Beyond Hogwarts RPG - Foro de rol Play-By-Post ambientado en el mundo de Harry Potter
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La meona
- Ruth Crowley
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La meona
((Libre))
Si había algo más terrorífico que vivir con un apodo ridículo, era vivir el momento en el cual dicho apodo podría estar naciendo.
Eran las 12 de la noche y Ruth estaba en la sala común, sentada en uno de los sillones individuales frente a la chimenea. Tenía puesto el pijama (azul Ravenclaw, gracias Santa del año anterior) y tenía las piernas tapadas con una de las mantas finitas de su cama. No tenía frío, pero era consciente de que andar en pijama era un poquito más impúdico que andar en ropa común, al menos fuera de su casa.
-¿Y si voy a la cocina?- pensó por un momento. Pero luego negó con la cabeza. Los elfos que limpiaban no tenían por qué vivir en la cocina.
Repasó el estúpido accidente en su mente: había volcado en la cama una taza llena de té. No había llegado a dar ni un sorbo, así que era mucho té. Se reprochó nuevamente por tratar de meterse a la cama con la taza en la mano. ¿Quién hacía estupideces así? Solo ella. Cualquier otra persona habría dejado la taza en la mesa de luz antes de maniobrar sábanas y mantas, ¿no? Pero ella había logrado empapar completamente la mitad de su cama. ¿Cuánto tiempo debería haberse quedado allí tratando de secar el colchón con aire de la varita? Había estado más de veinte minutos y solo había llegado a secar la sábana, pero apenas apretaba la mano contra el colchón, la sábana se mojaba de nuevo.
Con ganas de llorar y ya bastante sueño acumulado, había dejado de intentarlo y se había ido a leer a la sala común. Lo que no había pensado muy bien es dónde dormiría si la cama no se secaba.
¿Habría elfos rondando a la noche para ayudar a los meones? No que ella lo fuese, ¡qué trauma si pensaban eso! Ruth no sabía si los elfos eran chismosos, pero pensando en que quizás la juzgarían mal, había dejado la taza de té sobre la sábana. Hola, Sherlock-elfo, más vale que entiendas que esto no es pis. Quizás los elfos pasaban a la mañana y ella tendría que dormir allí en el sillón.
Ruth soltó un quejido bajito y cerró los ojos. Nunca más trataría de ser una persona adulta que lee en la cama disfrutando una taza de té. La próxima vez sería la típica niñita poco delicada que va a tomar agua del grifo del baño si le da sed.
Si había algo más terrorífico que vivir con un apodo ridículo, era vivir el momento en el cual dicho apodo podría estar naciendo.
Eran las 12 de la noche y Ruth estaba en la sala común, sentada en uno de los sillones individuales frente a la chimenea. Tenía puesto el pijama (azul Ravenclaw, gracias Santa del año anterior) y tenía las piernas tapadas con una de las mantas finitas de su cama. No tenía frío, pero era consciente de que andar en pijama era un poquito más impúdico que andar en ropa común, al menos fuera de su casa.
-¿Y si voy a la cocina?- pensó por un momento. Pero luego negó con la cabeza. Los elfos que limpiaban no tenían por qué vivir en la cocina.
Repasó el estúpido accidente en su mente: había volcado en la cama una taza llena de té. No había llegado a dar ni un sorbo, así que era mucho té. Se reprochó nuevamente por tratar de meterse a la cama con la taza en la mano. ¿Quién hacía estupideces así? Solo ella. Cualquier otra persona habría dejado la taza en la mesa de luz antes de maniobrar sábanas y mantas, ¿no? Pero ella había logrado empapar completamente la mitad de su cama. ¿Cuánto tiempo debería haberse quedado allí tratando de secar el colchón con aire de la varita? Había estado más de veinte minutos y solo había llegado a secar la sábana, pero apenas apretaba la mano contra el colchón, la sábana se mojaba de nuevo.
Con ganas de llorar y ya bastante sueño acumulado, había dejado de intentarlo y se había ido a leer a la sala común. Lo que no había pensado muy bien es dónde dormiría si la cama no se secaba.
¿Habría elfos rondando a la noche para ayudar a los meones? No que ella lo fuese, ¡qué trauma si pensaban eso! Ruth no sabía si los elfos eran chismosos, pero pensando en que quizás la juzgarían mal, había dejado la taza de té sobre la sábana. Hola, Sherlock-elfo, más vale que entiendas que esto no es pis. Quizás los elfos pasaban a la mañana y ella tendría que dormir allí en el sillón.
Ruth soltó un quejido bajito y cerró los ojos. Nunca más trataría de ser una persona adulta que lee en la cama disfrutando una taza de té. La próxima vez sería la típica niñita poco delicada que va a tomar agua del grifo del baño si le da sed.

- Nicol Lufkin
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Re: La meona
Aunque a Nicol le agradaba cumplir con sus obligaciones como Premio Anual, si le pedían que les diese una clasificación del 1 al 10, donde 10 es 'me gusta mucho' y 1 'no me gusta', el patrullaje nocturno de los pasillos se llevaría un -5, que sería algo así como: 'lo detesto, pero debo hacerlo'. Así que cuando su reloj de pulsera había marcado las 00:00 indicando el comienzo de un nuevo día, él se había dirigido feliz pero cansado de vuelta a su Sala Común, sin importarle mucho los ruidos extraños que había escuchado en una de las aulas que estaba de camino a la Torre de Ravenclaw. ¿Habría sido peeves? ¿Un boggart? ¿Un estudiante fuera de su sala común a horas ilegales? No lo sabía, pero lo dejaría en manos del profesor al que le correspondiera la siguiente ronda.
Estaba muy contento de regresar a la calidez de su sala común y su plan al entrar era dirigirse como una flecha hacía la puerta de las habitaciones de los varones y derecho para su cama. Bed, sweet bed. Por desgracia,Al entrar y tras pasar rápidamente su mirada por toda la extensión del lugar, encontró una figura extraña cercana a la chimenea. Rayos- esas no eran horas de estar en aquel lugar, los estudiantes debían estar durmiendo o al menos en sus respectivas habitaciones.
Tomo aire por la nariz y exhalo silenciosamente, debía llegar a un estado tranquilo (porque no poder ir a dormir lo hacía molestar, ligeramente) para poder acercarse a la persona que estaba violentando las normas del colegio y hablarle de manera calma y agradable. Así fue acercándose, sacandose la túnica de encima del uniforme porque con la calidez de la sala ya no la sentía tan cómoda.
Estaba muy contento de regresar a la calidez de su sala común y su plan al entrar era dirigirse como una flecha hacía la puerta de las habitaciones de los varones y derecho para su cama. Bed, sweet bed. Por desgracia,Al entrar y tras pasar rápidamente su mirada por toda la extensión del lugar, encontró una figura extraña cercana a la chimenea. Rayos- esas no eran horas de estar en aquel lugar, los estudiantes debían estar durmiendo o al menos en sus respectivas habitaciones.
Tomo aire por la nariz y exhalo silenciosamente, debía llegar a un estado tranquilo (porque no poder ir a dormir lo hacía molestar, ligeramente) para poder acercarse a la persona que estaba violentando las normas del colegio y hablarle de manera calma y agradable. Así fue acercándose, sacandose la túnica de encima del uniforme porque con la calidez de la sala ya no la sentía tan cómoda.

- Ruth Crowley
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Re: La meona
Cerrar los ojos era peligroso cuando se tenía sueño y eran pasadas las doce de la noche. Entre tanto pensamiento negativo sobre su situación, Ruth se había relajado involuntariamente hasta llegar a esa etapa pre-sueño típica de los cabezazos en clase.
El sonido del fuego de la chimenea era casi tan arrullador como los ligeros (y a veces no tanto) ronquidos de sus compañeras de cuarto. La temperatura era perfecta para dormir. Lo único que la hacía buscar soluciones al asunto y no echarse a dormir allí mismo, era que no le agradaba la idea de que toda la sala común se la encontrara allí roncando felizmente a la mañana.
Esos pensamientos la llevaron a tener un sueño ligero mezclado con la realidad, en el cual abría los ojos y todos sus compañeros se reían de ella por haber mojado la cama. Las expresiones de Ruth pasaron de relajada a estresada nuevamente, aún soñando.
El sonido del fuego de la chimenea era casi tan arrullador como los ligeros (y a veces no tanto) ronquidos de sus compañeras de cuarto. La temperatura era perfecta para dormir. Lo único que la hacía buscar soluciones al asunto y no echarse a dormir allí mismo, era que no le agradaba la idea de que toda la sala común se la encontrara allí roncando felizmente a la mañana.
Esos pensamientos la llevaron a tener un sueño ligero mezclado con la realidad, en el cual abría los ojos y todos sus compañeros se reían de ella por haber mojado la cama. Las expresiones de Ruth pasaron de relajada a estresada nuevamente, aún soñando.

- Nicol Lufkin
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Re: La meona
((Solo porque siento que olvidare esto y ya que congelamos pjs... Nicol está en 7mo y Ruth debería estar en 4to año))
Para cuando llego junto al sillón, Nicol tenía la túnica colgando de una mano y una expresión de aburrimiento en su rostro. No había podido evitarlo, en su calificación de los deberes del premio anual, encargarse de los alumnos que se dormían en la sala común era tenía un -1 de un rotundo: 'No me gusta lidiar con gente dormida'. La verdad era que no le daba nada de lastima tener que despertarla, así que dio unos pasos más hasta quedar entre la chimenea y el sofá, para poder despertar a -Ruth Crowley- desde un lado y no desde atrás del mueble y evitar que, por ejemplo, gritará, se cayera al suelo, le lanzara un manotazo o un hechizo sorpresa por instinto. Porque ya muchas cosas por el estilo le habían pasado antes.
Y allí estaba, con el brazo a medio camino de tocarle el hombro cuando se distrajo con las caras que hacía la niña. ¿Todo bien Ruth? Comenzó a dudar, por experiencia sabía que despertar personas en medio de una pesadilla era contraproducente. Tan contraproducente como lo era dejarla ahí, siendo él, premio anual.
Para cuando llego junto al sillón, Nicol tenía la túnica colgando de una mano y una expresión de aburrimiento en su rostro. No había podido evitarlo, en su calificación de los deberes del premio anual, encargarse de los alumnos que se dormían en la sala común era tenía un -1 de un rotundo: 'No me gusta lidiar con gente dormida'. La verdad era que no le daba nada de lastima tener que despertarla, así que dio unos pasos más hasta quedar entre la chimenea y el sofá, para poder despertar a -Ruth Crowley- desde un lado y no desde atrás del mueble y evitar que, por ejemplo, gritará, se cayera al suelo, le lanzara un manotazo o un hechizo sorpresa por instinto. Porque ya muchas cosas por el estilo le habían pasado antes.
Y allí estaba, con el brazo a medio camino de tocarle el hombro cuando se distrajo con las caras que hacía la niña. ¿Todo bien Ruth? Comenzó a dudar, por experiencia sabía que despertar personas en medio de una pesadilla era contraproducente. Tan contraproducente como lo era dejarla ahí, siendo él, premio anual.

- Ruth Crowley
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Re: La meona
((Yo ya me había olvidado, así que ¡gracias! xD))
-...solo té... Noooo... En serio es té- pensaba Ruth en sueños, viendo a los alumnos delante de ella cambiar las risas por miradas de decepción. ¿Y ese era el chico del club de Quidditch al que iba en el verano? ¿Por qué estaba allí también, si él ya había egresado? La lógica no entraba en el sueño, obvio. De haberse detenido a mirar los rostros de todos los que la juzgaban, seguramente habría encontrado allí hasta a algún mago famoso, absolutamente decepcionado por la ridícula que se meaba a los 14 años.
Quizás para Nicol fueron segundos, pero desde la primera mueca que había hecho, Ruth había estado gritando en sueños que no se había hecho encima por lo que sentía como una eternidad. Por eso cuando abrió los ojos como lechuza y miró fijo a Nicol, sin pestañear, moduló de forma arrastrada un intenso: "Té. Enserioesté".
Porque Nicol había estado allí con todos los demás riéndose de ella, ¿no? Denle unos segundos más para ubicar su almita en la realidad de nuevo. Al menos no le sumó anécdotas dolorosas a Nicol, en eso de despertar gente.
-...solo té... Noooo... En serio es té- pensaba Ruth en sueños, viendo a los alumnos delante de ella cambiar las risas por miradas de decepción. ¿Y ese era el chico del club de Quidditch al que iba en el verano? ¿Por qué estaba allí también, si él ya había egresado? La lógica no entraba en el sueño, obvio. De haberse detenido a mirar los rostros de todos los que la juzgaban, seguramente habría encontrado allí hasta a algún mago famoso, absolutamente decepcionado por la ridícula que se meaba a los 14 años.
Quizás para Nicol fueron segundos, pero desde la primera mueca que había hecho, Ruth había estado gritando en sueños que no se había hecho encima por lo que sentía como una eternidad. Por eso cuando abrió los ojos como lechuza y miró fijo a Nicol, sin pestañear, moduló de forma arrastrada un intenso: "Té. Enserioesté".
Porque Nicol había estado allí con todos los demás riéndose de ella, ¿no? Denle unos segundos más para ubicar su almita en la realidad de nuevo. Al menos no le sumó anécdotas dolorosas a Nicol, en eso de despertar gente.

- Nicol Lufkin
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Re: La meona
Reconsiderándolo acercarse desde ese angulo tampoco había sido la elección más sana, por eso cuando Ruth abrió los ojos, él se echo hacía atrás instintivamente, pero frunció el ceño cuando no logro darle sentido a las palabras de ella. Miro los alrededores del sofá y quizás los muebles más cercanos, como buscando el significado de 'Tenserioste' o lo que fuera que ella había dicho, pero no encontró mucho más que objetos familiares de la sala.
Suspiro, regresando el brazo que había extendido a su posición original y prefirió esperar que la chica se despertara un poco más. De todas maneras necesitaba que estuviera lo más despierta posible para mandarla de vuelta a su habitación, él no podía acompañarla y asegurarse que no se durmiera en las escaleras, le tocaba hacer todo el trabajo a ella.
Suspiro, regresando el brazo que había extendido a su posición original y prefirió esperar que la chica se despertara un poco más. De todas maneras necesitaba que estuviera lo más despierta posible para mandarla de vuelta a su habitación, él no podía acompañarla y asegurarse que no se durmiera en las escaleras, le tocaba hacer todo el trabajo a ella.

- Ruth Crowley
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Re: La meona
"Huh..." fue lo único que dijo, cuando sus ojos y su cerebro se enfocaron en la realidad de todo. Ver allí a un Prefecto no la alegró en absoluto, lo cual se tradujo en su cara con una expresión de pena por estar incumpliendo reglas. Pero no dijo nada más, porque sabía que todavía arrastraría las palabras al hablar y no quería, encima de todo, balbucear como una tonta.
Miró a Nicol un segundo a los ojos, pero después bajó la vista y tomó el borde de la manta que tenía sobre las piernas, para subírsela casi hasta el cuello. -No me eches no me eches no me eches.-
Miró a Nicol un segundo a los ojos, pero después bajó la vista y tomó el borde de la manta que tenía sobre las piernas, para subírsela casi hasta el cuello. -No me eches no me eches no me eches.-

- Nicol Lufkin
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Re: La meona
Enderezo su postura y cruzo los brazos sobre su pecho, como queriendo dar una imagen más seria que de alguien que acababa de terminar las rondas de la noche. La verdad es que no esperaba que ella pidiera disculpas de buenas a primeras, pero se sintió conforme al ver que algo de pena si le daba ser encontrada allí después del toque de queda.
Le devolvió la mirada y alzo las cejas, ligeramente sorprendido, cuando se cubrió con la manta. ¿Seguiría dormida? No era la actitud usual que recibía por parte de los infractores, le era más normal verlos correr hacía las habitaciones con la esperanza de no ser regañados. Cosa que igual podía hacer en la mañana, porque los recordaba a todos.
Le devolvió la mirada y alzo las cejas, ligeramente sorprendido, cuando se cubrió con la manta. ¿Seguiría dormida? No era la actitud usual que recibía por parte de los infractores, le era más normal verlos correr hacía las habitaciones con la esperanza de no ser regañados. Cosa que igual podía hacer en la mañana, porque los recordaba a todos.

- Ruth Crowley
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Re: La meona
Levantó la vista justo para verlo alzar las cejas y la volvió a bajar de nuevo. Su cerebro, que en un horario más normal podría haber evaluado ya más de cinco excusas válidas para darle, estaba completamente en blanco. Sin saber todavía qué decir (o, en el fondo, esperando que Nicol fuese bueno e hiciese como que no la había visto allí), se pasó una de las manos por la boca, que se le había resecado por dormir frente a la chimenea. Al menos no se había babeado. ¡Yay!
Mientras seguía buscando justificaciones en su cerebro dormido, se remojó discretamente los labios hacia adentro, para poder hablar con coherencia.
"Hola", fue lo único que se atrevió a decir, mirando de nuevo a Nicol.
Mientras seguía buscando justificaciones en su cerebro dormido, se remojó discretamente los labios hacia adentro, para poder hablar con coherencia.
"Hola", fue lo único que se atrevió a decir, mirando de nuevo a Nicol.

- Nicol Lufkin
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Re: La meona
Frunció el ceño por unos segundos y luego relajo su expresión, aunque lo que había hecho ella, al quedarse allí dormida no estaba bien, no tenía razones para enojarse. Era algo que le podía pasar a cualquiera, sin embargo, era muy cruel de parte de los demás no haberla despertado. Él nunca había dormido en un sofá en su vida, pero estaba seguro que cómodo no era.
"Buenas noches, Crowley" saludo, ya no le quedaban dudas que estaba despiertas y quizás podía procesar lo que le dijera, "¿Sabes que no son horas de estar aquí?" pregunta retorica. Solo esperaba que ella se diera cuenta de sus acciones y no tener que darle una charla respecto a la situación.
"Buenas noches, Crowley" saludo, ya no le quedaban dudas que estaba despiertas y quizás podía procesar lo que le dijera, "¿Sabes que no son horas de estar aquí?" pregunta retorica. Solo esperaba que ella se diera cuenta de sus acciones y no tener que darle una charla respecto a la situación.

- Ruth Crowley
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Re: La meona
Ruth asintió con la cabeza, sintiéndose más apenada con el trato amable de Nicol que si directamente le gritase. Ella era super correcta en la vida escolar, ¡qué horrible situación! ¿Cómo no se había acordado de las rondas de los prefectos, cuando decidió llevar su mantita muy inocentemente a la sala común?
"Sí... Es que... Tuve un problema", le respondió. Se mordió el labio inferior, sin saber cómo contarle su problema de cama mojada a alguien que era Prefecto, varón y mucho más grande que ella. Al final era peor haberse despertado que seguir con su pesadilla. Ruth definitivamente quería hacer un reboot de ese día. O de esas últimas horas. ¿Quién le presta un giratiempos? Gracias.
"Sí... Es que... Tuve un problema", le respondió. Se mordió el labio inferior, sin saber cómo contarle su problema de cama mojada a alguien que era Prefecto, varón y mucho más grande que ella. Al final era peor haberse despertado que seguir con su pesadilla. Ruth definitivamente quería hacer un reboot de ese día. O de esas últimas horas. ¿Quién le presta un giratiempos? Gracias.
Última edición por Ruth Crowley el 15 Sep 2020 18:38, editado 2 veces en total.

- Nicol Lufkin
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Re: La meona
Pues, con la insignia de Premio Anual pegada en su túnica y ni así iba a poder escuchar la historia de Ruth sin sentirse raro, es decir, capaz podía imaginar a su hermanita en esa situación pero ella tenía de edad de su otro hermano e iba a terminar pensando en él. Lo cierto es que, era ajeno a lo que había causado esa infracción en las normas del castillo y cuando escucho la respuesta una alarma se encendió en su cerebro. -Tiene un problema- repitió, ¿acaso tendría inconvenientes con sus compañeras? No recordaba a Brackenbury, Johnson o el resto como chicas conflictivas, aunque caras vemos, corazones...
Como fuera, era mejor indagar más. "¿Qué clase de problema?" inquirió con un tono tranquilo, como para que no sonara a interrogatorio pre-regaño y no terminaran ansiosos y preocupados los dos.
Como fuera, era mejor indagar más. "¿Qué clase de problema?" inquirió con un tono tranquilo, como para que no sonara a interrogatorio pre-regaño y no terminaran ansiosos y preocupados los dos.

- Ruth Crowley
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Re: La meona
Llevó las rodillas hacia el pecho, abrazándolas por encima de la manta. Se sentía tan incómoda allí, que se planteó mentalmente el volver a su habitación y tratar de dormir hecha un bollo a los pies de la cama, que era el único lugar que quizás seguía seco.
"Quise quedarme un rato leyendo en la cama..." comenzó, mirando el suelo al costado de Nicol, sin atreverse a mirarlo a los ojos. "Y me llevé una taza grande de té, por si me daba sed..." continuó. "Y se me volcó entera en la cama abierta."
Si era posible encogerse sin magia, Ruth lo había logrado al primer intento: se sentía del tamaño de un frijol.
"Quise quedarme un rato leyendo en la cama..." comenzó, mirando el suelo al costado de Nicol, sin atreverse a mirarlo a los ojos. "Y me llevé una taza grande de té, por si me daba sed..." continuó. "Y se me volcó entera en la cama abierta."
Si era posible encogerse sin magia, Ruth lo había logrado al primer intento: se sentía del tamaño de un frijol.

- Nicol Lufkin
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Re: La meona
Contuvo la respiración durante el tiempo que tardo en dar su respuesta, el lenguaje corporal de ella lo había puesto a la expectativa, sin embargo, descubrir que no había sido algo particular mente grave hizo que cerrara los ojos mientras volvía a respirar. Qué alivió no tener que lidiar con una situación grave a esas horas de la noche.
"Ah, claro" dijo, esa era la razón por la cuál los padres siempre les pedían a los hijos que no comieran sobre las camas, "en ese caso pudiste secar la cama con un hechizo" razonó, mirándola con un gesto de pena. También había pensado en sugerir que durmiera en la cama de una de sus compañeras (¿las niñas hacían eso con frecuencia, no?) o a un elfo doméstico, pero no estaba seguro que todos tuvieran un elfo a su disposición en el castillo.
Jamás pensó que quizá no sabía como hacer ese hechizo en particular, porque a su edad, él ya sabía.
"Ah, claro" dijo, esa era la razón por la cuál los padres siempre les pedían a los hijos que no comieran sobre las camas, "en ese caso pudiste secar la cama con un hechizo" razonó, mirándola con un gesto de pena. También había pensado en sugerir que durmiera en la cama de una de sus compañeras (¿las niñas hacían eso con frecuencia, no?) o a un elfo doméstico, pero no estaba seguro que todos tuvieran un elfo a su disposición en el castillo.
Jamás pensó que quizá no sabía como hacer ese hechizo en particular, porque a su edad, él ya sabía.

- Ruth Crowley
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Re: La meona
Ruth tenía algo mal en la cabeza, creo yo. Aunque no se había puesto colorada narrando lo que parecía un accidente escatológico, sí se empezó a colorear con la sola idea de que un hechizo de los fáciles le saliera mal. "Traté..." dijo, mirando a Nicol un momento. ¿Se vería tan tonta como se sentía? Seguro que sí.
Levantó los hombros con resignación y volvió a mirar el suelo. ¿Sería que había algún secreto con el hechizo? Uno que ella no había aprendido, claro.
Levantó los hombros con resignación y volvió a mirar el suelo. ¿Sería que había algún secreto con el hechizo? Uno que ella no había aprendido, claro.
