Pensándolo bien

[Robin Channing]

Era jueves por la mañana y sus clases no comenzaban hasta las diez, por lo que desde el desayuno hasta que fuera la hora de aplastarse en uno de los salones, le quedaban dos horas y cuarto. Ya había desayunado (la quinta persona en llegar al Gran Salón, aparentemente), sus tareas habían estado listas desde la noche anterior y no le quedaba nada para hacer allí dentro.
Su idea era salir a correr al menos una hora, regresar, ducharse y comenzar el día de clases revitalizada. Pero por alguna razón, Robin seguía parada en el pasillo, mirando hacia los terrenos con una expresión casi triste en el rostro. Apoyó la mano enguantada sobre el cristal: hacía mucho frío afuera. Tal vez sería mejor aceptar que salir a correr en un día así no era recomendable.

[Kyle Olivier]

((Permisoo...))

Kyle salió del Gran Salón junto con otro compañero, su primer clase también comenzaba a las 10. Se separaron a un par de pasillos de donde estaba Robin, ya que ambos tenían que ir a buscar sus respectivas mochilas a los dormitorios, y su amigo era de Hufflepuff.
Pasó por al lado de ella y la saludó con un "Lindo día, ¿eh?". Irónico por donde se mire, ya que tenía puesto el pullover, la bufanda y unos guantes, y si era por él habría salido también con el sobretodo de lana que usaba en el viñedo.

[Robin Channing]

((Adelanteee...))

Robin no reconoció la voz, pensando en lo flojo que había sido su invierno, con todas las excusas que le había dado para quedarse dentro del castillo y no hacer nada. Miró el reflejo en el cristal y enderezó la espalda antes de girarse para verlo.
"Olivier" saludó en voz baja, animada, pero tratando de guardarse la sonrisa. "Hermoso, sí" concedió entrecerrando los ojos y mirando una vez más hacia afuera por sobre su hombro.

[Kyle Olivier]

El sí le sonrió, y luego miró hacia el exterior. Pasó por detrás de ella y se acercó a la ventana para ver mejor. "¿Tienes clase afuera?", preguntó con una expresión que decía 'te compadezco'.

[Robin Channing]

Se quedó como estaba unos segundos, aunque la pose era extraña ahora que él se había movido. Finalmente dio un paso hacia atrás para apoyarse en la pared, y poder ver a Olivier con tan solo ladear la cabeza.
"No, no es eso" negó con la cabeza mientras hablaba. Alzó el mentón "Quería salir" comenzó, pero lo dejó así. No quería que las primeras palabras del día la catalogaran como la psicópata que quería correr en la nieve.

[Kyle Olivier]

Se quedó allí, a un paso de la ventana y a un paso de ella. Guardó las manos en los bolsillos de la túnica. Aunque tenía guantes era un gesto automático de cuando se veía nieve por la ventana.
Miró un segundo hacia afuera y luego giró la cabeza hacia Robin. "Si quieres te acompaño a dar una vuelta".
O sea, si la chica quería tomar frío mejor que salga acompañada, como para que alguien pueda pedir socorro si quedaba congelada como estatua.

[Robin Channing]

Abrió bien los ojos, sorprendida. No quería decirle que sí, pero para ser sincera, tampoco quería decirle que no. Porque sí quería salir, y no quería decirle que no para que él siguiera en su camino.
Miró hacia el frente escondiendo las manos tras la espalda. "No, está bien, no hace falta" sonó decidida, cuando en realidad no lo estaba tanto.

[Kyle Olivier]

Inclinó un poco la cabeza, sonriendo. "Vamos... querías salir. Y a mi me vendría bien despejarme con el frío, tengo Historia de la Magia a las 10" -y con el desayuno que me comí, eso significa 'siesta'-.
¿A que con esta carita la convence?

[Robin Channing]

Claro que la convencía. Pero Robin no creció para sonreír, dar saltitos en el lugar y colgarse animadamente del brazo de Kyle, por más que sí se alegrara de que él insistiera.
"De acuerdo" aceptó, asintiendo con la cabeza y empujándose con las manos de la pared para impulsarse hacia adelante y dar un paso hacia el frente, demostrando que estaba lista para ir. "Gracias" miró hacia arriba, buscándole los ojos.

[Kyle Olivier]

No importa, quizás el que se ponga a dar saltitos sea él cuando se empiece a congelar.
Se giró para quedar a la par de ella. "No hay problema". Comenzó a caminar mirando hacia el pasillo que tenían delante, sin encontrar por un segundo la mirada de ella.

[Robin Channing]

Miró hacia el frente, caminando al mismo ritmo que Kyle, aunque ella seguramente tenía que hacer de vez en cuando un paso de más, por tener las piernas cortas.
"¿Cómo te va en historia?" preguntó, tratando de hacer conversación. No era un tema original, pero era un tema seguro. Ya que no compartían esa materia, no había forma de saberlo de otra forma que no fuera averiguando.

[Kyle Olivier]

Caminaba con las manos aún en los bolsillos y mirando hacia el frente. No porque se hiciera el interesante, sino porque todavía estaba medio dormido y no quería tropezarse o equivocarse de camino.
"Y, no demasiado bien", dijo levantando los hombros. "A veces tengo que repasar apuntes del año pasado para entender qué estamos viendo ahora". Al menos tenía apuntes, mezclados con papelitos llenos de planes extraños que se mandaba con Julie y que eran en parte culpables de que no entendiese nada.

[Robin Channing]

A Robin le parecía interesante de todos modos. Es decir, no creía que estuviera pretendiendo ser superior o algo por el estilo, porque eso sí lo encontraría desagradable. Era casi digno.
"Es normal" inventó, ¿lo era, era normal? "Es decir, entre las fechas, las guerras de toda especie contra toda especie... es confuso" asintió con la cabeza, eso sí podía asegurar que le resultaba normal.

[Kyle Olivier]

¿Estar en Ravenclaw significaba que le iba bien en esa materia? Kyle no lo aseguraba, pero algo así sentía. Como cuando no podés imaginarte cómo o qué piensa un hipogrifo.
"Si... y además ayer estuve terminando un ensayo de Runas Antiguas, así que no tengo idea de qué habló el profesor Binns la clase anterior". Era un libro abierto el chico. Un libro abierto lleno de garabatos y frases sueltas de las novelas que leía, pero libro abierto al fin.

[Robin Channing]

Ah, sí: Ravenclaws e hipogrifos, la comparación perfecta. Personalmente, creo que lo que los libros son para los Ravenclaw, es la carne cruda para los hipogrifos. Esa misma relación de amor y dependencia.
"¿Por qué...?" cerró la boca, estaba por preguntar una estupidez, y se arrepintió. Pero ya la había empezado... "¿Por qué no haces las tareas después de clase?" sonaba muy idiota, pero no se le ocurrió algo con qué reemplazar la cuestión.