Gobstones

[Berthold Blevins]

Berthold detestaba esa hora libre, porque nunca le daba tiempo a hacer nada. Era demasiado tiempo como para ponerse a leer una revista, pero muy poco como para dedicarse a adelantar tareas. Nada peor que empezar con un ensayo y tener que dejarlo a medias, porque cuando lo retomaba ya había perdido el hilo de lo que quería decir.
Así que durante esa hora libre había ido al patio para sentarse en una de las bancas y releer una carta que su familia le había enviado esa mañana. No era la actividad más divertida del mundo, pero al menos era algo. No había notado a Leo aún, demasiado ensimismado en ese momento.

[Berthold Blevins]

Miró a su compañera de reojo cuando tomó asiento en la banca, enderezando la espalda.
"Berthold, Leo. Berthold o si es necesario un apodo, Embee" pidió tranquilamente con una sonrisa, pero firme en su reclamo. Embee no era algo que se acababa de inventar, por cierto, eran las iniciales de sus nombres, M.B. "Y hola" agregó, doblando la carta por la mitad y girándose hacia ella para mirarla a la cara.

[Berthold Blevins]

Comenzó a guardar la carta en el bolsillo de la túnica cuando escuchó la pregunta. "..." miró a Leo alzando las cejas, y luego dejó escapar una breve risa. "¡Porque no, Maria Eleonora Callista!" se defendió mientras abría grandes los ojos con una sonrisa, como si no pudiera creer lo insistente que era su compañera. ¿Tan largo era su nombre que requería un apodo? ¡Con lo que a él le gustaba! Aparte había un Bert en Hogwarts, más grande que Berthold y todo, así que menos ganas todavía de tener un apodo repetido. Ya bastante con que le habían puesto el nombre de su papá (Michael), no le hacía gracia no tener nada propio.

[Berthold Blevins]

Sonrió triunfante, enderezando la espalda en el asiento.
"Trato hecho, entonces" declaró asintiendo con la cabeza brevemente antes de bajar la vista y notar la caja sobre las piernas de su compañera. "¿Qué es eso?" preguntó, señalando la caja previamente mencionada con un movimiento del mentón, ligeramente curioso con respecto a sus contenidos.

[Berthold Blevins]

Tomó la caja que Leo le pasaba con ambas manos, teniendo cuidado por si de verdad terminaba siendo un literal tesoro familiar. La apoyó sobre sus propias piernas y, sosteniéndola con una mano, usó la otra para levantar la tapa.
"Oh" exclamó con admiración, mirando a su compañera. "Son de muy buena calidad" comentó, levantando una de las gobstones entre los dedos índice y pulgar para verla a contraluz. Recordaba que su hermano mayor había tenido un set barato que le había regalado hacía como seis años, pero las gobstones eran tan malas que a veces chorreaban líquido sin razón.

[Berthold Blevins]

((Merlín le da varitas a quien no tiene dedos JAJAJAJA, genial))

Devolvió la gobstone a la caja con cuidado, observando a las otras con algo de admiración. Cuando escuchó a su compañera se giró hacia ella, los ojos como platos.
"¿Cómo, no sabes jugar?" le preguntó con incredulidad. Cerró la caja, pasando la palma de la mano sobre la tapa (wow, hasta la caja le parecía de calidad a Berthold) antes de devolvérsela a Leo. ¿Hablaba en serio o estaba jugando con él?

[Berthold Blevins]

((Me hubieras mentido y te hubieras quedado con el crédito, Leo!))

Solamente con la respuesta de su compañera Berthold se había dado cuenta que había ofendido a Leo, mirándola con sorpresa y viendo la caja alejarse de él. Se debatió entre pedir disculpas directamente o hacer algo más sutil para hacerla sentir mejor.
"Supongo que es un juego algo anticuado, me imagino que la mayoría de nuestros compañeros no saben jugar tampoco" comentó, mirando hacia el frente como pretendiendo que era un comentario totalmente normal y verídico.

[Berthold Blevins]

((Siempre puedes decir que cae bajo el ala del fair use... pero si me llaman a testificar, eh, justo ese día tengo un compromiso previo!))

Le pareció que la atmósfera se había relajado un poco, aunque ahora sabía que tenía que cuidarse más con lo que decía para no ofender a Leo... y si iba al caso, a nadie en general.
"Me enseñaron a jugar cuando era pequeño" la miró con una sonrisa de lado, casi disculpándose con la expresión "por lo que, para ser sincero, no recuerdo bien todas las reglas" finalizó, apoyando ambas manos sobre sus propias rodillas.

[Berthold Blevins]

((Si me corto las manos y te acuso, nadie va a creerte... ¿pero luego quién va a tipear mis posts?))

A Berthold siempre le había parecido que los gobstones eran una actividad algo infantil, que tenía más gracia antes de entrar a Hogwarts. Pero ahora que recuerdo,Jessees parte de equipo de gobstones, lo que no hace más que apoyar mi idea de que es una actividad no muy adulta.
"Claro" aceptó con una sonrisa, tomando la caja nuevamente. Se puso de pie, dejando la caja donde había estado sentado, y se puso de cuclillas frente a los gobstones. "¿Has jugado con canicas alguna vez?" preguntó, abriendo la caja.

[Berthold Blevins]

((No te preocupes, te sacamos del país antes del juicio y ya))

Alzó la vista para mirar a Leo, mientras bajaba las gobstones una a una de la caja hasta el piso, entre él mismo y su compañera.
"No hace falta que te estreses, no es difícil, te lo prometo" le aseguró con una breve sonrisa. Una vez que todas las gobstones estuvieron en el piso, Bertholdt tomó la caja y le dió una sacudida violenta en el aire.

[Berthold Blevins]

La caja pareció deshacerse para convertirse en una tabla larga de madera con agujeros mágicos. Berthold colocó la tabla en el piso y observó los agujeros mientras le hablaba a su compañera.
"Hay varios estilos de juego dependiendo en la persona, por lo que estos agujeros" señaló uno con el dedo índice "indican qué estilo fue utilizado la última vez" explicó. Alzó la vista para verla "¿Sí sabes lo que pasa cuando falla tu tiro, verdad?" preguntó.

[Berthold Blevins]

Miró a Leo con una sonrisa cuando ella sonó impresionada por la transformación de la caja. Generalmente le daría igual algo así, pero lo cierto es que se sentía cool ser el responsable de mostrarle cómo se jugaba a los gobstones.
"Pues, cuando fallas tu tiro" levantó una de las canicas, dándosela a Leo para que la sostuviera "sale un líquido podrido en tu dirección, como castigo" finalizó. Quizás por eso poca gente jugaba a los gobstones una vez que entraban al colegio.

[Berthold Blevins]

La miró con sorpresa, porque a él le parecía bastante malo que cuando perdías o hacías un mal tiro te tiraran un líquido horrendo a la cara. Es más, esa era la razón principal por la cuál los pre-púberes dejaban de jugar a los gobstones.
"Pues... si ganas es porque capturaste las gobstones de tu oponente, pero generalmente se devuelven" aclaró, al menos así era como Berthold había jugado durante su infancia. "Así que quizás no ganas nada, supongo" explicó alzando brevemente los hombros.

[Berthold Blevins]

Miró a Leo y luego alejó la vista, alzándola hacia arriba mientras trataba de pensar en cómo responder esas preguntas mientras dejaba escapar un casi inaudible "Mmh...".
"Creo que por eso la gente deja de jugarlo apenas reciben la carta para Hogwarts, es un juego más como... pre-acceso a la magia" explicó, mirando a su compañera sin saber si estaba siendo claro. No quería decir que el juego era aburrido, pero quizás era aburrido para los que habían cumplido los once años ya.

[Berthold Blevins]

Escuchó a Leo atentamente sin quitarle los ojos de encima, mientras con una de las manos iba moviendo las gobstones lentamente, acomodándolas para dejar el tablero libre y poder volver a convertirlo en caja.
"Quizás es decepcionante ahora, pero si lo ves como un rito de pasaje tal vez sea emocionante pensar en pasarle este set a tus futuros sobrinos" trató de animarla, con una breve sonrisa.