Ofensa en primer grado

[Rabastan Lestrange]

Se rió, porque así de irritante puede ser a veces, aunque la tipa no le caía mal. A menos que, ya sabes, aplicara uno de sus desagradables 'oops' en él. "Pobre víctima" dijo tratando de sonar serio mientras ladeaba la cabeza hacia un lado y miraba por un instante hacia el altísimo techo "Yo creo que lo vas a poder superar".

[Caroline Rensselaer]

Resopló con evidente intención de mostrar su (falsa) superioridad en el asunto. Aunque se sentía muy, muy irritada, sabía que quedaría peor si chillaba 'noooo, no lo voy a superar, nunca'. "¿Tú vienes a tratarme de azotada pobre víctima? ¡El hechizo con el que te di accidentalmente" enfatizó esa palabra "ni siquiera fue tan terrible!" -¡El llorón eres tú!-.

[Rabastan Lestrange]

"¿Y cómo sabrías?" preguntó, como si las chances de que un accidente así le ocurriera fuera de uno en un millón, del tipo 'no comprendes mi dolor'. ¿Cómo se llamaba esa cosa, una cosa que pasa cuando el clima está húmedo y uno va, friega los pies cubiertos de medias contra la alfombra, tocas a alguien y le das un choque? Bueno, como si a él nunca le pasara a veces eso cuando tocaba cosas metálicas.

[Caroline Rensselaer]

"Lo sé porque si fuera un hechizo terrible y mortal, alguien habría llegado en el instante mismo en que te pegó para llevarme a Azkaban" respondió usando el tono que le daría a uno de los títeres con los que pensaba explicarle las cosas a Rabastan de ese día en adelante. Y qué manera tan idiota de ir a Azkaban, la verdad, 'ataque con shock que aprendí a realizar cuando tenía 10 años'.

[Rabastan Lestrange]

Con certeza que la ley seguro se aplicaba con firmeza en el mundo mágico, pero si Rabastan de hecho se comporta como un niño de diez años seguramente su caso pesa más en el Wizengamot. Y mírenle la cara a ella, la malvada bruja.
"El Ministerio necesita reorganizar por prioridad la severidad de ciertos encantamientos" respondió, comprendiendo casi la mitad de las palabras. Especialmente porque eran largas y confundibles con nombres de Pokémons.

[Caroline Rensselaer]

La discusión sobre cuál de los dos tiene más cara de malvado es subjetiva. Seguramente habrá personas que opinen que Rabastan mete miedo. Rió a pesar de sí misma, porque el comentario había sido gracioso aunque él no lo hubiera deseado así. "Claro, porque la pequeña sensación de shock que te causó mi hechizo debe ser un millón de veces más horrible que, hum, no sé, ser víctima de un cruciatus".

[Rabastan Lestrange]

"¡Por supuesto!" respondió sin pensar ni escuchar lo que había dicho Caroline. Hablando de sordera y de ser selectivos, creo que Rabastan ya puede sentirse feliz de haber encontrado un area of expertice en la que puede estar preparando desde este momento su linda tesis. "Aparte no es sólo el encantamiento, es la maldad con la que es proporcionado" ya, está inventando sin verguenza alguna.

[Caroline Rensselaer]

¿Quería tirarle la máscara de indiferencia a toda costa? Porque no era como si ya hubiera superado realmente el enfado que le causaba que él hubiera interpretado como disculpa sus palabras. "Escucha, Rabastan, el día que te quiera hacer daño con un encantamiento, te garantizo que no será un pequeño shock en tu codo" replicó con frialdad, sin levantar la voz. -¿Qué parte de 'accidente' no procesas?-.

[Rabastan Lestrange]

Alzó las cejas "'¿Me estás amenazando?" preguntó, luchando contra las comisuras de sus labios que querían a toda costa alzarse y poner en display una sonrisa en su cara. Se llevó una mano al labio inferior para tironear de él ligeramente, a boca cerrada, magullándolo entre los dedos índice y pulgar como siempre hacía.

[Caroline Rensselaer]

Nuevamente resopló, sonriendo a medias. "Por supuesto que no. Lo que dije es que si quisiera hacerlo, lo haría. Pero no quiero. Hay cosas más interesantes que hacer, como limpiar mi baúl o contarle las plumas a mi lechuza". En otras palabras, hechizar a Rabastan no entraba en su lista de 'cosas que no me puedo quedar sin hacer antes de que termine el año'. "Ni que fueras tan especial" añadió. Y si quería maldad, esa última frase la tuvo.

[Rabastan Lestrange]

"Ouch" volvió a mariconear, frunciendo el entrecejo. Odiaba cuando le quitaban importancia, y se acordó que quizás era por eso que anteriormente prefería evitar a las personas para no darles oportunidades como ésta para pisotearle su ego todo agujereado y lleno de parches. "Te odio" dijo normal, probablemente sacándole todo el placer de decir eso con veneno en la lengua a alguien.

[Caroline Rensselaer]

Ok, a nadie le gusta escuchar semejante frase (bueno, tal vez sí exista a quién le guste, pero Caroline no era así). No valía, porque él se lo había buscado, ella no despertó esa mañana con el objetivo de pisotearle el ego a su compañero. Se mordió la lengua para no restregarle en la cara que, odiándola, sólo le estaba dando más importancia de la que ella le daba a él. "Pues yo a ti no, pero si quieres que lo haga, no tienes más que pedirlo".

[Rabastan Lestrange]

Las palabras de su compañera le llegaron bastante rápido al sistema nervioso. "No" dijo rápidamente extendiendo un brazo para tocar con la mano el codo de Caroline un segundo y soltarla rápidamente como si temiera otro shock inintencional. La miró intensamente, como esperando que fuera a responderle que no, que no lo iba a odiar. El muy maricón.

[Caroline Rensselaer]

La reacción ante el brevísimo e insignificante contacto físico fue exactamente igual a la de él: se apartó tan rápido como su cerebro dio la orden, tal cual si temiese que ocurriera algo terrible, al estilo se apagan las luces y se acabó el mundo, gracias por participar. Su expresión (desproporcionadamente) horrorizada duró unos segundos, impidiéndole mirarlo con cara de 'eres un raro'. "Vale" accedió, discreta y fugazmente frotando (por no decir 'limpiando') el codo tocado. Qué conste que si Rabastan tuviese fama de ser un freak de la higiene personal, la respuesta habría sido idéntica; no era tanto la suciedad como el contacto mismo.

[Rabastan Lestrange]

Exhaló lentamente por la nariz, relajando los músculos del cuello que se le habían tensado los segundos de silencio entre la última vez que habló y la respuesta de Caroline. Si podía aferrarse con toda su voluntad de la poca gente que no lo odiaba en un futuro, quería que fueran más de dos y que no respondieran al nombre de 'papá' y 'mamá'.
"Bien... bien" miró hacia el frente, asintiendo suavemente con la cabeza mientras miraba un punto inexistente al frente.