A los zapatazos

[Royce Wakefield]

Tenía dos horas entre la clase anterior y la siguiente, que sería la última del día, por lo que iba caminando con dos de sus compañeros que sí tenían clase (él no tomaba las mismas electivas que ellos) hasta el salón donde tenían que ir, e iban los tres pateando un bollo de pergamino mientras caminaban y conversaban. Había sido todo un desafío transportar el pergamino por las escaleras, pero habían cambiado el juego brevemente de patadas a manotazos para mantenerlo vivo.
Sus compañeros entraron al aula y se despidieron, así que Royce dio la media vuelta para ir hasta su sala común, varios pisos más abajo. Ya que no tenía con quiénes jugar a patear el pergamino, dió un envión con la pierna y le dio una patada larga al pergamino. Lo malo es que su zapato decidió también acompañar al pergamino por los aires, elevándose y alejándose de Royce.

[Hadley Ashbourne]

Cuando uno de los OVNIs -los primeros que veía en su vida, y sí, sí cuentan, porque totalmente fueron objetos voladores no identificados durante varios segundos- pasó apenas rozándole el hombro izquierdo, su primer instinto fue soltar un grito estúpido que no serviría para absolutamente nada. Por suerte, Hadley estaba muy bien entrenada (woof!) en el arte de no obedecer sus primeros instintos, así que lo que hizo fue dar un saltito a la derecha. Luego se quedó viendo el objeto que aterrizó a varios pasos de ella y éste perdió su VNI bastante rápido; era un zapato. Ahora su primer instinto dictaba que se girara para gritarle enfurecida al dueño del coso que la había atacado hasta quedarse sin voz.

Miró por encima de su hombro, mostrándole una ceja enarcada al hufflepuff. "¿Perdiste algo?" preguntó, y añadió una sonrisa. Estaba a dos de estrangularte, Royce, créeme.

[Royce Wakefield]

¡Pero con ese rostro angelical no se notaba que ella estaba lista para asesinarlo! Hasta que las manos de Hadley no estuvieran alrededor de su cuello ahorcándolo mientras ella susurra un 'muere, muere de una maldita vez' no creo que vaya a captarlo.
"¡Perdón, perdón, perdón!" un perdón por saltito, mientras se acercaba hacia ella usando la única pierna que sí tenía un zapato separándolo del suelo. Hubiera unido las palmas de las manos en súplica para agregarle énfasis pero estaba un poco precario de equilibrio en esos momentos.

[Hadley Ashbourne]

Sí, bueno, esto de ignorar las reacciones instintivas tiene ventajas y desventajas.
Cambió la sonrisa completa por una a medias mientras giraba para enfrentarlo y mirarlo con atención escrutadora al rostro. Sabía que eso podía resultar algo incómodo para algunas personas, pero ella necesitaba memorizar su cara para describírsela al asesino a sueldo que hacía su trabajo sucio siempre actuaba como si no estuviera haciendo nada inusual. "¿Sabes? Generalmente lo normal es conservar los zapatos en los pies mientras caminas" comentó en tono amable. Muy amable.

[Royce Wakefield]

¡Hadley era tierna y graciosa! Royce agradeció a Merlín la suerte de que el zapato volara hacia ella y no hacia un tipo feo con mala actitud. Si se la encontraba más seguido iba a tener que aflojarse los cordones más a menudo.
"Soy muy original" respondió con una sonrisa amplia, mostrándole todos sus dientes. "No te lastimé, ¿verdad?" preguntó mientras daba los últimos saltos antes de parar y mirarla. Apoyó el pie con la media sobre el zapato que sí tenía puesto.

[Hadley Ashbourne]

Soltó una mezcla entre resoplido y risa, que no estoy segura de si fue real o significa que te odia. Obviamente no es cierto que no estoy segura.
Después vino la pregunta y, en honor a la verdad, el zapato no la había tocado; posiblemente ni siquiera se había acercado lo suficiente como para ensuciarle la ropa, y aunque sus problemas de personalidad implican que no es lo que se dice honesta, decir mentiras tan abiertamente tampoco era lo suyo. Así que negó con la cabeza una vez. "Para nada. ¿Ese era el objetivo?" cuestionó. Tal vez el niño estaba loco e iba lanzando zapatos con la intención de lastimar a la gente, y es importante analizar la situación antes de aventarse a un duelo de chiflados.

[Royce Wakefield]

Me iba a quejar, pero en honor a la justicia, no es tan tarde como para que en la próxima reunión de consorcio decidan echarme por la carcajada que largué. Y aparte debes saber a esta altura que me gusta que me mientas (y que me pegues, también, te informo nomás).
"¡No! Claro que no" le aseguró, ahora sí aprovechando a que no estaba dando saltitos en una sola pierna, llevándose una mano al pecho para apoyarla sobre el pecho. "¿Quién hace esas cosas?" agregó, volviendo a dar saltitos para alcanzar su zapato.

[Hadley Ashbourne]

Vas a terminar por condicionarme a pensar que hacer reír a la gente es malo. El problema con tu cruel plan es que, por obvias razones, nunca he escuchado esas carcajadas por las que me reclamas, así que no me siento culpable ni nada cuando alguien se ríe de lo que digo de este lado de la computadora, ¡ñeeeh! Y a estas alturas ya debes saber que nadie te va a pegar, porque la única que se iba a lo físico en plan negativo está ocupada tomando vacaciones permanentes en destinos paradisiacos (o en el rinconcito más agradable y bien amueblado de mi mente).
Giró sobre su eje conforme él saltaba, a fin de nunca darle la espalda. También se encogió de hombros, parte de su respuesta. "Creo que igual podría preguntar ¿quién manda a volar sus zapatos porque sí y no para pegarle a alguien?". Una cosa no era más rara que la otra, desde su perspectiva.

[Royce Wakefield]

Es totalmente injusto que hagas eso, ¿sí sabías que uno de mis personajes con el que has interactuado tiene problemas serios entrando en relaciones porque nadie le pega? Ojalá estés orgullosa. Y no me obligues a grabarme leyendo tus respuestas porque luego me acusarás de creepy.
"Pero no fue a propósito" llegó hasta su zapato, lo recogió y se giró también hacia Hadley, mirándola contento de que ella no hubiera seguido caminando para alejarse de él. "¿Nunca se te voló comida de la boca al hablar o reírte... o estornudar?" preguntó como si eso pasara todos los días en su mesa. Lo cual es probable, me imagino yo.

[Hadley Ashbourne]

What?! Hey, nonono, no vale hacerme responsable de los problemitas psicológicos de tus personajes, suficiente tengo con los de los míos. Pero, en serio, ¿quién? Quiero saber. Y no me gusta quedarme sin saber.
Abrió la boca en una imperfecta 'O' que claramente indicaba que encontraba escandalosa la sugerencia de que ella podría, accidente o no, escupir comida y/o saliva al hablar, reírse o estornudar. Como es una persona de carne y hueso, no estoy diciendo que nunca, no sé, se le fueron algunas gotas de baba a las páginas de un libro en una parte extraordinariamente divertida, pero el mundo no tiene por qué saber eso, y te juro que igual vomita si algún día pasa la mirada por la mesa de Hufflepuff y distingue más OVNIs sospechosamente parecidos a trocitos de pollo cruzando de un lado a otro. "Mi respuesta oficial es 'no, claro que no'" respondió, aunque añadió una expresión de risueña vergüenza que desmentía su respuesta oficial. -Qué asco-.

[Royce Wakefield]

Cuando lo adivines totalmente voy a confirmarte que es él, y aparte me acabas de hacer reír otra vez con eso de los pedacitos de pollo cruzando por la mesa, no estamos para caridad a estas horas.
Comenzó a ponerse el zapato, doblado hacia adelante como si estuviera por unir en santo matrimonio su mentón con su rodilla. "Pero sí conoces a gente normal a la que le sucede, ¿cierto? Es así, pero con el zapato. Una rara ocurrencia... pero totalmente inocente y posible" tiró un poco de las agujetas y las amarró.

[Hadley Ashbourne]

¡Injusticia mil! Pensé en Alastair, pero creo que a él no sólo lo consideras 'muerto' ((¬¬)), sino que le costaba entrar en relaciones, punto, golpes o no. Acá cabe aclarar que mi personaje daba pisotones y bofetadas bien merecidas, tampoco es que mandara puñetazos, según recuerdo.
Si Hadley fuera una persona espontánea, este habría sido el hermoso momento en el que aprovechaba la postura del chico para empujarlo y mandarlo de cara al piso. Lástima, qué desperdicio de oportunidad.
Puso los ojos en blanco, aprovechando que Royce estaba con la vista en otro lado. Luego… -¿acaba de llamarme anormal?-. Reconsideró el empujón. "Ya" contestó. Pasó su mano derecha por su costado, como alisando su suéter, y agregó: "Si lo planteas así, me considero afortunada porque me tocó el zapato y no el chicle masticado o el escupitajo accidental". Su tono indicaba broma, aunque le haría cero gracia, cero, si alguien le aventara cualquier cosa babeada.

[Royce Wakefield]

Yo sabía que ibas a adivinar, yo sabía. Y claro que nos acordamos de quién daba pisotones y bofetadas a los narigones, también, pero todo esto son cosas que me causas con tus personajes tan enamorables. Hay que hacerse cargo de las cosas.
Se rió con el comentario de ella, porque ni ahí que iba a captar algo que no fuera inocente y adorable humor saliendo de los labios de ella. "Igual no puedo asegurarte de que nunca se me va a escapar un proyectilcito de saliva al hablarte, aunque te aseguro ahora que no va a ser a propósito" bajó la pierna, enderezándose en el lugar y sonriéndole.

[Hadley Ashbourne]

-¡EWW!- Felicidades, puntos imaginarios para Hufflepuff porque Royce, por primera vez en un buen rato, acababa de presentarle un reto a su estudiada falsa actitud. Pudo notarse en la forma en la que la comisura derecha de sus labios tembló, poniendo a su sonrisa en grave peligro de convertirse en una mueca asqueada. Tal vez por eso su 'jajaja' sonó un poquito agudo, tantito exagerado. -Me escupes y te mando un Avada Kedavra-. Dio un paso en reversa. "Gracias por avisar" contestó. Y dio otro paso hacia atrás. "No me estoy alejando por precaución, en absoluto".
Y en un tema que nada que ver, ¿qué onda con la altura de este niño?

[Royce Wakefield]

Él ni notó el minúsculo cambio en la actitud de ella, aunque probablemente también le hubiera causado mucha gracia si ella sí ponía cara de asco y amenazaba con matarlo.
"No, claro, para nada" le dijo mientras daba pasos amenazadoramente largos hacia ella (no muchos porque asumo que estaban relativamente cerca) haciendo un puchero con la boca como si ese fuera un gesto pre-escupida. Que no era, pero bueno, tampoco es que pensaba pretender en serio que iba a escupirla, sería demasiado salvaje hasta para él.