De cero a cien

[Neve Mayhew]

Supongo que todo es posible y que mi alergia a los niños no tiene que ser forzosamente hereditaria.
"Cuando quieras" respondió, sonriéndole de oreja a oreja, como si en serio le estuviera haciendo un favor. Por su parte, mantuvo la vista fija en el Bosque Prohibido. Había esperado con muchas ganas la hora del paseo, porque ¿entrar con permiso y relativa seguridad? ¡No era algo que sucediera todos los días! Y además era Halloween; si había que buscar deliberadamente asustarse una noche, era esa. Pero ya que lo veía muy próximo y real, de repente ya no se sentía tan confiada. Dio un paso más grande de lo normal hacia Winston para poder enlazar su propio brazo derecho con el izquierdo de él. No que tuviera miedo, no. Era normal caminar así, pregúntenle a Gretchen ((?!)), lo mismo en Hogsmeade una mañana soleada que en el lindero del Bosque Prohibido en ese momento.

[Winston Harrington]

Se sorprendió cuando sintió el brazo de Neve enlazándose con el suyo, abrió la boca para decir algo pero inmediatamente la cerró cuando recordó que era importantísimo dejar de arruinarse a sí mismo todo el tiempo diciendo estupideces. La lista de oportunidades (que le daba la vida, que le daba Neve) no tenía porqué tener una de igual tamaño con todas las veces que las cagó.
"¿Nunca te metiste al bosque?" preguntó en voz baja, porque obviamente de esas cosas no se podía hablar a viva voz. No es que se imaginara que Neve era el tipo de chica que se escapaba al bosque prohibido en su tiempo libre, pero vaya a saber qué historias tenía guardadas.

[Neve Mayhew]

Lo miró de reojo, sin girar la cabeza, porque lo mejor era comenzar a entrenarse en el arte de mantener la cara hacia el frente en lugar de buscar sombras o movimientos en la oscuridad a los lados y/o detrás de ella. "Obvio no" respondió, susurrando, como si estuviera diciendo que sí, y un montón de veces. Se mordió brevemente el labio inferior, tratando de recordar en pocos segundos todo lo que Winston sabía de ella, y todo lo que no. "No digo que jamás haya roto una regla, prefecto" agregó, sin subir el volumen. Porque sí, jugaba con las armaduras del castillo aunque sospechaba que no estaba 100% bien, "pero no tengo los límites tan desdibujados".

[Winston Harrington]

Hizo una mueca cuando lo llamó de prefecto, ¿cómo hacía para recordárselo en esos bellos momentos de la vida en los que se olvidaba?
"Te sorprendería la cantidad de alumnos que vienen al límite del bosque" comentó, ya que ella lo había puesto en rol de prefecto mentalmente. Él no era de los que revisaban ese área, porque prefería no meterse con alguien que estuviera tan apasionado por romper varias reglas a la vez, pero no era ciego ni estúpido. Bueno, quizás un poquito estúpido.

[Neve Mayhew]

Es su deber y privilegio recordarle ese detalle cada que sea posible.
Ya iba a voltear para mostrarle a Winston su expresión intrigada, pero no, no, el entrenamiento. Igual hizo el gesto de curiosidad. "No sé si me sorprendería, la verdad" opinó. Tal vez no contaba con cifras oficiales, pero había convivido con los habitantes del castillo por más de cinco años, y había visto o escuchado cada cosa... "Además, venir al límite no es entrar" apuntó. Ladeó un poco la cabeza, hacia el lado opuesto a su compañero. En lo personal, ahora que lo pensaba, sentiría más respeto por los que sí entraban que por los que se quedaban rondando nada más.

[Winston Harrington]

Le hubiera gustado poder discutirle que entrar y estar en el límite eran dos acciones merecedoras de atención de un prefecto, pero lo cierto es que no recordaba si eso se lo había inventado él porque lo creía, o si era algo de verdad. Y menos que menos recordaba si las reglas decían que no se podía entrar al bosque o si uno no podía ni acercarse.
"¿Ya estás practicando lo que vas a alegar el día en el que alguien te encuentre rompiendo alguna regla? ¿Tecnicismos?" le dijo en un tono risueño, no la estaba acusando en serio.

[Neve Mayhew]

Por alguna razón, el comentario la hizo sonrojarse. Tal vez sí había dedicado un pensamiento o dos a lo que haría si un día se encontrara en la situación en que Winston tuviera que ponerse en plan de prefecto con ella. Lo primero que la invadía con sólo pensarlo era una completa y devastadora sensación de humillación. Sería súper humillante, más que otra cosa. O sea, que cualquiera de sus compañeros de curso con placa de prefecto tuviera que regañarla por algo, como si fuera una niña pequeña, sería de lo más vergonzoso. Pero que fuera Winston (o Gretchen, para el caso), sería horrible. Para empeorarlo todo, estaba el hecho de que Winston sabía que ella jugaba con las armaduras del castillo.
Miró al lado contrario a él, súper incómoda. "¿Alguien tú, o alguien cualquier otro prefecto, empleado del Ministerio de Magia, auror o policía muggle con el que pueda atravesarme en mi vida?" preguntó.

[Winston Harrington]

No sé si el sonrojo de Neve habrá sido lo suficientemente evidente como para que él lo note, considerando la relativa penumbra de donde están, pero igual se quedó mirándola. Había que aprovechar para observarla cuando ella no estaba mirándolo a él.
"No, alguien en serio, obviamente" porque él no era una persona en serio. Todo este tiempo fue un figmento de la imaginación de Neve y por eso se comunican mentalmente.

[Neve Mayhew]

Se le escapó una sonrisa, porque ese 'alguien en serio' también a ella le sonó a que Winston no era 'en serio', y ella estaba loca, caminando en dirección al punto de reunión para los paseos completamente sola. "¡Por Merlín! Acabo de descubrir dos posibles caminos para el futuro" comentó, subiendo la mirada al cielo. "Puedo estudiar Leyes y dedicar mi vida a defenderme… y a otros, en mi tiempo libre. O puedo ser escritora, considerando que tengo una imaginación tan genial que construyo interacciones y diálogos completos con alguien no-en-serio desde hace un par de años". Miró de reojo a Winston, ladeando la sonrisa.
Por cierto, los detalles del paseo los tendrás que resolver tú. Porque tú sabes mejor que yo cómo funciona, lo siento.

[Winston Harrington]

Se rió, porque una vida en la que Neve estudiaba leyes solamente para poder defenderse de las dementes acusaciones de Winston (así lo tomó él, porque no conocía a nadie más que la atacara a Neve) le causó mucha gracia, como si hubiera colaborado en la lista de trabajos en serio a los que podía aspirar al terminar el colegio.
"Honestamente si termina siendo verdad que no existo, tendría mucho sentido que llegué a ser prefecto" comentó todavía risueño, porque nada de tomarse la vida en serio. Como yo, que no quiero tomar responsabilidades en la vida ni en el rol. ¿Uno, dos, o tres, Guin?

[Neve Mayhew]

Uno nunca sabe cuál es el momento clave en la adolescencia que determinará la elección de carrera profesional. A veces es un instante y puff! Tus próximos años ya están planeados.
Ahora sí, se olvidó de su entrenamiento ninja, girando la cabeza para mirarlo, muy seria (en serio). "Pensé que ya lo habías superado" comentó en voz baja. O sea, ¿Winston planeaba terminar su séptimo año sin aceptar que era prefecto, y que estaba bien que lo fuera? ¿Que nadie iba a llegar a arrancarle la placa del uniforme cualquier día? Para Neve, eso era demasiado compromiso con una idea, no podía comprenderlo, ni procesarlo.
Mmm, ¿uno? Está bien que me dejes decidir, L, mientras te hagas cargo de narrar, ja!

[Winston Harrington]

Me imagino, ese súbito cambio en la vida que te plantea un futuro muy distinto le debe haber pasado a Courtney Stodden.
"Todas las mañanas me levanto más temprano y trato de ponerle la insignia a la capa de Sam, pero siempre se da cuenta y me la devuelve antes de salir de la habitación" le dijo muy serio. ¿Bromeaba? No sé.
Hubiera sido ideal si hubieran comenzado esa relación amistad antes de que a él le llegara esa insignia, ¿Neve lo iba a ver como prefecto siempre? ¿Cuando se lo encontrara dentro de varios años en la sección de pañales para adultos iba a pensar en él como el prefecto? Había un pequeño grupo de unas doce personas esperando frente a un grupo de profesores. Parecía que la supervisión iba a sobrar, especialmente dividida en tres grupos.

[Neve Mayhew]

Voy a dejar de buscar las cosas a las que haces referencia y yo no ubico, porque si no ubico, generalmente es porque nunca quise saber.
Por cierto, esta relación situación de hablar con el otro definitivamente empezó antes de que Winston recibiera su placa de prefecto, porque estaban en cuarto y de otro modo, Neve no se habría quedado a contarle que practicaba esgrima con las armaduras. Lo que te concedo es que la amistad no se consolidó hasta después, pero aún así, no es verdad que Neve lo ve sólo como 'prefecto'. A diferencia de él, que la define como 'simpática' y nada más, ella sabe que Winston es más que su placa. Que le guste molestarlo como la mejor venganza que conoce para todo lo que él le hace, es distinto.
Se rió por lo bajo, imaginándose perfecto al pobre Sam repitiendo la rutina de devolverle la evidencia de que el elegido fue otro. Por eso comentó: "Pobre Sam". Lo que era raro, porque ella no se llevaba tan bien con Samuel McClain como para llamarlo 'Sam' en su cara, pero su cercanía con Winston a veces la hacía sentir que sí.
Cuando notó al grupito de gente, comenzó a deslizar su brazo lejos del de él. Había gente de cursos inferiores, ahí. No podía actuar como una cobarde.

[Winston Harrington]

No es que quiera que alguien le diga a Neve que es una antipática, pero si alguna vez sucede espero que Winston esté cerca para escuchar y salir en su defensa repitiendo que Neve es simpática. Y claro que la encuentra otras cosas más que simpática, debería haber fecha de caducidad para las cosas que uno dice si no las renueva.
"Pobre yo" corrigió en broma, y hablando de corregir, él movió su brazo doblando más el codo por si el brazo de Neve estaba deslizándose lejos del suyo por error, y él estuviera ayudando a que no se le escapara por error. "Pensé que seríamos más" comentó en voz más baja. La profesora de Runas estaba contando los alumnos, separándolos en filas y mezclando a los más pequeños con los más grandes. Otros miraban sus relojes, y otros hacia la fogata de donde parecía acercarse un grupito de cinco alumnos más.

[Neve Mayhew]

Notó que su brazo no estaba saliendo con facilidad y optó por no intentarlo con más ganas. No era como si enlazar el brazo con tu amigo significara que no puedes entrar al Bosque Prohibido sin darle la mano a tu mamá, ¿no? Claro que no.
"Yo también" contestó, imitándolo en bajar la voz. "Aunque tiene sentido, de cierto modo" añadió con aire pensativo. Por ejemplo, si ella le hubiera pedido a Gretchen que la acompañara, hace 5 minutos habría echado un vistazo al bosque y sugerido mejor quedarse cerca del fuego y la comida.
Al notar lo que hacía la profesora de Runas, se aferró con más fuerza al brazo de Winston. Porque era prefecto, ¿qué tal si se lo querían quitar para dárselo a una niñita de tercero? No, no se lo quitaban sin que ella se resistiera.