Con unas pocas monedas

[Damien Scourfield]

Tomó asiento en una de las bancas del patio y dejó el bolso a su lado, mientras comenzaba a sacar monedas de éste para apilarlas ordenadamente según el tipo. No tenía ni un solo galeón, pero había un monton de sickles y knuts que le quedaban por organizar. Habría una visita a Hogsmeade dentro de unos días, y realmente quería ir... pero con dinero.
Obviamente no era necesario tener dinero para vistar Hogsmeade, pero era terriblemente deprimente estar ahí entre tantos negocios sin poder comprar nada, viendo a los demás llenarse la boca de cerveza de manteca y dulces de Honeydukes. Para eso se quedaba en el castillo, comiendo lo que fuera que apareciera sobre las mesas del Gran Salón, disfrutando la ilusión de la inexistencia de clases sociales que a veces uno podía creerse. En su caso, pedirle dinero a sus padres sería casi que ofensivo para ellos, porque Damien sabía que no les sobraba el dinero: ni el mágico ni el muggle.
Tenía un montoncito desorganizado, y tomaba monedas que apilaba hasta llegar a cinco. Así iba formando sus pilares, para contar si tendría lo suficiente como para animarse a pasar un día en el pueblo mágico.

[Nyx Leather]

Nyx se sentó en el mismo banco (supongo que está del otro lado de las monedas...) con la respiración un poco agitada y el cabello quizá más revuelto de lo usual. Llegó tan rápido y se acomodó tan pronto, que cualquiera hubiera jurado que había estado ahí todo el tiempo. Esa era la idea.

"Sí... pregun..tan", dijo, con la voz entrecortada al principio, "yo he estado aquí todo el tiempo."

Por fin habia usado ese tenedor encantado, y si todo iba bien, los platos rotos los pagaría una niña de segundo que había cometido el error de confiar en ella.

Luego, sonrió como saludo. Hasta parecía inocente con esa sonrisa, y no lo estaba haciendo a propósito.

[Damien Scourfield]

Alzó la vista de sus torrecitas de monedas para ver a su compañera que acababa de llegar. La miró, confundido, por si había estado tan ensimismado con lo del dinero que no había notado a Nyx hacía varios minutos.
"Vale" accedió, alzando una ceja. "¿Puedo mirar sobre mi hombro o voy a ver a una muchedumbre con palos, antorchas y rastrillos buscándote?" preguntó, tensándose en el lugar con una sonrisa de lado.

[Nyx Leather]

Nyx mostró una amplia sonrisa. ¿Muchedumbre enardecida? No, era algo mucho peor:

"Un par de chicas de quinto, nada más."

Pero no entró en detalles. Acababa de tomar una poseción valiosa para alguién pero no quería explicarlo.

El diario personal de una de sus compañeras (o de una chica de tercero) podía tener valiosa información, pero el de alguien de quinto podría tener muy poca; la gente iba aprendiendo a ocultar mejor sus secretos con el tiempo. Pero, si había algo para publicar en su revista, o para armar una broma decente, perdería su valor si ella andaba divulgándolo.

[Damien Scourfield]

Damien se imaginaba que Nyx estaría escapando quizás del celador, o de alguno de los prefectos, porque siempre le parecía que la Hufflepuff estaba al borde de meterse en problemas, pero nunca llegaba a ser súper castigada. Quizás guardaba dentro de su cabello una botellita de Felix Felicis.
"...¿Son lindas?" preguntó antes de mirar por encima del hombro brevemente, con una sonrisa que pretendía ser súper inocente. Es que las chicas de quinto eran guapas, Nyx, perdona que tuvo ese momento de debilidad.

[Nyx Leather]

"Supongo", comentó, Nyx, sin demasiado interés. Porque ella perdonaba su momento de debilidad, pero no le interesaba quien era linda (ni siquiera le interesaba mucho cuales muchachos eran atractivos), sino quien era divertido.

"¿Por qué? ¿Estás considerando delatarme para quedar bien? ¿Acaso no soy linda también?", y bueno, Nyx no es Lux, se le nota en el pelo y cuando intenta ser coqueta.

[Damien Scourfield]

Dejó de mirar sobre su hombro por si veía alguna chica de quinto año que estuviese súper guapa caminando hacia ellos con aire sensual pero angelical.
"No sé si ofenderme más de que me trates de traidor" comenzó con un muy fingido tono herido mientras dejaba de mirarla, se llevaba una mano al pecho, y fijaba la mirada en una de las lejanas torres "o que tengas que hacer una pregunta tan pero tan obvia. No sé, no sé de qué ofenderme primero" cambió de idea, aparentemente, primero era de qué se ofendía más y ahora de qué se ofendía primero... Veleidoso.

[Nyx Leather]

"Uhm... no quiero ser quisquillosa, pero no has respondido mi pregunta", dijo ella, ahora sí completamente en su estado natural de tomarle el pelo a quien sea que tuviera enfrente, Damien, por ahora.

Las 'semiveelas' que él esperaba ver y ella intentaba evitar, no llegaban. Por lo visto ya se había librado del problema.

"¿Qué hacías, por cierto?", ahora estaba más tranquila.

[Damien Scourfield]

"Si quieres que nos besemos, Nyx, solamente tienes que insinuarlo dos veces" le dijo con una sonrisa, porque ¿eso respondía la pregunta? No, probablemente no.
Señaló con la mano el montoncito de monedas como respuesta, como si fuera muy evidente y todos pensaran como él (y necesitaran hacer montoncitos para contar cosas en vez de hacer como una persona normal y sumar).

[Nyx Leather]

"¡Insinuarlo yo! ¿Y dos veces?", exclamó, haciéndose la indignada. "Eso sí responde mi pregunta. A una chica que encuentran bonita no le piden insinuaciones, suplican por el beso de una vez."

El dinero le llamaba la atención, pero francamente no entendía porque alguien jugaría con él. Porque eso creía que estaba haciendo Damien con esas montañitas: jugando. Empezó a juguetear con uno de los bultitos.

"En lugar de jugar con él, podrías darle un buen uso. En Zoncos. O puedes ajustarme para comprar un pastel en la próxima excursión", dijo, intentando otra vez la coquetería.

[Damien Scourfield]

Rodó los ojos exageradamente de buen humor, porque obviamente no se ofendía con lo que estaba declarando Nyx. Si no fuera porque él se creía que le tocaba que le rogaran a él, seguramente aplicaría lo aprendido recién la próxima vez que se le acerque a alguien.
"Sé que amas las bromas y todo eso" le dijo para empezar "pero honestamente no hay nada más bello que ahorrar durante meses y meses con el solo objetivo de gastar todo" alzó las cejas para el énfasis "en comida para uno mismo".