La ignorancia es catastrofe

[Shiloh Shipton]

Shiloh estaba llegando a la puerta del Gran Salón diez minutos más tarde de lo que le había dicho Frankie. ¿Por qué? Porque se sentía importante, por eso. Porque desde que había nacido se sentía importante, y la gente importante hacía grandes entradas a los lugares a los que iba. Y la gente esperaba a las personas importantes.
Y, además, ¿por qué se iba a vestir así, si no era para que lo observen? Traía una camisa con algo de rojo (le había parecido perfecta para la fiesta), nada del otro mundo, pero también traía un tapado bastante particular, que le llegaba por debajo de las rodillas. De haber sido muggle, ese tapado haría llorar a miles de chicas sensibles por las almas de los animalitos que lo formaban. Pero por suerte lo habían fabricado magos de alta costura, y era completamente creado por ellos.
Bajó las escaleras principales y se acercó a la puerta, buscando a Frankie con la mirada. La noche empezaría con un Shiloh de muy mal humor si era él el que tenía que esperarla a ella, les cuento.

[Frankie Gibbs]

El oh-gran-Shiloh no tenía que preocuparse por esperar a Frankie, porque ella llegó puntual. O casi.

Cuando se despertó esa mañana, Frankie no tenía en mente qué vestido usaría, qué maquillaje se pondría, cómo estaría su pareja ni mucho menos hizo conjeturas de cómo pasarían la velada. O quizás sí, pero sus conjeturas iban más hacia ¿Qué pasaría si Shiloh se traga dos o más pastelitos al mismo tiempo? No lo sabía pero lo iba a averiguar.

Fresca como una lechuga (la planta, no Aida) Frankie bajó a desayunar, habló con Valentine Young para asegurarse que todo marchaba bien (le dijo que eran pastelillos normales, obviamente, y que solo quería contribuir con la comida porque era buena y millonaria) y se sentó frente a otras Gryffindors casi tan emocionadas como ella. Llegó el correo y en vez de recibir su mesada y las habituales cartas de Jack sobre cómo iba la temporada de fútbol (junto con varios insultos hacia Hogwarts sobre cómo era posible que no tuvieran ni un puto televisor en todo el castillo) recibió un paquete mullido y sospechoso. Frankie abrió un poco la bolsa y supo de inmediato qué era. Sacó la carta de dentro del paquete y maldijo. Ese viejo bocazas de Jack le dijo a Holly que tenía un baile y le compró un vestido. Frankie Gibbs no usa vestidos, gente. Ella usa overoles, pantalones anchos y barro como accesorio. Apenas si se depila las piernas una vez a la semana y porque sus compañeras de cuarto le dicen.

Cuando bajó las escaleras de mármol a las 8:05 en punto, Frankie tenía una sonrisa extraña en la boca. Quería sonreír porque estaba emocionada pero al mismo tiempo se sentía muy incómoda y con frío en ese vestido. Todo bien con usarlo pero era muy corto para su estilo y tuvo que depilarse más de la cuenta. Última vez que Holly le compra ropa, última.

Ciertamente se asustó de no ver a Shiloh en el lugar acordado, ¿Se habría arrepentido? Si la dejaba plantada Frankie en persona se encargaría de darle un pastelillo sorpresa de desayuno la mañana siguiente, frente a todo el mundo.

Cuando finalmente lo vio suspiró de alivio. Trató de bajarse un poco el vestido sin mucho éxito y esbozó una pequeña sonrisa. No dijo nada. La sonrisa era su 'Hola'. Todavía no reparó en lo que llevaba puesto.

[Shiloh Shipton]

Yo creo que vas a encontrar la forma de hacerle comer un pastelillo de todas formas, así que debería haberle puesto otro título al thread: Crónica de un papelón anunciado. Pero quizás la suerte esté de parte del rubio y se escape a tiempo del baile.
Cuando la vio no pudo sonreir, porque ver a Frankie así vestida era algo tan extraño que se tuvo que preguntar a sí mismo cómo la esperaba vestida en realidad. ¿Túnica del colegio? ¿Pantalón y saco, como un hombre? La miró de arriba a abajo mientras se acercaba a ella, con una expresión seria que bien podría pasar por cualquier cosa ofensiva, pero era asombro.
Abrió la boca para hablar, pero la voz no lo acompañó al primer intento así que carraspeó. "Hola", le dijo finalmente, aún sin mirarla al rostro.

[Frankie Gibbs]

Digamos que Frankie no estuvo muy pendiente de cómo la miró Shiloh, porque cuando estuvo muy cerca se fijó en lo que estaba usando. Claro, como Frankie se puso un vestido se violaron todas las leyes de la naturaleza y el resto del mundo se tiene que vestir de forma ridícula, claro, claro.

Conociendo a Shiloh, ella debió guardar sus comentarios para sí porque no quería despertar con la cabeza de un caballo muerto sobre la cama, pero era como complicado porque ¡Mírenlo! ¡Estaba usando una camisa con flores y un abrigo de piel dudosa! Su cara era también de asombro con un poquito de asco, frunciendo la nariz ligeramente "¿Qué. Carajo. Te. Has. Puesto?" Y hay que decir que en su mente eso sonó más delicado. Agitó la cabeza y agarró aire por la nariz "Noimporta. Llegas. Tarde" Avisó con severidad "Tedijealasocho" Le recordó también. Desvió la vista hacia otras parejas y se detuvo a observar a los hombres "¿Ves? ¿Quétecostabausaralgonormal?" Se le salió, de nuevo. No podía evitarlo. Shiloh estaba muy feo y ella estaba usando un vestido, no era justo.

[Shiloh Shipton]

Las reglas de la naturaleza claramente no aplican a los magos de sangre pura con cero sentido de la moda muggle y gustos tirando a lo estrafalario, como lo era él. Lo siento por tus ojos, ¡pero al menos él no tiene frío y no se tuvo que depilar nada!

A todo el reclamo por el horario no se le ocurrió otra respuesta que levantar los hombros, como diciendo 'sí, llegué tarde, ya ves...', y soltar un: "Ellos no tendrían otras cosas que hacer" para darse importancia.
¿Qué había hecho él antes de llegar? Nada, obvio. Había esperado en su cuarto, sin hacer más que acomodarse de vez en cuando la ropa frente al espejo del baño, como para asegurarse de que no tenía nada fuera de lugar: la camisa dentro del pantalón, pero algo floja; las solapas del tapado sobre las solapas de la camisa; etc...
"¿Qué tiene de malo mi ropa? Está completamente a la moda", se defendió, frunciendo el ceño. Sus padres le habían asegurado que eran las nuevas colecciones de algún mago del que él no había registrado el nombre pero era famoso en algún país. Estaba seguro. "Será que no estás al tanto... ¿y tú a quién le robaste el vestido?" la agredió defendiéndose, pero luego se arrepintió: era su cita, debía tratarla bien porque ella lo había invitado porque le gustaba, obvio.
"Te queda bien, no deberías devolverlo" agregó, tratando de sonar más amable.

[Frankie Gibbs]

Frankie, dentro de toda la rudeza que expresaba, estaba bastante tranquila, ¿Sabes por qué? Porque dentro de poquito iba a cobrar su venganza. No valía la pena desgastarse demasiado en insultos que totalmente se merecía si un par de horas más tarde Shiloh estaría bailando mambo frente a todo el mundo. La venganza se sirve en un plato frío dicen.

Bufó "Yonosabrénadaperotúereselúnicodesubicado" Apuntó sonriendo de medio lado. No había visto cómo estaban vestidos todos pero nadie le puede ganar a la alfombra hawaiana de todas formas.
Miró hacia otro lado "Mimadrastramelocompró" Contestó casi con amargura. Esa Holly, siempre haciéndole la vida un poquito más difícil. Ante el cumplido lo miró de arriba a abajo casi sorprendida, analizándole la expresión para ver si no estaba usando sarcasmo "Gracias" Dijo, sin sonreír. Frankie pensó en decirle que después de la fiesta debería quemar su traje, que ella le ayudaría, pero ya había sido muchos insultos, por el momento.

Suspiró y recuperó la sonrisa, emocionándose de nuevo y llenándose el pecho con las espectativas "¿Entramos?" Preguntó. No le ofreció la mano ni hizo un ademán con agarrarle el brazo para entrar como la mayoría de las parejas. Lo que hizo fue un gesto de ¡Síganme los buenos! con la mano para atravesar las puertas del Gran Comedor.

[Shiloh Shipton]

Si bien notó que los demás estaban entrando agarrados de alguna parte del cuerpo y él estaba siendo llamado como a un perrito, se tuvo que masticar y tragar la queja. Quizás no lo sabes, pero esa actitud desinteresada funcionaba bien con él. Le gustaban más las inocentonas, obvio, pero estaba perfecto tener de vez en cuando una cita con una loca agresiva que seguramente lo mataría a besos apasionados al final del baile. Es re vidente, Shiloh, no debería haber dejado esa materia.
La siguió con expresión segura, como si esa fuese la entrada que había planeado toda la semana. "Seguro te encanta esta decoración, ¿no?" comentó, tratando de hacer conversación. Sonaba acusador, de alguna forma, como dando a entender muchas cosas debajo del comentario: que la decoración era de niñas y que a él no le gustaba porque era de niñas.

[Frankie Gibbs]

Lo primero en lo que Frankie se fijó al entrar fue la mesa de dulces, obviamente. Tal y como había quedado con Valentine, sus pastelillos sorpresa estaban puestos sobre una bandeja de dos pisos (sin el tubo que los unía porque levitaban entre sí con magia), viéndose tan inofensivos como los muffins no tan sorpresivos que tenían al lado. Frankie no pudo evitar sonreír y mirar a la gente, esperando que alguien ya estuviese caminando hacia la mesa para probar sus pasteles. Para su decepción, el salón no estaba tan lleno aún y la mayoría charlaba animadamente en sus mesas, ignorando por completo la mesa dulce. ¿Dónde demonios estaban los gorditos que nunca dejan las mesas de comida? Ah, cierto. A ellos seguro no los había invitado alguien. Frankie suspiró. La noche era joven, todavía podía apelar a aquellas parejas que, al no encontrar nada que decirse, ahogaban los silencios con comida. Como ella y Shiloh en media hora, probablemente.

Como sea, Frankie miró a Shiloh cuando habló y alzó la mirada hacia el techo y al resto de la decoración. La luz tenue le daba como sueño pero de resto todo estaba bien. Todo lo que no era excesivamente elegante a Frankie le parecía bien. "Noestámal." Contestó hincándose de hombros. Volvió la mirada hacia la mesa dulce "¿Notieneshambre?" Preguntó, levantando las cejas.
¿Ella? ¿Paciencia? No en esta vida.

[Shiloh Shipton]

¿Tan pronto quieres que se termine el baile? Porque asumo que al décimo alumno que vean comportándose raro, los Profesores se van a poner a investigar qué estaba pasando. Y eventualmente llegarán a los pastelillos, lo sabes, ¿no? ¿Tienes coartada para todo? ¿Estás segura?

Shiloh vio que ella estaba atenta a la mesa dulce y pensó en que la antojada de comida era ella. Y tenía que ceder un poco, ¿no? Iba a hacer un poco de esfuerzo aquella noche, como para ganar algo con Frankie. Sino sería como perder el tiempo, a su entender. (Oh, Merlín, es una persona detestable.)
"No especialmente, pero podemos comer algo si quieres" propuso.

[Frankie Gibbs]

Por supuesto que no tenía coartada. Era Frankie, ella se lanza al abismo sin pensar en las consecuencias. Pero en su defensa, eran pastelillos que estaban al alcance de cualquier estudiante cada vez que iba a Hogsmeade. No estaba haciendo nada ilegal allí. Inapropiado tal vez, pero nada ilegal. Se podría decir que esa era su coartada pero ella no usaba esa palabra. Excusa es la más acertada.

Frankie tuvo que pensar seriamente su respuesta. Frunció los labios hacia un lado y miró a Shiloh y a la mesa dulce intercaladamente. Si decía que si, podía admirar cómo Shiloh se ponía en ridículo frente a todos en la primera media hora de la fiesta. Observó su alrededor. No había suficientes espectadores. Si Frankie iba a tomar venganza por todos aquellos abusados por Shiloh necesitaba público.
Tenía que esperar un poco más.

Negó con la cabeza, agitando sus rulos en el proceso "Yotampocotengohambre." Sentenció. Miró hacia las mesas, buscando a Bertie con la mirada. Pensó que él se burlaría de ella en ese vestido, porque francamente debía verse extraña. No lo encontró de inmediato así que volvió a ver a Shiloh "¿Dóndetequieressentar?" Le preguntó, deseando que no dijera 'con Gabriel' porque no tenía ganas de sentarse junto a los bullies del colegio. Desafortunadamente para ella, no había planeado con antelación un grupo para juntarse en la fiesta, así que debía esperar a que Shiloh decidiera.

[Shiloh Shipton]

¿O sea que, hasta que ella lo pusiera en ridículo (bueno, o lo llevara cual ganado a hacerlo), tendrían una cita de verdad? Me emociono y todo... ¿por dónde comenzar? Ah, y gracias por pensar en él, brindándole la posibilidad de tener más público cuando se quiera suicidar. ¡Eres la mejor!

-Oook... Entonces no quería comer- pensó, sin terminar de comprender a qué se debía el cambio de idea, si hacía unos momentos ella miraba tanto la mesa de las cosas dulces. -Mujeres...-
"Allí" dijo sin dudarlo. Estaba señalando una mesa chica vacía, que quedaba bastante de frente al escenario. Todo porque no quería caminar 5 metros extras cuando subiese a recibir su corona de Rey.

[Frankie Gibbs]

-Mesa vacía. ¡Bien!- Se alegró, y se mostró brevemente en su expresión porque esbozó una media sonrisa rápida. Asintió y avanzó sin esperarlo y con zancadas bastante grandes para una persona de su tamaño hasta la mesa que él le indicó. No era como si no quería que lo vieran con él, porque eso era inevitable, pero estaba como ansiosa y ella es un libro abierto con sus emociones porque las demuestra siempre. Se notaban sus ansias hasta en la forma de caminar.

Se sentó para volver a levantarse porque de la manera que lo hizo había hecho que su vestido se subiera un poco, a la altura de media pierna, entonces se pasó las manos por la parte de atrás antes de volver a tomar asiento. Aquello era algo que toda mujer debía hacer cuando tiene falda, y el hecho de que ella no lo hiciera indica claramente lo poco acostumbrada que estaba Frankie a usarlas. La del colegio no cuenta. No me preguntes porqué no cuenta.

Ahora su mirada estaba puesta en la entrada, observando el flujo de personas que llegaban a la fiesta. Deseó tener un reloj en la muñeca para medir el tiempo. ¿Cuánto tardaría la gente en llegar? ¿Gabe Cook vendría? Porque sería lo máximo que él viese a su amigo decir todo cantado por una hora, o que soltara un miau con cada frase. Frankie se río sola, como demente.
Si reía pensando en la situación, ¿Cómo sería cuando realmente pasara? Tamborileó la mesa con los dedos. Aquello se le iba a hacer eterno.

[Shiloh Shipton]

¿La falda del colegio era más larga que ese vestido y por eso a Frankie no le costaba usarla? Porque entonces Dora me ha estado mintiendo todos estos años.

No me preguntes por qué, pero el hecho de que Shiloh haya tenido que cambiar de peso el cuerpo rápido para poder seguirla (lo había tomado por sorpresa la velocidad con la que ella se había dirigido hacia la mesa) me hizo imaginarlos de novios: ella caminando por donde se le daba la gana mirando vidrieras de negocios y Shiloh siguiéndola cual perrito, tratando de no quedarse demasiado atrás en sus cambios de dirección.
Cuando él llegó a la mesa, Frankie estaba acomodándose el vestido, así que pudo ver un pequeño extra de piernas muy bienvenido. Cuando se estaba sentando, estaba sonriendo ligeramente con la boca cerrada.
"¿Tú de qué te ríes?" le preguntó, al ver que no era el único con pensamientos pervertidos felices.

Su amigo Gabe iría al baile, hasta donde él y yo sabemos, así que que no te sorprenda que, si aparece cerca, Shiloh le haga en algún momento una seña para que se les una. Todo depende de que sigas viéndote bien, así puede darse aires de grandeza. No todos los alumnos logran hacer que el Demonio de Tazmania use un vestido.

[Frankie Gibbs]

Si, esa parece una buena razón por la cual Frankie no sabe usar bien ese vestido. Y que bueno que tomó extra precauciones ese día y se depiló casi toda la pierna, no sólo hasta donde ella creía que le llegaba el vestido. De lo contrario, esa miradita no hubiese sido tan agradable.
Era obvio que Frankie no tiene nada de lampiña.

Alzó las cejas cuando escuchó la voz de Shiloh como si no recordara que estaba allí. Abrió la boca sin emitir sonido, pensando en algo para contestarle que no tuviese que ver con lo que realmente estaba pensando. Se aclaró la garganta y miró a la pista de baile "Nada. Siempremedanrisalosprimerosbailarines." Levantó el mentón señalando a una pareja de tercero bailando al compás de la música completamente solos en la pista "Creenquetodoelmundoestáesperandoaquesalganlosprimerosvalientescuandoenrealidadestánesperandounabuenacanción." Sonrió de lado y se encogió de hombros.

[Shiloh Shipton]

Ella sacándose pelos y él traumado porque se le están yendo solos... La vida claramente estaba con resaca y cólicos menstruales cuando les repartió sus 'dones' a estos dos.

Tardó unos segundos en procesar lo que decía Frankie, no está acostumbrado a dialogar tanto con ella y le va a llevar un ratito adaptarse a su velocidad al hablar. "Yo creo que son patéticos y no tienen otra forma de llamar la atención" comentó, con cero empatía hacia los bailarines, que se estaban exponiendo estúpidamente ante todos. Otros dirían 'valientemente'. Él no.
-¿Y si ella quiere bailar? Fuck...- pensó. Tendría que ceder un poco si quería que ella no lo mandase a volar antes de divertirse. Cosa extraña, eso de ceder. No estaba ni ahí acostumbrado, pero esa era una situación especial.
"Yo voy a bailar solamente cuando valga la pena" sentenció, "si eso te parece bien". Agregó lo último para darle algo de participación a ella. Quizás ella prefería irse a la parte más oscura a darle... átomos directamente. Él no se quejaría si se salteaban el baile.