Cazador de Bragas

[Mia Smethwyck]

Viviendo con dos hermanas en una casa diminuta y teniendo a primas gritonas del otro lado del patio, Mia había desarrollado la capacidad de abstracción desde pequeña. Muchas veces estaba en su propio mundo, sobre todo cuando algo la preocupaba. La primer clase de ese año sería Historia de la Magia y ella era bastante mala para retener información así que quería llegar temprano para obligarse a prestar atención, sentándose en los primeros asientos. Creía que teniendo al Profesor Binns observándola, podía evitar dispersarse y así escribir en su pergamino para intentar tener notas menos mediocres ese año.

La falda de Mia era algo corta, primero porque había pertenecido a Allegra que era un poco más alta que ella, y segundo porque estaba en actitud rebelde y contradecir a sus padres en cada cosa que podía era un placer. Su mamá se había escandalizado al verla guardándola en el baúl para ir a Hogwarts, sin dejarla alargarla bajando el dobladillo. Nunca creyó que su propia actitud necia de adolescente iba a jugarle el contra con el bromista de Slytherin. Conocía a Damon pero posiblemente nunca habían hablado, pertenecían a la misma casa pero a mundos distintos. Mia le escapaba a los ricos como sus primas, las Whiterhorn, como si fueran la peste.

Iba acomodando los libros dentro de su bolso cuando sintió una leve brisa fresca en sus muslos. Tardó un instante en llevar su mano hacia atrás para comprobar que la falda se le había levantado lo suficiente como para que alguien le viera la ropa interior y giró rápido, buscando taparse. Ahí fue cuando vio al rubio, varita en mano, con esa sonrisa de depravado. "¿QUE HACES?" preguntó visiblemente enojada.

[Mia Smethwyck]

Alzó una ceja, sintiendo que la excusa de Damon la hacía enojar todavía más porque quería tomarle el pelo... sin embargo, no pudo evitar sonrojarse levemente (gracias a Merlín que no era pálida y no se notaba tan fácilmente) y apretar los labios, molesta.

Se acercó unos pasos mientras lo miraba seria "¿De verdad pretendes que crea que estás practicando un hechizo el primer día de clases? O peor... incluso antes de la primer clase" le preguntó apoyándose contra la pared cerca de él "¿Y que JUSTO cuando yo pasaba el movimiento me levantó la falda pero no fue a propósito?" siguió cruzándose de brazos y mirando hacia el techo "No creo que Snape te crea... o peor, McGonagall" lo miró desafiante porque ella también podía mentir y exagerar... obvio que nunca le contaría al jefe de su casa lo que había pasado, y tampoco estaba segura de querer decírselo a la profesora McGonagall pero si iba a amenazar con acusarlo tenía que hacerlo a lo grande.

[Mia Smethwyck]

Ok, ahora era personal. Él podía ser inocente hasta que se demostrara lo contrario, pero Mia también sabía que era su palabra contra la suya. Ella no tenía dinero ni conexiones, pero tenía algo que si lo sabía usar valía todavía más: era mujer y la víctima en todo este asunto. Aunque se moría por ser victimaria y borrarle la sonrisita esa. Golpearlo sería poco inteligente, no, ella tenía que ser más astuta que él.

"¿Quieres pruebas?" preguntó retóricamente "Primero, en este pasillo no corre nada de viento" fue ladeando la cabeza a medida que hablaba "Segundo, cuando me di vuelta estabas ahí mirándome" hizo una pausa más "Y estabas con tu varita apuntando en mi dirección."
Mia hizo una mueca de desagrado cuando la llamó bebé. Esos adjetivos no hacían más que afirmar su idea de que él era un cerdo. "Pero si te parece que los profesores no van a creerme... todavía puedo esparcir el rumor entre las chicas de que eres un pervertido" le devolvió la sonrisa de autosuficiencia aunque no le salió tan bien "Y no volverás a verle las bragas a ninguna hasta que seas viejo" Sí, esa era la mejor amenaza que se le ocurrió.

[Mia Smethwyck]

No tenía idea de quién era la madre del chico y tampoco le importaba. Si hasta tenía la pinta de ser un nene de mamá. Aunque luego la castigaran a ella, iba a reírse para siempre de que corrió bajo las faldas de otra mujer para resolver su problema, que claramente era ser un pervertido y un arrogante de lo peor.
Mia sólo arrugó el entrecejo e hizo una mueca de incredulidad. "Deja de decirme de esa manera" le exigió cuando él insistió con ese apodo tan de viejo baboso "Te crees la gran cosa ¿no?" era pregunta retórica así que no hacía falta que conteste "¿Qué piensas inventar? Yo no te he hecho nada, en cambio tú no puedes decir lo mismo" dijo y lo señaló con un dedo mientras se paraba aún más derecha como para que Damon supiera que no iba a lograr asustarla. Por ahora.

[Mia Smethwyck]

Por Merlín, nunca había tratado con alguien con un ego tan grande... le resultaba sumamente desagradable cada cosa que decía y su rostro lo demostraba. Tenía el ceño fruncido y cara de que iba a vomitar en cualquier momento. Todo le parecía tan increíble que aunque debía sentirse ofendida a medida que el chico hablaba más y más, sintió unas súbitas ganas de reírse. Cuando él habló tan abiertamente de su ropa interior tuvo que liberar la carcajada que estaba ahogando en la garganta. Una vez que se rió, se sintió tan bien, que siguió haciéndolo, totalmente tentada.
"¿Es una broma, cierto?" preguntó mirando hacia ambos lados del pasillo, esperando que alguien saliera para decirle que se había ganado algún premio de La Corazón de Bruja o algo así por haber participado en eso "Por favor, dime que estás bromeando y no piensas todas esas tonterías que dices" le pidió agarrándose de las mejillas que ya le dolían de reírse.

[Mia Smethwyck]

No le gustó que Damon se le acercara otra vez, pero menos le gustó lo que le decía. No le interesaba que opinara sobre su clase socioeconómica, a ninguna de las Smethwyck les molestaba ser pobre, pero había dado en una tecla que Mia tenía floja. La necesidad de atención. Y aunque Damon tenía razón en eso lo siguiente hizo que dejara de mirarlo disgustada y volviera a reírse.

"No te necesito a ti para llamar la atención... además tan mal no lo hago con la falda corta" contestó desafiante "Por algo decidiste levantarla" le sonrió sin despegar los labios "Quédate tranquilo que aquí nadie intenta levantarte a ti..." Por Merlín, el rubio era insoportable. Nunca había conocido a nadie que enumerara como seis adjetivos sobre sí mismo, uno más egocéntrico que el anterior. De repente abrió grande los ojos y soltó una risa burlona "Eso te faltó en la descripción... ¿como era?" se hizo la que pensaba "Malo, rico, sexy..." enumeró con los dedos "popular... y egocéntrico" Rodó los ojos por si no le quedaba claro que ninguna de esas cosas le interesaban. No iba a ceder en su personaje como él tampoco en el suyo.

[Mia Smethwyck]

Mia inclinó levemente la cabeza, mirándolo aburrida de que se riera y sólo alzó las cejas al escucharlo criticarla de esa manera.
"¿Y quién te pidió opinión?" preguntó intentó pasar por el alto el asco que sentía cada vez que él decía bebé y sonreír de manera fingida "Además de que son las excusas más tontas que escuché en mi vida" ¿porque podía y le daba la gana? ¿era un nene de cinco años? "Guardate el comentario, mejor" le dijo alzando una mano y recuperando la distancia entre ellos "No necesito que nadie me dé nada, menos seguir tus consejos estúpidos".
Obvio que su ego estaba un poquito lastimado pero sólo un poquito... La bronca que le tenía a Damon por haberle levantado la falda y que estuviera saliendo impune era más fuerte. El próximo año cuando Mia fuera prefecta iba a tenerlo entre ceja y ceja, esperando que volviera a pisar el palito con ella, a pasarse con sus comentarios de machito para castigarlo por esta vez también.