And Then There Were None

[Caroline Rensselaer]

Algo tenían en común, y honestamente no sé si me gusta decir eso de una persona que se divierte destazando hormigas, pero va. Caroline tampoco era sentimental. Si no se había ocupado en siete años de hacer montones de amigos y crear relaciones duraderas, menos se iba a preocupar en los últimos días por despedirse de personas que le importaban menos que los resultados del partido de softball más reciente jugado en República Tunecina.

Estaba en los terrenos con el fin tener silencio y cero contacto humano. No habría prestado la más mínima atención a las actividades ajenas (en particular a la de Barty porque, vaya, cada quién escoge cómo ocupa el tiempo), si no hubiera sido porque el canturreo chocaba directamente con su búsqueda de silencio. Puso los ojos en blanco, exhalando por la boca de gope. Lo que sea, el castillo era enorme, y resultaba más sencillo reubicarse que ir a pedirle a alguien que matara a sus hormigas con la boca cerrada. Así que empezó a caminar para alejarse, aunque primero tendría que pasar junto al raro de su compañero. Y luego le preguntan por qué no socializa.

[Caroline Rensselaer]

Sí, bueno, yo iba más hacia que no socializa porque sus compañeros de casa tienen serios, serios problemas (más serios que los de ella, creo), pero siempre es posible tomar en cuenta y aceptar tu respuesta.
El sentido común le indicaba que siguiera derecho, pero si hiciera caso, éste se convertiría en el thread más corto de la historia. Además, le daba algo de curiosidad la suerte que correrían el resto de las hormigas. ¿Qué tan creativo puedes ponerte a la hora de matar una criatura así? Honestamente, ella lo vería más interesante y justificado si fueran, no sé, personas, porque siempre hay una disculpa para terminar con una vida humana (todos son culpables de algo), con los animales no.

Y sí, dije que sus compañeros tienen problemas más serios que ella.

Frenó una vez que ya había pasado a Barty, giró sobre sus talones y se quedó mirándolo. Con indiferencia, pero se quedó.

[Caroline Rensselaer]

Considerando que Caroline hace cosas que no le gustaría que se convirtieran en conocimiento del público general (el nombre empieza con A y termina con r), sumado a su inherente falta de interés por el mundo, yo diría que es bastante seguro. No le contaría a nadie, ni juzgaría, ni se impresionaría positiva o negativamente. Todo lo que quería ver era como hacía para llegar a la hormiga que se quedaba sola. Hey, tal vez cuando terminara la canción, Barty emigraría, dejándola a ella en el lugar que había escogido para empezar.

"Barty" respondió con educación.

[Caroline Rensselaer]

Confieso que pensé bastante el asunto del nombre. Pero no iba a usar el apellido porque él la llamó Caroline, y respecto a emplear el diminutivo, bueno, por menos atención que uno ponga, siete años siguen siendo siete años. No saber sería exagerado.

Frunció la nariz por un instante. ¿No iba a continuar con el canturreo? Entendía el concepto de no desear audiencia, pero si ese fuera el caso, habría podido llevarse las hormigas en un frasco y estaría ocupándose de su asunto en su habitación, o algo así. Sí, ese es el argumento. "Lo intentaba" respondió, inclinando la cabeza ligeramente a la derecha y posando la vista en las hormigas.

[Caroline Rensselaer]

Entrecerró los ojos y sonrió de lado. Lástima que la propuesta sólo funcionara si él estuviera dispuesto a echarse las hormigas a sí mismo. Por alguna razón, Caroline dudaba que eso fuera a ocurrir.
"No, la verdad es que lo veo algo complicado e improbable de realizar" contestó. "Gracias por la oferta, de todas formas".

Las hormigas anormalmente grandes, inmóviles en el aire, presentaban una escena entre perturbadora y graciosa. Al mismo tiempo sentía un escalofrío recorrerle la espina dorsal y deseos de alejarse, que ganas de sacudir la mano entre ellas como si estuviera espantando mosquitos.

[Caroline Rensselaer]

Levantó la mirada tras la pregunta, negando con la cabeza una vez, con la expresión extrañada. "No". Tenía gustos cuestionables, pero sus miedos no eran tan absurdos. "En absoluto". Exhaló por la nariz y se acercó unos pasos, asumiendo que iba a tener que explicar qué rayos seguía haciendo ahí, como si fuera una persona que iba por los terrenos buscando con quién hacer sociales. Al final de su séptimo curso. "La verdad es que sólo quería saber cómo terminaba la canción" admitió. Y saber si cuando terminara pensaba irse, pero esa parte podía guardársela y esperar a que se contestara sola.

[Caroline Rensselaer]

Negó con la cabeza en respuesta a la primera pregunta. A ella la arrullaban con canciones de cuna menos morbosas, hasta donde podía recordar (y no era que recordara mucho de esos tiempos). Y después Barty compartió mucho, así que Caroline tuvo un pequeño ataque de pánico interno. No sabía lidiar con situaciones en las que la gente le pasaba información personal, por más irrelevante que fuera. Lo miró en silencio, levantando una mano para frotarse la mejilla derecha con los nudillos. "¿Y las hormigas?" preguntó, lanzándoles otro fugaz vistazo. No creía que su elfina incluyera el asesinato múltiple de insectos a la hora de dormirlo.

[Caroline Rensselaer]

Vaya, en un mundo en el que los hombres comparten pocas cosas sobre sí mismos con tanta facilidad, seguro que habría quien sí encontrara encantador que Barty lo hiciera. Caroline seguía otra política: entre menos le hablen, mejor.
Relajó un poco los hombros; le gustaba tener una explicación para la matanza. Aburrimiento. Estudió sus opciones (porque alejarse seguía siendo una de ellas). Al final caminó, callada, al espacio al lado de su compañero. Se imaginaba que ahí eran menores las posibilidades de que le cayera encima un pedazo de hormiga.

[Caroline Rensselaer]

Observó a las hormigas sin hacer ruido alguno, y cuando el encantamiento alcanzó a una de ellas se quedó muy, muy quieta. -Sinceramente, pudo irte peor-. Sonrió mínimamente, sin separar los labios. Había que darle crédito a Barty: encontraba la forma de aplicar lo que canturreaba a la realidad. Y eso era por lo que ella sentía curiosidad. Algo retorcida curiosidad, pero a fin de cuentas ella sólo estaba mirando.

[Caroline Rensselaer]

Ah, ya sabía ella que no podía ser tan fácil. Esta vez Caroline sonrió abiertamente, aunque no tenía en mente ningún método sofisticado para eliminar a la hormiga que le tocaba ser juzgada, y entrar en contacto con su lado enfermo la ponía algo incómoda. Es decir, había matado hormigas antes, como cualquier persona, pero nunca por diversión. "No tengo idea. ¿Haces que las demás hormigas giren alrededor de ella?". Pero eso no terminaba con su vida. "¿Y luego la haces explotar?" añadió. No sabía, ella era público nada más.

[Caroline Rensselaer]

La pequeña diferencia es que Caroline sólo está hablando; hay un largo trecho entre tener ideas y actuar. Quizá se le haría sencillo sugerir que hicieran explotar al mudblood, pero de ahí a hacerlo ella misma... No, Bellatrix se ganó a pulso su fama por algo.
Al convertirse la hormiga en pedacitos, arrugó la nariz, asqueada. -A ti no pudo irte peor, lo siento-. Y quedaban tres. Contempló a las restantes con más interés del que le había dedicado a cualquier ser humano recientemente (con esa única y humillante excepción).

[Caroline Rensselaer]

¡Eso había sido muy creativo! En consecuencia, Caroline tuvo que abandonar por un rato su actitud indiferente para reírse (y sí que sabía hacerlo, pero totalmente tendría sentido que fuera la primera vez que Barty escuchaba ese sonido). Creo que cabe aclarar, para justificar después la relativa salud mental de mi personaje, que lo que celebraba era que su compañero encontrara más formas para matar a las hormigas, no la matanza en sí. Se mordió el labio inferior, sonriente, prestando atención algo emocionada, como si estuviera presenciando un espectáculo totalmente normal.

[Caroline Rensselaer]

La sonrisa titubeó en sus labios. Retiró los dientes del inferior y cambió el gesto por una mueca insegura, que se debatía entre la diversión y el horror. Que le prendiera fuego a la hormiga había sido más impresionante que las otras muertes, tanto en el sentido de la calidad del espectáculo (cuando la audiencia hacía ooooh) como en el de que lo que hacía Barty era horrible. Siguió con la mirada a la hormiga hasta que dejó de arder. Esa sí era una mala manera de irse.
Pero no podía quedarse pensando en eso si quería saber cómo lo hacía la restante. Y quería.

((Edit: No sé contar hormigas))

[Caroline Rensselaer]

Si Caroline se hubiera horrorizado al grado de no poder ver más, o algo así, sencillamente habría dado media vuelta y se habría ido, así que la mueca era más una reacción involuntaria que un mensaje para Barty. Lo que sí es seguro es que si hubiera sabido de dónde salieron las zapatillas, se habría alejado inmediatamente y sin dar media vuelta (porque cero ganas de darle la espalda). A veces era una suerte mantener la menor relación posible con los demás, ¿a que sí?

"And then there were none" repitió en voz baja, sintiendo sudor frío en la espalda, pero sonriendo de costado porque lo perturbador de la escena seguía siendo entretenido. Como cuando ves una película de terror espiando entre los dedos con los que te tapaste los ojos. Le devolvió la mirada a Barty completando la sonrisa. Después levantó las manos y aplaudió unas cuantas veces sin hacer mucho escándalo, para que sólo se enterara él.

[Caroline Rensselaer]

Y las mujeres con atributos delanteros exagerados en ropa interior que suben las escaleras en lugar de salir de la casa siempre son de las primeras en morir. No sé cómo se aplica eso a William, pero el punto es... que no, la gente no aprende de las películas de terror. Y quizá después de este día Caroline le empiece a creer cuando diga que es un asesino (de hormigas, por lo menos), pero mientras no sea su vida la que peligre, Barty puede hacer lo que se le antoje, es un país libre.
Ladeó nuevamente la sonrisa, dando un resoplido. "Éxito de taquilla garantizado" comentó. El morbo vende.