Fic: Cuando las cosas salen a la luz

[Emma Goulding]

-¿Cómo te has enterado?- Preguntó Ollie con la cabeza hacia abajo. Su voz sonaba apagada, como resignada. Era algo que iba a suceder eventualmente, él lo sabía.

-No ha sido tan difícil, sólo tenía que verla- Contestó Emma. Su voz sonaba fría y cortante. Incluso se sintió rara al escucharse. No parecía ella. No se sentía ella. Fue como si luego de llorar tanto, simplemente se vaciara, y dentro de ella sólo quedara resentimiento, hasta ira. Pero Emma Goulding no expresa la ira, o el dolor, frente a sus enemigos. Y ese era Oliver Newton en ese momento. Su peor enemigo, al traicionarla de esa forma.

Ollie alzó la vista, con sincera curiosidad -¿A qué te refieres con eso?. Ya habías visto a Orianne antes- Dijo.

Los ojos de Emma, hinchados por el llanto, lo miraron fijamente. Su mirada no expresaba nada, y con eso lo expresaba todo, porque Emma expresaba sus sentimientos a través de los ojos, todos los que la conocían bien podían leerla de esa forma. Pero no ese día, porque se sentía medio muerta.

-La última vez que la vi, tenía un año y medio. Ahora tiene cinco. Y tiene todo de él- Contestó. En su mente volvió la imagen de la pequeña, corriendo hacia Thea. Con esa sonrisa.

Oliver tensó la mandíbula –Te equivocas. No tiene nada de él- Dijo, con una convicción que le sorprendió a Emma, sabiendo que, por supuesto, estaba completamente equivocado.

-¿De verdad, Oliver? ¿Me equivoco?- Se inclinó hacia adelante, posando los codos en la mesa que los separaba, entrelazando sus dedos y posando la barbilla en ellos. Seguía viéndole fijamente, casi sin pestañear –Lo único que no tiene de Alfie es el cabello, que es rubio como el de ella- No podía pronunciar el nombre de Thea por alguna razón, aunque Emma sabía que ella no era la culpable de todo, más bien debía agradecerle, por no involucrar a Alfie desde el comienzo. Pero igual le dolía -De resto, los ojos, la sonrisa, incluso la curvatura de la nariz, es de él- Ollie quizá no lo veía, pero ella sí. Luego de tantos años de despertar con una persona a tu lado sencillamente te memorizas su rostro. Cada arruga, cada forma. Emma sólo tenía que pensarlo y una vívida imagen surgía en su cabeza, como si estuviese viendo su fotografía en ese instante.

Hubo un silencio. La expresión de Ollie era algo que Emma no terminaba de comprender. Estaba apenado, ciertamente, pero se le veía tranquilo, no avergonzado como esperaba ella. Eso le hirvió en la sangre, como si internamente le estuviesen prendiendo fuego. Tenía ganas de gritar, de insultarlo, de despeinar su precioso cabello o se rasgarle esa chaqueta esmeralda de diseñador. Pero su rostro parecía inerte, sin expresar emoción alguna. Apretaba los dientes y se notaba tensa, pero fuera de eso bien podía parecer una muñeca. Una muy seria muñeca.

Luego de un rato, Emma decidió por fin hablar. Tenía las palabras atragantadas en la garganta y si esperaba un poco más seguro saldrían con sollozos. Y no se iba a quebrar frente a él -¿Por qué lo hiciste?- Preguntó, finalmente -¿Por qué me lo ocultaste durante todos estos años?-

Ollie soltó un suspiro resignado –Porque Thea me lo pidió- Contestó, simplemente.

Frunció el ceño. Esperaba una razón mejor -¿No fui yo tu amiga antes, Oliver?- No esperó una respuesta –¿Acaso hice algo que te molestase para que me traicionaras de esa forma?-

Ollie puso los ojos en blanco -¿Por qué eres tan dramaqueen, Emma? Me superas por un millón- Se acomodó en su asiento –No todo se trata de ti, nena, ni siquiera debería importarte la existencia de Ori puesto que no te afecta en lo absoluto- Hizo una pausa muy breve, al ver que Emma ya había abierto la boca –Déjame terminar. Tú no tienes que pagar pañales, escuela, esperar al lado de su cama mientras ella logra dormirse porque le cuesta dormir sola. Lo único que te duele es que Alfie haya tenido un hijo con otra persona que no eres tú y por eso te descargas conmigo. No te lo voy a permitir, Sunshine, porque además de que te creo mejor que eso, no estoy para lloriqueos inmaduros-

Cada palabra le atravesó como una aguja al corazón, pero no lo aparentó –Te equivocas, de nuevo- Se echó hacia atrás, recostándose de su silla de terciopelo púrpura –Si Alfie se entera, va a querer formar parte de su vida y como yo soy parte de la de él, la niña será inevitablemente parte de la mía- Miró hacia la ventana más próxima, sintiendo que si seguía viendo a Ollie iba a terminar llorando –Alfie querrá que interactúe con su hija, que sea su amiga al menos- Volvió a mirarlo, más fríamente que antes si era posible –Y yo no tengo ganas de involucrarme-

Oliver endureció la mirada –Orianne no tiene la culpa de nada, Emma, es sólo una pequeña, muy dulce, si llegases a conocerla…-

Emma le interrumpió –No quiero hacerlo y no lo haré, ella ha sido feliz sin la presencia de Alfie y la mía y estoy muy segura de que puede seguir así- Se puso de pie. Ollie se puso de pie a su vez.

-Si Alfie se entera no puedes evitar que se involucre, está en su derecho- Le objetó Oliver.

-Pero Alfie jamás se enterará- Dijo antes de dar media vuelta y caminar hacia la puerta.

-¿Cómo pretendes hacer que no se entere?-

Emma sostuvo la puerta con la mano. Un anillo con un diamante pequeño brillaba sobre su dedo anular. Giró el rostro un poco, para ver a Ollie de soslayo.

-Tengo mis métodos-

Y con eso, salió contoneándose de la oficina de su (ahora) antiguo amigo.

¿No aman el drama? ¿No?. Bueno, ya leyeron de todas formas.

[Emma Goulding]

Sabes que yo no se hacer otra cosa CnP xD

¡Espero el tuyo! ¡Pronto! Que sino muero de la espera.