Just a bite

[Dion Thornhill]

"Um" dijo, retrayendo las manos para tantearse los bolsillos del disfraz para buscar su varita. "Uso uno que es aire de ambiente" respondió, asumiendo que no sería un problema que el aire no fuera caliente. Nunca había perfeccionado ese hechizo, solamente lo usaba para sacarse el cabello más rápido en invierno. Sacó la varita del bolsillo. "¿Quieres que lo intente?" ofreció.

[Joss Brackenbury]

De hecho, sonaba mejor que el aire no estuviera caliente. Joss no era precisamente vanidosa, pero estaba bastante conforme con su cara y no le entusiasmaba la idea de salir quemada además de ciega por un breve momento de total estupidez. "Sí, por favor" accedió. Todo lo que quería era poder abrir los ojos lo suficiente como para llegar al baño.

[Dion Thornhill]

"Okay" dijo, nervioso. Agarró la varita con un poco más de fuerza de lo usual: esto definitivamente era más importante que secarse el cabello antes de acostarse en invierno.
Movió la muñeca para que salga una pequeña ráfaga de viento sin apuntar al rostro de Joss, probando en su mano primero, antes de hacerlo en el rostro de ella. "No abras los ojos, por favor" pidió, innecesariamente.

[Joss Brackenbury]

-No lo haré- confirmó en su cabeza nada más, porque probablemente tampoco debería abrir la boca. Su idiota primer instinto quiso hacerla acercarle la mano, como para incitarlo a tomársela y reconfortarla mientras recibía el aire en la cara. Pero Joss lo pisoteó recordándole que ya había hecho suficientes cosas humillantes en las últimas horas, así que cerró la mano en un puño, y tú no te mueves.

[Dion Thornhill]

Habría que explicar delante de un tribunal que había hecho Joss de humillante, porque no estaría cuadrando con la evidencia. Iba a encontrar mucha resistencia del público en general, me parece.
Apuntó la varita hacia el rostro de Joss, empezando por su ojo derecho y moviendo la mano suavemente en círculos para remover el glitter de sus párpados y pestañas. Dion exhaló, tenso, pasando al otro ojo para remover un poco más. "Ya casi". No estaba quitando todo, asumo, pero al menos a él le parecía que estaba haciendo una gran diferencia.

[Joss Brackenbury]

En este mundo todo es cuestión de perspectiva. Probablemente la forma en la que Joss percibe las cosas está distorsionada hacia lo negativo, pero no creo que por eso sea menos válida. Para ella, haber mostrado vulnerabilidad era humillante, particularmente porque desde su punto de vista torcido, Dion no había correspondido adecuadamente. Si él sentía que ella se había cerrado, estaba 100% en lo correcto; era la reacción más lógica... Había abierto la puerta más de lo que la hacía sentir cómoda y, en cuanto se sintió avergonzada, la cerró de un portazo en su cara.
No contestó y trató de no mover la cabeza, pero lo había escuchado y lo estaba dejando trabajar con paciencia. Lo que estaba logrando sería más que suficiente para que ella pudiera abrir los ojos sin miedo.

[Dion Thornhill]

Cuando sintió que el aire de su varita ya no estaba removiendo más glitter dejó de apuntar hacia Joss y terminó el encantamiento con un movimiento de la muñeca. La observó, primero para asegurarse de que no tuviera pedacitos de brillantes donde pudieran caer en sus ojos, y segundo porque era hermosa.
Sabía que lo primordial era asegurar su bienestar, así que empujó los otros pensamientos a un lado. "¿Quieres intentar abrir los ojos con la cabeza gacha, primero?" propuso.

[Joss Brackenbury]

Se puso inevitablemente nerviosa cuando pudo notar la mirada de Dion en su rostro, aunque era obvio que tenía que mirarla para evaluar la situación, no significaba nada más. Sintió alivio cuando pudo esconder la cara con el pretexto de agachar la cabeza por precaución. Intentó abrir primero el ojo derecho. Todo se veía borroso, sin embargo tenía más que ver con que había cerrado los ojos con fuerza durante varios minutos que con el glitter. Un poco más confiada, trató de abrir el izquierdo. Todo normal. Parpadeo varias veces, tratando de enfocar.

[Dion Thornhill]

Dobló las rodillas y se agachó como queriendo ver cómo estaba el rostro de Joss mientras intentaba abrir los ojos. ¿Debería haber bajado con ella a la enfermería? No estaba seguro de qué hubiera sido la respuesta ideal a esa situación.
"¿Ves bien?" preguntó, preocupado. Miró alrededor, cerca de donde había tirado la bolsa de golosinas había una manta. Hizo un accio para acercarla a ellos.

[Joss Brackenbury]

Parpadear la ayudó a aclarar su visión, pero no había esperado ver a Dion tan cerca, así que se hizo instintivamente para atrás, un par de pasos. "Sí, veo bien" contestó. Bajó la mirada a sus manos, peligrosas y completamente inútiles por estar cubiertas de glitter. "Gracias" añadió, de corazón. Seguía siendo cierto que ahora había una especie de película transparente entre ellos que ella había instalado cuidadosamente, pero eso no le impedía sentir gratitud por la ayuda recibida.

[Dion Thornhill]

"Qué alivio" exhaló, dejando que parte de su preocupación se esfumara en el aire. Sintió ahora que llevaba un rato con el pulso acelerado.
Agarró la manta y se la ofreció a Joss. "Por si... ¿las manos?" explicó a medias. Y que el glitter fuera problema de los elfos y de quien sea que había inventado el juego ((oh no)).

[Joss Brackenbury]

Pasó la vista a la manta, pero no hizo nada por agarrarla. Apreciaba la intención, mas sentía que no era necesario llenarla de glitter porque confiaba en no ser tan descuidada como para repetir el error anterior, particularmente ahora que ya estaba dentro de la sala común y sólo necesitaba dirigirse a su dormitorio para tener acceso a una regadera que se desharía del problema. Para su mala suerte, únicamente de ese.
"Está bien, sólo tengo que llegar al baño sin volver a fallar como persona pensante" murmuró.

[Dion Thornhill]

Dion sintió una gran incomodidad cuando escuchó a Joss, aunque ella estuviera bromeando (desconocía si era así), con que se juzgara con tanta severidad. Le dolió más que si se lo hubiera dicho a él. No supo qué podía decir para contrarrestarlo, así que hizo un bollo con la manta y la mantuvo entre sus brazos.
"Avísame si necesitas algo" ofreció, inútilmente. "Estaré aquí un rato más" señaló los sillones de la sala con un movimiento de la cabeza. Se sentiría más tranquilo si veía a alguien del año de Joss regresar, por si ella necesitaba asistencia. Apretó la manta con las manos.

[Joss Brackenbury]

Lástima que no le sirva de consuelo a Dion, pero Joss no se sentía mal por sus palabras contra sí misma. Estaba señalando un hecho, no emitiendo un juicio, así que lo tomaba como tal: cold fact. Como decir que el cielo era azul o que esa noche no había transcurrido de una forma que la haría querer recordarla.

Miró a Dion unos segundos, con la frase 'no es necesario que hagas eso' en la punta de la lengua, pero cambió de idea cuando se le ocurrió que quizá que él se quedara ahí no tenía nada que ver con ella y sería medio desubicado asumir que sí. Por eso sólo respondió: "De acuerdo, gracias" antes de comenzar a caminar rumbo a su dormitorio.
No sé cuánto esté dispuesto Dion a estar ahí, pero Joss iba a llegar al baño y meterse en la regadera para deshacerse de cada partícula de glitter que le quedara encima. Iba a comenzar a ponerse la pijama, luego a arrepentirse y ponerse algo más adecuado para regresar a la parte común de la sala común a cerciorarse de... algo. Sin la gorra y con el cabello húmedo. Si no veía a Dion, no se iba a sorprender, así que todo bien con lo que decida. Yo me iría a dormir, sinceramente.

[Dion Thornhill]

Dion debe ser de esos que creen en alternative facts, entonces, porque lucharía por defender que las acciones de Joss eran más bien naturaleza humana e impulso que 'fallar como persona pensante'. Pero sí se va a vacunar, al menos.

Él se había quedado en la sala común. Cuando ya no la veía y no escuchó más los pasos de Joss se acercó al sillón donde había dejado las golosinas. Dobló la manta, la dejó en el respaldo, y tomó asiento. Aprovechando que no había nadie más en la sala agarró un almohadón para soltar un 'Fuck!' contra su boca, y luego lo dejó a un costado, pasándose las manos por el cabello y desordenando lo que la poción había logrado mantener todo ese rato. De vez en cuando miraba sobre su hombro para ver si entraba alguien a la sala, pero solamente vio un grupo de tres niños de segundo entrar para meterse en sus habitaciones. Dion aprovechó para separar las golosinas en dos pilas: los chocolates por un lado, todo el resto por el otro. Entraron un grupo de dos niñas y un niño de cuarto año a la sala, se quedaron conversando frente a una ventana antes de separarse para ir a sus habitaciones. Dion guardó los chocolates en la bolsa.