En territorio enemigo

[Caroline Rensselaer]

-¡Eww!-. Pocas veces había visto tanto alumno de Hufflepuff reunido en el mismo lugar fuera del Gran Salón, donde todos se sentaban a la misma mesa y eran bobos leales y loqueseaquesesuponequeson juntos. El acceso a la sala común estaba cerca de ahí, probablemente. Evitó que una chica con los colores que odiaba le rozara el hombro al pasar, y continuó su camino para salir de ese pasillo.
Si no se hubiera retrasado limpiando el desastre que había ocasionado cuando un hechizo mal ejecutado salió disparado de su varita y pegó contra una serie de frascos con contenido cuestionable durante la clase, no habría tenido que perseguir al profesor (quien probablemente iba rumbo a la cocina) hasta ahí, pero al menos le había aceptado el trabajo antes de darle la espalda.
Ahora lo que urgía era alejarse rápidamente de esta peste.

((Diciembre... cualquier día, pero en Diciembre XD))

[Alastair Cunha]

((OK, un día de Diciembre *no es jodido con las fechas*))

¿Leales y loqueseaquesesuponequeson? Pues la palabra que te anda faltando ahí, Caroline querida, es fantásticos. Porque eso son los Hufflepuff, leales, trabajadores, fantásticos, perfectos, buena gente, divertidos... para Alastair, eran por lejos la mejor casa de todo Hogwarts. Lo único malo es que andaban cortos de mujeres complicadas, pero Slytherin siempre está ahí para suplirlos, gracias a Dios.
Iba con sus compañeros de curso que le estaban informando de algo que había dicho la profesora que él no había escuchado por haber estado distrayéndose con su propia pluma (¡cada vez lograba hacerla girar más rápido entre los dedos! Era todo un talento con piernas) y él rió despreocupado porque es obvio que no le interesa el estudio. La risa retumbaba mucho allá abajo, a pesar de la cantidad de gente.

[Caroline Rensselaer]

La respuesta simple es que Alastair está equivocado. ¡Tan sencillo! La mejor casa era, sin lugar a dudas, Slytherin. Y quizá la mayoría algunos de sus hombres tienen problemas mentales, pero así y todo están guapos. ¿Por qué no podía alguno de ellos hacerla babear como hacía el hufflepuff tonto?
Le pareció escuchar una familiar y desagradable risa en las cercanías y frenó en seco, logrando que otro chico de Hufflepuff frenara tras ella justo antes de chocar y truviera que rodearla para seguir avanzando. Su mente empezó a trabajar a toda marcha. ¿Se escondía, se quedaba quieta, continuaba como si nada o casualmente se encontraba con él (es decir, lo buscaba)? -Escóndete. No, sal de aquí. SAL DE AQUÍ-.

[Alastair Cunha]

Sí, Caroline, sal de ahí y corre a los brazos de Alastair. Es lo lógico a hacer.
Una compañera le había pedido que la próxima vez no fuera tan evidente, porque los estaban destrozando con la pérdida de puntos y él iba a rematar con eso de que él era el más fiel de los Hufflepuffs (su amor por su casa era INCUESTIONABLE) y que recuperaría los puntos, pero uno de sus amigos le quitó de las manos un cuaderno y se echó a correr en dirección donde estaba Caroline.
"¡Oye!" exclamó divertido, excusas para transpirar y usar la adrenalina eran siempre bienvenidas. Corrió por entre sus compañeros tratando de no golpear a nadie, acercándose a the odd one out.

[Caroline Rensselaer]

Oh, perfecto. Notó que algo sucedía cuando delante de ella la gente comenzó a hacerse a los lados del pasillo. Estaba bien que los tejones tenían que admitir su inferioridad frente a las serpientes, pero no había escuchado jamás que le abrieran el paso de ese modo a la gente de su casa, así que eso no podía ser. Puso cara de extrañeza, negándose a imitar al resto sin saber qué estaba ocurriendo. Sólo podía ver que la gente se movía como si algo viniera hacia ellos y quisieran evitar que los derribara.

[Alastair Cunha]

Había estirado el brazo y se le había resbalado por entre los dedos el sweater de su compañero, que seguía corriendo y tratando de meterse por entre la gente para demorar a Alastair, lo cual era un buen plan porque si había niñas o gente de años inferiores siempre trataba de no lastimarlos por una taradez.
Ahí se acercaba su compañero a Caroline, y le soltó el cuaderno cerca de los brazos cuando pasó junto a ella al grito de "¡Lo tiene ella ahora!" y dedicarse a correr más rápido, porque ahora realmente sí quería evitar que no lo atraparan.

[Caroline Rensselaer]

-¡¿QUÉ?!-. Apenas estaba procesando que un chico venía hacia ella cuando sintió que le soltaron algo cerca de los brazos. ¿Qué tenía, QUÉ TENÍA? ¿Y si le habían dejado algo asqueroso encima? Por instinto dejó caer el objeto, cuya trayectoria hacia el piso siguió con los ojos y una expresión entre aterrada y confundida en el rostro. -Es un...- "¿cuaderno?".

[Alastair Cunha]

"¡Tu hermana lo tiene!" fue la defensa de Alastair mientras apoyaba la mano sobre el hombro de un chico de sexto para impulsarse y dar un salto hasta donde estaba su cuaderno, el cual no le interesaba tanto como agarrar a su compañero y doblarle el brazo hasta que admitiera que él era el mejor Hufflepuff de la historia de Hogwarts y que iba a hacerle la tarea durante una semana.
Pero "UUUH" no solamente que casi se lleva puesta a Caroline mientras trataba de frenarse, sino que lo que acababa de pisar y deformar en el piso era nada más que su cuaderno (¿quién más lo tendría casi todo en blanco?).

[Caroline Rensselaer]

Tuvo tiempo de levantar la mirada del cuaderno para darse cuenta de cómo Alastair casi se la lleva puesta. Para lo que no tuvo tiempo fue para reaccionar con otra parte del cuerpo que no fueran los ojos, que cerró, y la cabeza, que giró hacia la derecha, esperando el golpe. Ni siquiera un insulto... pero después tendría horas para dedicar a ello.

[Alastair Cunha]

Puso todo su peso en los talones haciéndose hacia atrás lo más que pudo sin resbalarse en su cuaderno y apoyó las manos en los hombros de Caroline buscando equilibrio, ¿por qué ella no podía pesar unos veinte o treinta kilos más para hacerle más fácil la frenada del golpe?
No, momento, no quiero que Caroline engorde treinta kilos, prefiero caerme a un río de lava ardiente. Que mis deseos no impidan que venga otro y me la robe, ¿no? Claro.

[Caroline Rensselaer]

¿? ¿Ok?
Que le pusiera las manos en los hombros... no sé si lo ayudó a él, pero a ella le causó que también perdiera el equilibro (además de que se le doblaran las rodillas, y no en el sentido de que Alastair la hacía babear y cuando le hablaba de cerca tenía que sentarse). Dio un paso hacia atrás con el pie izquierdo e instintivamente abrió los brazos a los costados, los dobló y colocó sus manos en los brazos de Alastair. Entreabrió un ojo.

[Alastair Cunha]

"..." miró detrás de Caroline y notó que su amigo ya se había ido, ni siquiera podía ver su silueta o escuchar sus pasos apresurados a lo largo del pasillo. Si esta noche lo tackleaba en la entrada de la Sala Común, no quería escuchar quejas.
Los Hufflepuffs a su alrededor continuaron caminando como si nada, aunque yo creo seriamente que deberían detenerse y mirarlos con atención, porque hacen re linda pareja, ¿okay? "¡Liney!" exclamó, bajando los brazos de los hombros de ella a su cintura, con toda la confianza del mundo.

[Caroline Rensselaer]

Abrió bien ambos ojos, miró a su alrededor (sólo loserpuffs, ¡LOSERPUFFS POR TODAS PARTES!) y después, despacio, arrastró la mirada hacia adelante para ver a Alastair. La verdad es que está un poquito en shock, porque no había tenido tiempo de prepararse para encontrarlo, y mucho menos para ser casi derribada por él. "¿Li... Liney?" -¡¿es todo lo que se te ocurre decirme?!-. Retiró sus manos (a regañadientes, hay que admitirlo), dejando que sus brazos colgaran a los lados.

[Alastair Cunha]

((AJAJAJAJA, LOSERPUFFS XD))

Le sonrió de lado, ¿no que ya se había re acostumbrado a que la llamara así? Era su apodo, y aunque la gente no la llamara así (por temor, ¿no? Les cuesta ver lo simpática que es) seguro que sabían que Liney era ella.
"¿Estás bien?" preguntó, corriendo con el pie su cuaderno todo pisado y doblado para pasarle las manos por varias partes del cuerpo, comenzando por el torso y la cabeza "¿Te lastimé?" okay, está re aprovechando para tocarla toda.

[Caroline Rensselaer]

El que se atreviera a llamarla Liney, y no estuviera tan bueno como Alastair, iba a recibir un encantamiento accidental en el trasero que le impediría sentarse el resto del año escolar.
Sus hormonas enloquecieron en el momento mismo en que él comenzó a tocarla, pero sus neuronas todavía no se daban por vencidas, así que Caroline le buscó las manos con las propias para apartarlas con poca delicadeza. " Estoy perfectamente bien, aunque casi me cayeras encima como" -la bestia que eres- "un... saco... de... papas". Nope, todavía no podía decirle cosa feas. Y sí, seguía odiando no querer ni poder ofenderlo.