Prefecto bueno, Prefecto malo

[Chase Huffington]

Sonrió, porque la oferta de Melwyn le gustaba aún más. No sólo iba a poder preguntarle una de las mil cosas que se le pasaban por la cabeza (desde ¿por qué parece que siempre tuvieras miedo? ¿soy tan feo? hasta ¿toda tu familia es pelirroja? ¿a quién te pareces más, a tu papá o a tu mamá?, preguntas re importantes y trascendentes que se le cruzaban por la mente a Chase) sino que su compañera estaba prometiendo decir la verdad. La miró complacido y extendió su mano.
"Tienes un trato" le dijo más animado creyendo que eso le quitaría la carga invisible que se había autoimpuesto Melwyn. Él no estaba molesto con ella ni creía poder estarlo nunca.

[Melwyn Blackwood]

Tomó la mano de Chase sin pensar y se la estrechó brevemente antes de soltarla. Para cuando se dio cuenta de lo que había hecho, ya había pasado, ya había actuado como una persona normal. Debería sentirse aliviada, pero le quedó un poco de confusión con su impulso. ¿Esto era ser una persona que no se perseguía todo el tiempo? Sonaba bien, pero tenía que sostenerlo después.
"Voy a revisar el baño de niñas" anunció, decidiendo alejarse antes de arruinar el momento. Igual no se movió, por si él necesitaba decirle algo serio, que sería más prioritario que su instinto de escapar.

[Chase Huffington]

Se sintió contento y conforme al ver que Melwyn no rechazaba el apretón de manos -Al menos no piensa que muerdo- pensó mientras le sonreía. Asintió con la cabeza y dio un paso hacia atrás, dispuesto a irse él también a terminar su tarea como prefecto de esa tarde. Quería buscar a los chicos y no hacer nada hasta la cena.

((Cerrado para mí :) ))

[Melwyn Blackwood]

Mantuvo el aire en sus pulmones hasta que lo vio dar el paso hacia atrás, exhalando rápidamente y comenzando a caminar hacia el baño de niñas más cercano con la excusa de ver que estuviera todo en orden. Había aprendido un montón sobre Chase, pero todo había sido muy confuso y avergonzante para ella.
Él, que parecía siempre tan alegre y despreocupado, sí tenía una vida difícil. Ella se ahogaba en un vaso de agua todo el tiempo. Tendría que considerar cambiar un poco su actitud y cumplir con su palabra.

((¡Cerrado por mí también!))