Correspondencia sutil a una mujer casada

[Francis Sutherland]

• Estimada Emma:
  
  ¿Cómo estás? Espero que mucho mejor. Sé que nos reencontramos en circunstancias complicadas para ti, pero espero que sepas que si puedo ayudarte en algo estoy aquí. A veces no está de más tener un amigo que no sabe demasiado sobre tu vida, así puedes contarle lo que quieras sin que indague sobre otras cosas, ¿no?
  
  Por mi parte no tengo mucho que contar. Mi vida es rutinaria y aburrida, a mi pesar, especialmente cuando estoy con proyectos en el trabajo. Estamos construyendo una pequeña cabaña de retiro para una pareja bastante anciana en Craignure Bay, así que me la paso yendo y viniendo. La señora pidió un cuarto entero para una biblioteca y salón de lectura, porque le encanta leer y tejer, cosas que no pudo hacer mientras trabajaba. Era Welcome Witch en San Mungo.
  
  Te debo estar aburriendo, ¡perdón! Yo te dije que no era bueno escribiendo, nunca sé cómo escribir una carta. ¿Es como hablar solo o es como escribir un cuento? ¿Ambas? ¿Ninguna? Tú me dirás. Siempre puedo aprender.
  
  Te dejo tranquila, cualquier cosa que necesites... bueno, ya puse eso. No sé. Estoy a una lechuza y un manojo de polvos floo de decir estas estupideces en persona.
  
  Contigo en la distancia,
  
  Fran
  
  (Francis Sutherland, acabo de darme cuenta que nunca avisé quién era, perdón. Por ahí pensabas que era otro u otra Fran)

[Emma Goulding]

• Querido Fran,
  
  ¡Me alegra mucho saber de ti! Creo que subestimas tus habilidades, tu carta fue más que satisfactoria para mi, por decirlo de una manera correcta.
  
  Lamento haber tardado tanto en responder, supongo que habrás pensado que no lo haría. Lo cierto es que mi madre me tiene ocupada haciendo cosas, no sé si por mi beneficio o de ella. Quiere que vayamos de compras, a tomar el té con mis parientes de Australia ¡En Australia! Y otras tonterías que no te aburriré contándotelas. Lo cierto es que tardé un tiempo en levantarme de la cama y correr las cortinas, pero parece que una vez de pie no quieren dejar que me siente.
  
  Creo que es maravilloso lo que haces por esa familia en Craignure Bay. Si necesitas madera, conozco a alguien que te la puede dejar a buen precio.
  
  Ese alguien soy yo, porque me dedico a eso. No supe si entendiste mi broma, normalmente no hago buenos chistes.
  
  No recuerdo si me contaste a qué te dedicabas, y si lo hiciste me disculpo por ello. Ese día está un poco empañado, como si una niebla densa se hubiese cernido sobre mis recuerdos. Te recuerdo a ti, claro, con mucho cariño.
  
  Mis cartas suelen ser muy largas pero no tengo mucho más que contar. Verás que mi vida no está llena de aventuras. Vivo de un servicio de té a la vez.
  
  Emma.

[Francis Sutherland]

• Estimada Emma:
  
  ¡Qué bueno leerte! Me alegro que estés bien, aunque ocupada. Realmente espero que mi lechuza te encuentre en el país, o que al menos deje la carta en tu casa, porque si la hago viajar hasta Australia dudo que quiera regresar a mí después.
  
  ¿Qué tal Australia? ¿Es cierto que todo está de cabeza ahí? ¿Has visto las criaturas mágicas y muggles que tienen ahí? Aunque supongo que si visitaste familiares probablemente no te hicieron pasar mucho tiempo rodeada de animales, perdona mis preguntas.
  
  Si me decías en serio sobre la madera, realmente sería interesante hablarlo. Tengo unos proyectos a futuro donde quizás podríamos colaborar. ¡Ah! Estoy de capataz en la Blackwater Developments Construction Company, ¿sabías que curiosamente mi especialidad son los vidrios y los metales? Es como si tanto contacto con la madera me hizo correr hacia las otras dos opciones. De todos modos es imposible construir sin madera (bah, no: ¿has visto esas monstruosidades muggles de concreto? Caray, entre hermosas y horribles, no sé cómo hacen) así que cuando termines de tomar tanto té, podemos ir por un café. Un firewhiskey. ¿Un vaso de agua? No sé qué sería ideal beber.
  
  Espero que sigas bien, aunque ocupada, y quizás me robé tus poderes para escribir cartas, porque mira esto. ¿Lo puedes creer? Ya me puse cómodo y todo.
  
  ¡Abrazo!
  
  Fran

[Emma Goulding]

• Querido Fran,
  
  Imagina a la familia más esnob del mundo y tendrás a mis parientes australianos. Viven en una casa enorme en Melbourne con un enorme jardín con muchos elfos a su cargo que mantienen a raya todos los animales, insectos y personas no deseadas. Así que además de mi primo segundo Oliver quien se volvió adicto a la picadura de Billywig y entró en un centro de rehabilitación en el Tibet, no he tenido contacto con ninguna criatura muggle o mágica de Australia. O con mi primo Oliver.
  
  Creo que es una espléndida idea una colaboración con tu compañía. No he tenido mucho trabajo estos últimos meses así que me viene bien la distracción. Una alianza comercial propiamente dicha la debo discutir con Aldrich pero para el futuro inmediato puedo ayudarte con la cabaña que estás construyendo ahora. Solo avísame con un poco de antelación y tendré preparadas unas muestras para tu selección aquí en la casa de mis padres.
  
  Mi madre me espera para tomar té.
  
  Cordialmente,
  Emma.

[Francis Sutherland]

• Estimada Emma:
  
  ¿Cómo estás? ¿Cómo va el consumo de té desenfrenado? Espero que tú y tu madre estén bien, rotando entre diferentes variedades para no tener que leer en El Profeta que se pasaron de cafeína. Porque si algo imagino con facilidad es a alguien como tú perdiendo totalmente el control (es broma. Nunca sé si se entiende, pero por las dudas...).
  
  Merlín, tus parientes australianos suenan realmente interesantes. ¿Te imaginas viviendo en un lugar así? Yo no sé si tengo la energía para una vida tan activa, quizás si me hago adicto al té, ya me dirás qué tal funciona eso. Lamento, sinceramente, escuchar sobre tu primo Oliver: ojalá no sea su caso que la picadura de Billywig es un camino de ida.
  
  Te adjunto aquí algunos documentos de la empresa, mi jefe me da bastante rienda suelta pero estas cosas de números, dinero y demás me ponen un poco nervioso. No quisiera abusarme de tu bondad ni la de tu marido, así que espero que no te sientas presionada a entrar en contratos que no te beneficien. El ahorro iría directamente al bolsillo del cliente, pero aún así: yo de negocios no sé nada, y no quiero complicarte las cosas.
  
  Espero que podamos coincidir pronto.
  ¡Abrazos! Fran PD: ¡Ah! Me olvidaba. Siempre me quedé con la duda, ¿recuerdas los bailes de Hogwarts? ¿No eran horribles? Yo me moría de vergüenza. La semana pasada no podía dormir y tuve uno de esos flashbacks embarazosos de la adolescencia.

[Emma Goulding]

• Querido Fran,
  
  Hasta el momento mi tolerancia al té es bastante alta, piensa que tengo muchos años de práctica. No tolero el té de manzanilla, eso sí. Manías mías. Además, y solo para que quede constancia, nunca me querrías ver sin mis cinco sentidos intactos, digamos que no soy yo y hago cosas muy estúpidas, pero eso quedó en el pasado.
  Merlín, espero no haber sonado como una adicta en sobriedad. No lo soy, que conste eso también.
  
  Oh, no, a ti no te vería nunca viviendo una vida como la que llevamos nosotros, te aburrirías en un par de días. También tengo años de práctica con eso, así que no me dan ganas de que me pique un billywig y salir volando de casa de mis parientes australianos cada vez que los visito.
  
  He revisado la documentación y se la he enviado a Aldrich por lechuza para su consulta. Sin embargo, realmente deseo ayudarte con la cabaña de esta pareja de ancianos. ¡Hasta me gustaría ayudarte a construirla! Claro que yo solo sería un inconveniente, no necesitas una bruja con pocos recuerdos de lo que aprendió en la escuela que te ayude. Me conformo con darte la madera.
  
  Sobre los bailes, creo que tengo pocos recuerdos de ello, solo la emoción de vestirme de gala y hacer algo diferente para variar. Es emocionante cuando tienes a alguien especial con quien compartirlo y yo no tuve eso, no dentro de Hogwarts al menos.
  
  Me agenda es menos apretada que la tuya, ¿Te parece vernos el miércoles a la hora del té?
  
  Mis mejores deseos,
  Emma.

[Francis Sutherland]

• Estimada Emma:
  
  Como siempre, es un gusto leer-té. ¿Se entiende, por lo del té? Lo único que te pido es que no descargues tu frustración por este horrible comienzo de correspondencia con la pobre lechuza que te hizo llegar la carta. No es su culpa que yo no sepa hacer buenos chistes.
  
  Si de verdad te gustaría ayudar, siempre necesitamos una varita. Obviamente no voy a mandarte a levantar vigas (no porque no confíe en ti, sino porque ya fueron colocadas) pero definitivamente apreciaríamos que vengas a darnos una mano. Aunque sea de madera.
  
  ¿Te gustaba vestirte de gala hasta en Hogwarts? Nunca entendí esas cosas, creo que los bailes hubieran tenido más concurrencia si nos hubieran permitido asistir en pijama, ¿no crees? Al menos recuerdo que algunos de mis compañeros de habitación detestaban tener que ponerse otra vez una camisa para bajar al Gran Salón y bailar con alguna chica que les gustara. ¿Recuerdas esas túnicas de varón que estaban de moda allá por el '75? Merlín. Si encuentro alguna foto embarazosa te la llevo el miércoles.
  
  Nos vemos pronto, ¿o debería decir que té-veré?
  OK, ya paro.
  
  Fran