedo que me da Madame Pince", comentó. Su mente divaga y espera que la sigan. Es uno de sus problemas sociales.

[Gretchen Crowley]

Ella iba media manzana también, y ya se estaba preguntando dónde metería los restos. Le parecía mala educación tirar al suelo hasta algo natural como los restos de una fruta. Está pensando en la bibliotecaria y además está tratando de recordar si en el bolso tenía algún envoltorio adecuado para llevar los restos de manzana adentro.

"A mí me parece bien que cuide los libros", se atajó, para que Mila no pensase que ella era una más de los estudiantes que se quejaban de alguien serio y responsable. Nada que ver.
"Pero a veces... creo que exagera un poco. Hasta antes de que sucedan las cosas. Quizás está acostumbrada a que los que comen y leen ensucien los libros, pero no somos todos así", se quejó al final.
Le dolía no poder sentirse como en su casa en la Biblioteca: con libros y snacks varios para no dejar de leer si le cruje el estómago.

[Gretchen Crowley]

Asintió, tenía lógica eso de la culpa. "O sea que por culpa mía casi podrían haber prohibido leer aquí afuera", dedujo. "Si es que no estaba prohibido ya...", pensó en voz alta, poniéndose algo nerviosa aunque aún no se le note. "¿Tú sabes si está prohibido?"
Cuando se pone nerviosa no se le pasa el apetito, como a mucha gente, sino todo lo contrario. De ser así, ¡sería más delgada que Mila! Por eso siguió comiendo, ella esquivando el centro de la manzana, así que las semillas quedaban en su casita original.

[Gretchen Crowley]

Negó con la cabeza, con los ojos expresando lo que no le salía en palabras ('¡antes me muero!'). "Nunca..."
Para Gretchen ya el 'pareces ser...' seguido de algo que no era un insulto era totalmente un halago. O sea: Mila, una chica más grande y tan segura de sí misma, se había tomado un momento para evalaluarla, para opinar sobre ella, ¡y no se había reído!

"¿Tu conoces a alguien que sí haya estado en detención?", le consultó. No le preguntó si ella había sido castigada por tres razones: a) vive en una burbuja social; b) realmente duda que Mila sea ese tipo de chica y c) la player piensa que todavía no la encontró McGonagall con Ethan.

[Gretchen Crowley]

No, no es tan valiente como para hacer feliz a un bicho, pregúntale a los Thestrals, que quizás necesitan algo de amor y ella no se los da.
"Ohhh...", comentó. El tono de Mila hizo que la anécdota no le sonara trágica, así que se enfocó en lo que más le llamó la atención: "¿Y te enseñó el hechizo? ¿Tiene libros interesantes?"
No le respondas, por favor, tú síguele contando de la Casa de los Gritos, que no queremos que se nos ponga más nerd aún.

((Perdón por hacer tan largo este thread T_T Cuando quieras cerramos))