El Niagara en bicicleta

[April P Morgan]

No le prestó demasiada atención al hecho de que rompiera la manga de su camisa. Sabía que no tenía otra opción para revisarla y no le tenía ningún apego especial a aquella prenda. Se agradecía por haber tomado la poción para el dolor, porque en un inicio esa revisión le habría lastimado más de lo que le gustaría admitir.

No había contestado su pregunta sino que había hecho otra bastante incómoda. Le habría encantado no tener que contestarla, pero sabía que a un sanador no debía mentirle. De cualquier manera, no sé suponía que él comentara nada de aquello a nadie. Tomó aire y dirigió la mirada hacia la varita del muchacho.

"Me di contra una pared con fuerza en varias ocasiones" admitió.

[Gerald Cowershof]

Respetar la privacidad de los pacientes era una de las principales enseñanzas de la ética medica de los Sandores, así que no podía hablar de nada que le fuera confiado mientras brindaba tratamiento porque podía meterse en problemas con la ley y romper su juramento.

Gerald apretó lo labios y de igual manera desvió su vista de April a la varita, la cual volvió a cambiar de color antes de que culminar el examen. Guardo silenció por unos segundos, recordándose que no podía regañar a los pacientes, ni siquiera si hacían cosas como la que ella acababa de describir. "También hay un alargamiento anormal del hueso" le indicó, cruzando los brazos y colocando una expresión de adulto decepcionado por las acciones peligrosas de otro adulto.

[April P Morgan]

April agradeció mentalmente no haber sido regañada en ese momento por el sanador. De alguna manera había esperado que lo hiciera y que fuera más atrevido al hacerlo debido a que se conocían del colegio. Pero eso no había sucedido y lo agradecía enormemente.

Asintió con la cabeza en cuanto lo escuchó para darle a entender que había comprendido lo que comentaba y sin mirarlo preguntó "¿Tardará mucho en solucionarse?" .

[Gerald Cowershof]

Suavizo su expresión al escuchar la pregunta de su paciente, asociaba esas dudas con miedo a no poder recuperarse completamente y no podía evitar querer transmitirles palabras o gestos de apoyo. "La principal sospecha es que el polvo de pulpo tuvo un efecto negativo en la poción" dijo, cuidando que sus palabras no fueran malinterpretadas (no quería hacer pensar a April que su experimento había sido... buena idea) "Entonces, primero vamos a detener por completo los efectos de la poción original y luego iniciaremos el tratamiento estándar para reducir el tamaño del hueso" concluyo y medio sonrió, porque era parte de su protocolo tener una expresión amable para que los pacientes fueran colaboradores.

Digamos que Gerald cargaba una riñonera debajo de su bata/túnica y de allí fue de donde saco un frasquito con un líquido de color violeta metalizado, el cual saco y comenzó a agitar. Debía hacerlo por unos minutos y necesitaba concentrarse un poco.

[April P Morgan]

Se concentró en mirar hacia el frente mientras analizaba lo que Gerald decía. ¿El polvo de pulpo? Lo tomaría muy en cuenta para su siguiente intento. De alguna manera las visitas a San Mungo le ayudaban bastante a la hora de mejorar sus pociones y es que en ocasiones ellos veían cosas que ella no.

Asintió lentamente con la cabeza ante lo que venía y soltó un suspiro. Miró de nuevo al ex Gryffindor y le preguntó: "¿Este es el momento en el que me haces arrepentirme por ser curiosa?".

[Gerald Cowershof]

Se encogió de hombros, instintivamente quería decirle que no hiciera cosas peligrosas que pusieran en riego su salud y la de otros (ya saben, las pociones explotan), pero al trabajar en el hospital había aprendido que a veces era mejor no comentar sobre asuntos ajenos y solo reportar al ministerio si las cosas se ponían muy peligrosas.

Como ya llevaba varios meses suficiente tiempo agitando el frasquito, procedió a golpearlo un par de veces con su varita. "Solo puedo recomendar que seas más cuidadosa y sigas los protocolos de experimentación" dijo, amablemente y tras retirar la tapa, le acercó la poción "Ahora bébelo en un solo trago" recomendó, la poción tenía un buen olor, pero el sabor era diferente para cada persona y no podía asegurar que fuera agradable.

[April P Morgan]

Movió la cabeza de lado a lado mientras rodaba los ojos. Claro, claro... sería más cuidadosa, seguiría los protocolos, haría todo lo que siempre le pedían que hiciera por un tiempo mientras se sentía mejor. Experimentaría un poco con el gato y luego en uno o dos meses ya volvería a probar sus pociones en seres humanos. Tenia primos inquietos cerca, capaz con ellos también podría probar.

Tomó lo que le ofrecía, inhaló lentamente y soltó el aire. Luego lo hizo. Lo bebió. Arrugó los labios y mantuvo la calma. No era la primera poción asquerosa que bebía en el día. Sus ojos se entrecerraron un poco y después de tragar saliva miró de nuevo al sanador. "Dime que esto ya es todo" le pidió devolviéndole el frasco.

[Gerald Cowershof]

Menos mal que se iban a casar y el gato y los primos estarían a salvo.

La observo atento solo por si ocurría lo peor (vomitaba la poción) y al igual que con otros pacientes, tenía que hacerse cargo del desastre. Se sintió aliviado cuando nada inusual ocurrió y procedió a tomar el frasco y colocarlo en el lugar de los desechos. "Esto es solo el inicio" le recordó con algo de gracia, revertir desperfectos mágicos no era soplar y hacer botellas, "Esperaremos unos minutos y volveré a examinar tu brazo para saber si está haciendo efecto" explicó, aprovechando para escribir otro par de cosas en el pergamino.

[April P Morgan]

Sabía que nunca era rápido, pero habría apreciado si tan solo por una vez lo fuera. No es como si adorara San Mungo y no quería imaginarse a su padre haciendo comentarios con respecto al tiempo que había tardado y porque lo había hecho. Le habría gustado que las cosas funcionaran un poco más rápido y quizá en eso era en lo que debía enfocarse en sus próximas pociones.

Levantó una de sus cejas cuando lo escuchó. "De alguna manera parece que está disfrutando con esto, sanador Cowershof" le dijo a manera de acusación.

[Gerald Cowershof]

Entre más rápido quisieran que se dieran las cosas en San Mungo, más lento serían, esa era la regla. Por eso todos debían ser muy pacientes.

Detuvo el movimiento de su pluma y miró a la muchacha cambiando su expresión a una un poco más seria "Jamás disfrutaría de la tragedia ajena" replicó, sin embargo, su tono era más relajado que el gesto en su cara porque la verdad no se lo había tomado a mal. Pero ya saben, si alguien más los escuchaba podían pensar que era un sanador poco profesional y que le gustaba ver sufrir a sus pacientes. Quizá había estado mal de su parte sentirse tan cómodo con ella, no quería mal entendidos, mucho menos en su lugar de trabajo.

[April P Morgan]

((Like a damn sociopath))


Algunas cosas no cambiaban y es que Gerald siempre había sido así. Excepto esa vez que prácticamente torturó al gato de su hermana en un aula del colegio. Frunció las cejas y los labios y asintió con la cabeza como si él estuviera diciéndole algo muy serio. "¿No tienen sentido del humor en este lugar?" le preguntó. Ella sabía que no, ya había estado en ese hospital como para saber que nadie que trabajara ahí encontrara nada divertido. Varias veces había llegado por los accidentes mas divertidos y nunca había conseguido mas que un regaño o malas miradas.

[Gerald Cowershof]

Cómo cuando te sale el tiro por la culata... y como no pretendo volver a leer nada de eso te voy a dar la razón. Pobre gato, RIP. Ya sé que no se murió por eso, pero RIP.

Imitó la expresión de su paciente y negó, quiso decirle que para reír tenía que ir al lugar adecuado como a un circo o algo así, pero no, eso no era algo que debía expresarse en voz alta, él tenía que ser educado porque aún tenía deudas que pagar. "Tenemos sentido del humor cuando corresponde" respondió, terminando de anotar en el pergamino para después guardarlo, "De todas maneras, rara vez se ven cosas graciosas en Emergencias" concluyó, Y le pegó la punta de su varita sobre la frente, porque según el protocolo debía asegurarse que no tuviera fiebre.

[April P Morgan]

Soltó una corta risa después de ver su expresión. La sorprendió un poco la varita en la frente pero eso no evitó que, sin tener una razón en específico quisiera seguir molestándolo por eso terminó usándose de ejemplo. "¿No es divertido ver a alguien luego de una poción fallida?" le preguntó. No iba a admitir que estaba haciendo un súper experimento ni nada de eso, pero según ella era súper divertido ver los efectos de una mala poción "Claro, cuando no hay daños a largo plazo y bla bla bla".

Gracias a Merlín nada muy catastrófico le había sucedido en aquellos años, quizá no tendría ni una pizca de sentido del humor de ser así.

[Gerald Cowershof]

Suspiró, retirando su varita y digamos que ella no tenía fiebre y eso era bueno. Lo que no era bueno, era que fuera tan insistente con lo de las pociones fallidas. Simplemente, no podía arriesgarse a hablar de esas cosas estando en una sala del Hospital y que alguno de sus jefes pasará por allí, le debía respeto a su profesión y a los pacientes. Fuera de aquel ambiente, aunque seguía respetándolos, podía concederse unos minutos para contar anécdotas memorables.

"Es divertido verlo cuando estás en Hogwarts, April" le recordó, porque eran jóvenes y despreocupados, y encontrar divertidas ese tipo de situaciones era parte de ser adolescente, "No lo es tanto cuando trabajas en el Hospital y debes solucionarlo" completó, cruzándose de brazos mientras calculaba cuanto tiempo había transcurrido desde que tomó la poción y cuanto más debía esperar.