Un largo velo rojo

[Cecile Greengrass]

Cecile se fue a la mesa de las bebidas y se sirvió otro Snapdragon. No es que se tomó su tiempo pero no fue con prisas. Pasó también por la mesa de dulces y tomó una paleta ácida. Paseó un poco la mirada mientras caminaba de vuelta a Irene. ¿Había alguien con una sábana en la cabeza? Estaba con Zelda, así que debía ser de su año. Pobre de su prima, juntándose con raros.

"Volví" dijo con una sonrisa, repentinamente de buen humor. Ya mañana se preocuparía si le salían granos por toda el azúcar que estaba consumiendo, hoy no haría reparos.

[Irene Spurway]

En lo que la Slytherin tardo en ir y regresar, ella logró retirar cinco horquillas más y con eso, consiguió que el velo se aflojara más. A lo lejos logró ver a Barbara Maitland y le dio mucha lástima no poder ir hasta ella y preguntarle por su esposo Adam. Ah, no, que solo eran disfraces, se estaba metiendo mucho en el papel.

Tenía gran parte del velo enrollado en un brazo, mientras desenredaba uno de los últimos ganchitos de su pelo para cuando volvió a ver a Cecile. "Hola, de nuevo" y le devolvió la sonrisa, "Solo faltan dos, es que use mucho fijador" explicó, para darle a entender por qué tardaba tanto. De haber tenido una poción desenredante la situación habría sido otra.

[Cecile Greengrass]

Ahora que Irene se quitaría el velo, no veía muy útil su participación. El hechizo de encoger lo aprendieron cuándo, ¿Tercer curso? Estaba segura que Irene lo podía manejar, pero sintió que era grosero decirle eso así que solo le sonrió y siguió con su paleta, sosteniendo la bebida en la otra mano.

"¿Cuánto tardaste en arreglarte?" Preguntó por curiosidad. A ella le había tomado como dos horas y media, entre el maquillaje y el pelo.

[Irene Spurway]

Aunque fuese capaz de hacer el hechizo por cuenta propia, prefería que Cecile no retirara su ofrecimiento, porque ella temía hacerlo mal y dañar el velo. O sea, ella había dejado encantamientos después de obtener un Aceptable en su T.I.M.O, eso decía bastante de su relación con los encantamientos.

Encontró una horquilla y forcejeó un poco para sacarla con el menor dolor posible, "Vestirme y maquillarme me llevo como una hora" ella pensaba que había sido lo más sencillo, el vestido lo había modificado con antelación y el maquillaje era bastante sencillo de imitar, "Pero peinarme... Creo que casi me tomó más de dos horas. Tuve que oscurecer mi cabello y usar tanta poción fijadora para que quedara así" señaló el moño que parecía un copete de plumas "Y luego, no lograba que el velo quedara en la posición adecuada" suspiró "no debí emocionarme tanto con lo largo" se lamentó, por fin logrando sacar el último ganchito. Ah, estaba hecho, tres horas de preparación estaban allí.

[Cecile Greengrass]

Snapdragon mezclado con paletas ácidas era una combinación un poco extraña y no estaba segura de que le gustara. Tenía que decidir dejar una así que se acercó a la mesa donde Irene estaba poniendo los ganchitos y dejó la copa encima, quedándose con la paleta. Se había perdido de la primera parte de lo que dijo, pero escuchó la parte del pelo y alzó las cejas. Ni se había dado cuenta que ese no era su color natural.

Cecile le sonrió con la paleta dentro de la boca, y la sacó para poder hablar. "Si hubiese algún concurso de disfraces seguro ganarías por todo el esfuerzo que pusiste" dijo, mintiendo porque si había un concurso de disfraces ella debía ganar. Las cadenas que cargaba eran de plata de verdad.

[Irene Spurway]

((bicha))

Sintió que sus mejillas se sonrojaban nuevamente y le dieron ganas de beber algo para disminuir el calor de su cara, pero eso significaba moverse y perder la posibilidad de recibir más halagos ayuda de parte de la Premio Anual y eso era algo que no podía permitirse.

Aunque su ego estaba disfrutando bastante ese momento, Irene sabía que no podía quedarse con todo para ella. "Gracias" respondió, con una sonrisa "Seguro hay disfraces con igual o más esfuerzo. El tuyo, por ejemplo, también es muy detallado serías una contrincante poderosa" y difícil de vencer, porque hasta ella le votaría solo por lo genial que se veía. Y ahora, le daba un poco de pena pasarle el velo para que lo encogiera porque la veía ocupada con la paleta, así que titubeo un poco mientras desenrollaba la tela de su brazo y la organizaba para que fuera más fácil de encantar.

[Cecile Greengrass]

Sonrió complacida de recibir un alago de vuelta, justo lo que se merecía. Ahora podría ser un buen momento para hablar de los disfracez lamentables que podrían tener una categoría propia, pero ya no podía andar por ahí criticando a los demás, un Premio Anual no era así. Hacer esa gracia se le acabó cuando se volvió Prefecto.

"Eres muy amable" dijo, porque sonaba apropiado. Vio con alivio que al fin se había quitado el velo, después de un siglo y medio. Miró el velo y luego la miró a ella. No podía echarse para atrás, ya lo sabía. "¿Quieres que lo encoja yo?" preguntó finalmente. Sabía que tenía que estar concentrada así que se sacó la paleta de la boca y buscó con la mirada un sitio para apoyarla, al final se acercó a la mesa y vertió el Snapdragon que había dejado en otra copa vacía y metió la paleta boca abajo dentro en su copa original.

[Irene Spurway]

Con las palabras correctas, Irene podía comenzar a hablar de los disfraces y Cecile dar su humilde opinión al respecto. Desde su punto de vista, solo expresaría una opinión muy personal respecto a la elección de vestuario y colores de sus compañeros, y con los términos correctos podían tomarlo como críticas constructivas.

Le hacía muy feliz que no hubiese retirado su palabra de ayuda, así que le sonrió y asintió efusivamente "Por favor" dijo, el velo estaba más ordenado entre sus brazos y se animo a acercarlo un poco en dirección a la muchacha, "¿Lo coloco sobre la mesa?" preguntó, mientras la veía colocar la paleta en la copa.

[Cecile Greengrass]

Palabras correctas, sonaba como mucho trabajo mental para no decir lo que realmente pensaba y aunque se le diera bien, no le gustaba mentir mucho. Era mejor sonreír y asentir, menos probabilidades de decir algo políticamente incorrecto.

Sentía que era capaz de encoger el velo sobre las manos de Irene sin problema, pero los snapdragon empezaron a afectarle a vejiga y quizá tener una superficie plana le ayudaría. No quería acabar encogiéndole un dedo, significaría tener que ir a la enfermería con ella y se le acabaría la fiesta, además del bochorno: la Premio Anual que no supo ni siquiera hacer un hechizo de encorger.

"Sí, mejor" dijo, empezando a apartar algunas copas para darle espacio al velo.

[Irene Spurway]

Tsk, qué floja es Cecile para hablar de la ropa de los demás.

¿Cómo qué encogerle un dedo? La ignorancia es una bendición, si de alguna manera ella pudiera saber eso, saldría corriendo de allí. ¿Cómo iba a vivir con la posibilidad de tener un dedo más pequeño de lo que la naturaleza le había otorgado? No, no, era demasiado vanidosa para eso.

En cuanto hubo espacio suficiente, colocó el velo sobre la mesa, el cual tenía doblado por la mitad y así evitaba que se arrastrara por el piso. También, aprovecho para recoger los ganchitos y guardarlos en el bolsillo de su vestido. Luego se alejo un poquito y espero que la Slytherin hiciera su magia. Jaja, literal.

[Cecile Greengrass]

Respiró hondo. Ella sabía hacer este hechizo bien y saca buenas notas en Encantamientos así que no estaba realmente preocupada, el tema es que tenía pocas ganas. No obstante, se forzó a concentrarse y se sacó la varita de un compartimento que tenía en el zapato, porque porqué no, si lo había mandado a hacer. Apuntó al velo, pensando qué tanto quería encogerlo. Supuso que lo suficiente para que no arrastrara, pero si se pasaba, sabía que lo podría revertir.

"Reducio" pronunció. El velo se encogió aunque como estaba doblado por la mitad era difícil saber si se había quedado corta. "¿Así o más?" Preguntó.

[Irene Spurway]

Contuvo la respiración con las manos apretadas a la altura de su pecho, tenía plena confianza en las habilidades mágicas de Cecile pero no podía evitar sentirse un poquito nerviosa por el futuro de su precioso velo. Estuvo muy atenta a como se hacía menos largo y se sintió maravillada por el encantamiento, por unos segundos deseo haber prestado más atención en las clases de quinto año y poder hacer esos hechizos por su cuenta.

"Es fantástico" dijo, aún pensando en el efecto del hechizo y no tanto en el resultado sobre el velo, dos segundos después comenzó a sonreír "Creo que está perfecto. Eres magnifica, ¡Muchas gracias!" no pudo contenerse más y acercó sus manos a la tela, a simple vista le parecía unos 30 cm más corto lo cual era suficiente para que no se lo volvieran a pisar.

[Cecile Greengrass]

Si iba a recibir semejantes agradecimientos quizá debía hacer más favores. Le sonrió y buscó su paleta en la copa, para llevársela a la boca, al mismo tiempo que se inclinaba para guardar la varita del bolsillo en su bota.

"No hay problema" dijo, incorporándose. En eso, una canción que le gustaba empezó a sonar. Ella no tenía un grupo de amigos como Irene con quién bailar y aunque sabía que podía meterse en uno sin problemas, pensó que ya que le había hecho un favor a Irene, ella le debía al menos una canción.

"¿Quieres bailar está?" Preguntó, apuntando al techo con el dedo, como si la música estuviera allí arriba.

[Irene Spurway]

Saco unas seis horquillas de su bolsillo y una vez acomodó el velo en su peinado lo fue ajustando con ellas, esa vez le iba a quedar menos elaborado, pero ahora que no había amenaza de pisotones no necesitaba tanta seguridad.

Sintió que su corazón se detenía por unos milisegundos (porque de lo contrarío se moría) tras escuchar las palabras de la muchacha, ¿acaso podía decirle que no? no solo le debía un favor, si no que le había parecido tan encantadora que no creía posible negarse. "¡Claro!" respondió, terminando de acomodar un último ganchito "¿Quieres ir con mis amigas o...?" ofreció porque capaz no estaba muy cómoda rodeada de Gryffindors y Hufflepuffs, que eran las casas de la mayoría de sus amiguis.

[Cecile Greengrass]

Cecile miró al grupo de Irene que parecían estar pasándoselo bien. No tenía nada en contra de ninguno de ellos, los conocía y eso, pero había algo poco especial en bailar en grupo que ella no sabía explicarlo bien. Además, las dos iban de rojo, así que era como si combinaran. Una iba mejor que la otra pero mejor no ahondar en eso.

"Quizá luego" dijo, porque no quería descartar la idea si se cansaba de bailar en pareja. Le tomó la mano a Irene y con la paleta en la boca se fue a la pista de baile, moviendo los hombros al compás de la música, que digamos que era la versión mágica de esta, para tener una idea.

Cecile no era ninguna bailarina y la habían criado para estar siempre recta y moverse gracilmente, por lo que, cuando empezó a bailar, una vez había soltado la mano de Irene, solo movía un poco las manos y los hombros, dando como saltitos, apenas moviendo los pies.