((Gracias, Gen. Nada como una foto con pose incluida para imaginármelo a Eren haciendo un pozo y enterrándose ahí hasta el final de sus 30 XD))
A
Eren lo había shockeado recibir la lechuza. No porque no haya tirado una piedra a la fuente (que lo había hecho), sino porque no creía posible que hubiese alguien con ganas de encontrárselo a él en todo el colegio. Tirar la piedra había sido un acto de los más impulsivos que había hecho durante ese año. Y por más que le pesara, en su casa le habían enseñado bien: no dejaría plantada a la otra persona, quien quiera que fuese.
Luego de, obviamente, saltarse el desayuno (por los nervios que le retorcían el estómago), tuvo que enfrentar la situación. Se vistió con un jean y un sweater limpios de su baúl y se dirigió al lugar de la cita.
Cuando estaba ya cerca del patio que indicaba el mensaje, aminoró la marcha. No le gustaba llegar tarde, pero delante suyo caminaba alguien conocido. Y él no quería que le hiciera preguntas sobre lo que estaba haciendo. Los nervios de Eren iban en aumento con cada giro que daba la persona de adelante. ¿Por qué justo tenía que ir en aquella dirección?
-¿Eh..?- El cerebro de Eren quedó en blanco cuando vio a Genevieve entrar al patio que mencionaba el papel que llevaba en la mano. -Debe haber más gente ahí- pensó, desconcertado. En los pocos segundos que tardó en llegar al borde del patio, su mente le dio mil y un razones por las cuales descartaba completamente que ella estuviese allí porque quería tener una cita con él. Estuvo a punto de hacerse notar, cuando otro pensamiento cruzó mente: ella pensaría que ÉL era el que quería una cita con ella. Y el no quería, ¿no? Al menos no una de esas citas románticas, ¿no es cierto?
Cuando finalmente se armó de valor, entró también al patio. Sí, estaba rojo de vergüenza, gracias por preguntar.
"Hola, Gen... Eh... No... Yo no..." tartamudeó. -Me quiero morir-.