La Pire

[Maggie Grimbale]

Se había quedado callada, como acorralada por la pregunta de Nigel, hasta que él mismo le dio la primer respuesta concreta en lo que iba de charla, o lo que fuera que estaban teniendo.

"Ajá, crees que tengo mucho ego" dijo en lo que posiblemente fuera el momento más inteligente de su adolescencia, reinterpretando lo que su compañero le decía "Y como no ando por ahí llorando por mis defectos, crees que me hago la víctima" intentó entenderlo en voz alta. Quizás Nigel pensaba que ella lo hacía de presumida o de negadora, pero realmente no lo hacía de mala, de verdad estaba comprendiéndolo por primera vez "Si lo que quieres es que me haga cargo de mis defectos... bueno, puedo hacerlo" dijo enderezándose, intentando asumir la posición más digna que se le ocurría para alguien que estaba por hablar mal acerca de sí mismo "Soy vanidosa, me cuesta mucho estudiar y me gusta llamar la atención" admitió, con bonus y todo, mientras apretaba los labios y movía la cabeza como haciéndole burla a Nigel. ¿Ves que puede?

[Nigel Sinclair]

Que ella tuviera una respuesta le daba más bronca todavía. Sinceramente casi cualquier cosa que ella hiciera o dijera iba a darle bronca, porque ya había pasado al lado de lo ilógico todo el desagrado que sentía por ella. También le resultaba cómodo odiarla, ya no sabía cómo podría verla si no fuera con resentimiento.
"Ah, ¿ves, ves? No era tan difícil" comentó burlón, como para hacerle competencia. "Vanidosa y te gusta llamar la atención" repitió mientras disfrutaba demasiado de haberle sacado dos defectos medianamente interesantes a Maggie, porque lo de que le costaba estudiar siempre le pareció común. "Tiene que haber una palabra que simplifique esas dos cosas..." dijo como si pensara para sí mismo. De fondo escuchó agua salpicar, seguro que se perdió a alguna francesa tirándose de cabeza al agua.

[Maggie Grimbale]

En cambio, Maggie se sentía muy satisfecha de haber encontrado una respuesta, le molestaba tanto la cara con la que Nigel la miraba que quería refregarle un pastelito de calabaza todo por el rostro y después desaparecer. Quería que cosas malas le pasaran, que borrara la sonrisita burlona y ella pudiera dejar de sentir tanto odio al mirarlo.
Obvio que no tenía idea de cuál era la palabra a la que Nigel se refería, así que lo miró, aburrida de que insistiera con eso. "¿Ahora sí vas a dejarme en paz?" le preguntó como si admitir que tenía defectos hubiera sido una deuda que tenía con él y ahora que había cumplido ya no podía molestarla ni hacerle pasar malos momentos cuando les tocara una tarea juntos o se cruzaran en un pasillo.

[Nigel Sinclair]

De hecho, esa palabra no era una original de Nigel (la única original era una que nunca había usado en voz alta, porque no tenía con quién hablar mal de Maggie, así que cuando la llamaban en clase él reemplazaba Grimbale por Grimeball), pero le causaba mucho gusto saber que había rumores de que a Maggie la llamaban de zorra. Quizás eran rumores viejos, o incorrectos, pero Nigel se aferraba a cualquier cosa.
"Yo te dejo en paz" dijo muy seguro, alzando los hombros. Giró la cabeza hacia la piscina, aunque ya se había perdido a la chica que salió del agua para tirarse otra vez, y volvió a ver a Maggie. "De hecho yo estaba acá, solo, en paz..." alzó las cejas. ¿Quién llegó a interrumpir su paz? ¿Quién le habló primero? Vofi.

[Maggie Grimbale]

Si supiera de los apodos con los que le gustaba llamarla, posiblemente se le terminara de nublar el juicio por el odio que le tenía y lo agarraría de esas mechitas rubias locas que tenía, le arrancaría el jopo para que aprendiera a ni mirarla. Pero no, tenía que calmarse, porque sentía que por fin estaban llegando a buen puerto.

Lo observó mirar hacia la piscinas y comprendió que se estaba baboseando con las francesas que nadaban. Negó con la cabeza como si él le diera asco y rodó los ojos "Ok, yo también te dejo en paz entonces" para Maggie era un trato, suponía que ahora que le había mencionado algunos de sus defectos y, unos meses antes él le había robado un beso, estaban a mano y dejaría de mirarla y tratarla mal.
Se dio medio vuelta dispuesta a dejarlo, lástima que no tenía un pañuelo o algo para ofrecerle de babero.

[Nigel Sinclair]

Pongamos fecha: de acá a tres años que se encuentren en una plaza y queden en agarrarse de las mechas. Yo te lo dejo preparadito y vos atacás con todo. Quizás la gente se entusiasma con la idea y decide tirarles barro, y de paso tu novio verdulero puede cobrar entrada y hacerse unos pesos.

"Bueno" dijo con una sonrisa de costado. "Igual no puedo creer que hayas venido hasta acá solamente porque te gusta pelear conmigo" comentó en voz más baja, aunque asumía que Maggie ya estaba yéndose, porque Nigel obvio que pensaba que ella lo había buscado para armarle una escena.

[Maggie Grimbale]

Si lo ponés con esas mechas, la vinchita y esa cara yo no puedo... la idea es que a Maggie le agarre un ataque de ira, no de risa. Y no te metas con Rainier! Él se gana los sickles dignamente, no como vos, robando cosas, pegándolas a cartas.

Había apoyado una mano en la manija de la puerta cuando lo escuchó seguir murmurando por lo bajo, como una rata o un portero stalker. "¿Qué?" preguntó entonces, algo molesta porque él siguiera "¿No habíamos llegado a un acuerdo?" preguntó entonces por si él no había entendido las cosas igual que ella.

[Nigel Sinclair]

Ay, Magdalen, a esta altura quiero que alguien lo cague a bollos a Nigel solamente para poder entretenerme leyendo los comentarios de Maggie al respecto.
Giró la cabeza para verla, sorprendido, pero enseguida se le dibujó una sonrisa en el rostro. ¿Seguía ahí? ¿No era que se iba? Qué insaciable, caray, así no se puede. "Sí, por eso. No me vas a buscar más para pelear de ahora en más, entonces" alzó los hombros, como si lo que acababa de decir fuera la simple verdad, que ella era la que armaba bardo.

[Maggie Grimbale]

Todos sabemos que ese alguien es Rainier, que en este momento está cargando cajones de manzanas pero que le podría dejar un ojo morado y sacarle las muelas del juicio a golpes si quisiera.
Lo miró arrugando los ojos, sin poder creer lo que decía. ¿No la había escuchado? El trato no era sobre eso! Y mucho menos la hacía culpable de su pésima relación a Maggie. Juntó aire, inflando los cachetes y resopló antes de negar con la cabeza "Y tú tampoco me buscarás pelea" repitió a ver si ahora sí Nigel lo entendía. Alzó levemente las cejas, esperando la confirmación para irse de una vez.

[Nigel Sinclair]

Cuando le digan a Maggie que su novio no puede entrar a dejarle flores silvestres en el camarín porque llena todo de olor a mandarina vamos a ver de qué sirve que pueda cagar a bollos a tus acosadores.
"Yo nunca te busco pelea" respondió con una sonrisita de pésima persona, haciéndose el inocente y desentendido. Pero se enserió. "Bueno, ¿quieres que hagamos las paces bien, y en serio?" ofreció. No aceptes, Maggie, escapa de ahí.

[Maggie Grimbale]

Va a servir un montón! Rainier puede dejar la verdulería y ser el guardaespaldas de Maggie, serían como Whitney Houston y Kevin Costner pero sin la música (?).

Abrió la boca, mirándolo molesta, sin poder creer en lo que decía, ¿podía ser más descarado? Todos sabían que le buscaba pelea y que no la soportaba, ¿quién era la mosquita muerta ahora? Pero estaba cansada de pelear y había aprendido que quedarse callada y dejarlo pensar lo que quisiera era la mejor manera de no discutir con Nigel (y con todo el mundo, en resumen).
Quería terminar eso rápido y poder cursar su último año en Hogwarts en paz, así que, dejando la puerta entreabierta por las dudas, se acercó nuevamente a él. "Sí, eso quiero" contestó moviendo las manos como que era obvio.

[Nigel Sinclair]

Nigel miró a Maggie, alzando el mentón como si estuviera pensando si lo que ella le estaba diciendo era cierto o no. "Bueno" dijo, como para que no hubiera forma de dejarlo más claro. Los dos querían paz, pero no amor, porque eran libres de odiarse igual. Era un buen trato.

"Lo pasado, pisado, ¿no?" le ofreció una mano a Maggie. Le re convenía un trato así a él: de esa forma todos sus pecados anteriores quedaban anulados, pero podía seguir odiándola por ser como era, y viceversa. Nigel quería una conciencia limpia, pero no necesariamente tener que pedir perdón y hacer algo para enmendar sus errores.

[Maggie Grimbale]

Los gestos de Nigel la irritaban y algo decía que debía desconfiar, pero no podía si quería dejar ese tema en el pasado, como bien decía su compañero. No podían odiarse por una tontería de niños, en un juego que había pasado hacía años, una eternidad en tiempo adolescente. Maggie miró la mano de Nigel por un instante y luego volvió a levantar la vista "Ok... lo pasado, pisado" repitió y estiró su brazo para estrechar la mano y cerrar la tregua, creyendo que eso implicaba que dejaría de molestarla, no que seguiría odiándola pero en silencio.

[Nigel Sinclair]

Tregua rima con yegua. No tiene nada que ver con el resto de mi mensaje, pero solamente quería apuntar eso, porque seguro que Nigel seguía conectando esa palabra con Maggie. Ambas acepciones.

Estrechó la mano de Maggie, sin planes de soltarla automáticamente. Obvio que la detestaba, había algo inherente en ella que hacía que saliera lo peor de él a la superficie. Pero también odiaba que ella lo atrajera físicamente, detestaba eso. "Genial. Empecemos de cero con todo bien, entonces" le soltó la mano haciendo un esfuerzo mental. Grimeball era lo peor que le había pasado en Hogwarts.

[Maggie Grimbale]

Si Maggie supiera todo lo que le pasaba por la cabeza a Nigel no dudaría en tirarlo desde la especie de balcón en la que estaban parados, disfrutaría viéndolo caer y romperse todos los huesos. Luego sería sumamente feliz al saber de la noche de dolor que pasaría en la enfermería recuperándose, mientras desearía que la enfermera francesa que lo atendiera fuera la mujer más fea del planeta.

La puso nerviosa que Nigel no la soltara apenas terminara de darle un leve apretón. Se sintió incómoda, reprochándose mentalmente por seguir prestándole atención a ese idiota. Ya bastante había tenido que soportarlo todo ese tiempo que llevaba guardándole rencor por un beso, que incluso él ya se había cobrado en otra ocasión. Sin embargo, intentó recuperar la calma y creerle que todo estaría bien.
"Genial" repitió también "Cada uno por su camino, sin rencores" quiso asegurarse en voz alta de que ambos entendían lo mismo e instintivamente llevó un pie hacia atrás para comenzar a acercarse a la salida.