Indecisión

[Winston Harrington]

Bueno, por fin le salía un defecto a los Mayhew: Jeremy una vez eligió quedarse en el castillo sin preguntarle a Neve antes. Por algo se empieza.
Se rió fuerte y trató de parar levantando el brazo para taparse la boca, pero la risotada ya se había escapado y no podía disimular lo mucho que había disfrutado la queja de Neve. No podía estar más de acuerdo. "Ya eres abuela, Neve, al menos estás llegando a la vejez con metas cumplidas" quiso animarla, todavía muy sonriente.

[Neve Mayhew]

Jerry podía hacer lo que quisiera, lo único que Neve alegaba era que habría sido considerado de su parte preguntarle por sus planes antes de tomar una decisión. Por cortesía. Y repito, Winston nunca los ha visto pelear; con eso bastaría para que dejara de pensar que son una familia perfecta, o sea, no sólo sus padres eran aparentemente abusivos, sino que ellos dos tienen un talento especial para gritarse y reclamar cosas que ocurrieron más de una década atrás (esta Ravenclaw jamás perdonará a ese Gryffindor por aquella escoba voladora en miniatura rota).
Sopesó las palabras del prefecto un par de segundos, porque acababa de darle otro significado a eso de 'ser abuela'. Antes había sido motivo de orgullo, ahora era ejemplo de su inevitable envejecimiento. Lo miró, seria... o mejor dicho, pensativa. "Siempre pensé que terminaría Hogwarts antes de que mi familia creciera" comentó, en plan decepcionado. -Todo mal, Cam, todo mal-.

[Winston Harrington]

Sonrió mirándola antes de ver hacia el frente tratando de adoptar una expresión más seria y fallando terriblemente. La idea de Neve rindiéndose a una vida de abuela a los dieciséis adoptando un peinado de anciana e insistiéndole a cachorritos a que se abriguen al salir era muy chistosa en su cabeza.
"Es que para eso somos adolescentes, Neve... para adolecer" dijo dramáticamente, sacando esa palabra de un discurso una charla que tuvo una vez con su papá en la que el señor trató de racionalizar y explicar la incipiente torpeza y cambios de estado de ánimo de Winston cuando apenas iba cumpliendo los trece. "En este caso, tu cruz es ser abuela a tan corta edad" asumió.

[Neve Mayhew]

Fue uno de esos momentos: tu amigo comenta algo tan profundo que no sabes si reírte o decir 'oooh' y admirar su sabiduría por siempre; al menos hasta que agregó la última frase, misma que Neve optó por ignorar al abandonar el falso drama y mirar a Winston con las cejas arqueadas. Luego: "¡Harrington!" gritó, perdón si lo sobresaltó. "¡Acabo de entender por qué eres prefecto!" agregó, súper entusiasmada. Y tal vez, tal vez sonó a que se está burlando de él, pero no, totalmente podía ver a Winston diciéndole algo así a un mocosito de primer curso que lloraba por algún problema existencial de esos bobos que puedes tener a los 11, y sonando como alguien más grande que tú a quien puedes admirar (de nuevo, si omitía el addendum como el que le tocó a ella).

[Winston Harrington]

Claro que lo sobresaltó, porque la miró alarmado haciendo el torso ligeramente hacia un lado. Igual le causó mucha gracia escucharla como si hubiera acabado de encontrar la única cosa positiva en Winston que pudiera explicar esa plaquita. Algún día Sam iba a admitir que la había rechazado primero, y todo tendría sentido en el mundo.
"Tengo mucha curiosidad y ganas de preguntar, pero también tengo miedo" bromeó, exhalando ruidosamente por la nariz como un dejo de risa. Tal vez también un poquito de miedo era porque momentáneamente revirtió a llamarlo por el apellido, y uno siempre teme que esos cambios queden.

[Neve Mayhew]

Asintió con la cabeza cerrando los ojos brevemente, en plan de persona sabia. "Haces bien" comentó, aprobando el miedo de Winston en este caso en específico. Luego dirigió la vista al frente, siguiendo su vida como si nada, porque a ella no le toca traumarse ya que no fue él quien la llamó 'Mayhew' (igual, no significó nada salvo que creo que a Neve le gusta cómo suena el apellido del prefecto y por eso lo usa de vez en cuando). Entonces le cayó el veinte de que no había respondido a algo que Winston dijo. "¿En qué lugar genial se te ocurría que podríamos celebrar nuestros últimos días de juventud durante las vacaciones?" curioseó.

[Winston Harrington]

Alzó los hombros ladeando un poco la cabeza. "No sé si se me ocurría un lugar en particular" dijo pensativo, porque si estaban hablando en serio esa era la única respuesta que le podía dar. En broma se le ocurrieron un par, pero si de verdad Neve estaba dispuesta a que pasaran un día de las vacaciones de Pascuas juntos, no quería malgastarlo con un chiste que hiciera que ella cambiara de opinión.
"¿Quizás algo que siempre hayas querido hacer pero no tenías con quién?" sugirió, pensando más bien en algo que quizás no quería hacer con Jeremy, o algo más arriesgado que no pudiera compartir con Gretchen. Quizás soy el único que está pensando mal.

[Neve Mayhew]

Aunque no sé si sólo eres tú, sí sé que Neve no pensó mal en absoluto. Frunció el ceño. ¿Algo que siempre hubiera querido hacer, mas no tuviera con quién? El principal problema con eso era que Neve tenía una seria dificultad queriendo algo por siempre; usualmente si no le cumplían un deseo o capricho en un período de tiempo relativamente corto, ya no había necesidad (hasta el sueño del pony había muerto varios minutos atrás). Miró a Winston por el rabillo del ojo. "También es tu cumpleaños" le recordó innecesariamente. "¿Tú que has querido hacer siempre, pero nadie se ha dejado arrastrar para hacerlo contigo?" devolvió la pregunta. Y totalmente fui yo la que buscó que sonara así, porque LOL.

[Winston Harrington]

Ahora sí le cayó el veinte de lo malpensable de la pregunta (o propuesta, porque déjame soñar) y se le escapó una risa, aunque trató de enseriarse otra vez y tratar de pensar algo sano para responderle. Igual la sonrisa no se le borró de la boca, porque es simple él, pobre diablo.
Miró hacia arriba, tratando de alejar las distracciones de su cabeza un segundo como para ubicarse. Todavía estaba a nada de echarse a reír ante la más mínima provocación, incluidas las de su propio cerebro. "Es buena señal que no se nos ocurra nada, ¿no? ¿Indica que fuimos niños felices?" preguntó, mirándola de reojo y ladeando un poco la cabeza.

[Neve Mayhew]

Tú puedes soñar lo que tu corazón desee, yo sólo aclaro que Neve, por lo menos, no propuso nada de lo que puedas estar malpensando. A nadie. Jamás. Así que, contrario a la cochambrosa mente de Winston, la suya no captó nada extraño en sus palabras, e inclinó ligeramente la cabeza (como perro), mirándolo con curiosidad hasta que siguió la risa con palabras. "O tal vez indica que no somos personas especialmente caprichosas" sugirió, sin ánimos de contradecir eso de que fue una niña feliz. "O que no tenemos sueños y/u objetivos" agregó después, muy seria y con aire pensativo. En cualquier caso, creo que está bromeando a medias.

[Winston Harrington]

Se rió con eso último, porque quizás como ya habían cumplido todos sus caprichos y sueños en la infancia, solamente les quedaba por delante una adultez y tercera edad llena de momentos totalmente aburridos.
No dudó mucho en hablar en tono muy seguro. "Nunca pensé que me enteraría así" miró a Neve y con una mano hizo un gesto en el aire, como si estuviera tirando un manojo de algo al piso "de que estoy muerto por dentro" sonrió como si fuera una excelente noticia. "Me siento muy liberado, Neve" explicó.

[Neve Mayhew]

Totalmente puedes corregirme, pero yo creería que Winston en particular no ha cumplido todos sus caprichos y sueños. Igual si me voy por ese camino, tendría que admitir que Neve tampoco, porque yo no veo a ni a Dominic ni a Jesse enviándole cartas empalagosas y cursis desde el más allá el mundo adulto.
Giró la cabeza para mirarlo con mucha atención. Su primer impulso fue soltar una carcajada, porque las palabras pronunciadas con ese tono le resultaron lo mismo inesperadas que cómicas. Al final, sólo sonrió de manera torcida. "Parece que hoy es el día que descubrimos un par de interesantes verdades" comentó, haciendo referencia a su 'siempre pensé' y al 'nunca pensé' de él. Y como casi se me olvida que estaban subiendo escaleras para llegar a la lechucería, propongo que lo hagan ahora mismo. Llegar, quiero decir. Tee hee.

[Winston Harrington]

¿Ve usted, señor juez, las cosas que escribe Neve y pretende que tome con inocencia? Espero que sean aceptadas como evidencia en la corte, nada más que eso.
Generalmente ir hasta la Lechucería se le hacía eterno (y aburrido), así que se sorprendió un poco al darse cuenta que ya estaban ahí, que en ningún momento pensó 'ya fue, no mando una carta nunca más en la vida'. Bajó la vista al piso para asegurarse de que no iba a caminar directo a una montañita de caca de lechuza. "De nada, de nada" como si él fuera el responsable de los descubrimientos.

[Neve Mayhew]

Mi abogado dice que mi personaje no puede ser juzgado por las cosas que escribo yo.
Enarcó una ceja y luego dejó de mirarlo para, en lugar de imitarlo y checar que no estaba por pisar popó de lechuza, dirigir la vista hacia arriba, buscando a una de las aves que la escuela ponía a disposición de los alumnos que preferían tener perros como mascota. Había un búho real en particular que siempre parecía dispuesto a abandonar su percha para ayudarla con su correo. Neve lo llamaba Alden, y vamos a admitir que en ocasiones se preguntaba qué tan difícil sería conseguir que Hogwarts la dejara llevárselo cuando egresara. ¿Y si compraba una lechuza para hacer un intercambio? "Winston..." comenzó. Él era prefecto y recibía libritos mensuales con información personal sobre Dumbledore, tal vez tenía alguna idea.

[Winston Harrington]

Se alertó cuando ella lo llamó por su nombre, inmediatamente levantando una mano para posarla con miedo sobre su cabeza (o sobre su cabello, mejor dicho, porque hay una distancia entre una cosa y la otra) temiendo sentir algo húmedo y salido del ano de una lechuza contra sus dedos. No sé porqué su instinto era no solamente pensar que lo había cagado una lechuza en la cabeza, sino ir a tocar esa caca imaginaria con la mano, pero hay instintos estúpidos que no se pueden evitar.
Su voz sonó mucho más alarmada de lo que planeó. "¿Qué? ¿Qué tengo?" preguntó mientras bajaba la mano y la observaba brevemente antes de volver a mirar a Neve.