Galeria de armaduras

[Winston Harrington]

Alzó los hombros, sin pensar que ella habría de temer en serio de que le hicieran algo así. Quizás porque la veía bastante inocente y por lo tanto la gente no querría que se cepille los dientes con agua del retrete. Aparte quizás era una cosa más de varones que de niñas.
"La gente malvada hace muchas cosas, Mayhew, ya hablamos de la guerra de forma insensible y todo" le recordó. Él bromea, ni enterado si ella de verdad está empezando a desarrollar algo por culpa de sus comentarios insensibles.

[Neve Mayhew]

Ser inocente (y no niego ni confirmo que Neve lo sea) no garantiza que la gente no te odie. Tampoco significa que no es posible que alguna vez a alguien se le caiga tu cepillo de dientes por accidente y después ese alguien se limite a devolverlo a su lugar, sin jamás mencionarte que las cerdas tocaron el piso del baño. Sí, Winston, su mente ya se fue por ese camino oscuro y espinoso, gracias. Por eso cambió su expresión asqueada por una ligeramente perturbada y pálida. Separó los labios, como si fuera a decir algo, pero todo lo que salió fue aire.
Fijó la mirada al frente. Iba a tener que comenzar a guardar su cepillo de dientes en su baúl.

[Winston Harrington]

-¿...Hola?- la miró de reojo y ladeó la cabeza, ¿estaría ya harta de él? ¿Quizás se había distraído con algo? Trató de mirar hacia donde le parecía que ella estaba viendo (quizás el chico que le gustaba acababa de aparecer en el camino, quién sabe) pero no sabía exactamente qué estaba viendo.
Decidió hacer silencio, mordiéndose el interior de los labios mientras esperaba que Neve fuera a hablarle eventualmente. ¿Qué haría si eso no pasaba? ¿Retirarse de su lado sigilosamente? ¿Arrojarse por la primera baranda que se cruzaran?

[Neve Mayhew]

¿Un poco azotado, Harrington? Y no, si el chico que le gusta se hubiera atravesado en el camino, su reacción habría sido distinta, del estilo de comenzar a hablarle a Winston en voz más alta de la que había empleado hasta ahora, o de reírse escandalosamente aunque él no hubiera dicho nada muy gracioso. No me preguntes, son las hormonas.
Una vez hecha la nota mental de mudar su cepillo de dientes de lugar, lo miró también. "Si, me acuerdo" comentó, respondiendo a lo que él dijo dos posts atrás, como si su silencio no se hubiera prolongado demasiado. "Sobre todo porque me prometí jamás dejarte a solas con algún elfo doméstico, como prevención" añadió, en broma.

[Winston Harrington]

¿Y no revolearía el cabello así como hacen las chicas? Porque Neve, con el cabello que tiene, debería usar y abusar de ese truco. De repente estás hablando con una chica y ¡zas! Una pequeña ráfaga de aire perfumado te golpea la nariz y te acelera el pulso.
Se rió un poco más aliviado, pero todavía atento a la expresión de Neve por las dudas. "Si al final te enteras que era un elfo el que estaba usando tu cepillo de dientes para tallar el retrete vas a cambiar lo que piensas de mí" le dijo alzando el mentón y mirándola de reojo con una ceja alzada.

[Neve Mayhew]

El cabello es un arma pesada en su libro; el empleo del mismo como método para llamar la atención del sexo opuesto se reserva a momentos mucho más estratégicos que un simple cruce de caminos accidental en los pasillos.

Y sí, totalmente estoy inventando.

Abrió la boca al máximo, como si se tomara lo dicho por Winston como un agravio personal. Si bien la había puesto súper paranoica respecto a los seres humanos que tenían relativo fácil acceso a su cepillo de dientes, los elfos domésticos eran otro tema. "Nunca se atreverían" respondió a media voz.

[Winston Harrington]

Está bueno que me avises que lo del cabello es un arma pesada, porque no sé qué métodos de encanto femenino puedas usar sutilmente y nadie vaya a darse cuenta hasta que sea demasiado tarde y estén escribiendo tu nombre una y otra vez en un pergamino durante clases.
"No tienen nada que perder" alzó las cejas y el mentón con una sonrisita, pobres elfos... no solamente limpian los desastres de todo el alumnado sino que tienen que soportar las calumnias de Winston. Verdaderamente una vida llena de injusticias.

[Neve Mayhew]

Frunció el ceño, porque Winston tenía un buen punto… si olvidabas que los elfos domésticos no piensan como piensan los magos (a menos que se llamen Dobby). Así que sonrió con aire de suficiencia. "Estoy en desacuerdo" anunció, como si éste fuera un debate formal en alguna clase. "Tienen absolutamente todo que perder: su trabajo. Un elfo doméstico desempleado es un elfo doméstico sin dirección, sin razón para vivir, y un elfo doméstico sin razón para vivir..." se detuvo en seco. ¿Qué onda? Estaba a punto de asesinar imaginariamente a un elfo doméstico, como si la masacre a manos de Winston de hace unos posts no hubiese sido suficiente.

[Winston Harrington]

Se rió cuando ella se detuvo abruptamente, porque había estado escuchándola atentamente sin siquiera notar que de repente se había tornado muy seria la discusión. Que alguien le recuerde a Winston que no debería siquiera bromear con cosas así, y menos que menos con una Ravenclaw.
"¿Estás confesando que en realidad todo este tiempo estuviste ocultándome que eres su abogado?" preguntó sonriendo de lado. En realidad quería disculparse por decir tantas tonterías y forzarla a responder a ellas, pero se le escapó lo otro primero.

[Neve Mayhew]

Miró a su compañero y sonrió. "Lo siento, trato de mantenerlo en secreto porque no soy fan de la peluca, y personalmente creo que no me favorece" respondió, asumiendo que Winston entendería el chiste porque él mencionó a los abogados primero. Yo lo siento porque Neve se sube y se baja del tren del delirio sin avisarte; no puede evitarlo.
¿Qué tan cerca están del Gran Salón, por cierto? Yo creo que bastante, porque no se encontraban muy lejos para empezar.

[Winston Harrington]

Era obvio que Neve mentía porque la peluca le quedaría súper bien. Sé que en mi tiempo libre voy a terminar haciendo ediciones, que esconderé en mi carpeta de vergonzosos secretos. Y aparte así tenía doble chance de hacer el truco del cabello, ¡todos ganan!
"No tendría que haberte contado nada sobre mis malvados planes secretos" dijo en voz muy baja, pero audible, negando con la cabeza y bajando la mirada a sus zapatos. O sea, Neve podría acuchillarlo por una buena causa y todo ahora.
Están súper cerca del Gran Salón, entonces, y por eso hay más tránsito en los pasillos que momentos atrás supongo.

[Neve Mayhew]

Boo, no puedes contarme que harás algo así y que luego no planeas traumarnos a mí y a ella con el resultado.
Soltó una carcajada malvada, o lo más que pudo acercarse a eso. "Caíste en mi cuidadosamente diseñada trampa. Sólo me tomó 4 años y medio planearla" señaló.
Ah, sí, tránsito y otras personas que casi siempre se me olvida mencionar, porque no están solos en este castillo. "Pero estoy dispuesta a negociar" añadió en voz baja, para evitar a los (imaginarios) metiches.

[Winston Harrington]

"¡Hm!" bueno, si Neve estaba dispuesta a negociar, Winston estaba más que dispuesto a escuchar cómo podría salvar su vida para pagar por sus continuos errores en cuatro años y medio.
"Te escucho" le confirmó mientras se cruzaba de brazos y ladeaba el torso hacia ella, para que le fuera más sencillo hablar en voz baja si quería y hacer su propuesta indecente. Como las que hay, en cantidades, dentro de mi carpeta de cosas secretas y vergonzosas, donde tus personajes son sujetos a situaciones que no vas a querer ni imaginar.

[Neve Mayhew]

Miró a su alrededor (hey, te aviso, está poniendo un pie fuera del tren del delirio) y desvió su trayecto un poco, esperando que él la siguiera. Si ya estaban en el hall de entrada, la idea era hacerse un poco al lado y separarse mínimamente del resto de la población estudiantil que quería ir a desayunar. "Prometo guardar tu secreto" -sobre cosas que no eran en serio- "si tú no le cuentas a nadie que casi te estoqueo accidentalmente" enfatizó las palabras en itálicas "con un florete". Y sabe que Winston ya prometió que no le dice ni a su mejor amigo, ni a su novia, ni a su lechuza, ni al ser superior de la religión que más le convenza que practica con las armaduras de la galería; esto es otra cosa.

[Winston Harrington]

Este tren tiene muchas paradas, es la primera vez de Winston en esta línea en particular pero creo que va a estar acostumbrándose en breve.
La escuchó con atención, y sonrió de lado con las palabras claves. ¿No le había asegurado ya que no le contaría a nadie?
"¿Ni a ti? O sea, ¿no puedo mencionarte el tema siquiera a ti?" preguntó, para entender exactamente qué era lo que quería que prometa. Porque como ya había cubierto que no le diría a nadie, asumió que lo que ella quería ahora es que no volviera a nombrar nada relacionado con el hobby secreto de Neve.