Una de terror

[Mason Storstrand]

Caminaba apresurado, muy consciente de que no tenía que mirar hacia atrás, porque los que hacen eso generalmente se tropiezan y caen. Y cuando caen, los atrapan. No podía darse el lujo, así que después de subir unas escaleras decidió caminar hasta que se olvidara de lo que estaba escapando.
Momentos atrás, una chica se le había sentado al lado en uno de los patios. Habían estado conversando animadamente, y quizás él se había estado imaginando cosas, pero la chica cada vez se le acercaba más, y más, sin quitarle los ojos de encima. Hasta que ella le hizo una pregunta fatídica, que arruinó todo posible momento futuro imaginario: '¿puedo trenzarte el cabello?'.
Quizás todavía tenía la expresión horrorizada, pero no iba a detenerse, por si la chica estaba siguiéndolo. Claro que no, la muchacha había continuado por otro rumbo.

[Mason Storstrand]

Phew, ¡menos mal! Porque lo que le faltaba era que por andar preocupado por lo que (él imaginaba que) lo perseguía, una nueva amenaza apareciera por el frente. Por un lado le hizo bien golpearse contra Matt, porque eso significaba que por un momento se olvidó de la chica que solamente lo vio como material trenzable y se preocupó por estar golpeando gente por el castillo.
"Uh, ¡perdona!" exclamó, extendiendo los brazos hacia ella para tomarla por los hombros. No sé para qué, pero era un reflejo. Quizás en el futuro lo cambie por cubrirse la ingle con ambas manos o cruzar los brazos sobre la cara, pero por ahora tiene ese en caso de choque.

[Mason Storstrand]

La confusión le duró poco, al igual que el discurso que pensaba darle para que ella supiera que de ninguna forma había querido llevársela puesta a propósito y que lamentaba sinceramente lo ocurrido. No, lo que estaba pasando tenía sentido. Seguramente Matt detestaba tanto como él que le insinuaran que llevar el cabello largo implicaba que dejaría que se lo llenen de trenzas.
La siguió, sin hablar para no distraerla ni atraer más atención a ellos, hasta donde fuera que se dirigían. Con la mano libre se tocó el cabello. Quizás sí tendría que cortárselo para evitar cosas así.

[Mason Storstrand]

Abrió la boca y la cerró porque temió que se le podría escapar una risa. No porque le pareciera gracioso lo que Matt acababa de decir, sino porque estaba tan nervioso y consciente de lo ridículo de la situación que era mejor seguir la corriente. Y no preguntar '¿ahora o desde que entramos a Hogwarts?'.
"OK" respondió brevemente, porque más palabras significaban más chances de que pudiera reírse y quedar mal. Tomó aire para enseriarse, porque ahora era todo muy gracioso, pero cuando tuvieran el cabello trenzado Matt sería la que menos verguenza pasaría, seguro.

[Mason Storstrand]

Miró alrededor, aunque desde donde él estaba (con la cabeza en alto, a falta de capucha sobre su cabeza) era bastante obvio que el baño estaba desierto, a menos que alguien estuviera haciendo matemáticas avanzadas (es decir, del número dos) en los cubículos a medio cerrar. Con los niños nunca se sabe.
"No, creo que no hay nadie" se acercó a los cubículos para asegurarse, pero no hacía falta. A menos que se acercara dando brazadas y patadas, por si algún vivo con capa de invisibilidad y sexualidad dudosa estaba a la espera.

[Mason Storstrand]

Se detuvo cerca de un cubículo, el más cercano a los urinales, mirando a Matt. Su sentido del olfato le recordó que quizás sería mejor si se quedaba parado en otro lugar, así que eso hizo, acercándose más a los lavamanos.
"¿De qué hablas?" preguntó sin dar muchas vueltas, mirándose en el espejo. Durante un segundo se preguntó si quizás las trenzas le fueran a quedar bien, pero volvió a la realidad enseguida, volviendo a ver a Matt.

[Mason Storstrand]

Uno pensaría que con una pregunta como esas respondería rápido, porque ya sabía la respuesta y no tenía necesidad de detenerse a pensar y hacer memoria, pero no era el caso con él. Las preguntas raras lo descolocaban un poco, y ese día ya había escuchado dos (tres, si contamos una en clase).
"¿No?" sugirió, porque claro que no había entrado a un baño de mujeres, pero si ella lo preguntaba quizás era por algo que estaba a punto de descubrir. Como que en realidad no existen, porque las mujeres no van al baño.

[Mason Storstrand]

Se llevó una mano al cabello, echándoselo hacia atrás con el disimulo de un hombre obeso robándose una freidora del McDonald's.
"Oye, ¡no sé!" reclamó, cruzándose de brazos. "¿Me pones nervioso?" ofreció de respuesta con la duda y todo, porque pensó que sería gracioso. Podrías avisarle que a veces es mejor quedarse callado.

[Mason Storstrand]

Perdoná, me dieron una Cindor vencida porque no tenían monedas para el cambio.
Aflojó los brazos, para terminar descruzándolos con cara de preocupación. Por ahí Matt tenía un problema en serio y él con sus intentos de ser gracioso. "¿Te peleaste con alguien?" preguntó, bajando la voz.

[Mason Storstrand]

"¿No?" respondió, inseguro. ¡Es que Matt hacía preguntas (o las devolvía, mejor dicho) que él no se esperaba! O le respondía rápido y con inseguridad, o tenías que darle veinte minutos para preparar una respuesta formal.
"¿Qué tiene que ver con el baño de mujeres?" aprovechó para devolver toda la atención al enigma en cuestión, que poco tenía que ver con las peleas que Mason no tenía (porque nadie le daba tanta bola).

[Mason Storstrand]

-¿Los baños de niñas son una mugre?- eso fue lo que más le preocupó de todo lo que Matt decía. ¿No era que las niñas eran mil veces más limpias que los varones, y que sus baños olían a flores porque ellas no iban al baño más que a cepillarse el cabello y empolvarse la nariz?
"¿Esto" miró alrededor "es menos mugriento que el baño de chicas?" preguntó alzando una ceja. Definitivamente él estaba interesado en descubrir ese misterio que preocuparse por el chusmerío y la femeneidad cursi que Matt parecía detestar.

[Mason Storstrand]

Si Matt estaba prestándole atención a la cara de Mason mientras ella hablaba seguro notó la forma en la que iba palideciendo. Más que asco sentía incomodidad, como si acabara de entrar en el cuarto de sus padres mientras tenían relaciones y la puerta se acabara de trabar y tuviera que verlos vestirse con verguenza.
Mason no estaba muy familiarizado con la idea del tampón (le sonaba como a tapón, y aparte le parecía raro que una chica fuera a meterse cosas y que eso no implicara disfrute), y probablemente no quiera estarlo después de esto. Miró a Mathilda, haciendo un esfuerzo muy grande para no arrugar la nariz, la boca, el entrecejo, todo.

[Mason Storstrand]

Tensó los músculos cuando Matt le apoyó una mano en el hombro, todavía afectado por las palabras de ella.
"Pero las chicas" tragó saliva "se supone que ocultan esas cosas, ¿no?" así como ellos también hacían menos públicas algunos aspectos influyentes luego de la pubertad, o al menos los más decentes hacían el esfuerzo de intentar. Si la idea de jugar para el otro equipo no le fuera tan desagradable, yo diría que Matt tiene un buen emblema para tratar de convertir chicos.

[Mason Storstrand]

Estaba entre confundido y asqueado. Abrió la boca, listo para preguntar y tratar de salvar lo que quedaba de su esperanza en la humanidad, pero la cerró. Porque a veces es mejor no preguntar.
Se pasó las manos por el cabello, tirándoselo algo hacia atrás, tratando de pensar en otra cosa. Porque él asumía que Matt cambiaría de tema, en vez de sacar un tampón usado del bolsillo, por ejemplo. No quiero darle ideas por equivocación.

[Mason Storstrand]

Mason prefería que hablaran de descuartizar palomas, la verdad. No se pensaba casar con una dentro de veinte años, a menos que algo muy malo ocurra en su vida y me obligue a enfrentar la realidad de un personaje zoofílico.
"Lamentablemente" dijo ladeando la boca. "Pero no quiero hablar de palomas descuartizadas, tampoco" se acordó de avisarle, alzando las cejas con una sonrisa. Por las dudas.