Libre albedrío

[Duncan Strachan]

¡Pero si tú eras la que estaba defendiendo a la fundadora de esa casa! Ok, ok, no te quería insultar, disculpa, se nota a leguas que eres una chica Gryffindor de pies a cabeza.
"Puedes" accedió. Por fin se soltó de la barandilla, ahora que el piso había dejado de moverse bajo sus pies, literalmente, y comenzó a subir los escalones que faltaban, no tan rápido como lo habría hecho de estar solo, o de no importarle dejar a la chica hablando sola.

[Candy Rossi]

Muy bien. Gracias, Duncan, vuelvo a babear por ti.
Lo miró, como esperando la respuesta, y luego captó. Rió animadamente, ¡basta, Duncan, que luego te va a seguir por todos lados! Subió los escalones mientras dejaba de reír.
"¿A dónde vas?" preguntó, apurando el paso.

[Duncan Strachan]

"A la oficina de Flit... del profesor Flitwick" se corrigió, porque hay que darle un buen ejemplo a la juventud. Llegó al final de las escaleras sintiendo cierto alivio; si volvían a moverse ya no le afectaría a él, y cero ganas de terminar en el primer piso cuando iba a la Torre Oeste. "¿Tú, a dónde vas?" devolvió la pregunta, mirando a Candy. Iba a tratar de adaptar el ritmo de sus pasos al de ella mientras compartieran el camino.

[Candy Rossi]

-¡Me preguntó!- pensó toda emocionada. Porque es obvio, si Duncan le pregunta es porque le interesa, ¿no? Porque totalmente quiere saber lo que Candy hace con su vida, porque esas cosas se averiguan cuando uno totalmente gusta de otra persona, ohmygod.
"¡Iba a... ah...!" apretó los dientes, ¡una laguna mental! ¡No! ¡No, laguna mental, sécate! ¡Sécate! "Aaah..." necesitaba responder y no quedar mal. "...Aaal baño" soltó. -NOOOOOOOO-

[Duncan Strachan]

Enarcó las cejas, echando mínimamente la cabeza hacia atrás, en plan de 'ya veo'. "Suerte la tuya entonces, ¿no? No te afecta realmente el cambio de piso" apuntó, frunciendo el ceño. Hasta donde sabía, había baños en todos.
Y como naturalmente él no tenía nada que hacer en el baño de chicas, asumió que cada uno tomaría su rumbo dentro de unos segundos. Sobre todo si ella estaba en estado de emergencia, aunque no lo pareciera.

[Candy Rossi]

-¡A la Sala Común, yo iba a mi Sala Común!- hizo un puchero con los labios, estúpido cerebro que se acordaba tarde de lo que tenía que decir. Aparte ¿qué iba a hacer ahora? ¿Darle más información sobre el baño? Era un desastre. ¡Un desastre!
"Eh, es que voy al baño de mi habitación" le comentó, exagerando una sonrisa. "Porque me olvidé algo" se tocó el cabello con ambas manos, como deshaciendo inexistentes nudos.

[Duncan Strachan]

Se preguntó si ya se estaban acercando peligrosamente a la línea de 'demasiada información'. Rascó el ala derecha de su nariz de una manera muy superficial, sonriendo de lado. "Ya" contestó. -No preguntes qué olvidó, es mala idea, busca otra opción para continuar-. "Con razón vas tan tranquila". Uh, ok, no fue lo mejor que pudo decir, pero ya fue.

[Candy Rossi]

Candy rió nerviosamente, con la voz aguda y haciendo un gesto con la mano como si espantara moscas. Sí, menos mal que no estaba haciéndose, ojalá Duncan pensara que ella nunca hacía más que peinarse en el baño.
"¿A qué vas a la oficina de Flitwick, puedo saber?" preguntó animadamente, para minimizar sus chances del rechazo. "¿Te portaste mal?" porque imaginárselo a Duncan de bad boy era genial.

[Duncan Strachan]

En honor a la verdad, Duncan no quiere saber nada de lo que Candy hace en el baño. Nada de lo que las mujeres en general hacen en el baño, ya que estamos. Era unos de esos misterios ancestrales que pocos hombres se atrevían a intentar resolver, y él definitivamente no era uno de ellos. Por todo lo que sabía, la puerta del baño de chicas bien podría conducir a otra dimensión.
Rió animadamente, como si le hubiera contado un buen chiste. "Me mandó llamar" se encogió de hombros. "Pero sospecho que es porque le pedí ayuda con un trabajo y seguramente ahora tiene tiempo" explicó. Ahí se fue por la cloaca su imagen de 'bad boy'.

[Candy Rossi]

Eso es perfecto, Duncan. Que nadie sepa que se rellena el sostén al máximo hasta que no sea demasiado tarde para rechazarla.
"Oh" perdónala si sonó desilusionada, pero es que se estaba encariñando a la idea de Duncan todo badass. Igual eso no le quitaba lo lindo. "¿No eres de meterte en problemas, entonces?" preguntó.

[Duncan Strachan]

Si notó la decepción, no procesó que tenía que ver con él, o con que acababa de declararse un nerd que se reúne con los profesores en sus ratos libres para hablar de proyectos escolares.
"No es lo que dije" contestó con una sonrisa torcida. "No soy de buscar los problemas, lo que sucede es que a veces los problemas me encuentran" opinó. O viven en la casa de al lado, cosas así. "Pero trato de esquivarlos".

[Candy Rossi]

"Ah" comentó, porque ahora va a asumir que ese es el método Ravenclaw del badass, imanes de problemas.
"¿Qué tal todo con tu novia?" preguntó como si consultara el clima. Es que Candy no tiene verguenza. La tenía, pero la perdió el día que se dio cuenta que iba a tener que amamantar a una muñeca si se ponía a esperar que le cayeran los pretendientes.

[Duncan Strachan]

Una disculpa, compañeros de Ravenclaw, estoy seguro de que varios de ustedes hacen un muy buen trabajo como badasses buscaconflictos.
-¿Huh?-. Frunció el ceño. ¿Cuál novia? -Merlín me libre-. ¿No le acababa de decir que él no busca problemas? "Creo que me confundiste con alguien" -masoquista- "más" declaró. Ni le pasa por la mente que le están tratando de sacar información sobre su disponibilidad.

[Candy Rossi]

¡Pero una novia no es un problema! Y menos si es una novia como Candy, que como no tiene pechos, más que novia es un amigo. Pensalo, Duncan, hay algo positivo en lo que acabo de decir, me parece.
-¡No tienee!- festejó con una sonrisa. "Quizás vi a otro Ravenclaw de espaldas y asumí que eras tú" inventó, todavía festejando. Se llevó una mano al cuello de la camisa, pensando en cómo hacer que todos los botones se le abrieran a la vez.

[Duncan Strachan]

Pasé un rato tratando de identificar qué parte de ese párrafo se supone que tenía que venderme la idea de conseguir novia. Sin éxito.
-¿Qué?-. Soltó una risa, porque aquello no había tenido sentido. Como era su turno de hablar, pensó en una respuesta lógica para continuar la conversación. "¿Tú tienes novio?". A las niñas les gustaba hablar de esas cosas, ¿no? Sin ganas de ofender por generalización.