Simples líneas

[Antoine Dubarre]

Quizás los pasillos no fueran el mejor lugar para sentarse a escribir cartas, pero fue el único lugar que le pareció que le daría algo de privacidad. Después de todo, escribirle cartas cariñosas a su mamá era algo que no podía hacer en la Sala Común ni en el Gran Salón. Obviamente no eligió un pasillo muy transitado, sino el que daba a la Torre Oeste, donde estaba la lechucería. Era un plan perfecto.
Ya había terminado de escribir, y comenzó a guardar sus cosas dentro de la mochila. Tumbó accidentalmente el tintero, que estaba abierto: rodó alejándose de él y dejando una línea imperfecta. Se levantó, si no lo detenía antes de que llegara a las escaleras podía olvidarse del tintero.

[Antoine Dubarre]

Antoine seguía con la vista el tintero, rogando internamente que no se fuera escaleras abajo cuando vio un par de zapatos como marcándole la línea de llegada al tintero. Como olvidándose momentáneamente de lo que debía hacer, dejando de caminar con la espalda doblada, alzó la vista para ver al dueño de dichos zapatos.
Vaughan, Dante Vaughan. Antoine separó un poco los labios, como si hubiera querido exclamar algo, pero no lo hizo. Se enderezó y volvió a bajar la vista hacia el tintero, que estaba perdiendo velocidad a meros centímetros de los pies del Ravenclaw. Exhaló.

[Antoine Dubarre]

Miró a Vaughan mientras se aseguraba de tener la boca cerrada. -...- dejó de mirar a Dante para mirar su frasco de tinta, como dudando si era suyo, ahora. Claro que era suyo. Asintió con la cabeza, sin dejar de ver el frasco, y se acercó extendiendo una mano.
Se suponía que Antoine sí podía hablar, pero todavía estaba acomodando ideas anteriores como para decir algo con claridad. Y mejor no decir nada que andar tropezándose mentalmente con palabras, ¿no?

[Antoine Dubarre]

Miró a Dante con confusión, hasta que unió las ideas. La tapa del frasco. Sus pensamientos amagaron con volver a irse del tema -Debe tener la voz así de ronca porque fuma-, pero se giró, un hombro hacia el Ravenclaw, un hombro hacia su mochila, y señaló.
"Lo dejé con mis cosas" respondió, cautelosamente, porque la pregunta había sido inesperada. Igual dudó, mirándolo a los ojos, porque... quizás 'tapa' se refería a otra cosa. O significaba algo distinto, ya no estaba seguro de nada.

[Antoine Dubarre]

Frunció un poco el ceño mientras seguía a Dante, curioso por saber qué es lo que iba a pasar. Era como en las películas de terror, cuando el idiota curioso del grupo se hace el valiente y es el primero en ser castrado con cucharitas de plástico.
"Estaba escribiendo" señor Vaughan "...pero ya terminé" en serio, se sentía como raro interactuando con él. Mezcla de miedo, respeto y curiosidad: así se debe sentir Dios a veces, Dante. Disfrútalo.

[Antoine Dubarre]

Ah, bueno, me quedo más tranquilo, entonces. Ni que hubieran casos documentados de gente a la que se le acaba el espacio para guardar ira y estalla en un ataque psicótico, ¿eh? Antoine va a seguir siendo cuidadosamente amable por las dudas.
Aceptó el tarro y bajó la vista para taparlo. "Antoine" dijo en un hilo de voz. Se aclaró la garganta "Antoine Duke" repitió, más seguro esta vez, mientras guardaba el frasquito en su mochila.

[Antoine Dubarre]

Ladeó la cabeza con la boca entreabierta, soltando algo que sonó a "Ahm", porque su gesto podía ser leído como una expresión no verbal de 'puede ser, algo así'. ¿Era hermano de Meghan? No estaba seguro, pero tenía que empezar a decidirse en, al menos, una respuesta para los que asumieran.
Dante se la hizo fácil, de todos modos, porque no hizo ninguna pregunta, así que con eso se decidió. "Sí" alzó un hombro con la vista clavada en sus zapatos. "¿Ustedes son amigos?" levantó la vista para ver a Dante.

[Antoine Dubarre]

Regina no era chusma, ella... tiene una misión comunicativa en el mundo que pocos entienden, pero los que lo hacemos la amamos por ello, entre otras razones. Pero sí, Faust era un idiota de la más importante categoría. No hay forma de negar eso.
Dudó unos segundos antes de contestar: Antoine no la calificaría de 'buena', pero también era cierto que no la conocía como para asegurar lo contrario. Y que fuera buena o no difícilmente lo ayudaba en su tarea de reconocerla, de un año para el otro, como hermana mayor. Su hermana mayor era Regina. Su única hermana, durante años. "No la conozco" se mordió el interior de los labios para hacerlos desaparecer.

[Antoine Dubarre]

Alzó la vista para verlo hablar. Estaba por decirle que no tenía que disculparse (después de todo al que le tocaba hacer eso era a su padre, disculparse un millón de veces y luego llevarse la varita a la sien o algo por el estilo) cuando hizo el comentario de Faust.
Lo agarró tan desprevenido que no pudo evitar una risa que se le escapó. Exhaló por la nariz para terminar con la jocosidad de la situación y volvió a bajar la cabeza, aunque todavía sonriente. "Mejor ser hermano de McCormack que de Faust" admitió. Si sobrevivió compartir apellido con ese idiota, ahora realmente sonaba estúpido preocuparse por Meghan y su hermano menor.

[Antoine Dubarre]

Ladeó la sonrisa, los insultos a Faust eran casi como halagos para él. Se sentía orgulloso de las diferencias, aunque temía convertirse en él algún día. O en su padre, o alguien así. Alguien podrido por dentro.
"A mí no" dijo rápidamente, como si Dante le hubiera preguntado. Pero quería aclararle que no, que prefería las cosas arregladas en silencio, o remendadas a lo bruto con el paso del tiempo, a hablarlas alzando el volumen de la voz, agitando dedos acusadores en el aire y dando pisotones en el piso.

[Antoine Dubarre]

((BRB))

Asintió lentamente con la cabeza, porque entendía lo que quería decir sin que tuviera que explicarse más. Que fuera a gritarle a su padre no iba a devolver a Meghan y Kirley al útero de Catriona McCormack, ni quejarse por la falta de cerebro de Faust no lo iba a hacer más inteligente. O inteligente a secas.
Sí, las dos opciones para enfrentar un problema eran la discusión o guardarse todo. Pero había una tercera, que era difícil, pero existía. "A veces hay que dejarlo en paz y superarlo" y eso era lo que Antoine quería hacer. No sé si le estaba saliendo, pero al menos no estaba descargando su ira irracionalmente ni cortándose las venas detrás de las gradas del campo de quidditch.

[Antoine Dubarre]

Claro que era un buen plan, en teoría. Lograrlo era otra cosa completamente diferente. Antoine subió la vista para ver brevemente a Dante, y volvió a ver hacia un punto al azar en la pared de piedra detrás del Ravenclaw.
Quería preguntarle algo, no quería dejar morir el intercambio. Quizás lo arruinaría por presionarlo, amargando lo bueno que fue hasta ahora, pero... si no intentaba no lo sabría. "¿Tienes más hermanos aparte de Beatrice?" preguntó en voz baja.

[Antoine Dubarre]

((¿Te parece cerrar? Short and sweet (!?)))

Lo miró, el comentario final lo había agarrado por sorpresa. Bajó la vista, tratando de ocultar una sonrisa. Vaya que sí, uno nunca sabe. No lo pudo evitar, el sonido de una risa se le escapó de los labios y trató de recomponerse. No quería quedar como un simplón delante de Vaughan.
"Ignorance is bliss" soltó mientras alzaba los hombros. Probablemente una de las pocas veces en las que ese dicho tenía algo de verdad.

[Antoine Dubarre]

-...Okay- los dos golpecitos eran raros, pero tomando en cuenta que venían de Vaughan... en realidad ni así tampoco sabía bien qué pensar al respecto, así que decidió no pensar nada y no saltar a conclusiones desquiciadas, como que en realidad Vaughan era bastante simpático. Tampoco era para andar anunciando el fin del mundo.
Antoine se apresuró a asentir con la cabeza cuando Dante habló. "Sí, eh" curvó una de las comisuras de sus labios. "Gracias" por el frasco, si es que agradecer por la charla era demasiado bizarro.