Un poco de tacto

[Maya Ferguson]

Decir que aquella pelea en el comedor con Billy la había dejado indemne sería una mentira. Había tenido sus cosas buenas y cosas malas. Las chicas no le hablaban mucho (o menos, más bien), porque cualquiera que es llamada zorra por un tipo tan tranquilo como Billy es porque lo era, y a las chicas no les gusta juntarse con zorras, por razones obvias.

No obstante, los chicos la notaban más o, mejor dicho, los que no lo hacían ahora sí. A Maya no le importaba que le tacharan de facilonga, ella solo estaba allí para divertirse y aprender un par de cosas nada más. Las facilongas se divierten mucho más que las frígidas estudiosas que pretenden cambiar el mundo. Maya no iba a cambiar el mundo, pero no le molestaba meterle a todo el mundo.

Como sea, Maya estaba muy absorta en la práctica porque ella es fanática del Quodpot. Era un juego fantástico, lleno de dinamismo, ingenioso y... ¡Oh, Dios! ¡Jaime Madison acababa de quitarse la camisa! Es que el calor era muy intenso y, madre mía, ¿Eso era un six pack? Maya estaba a punto de averiguarlo cuando una muñeca horrenda apareció en su visión. Tardó un par de segundos en reparar en la nota. Giró el rostro para encontrarse con la mirada de Billy. Le volteó los ojos y sacó la varita del-lugar-donde-hay-un-bolsillo-en-ese-traje y la agitó, pronunciando Incendio con la mirada puesta en la muñeca. Se prendió fuego con rapidez y cayó al suelo mientras se consumía.

No, Billy, ella todavía no te ha perdonado.

[Maya Ferguson]

Maya se había concentrado rápidamente en el juego una vez más. Era fácil considerando que esos six pack que creyó haber visto eran, de hecho, un six pack verdadero. Se preguntó si era legal que los tipos se quitaran el uniforme sin medio vaso de pudor, especialmente porque Maya creía que sus antepasados habían obligado a los magos americanos a usar estos uniformes en un claro intento de quitarles el deseo sexual por otro ser humano. No funcionaba, por supuesto, porque cuando se llega a la pubertad hay algo llamado 'hormonas' que produce una especie de visión imaginaria de rayos X, en donde uno no puede realmente ver a través de la ropa de la gente pero uno puede imaginar como es ver a través de la ropa de la gente.

De cualquier forma, legal o no, a Maya le gustaba no tener que usar su imaginación con Jaime Madison, y le molestó enormemente ser interrumpida una vez más por Billy. Este chico tiene problemas.

Giró el rostro y lo miró en silencio unos segundos. Luego, apunto a la muñeca consumida por las llamas con su varita aun empuñada "¿Ves esto, Billy?" Preguntó retóricamente "Esto es una señal que significa 'Aléjate' en idioma humano, ¿Eres un humano, Billy?" Quiso saber levantando las cejas.

[Maya Ferguson]

Maya no se sentía de la misma forma. Ella podía salir del colegio y seguir peleada con Billy sin que le remuerda la consciencia porque pocas cosas le llegaban a importar realmente. Mañana, cuando tome su desayuno, capaz ni siquiera recordará el six pack de Jaime Madison y estará pensando en, no sé, lo bonito que se veía Michael Waters con sus ojeras de estudio. Maya nunca tuvo real interés por el mundo y eso incluye hacer las pases con Billy.

Entrecerró los párpados, mirándolo. "Búscate a alguien a quien le importe, ¿Quieres? No pierdas tu tiempo." Le hizo un ademán con la mano como para que se fuera y volvió al juego. Aparentemente, Joshua Lessing había hecho una buena jugada porque su equipo lo estaba levantando sobre sus hombros. Maya chasqueó con la lengua, fastidiada de no haber visto nada.