No hay de esto en casa

[Aimee Daughtrey]

((¿Cómo que crees que reservado? xD))

¿Por qué la gente en general parecía tan propensa a hacer una distinción entre estar en casa y estar en Hogwarts (que como bien fue señalado, funciona como casa la mayor parte del año)? ¿O es que la rara era ella, quien se encontraba muy a gusto en ambos lugares? Por razones diferentes, sí, pero a fin de cuentas era feliz aquí o allá, yay. Tipo, cuando estaba en Oxford extrañana su cama de Hogwarts, y cuando volvía a Hogwarts extrañaba no tener que entregar trabajos.

Como sea, Aimee no estaba reflexionando sobre cómo se sentía por estar de regreso en su sala común, simplemente entró (venía de la lechucería), en dirección a su habitación para dejar la pluma que traía en la mano. En su camino pasaría frente a John... presa más fácil, imposible.

[Aimee Daughtrey]

((¿Notaste ese gesto en mi cara? Fue un *rolleyes*))

Escuchó su nombre y dismunuyó la velocidad de sus pasos al tiempo que volteaba hacia el lugar de donde había provenido la voz. "¡John!" saludó a su vez, y como regresar la pluma a su mochila no era una necesidad de extrema urgencia, frenó por completo. "¿Qué haces?" además de acechar a sus compañeras de casa.

[Aimee Daughtrey]

Enarcó una ceja y puso cara de encontrar curiosamente divertido que la tratara como si el verano hubiera durado un par de años en lugar de un par de meses. "Hum, la verdad que estuve muy bien" y en respuesta a la última acción de John, 'posó' levantando el brazo libre y ladeando un poco la cabeza para probarle que no había perdido extremidad alguna durante sus vacaciones. "Pasé la mayor parte del tiempo en casa a excepción de una semana que estuve en Londres, y otra en Brighton... pero me mantuve lejos del sol" aseguró a la velocidad de la luz, como si John la hubiera acusado por atentar contra su rostro y ganar más pecas. "¿Y tú, la pasaste bien?".

[Aimee Daughtrey]

Le ofreció un par de risas como respuesta. "Ya me imagino, una bolsa de pan recién comprado sobre la anterior, que nadie ha tenido oportunidad de tocar aún" comentó, realmente imaginándoselo. Tamborileó con la pluma en el aire. "Te da gusto estar de vuelta, entonces" asumió.

[Aimee Daughtrey]

El movimiento con la pluma no tenía ningún significado (a menos que la haya cargado de tinta antes de agitarla... entonces les significaría a ambos salpicaduras en el uniforme).

Asintió al tiempo que él hablaba, como si John estuviera recitando un guión que ella se sabía de memoria pero que no le molestaba volver a escuchar. "Suele pasar así cuando lo que echas de menos no es la escuela, sino el ambiente de la escuela" opinó. Ella, por su parte, sí que había extrañado la escuela. Las tareas, los libros... nada como el primer examen del curso con su respectiva calificación aprobatoria. "Y si les untas mantequilla puede que te sepan mejor" añadió.

[Aimee Daughtrey]

Si Aimee quisiera deshacerse de él para irse a hacer tarea... ok, no se lo diría directamente, pero habría comenzado a hablar y hablar y hablar hasta finalmente llegar a lo que quería. Mover la pluma era un camino demasiado poco complicado para ella.

Cruzó los brazos a modo de ponerse más cómoda estando de pie (y teniendo cuidado para no mancharse con la pluma), riéndose un poco por la mención de la comida en la lista. "A ver, espera, me estás haciendo pensar que te mantuvieron con una dieta a base de pan solamente durante el verano".

[Aimee Daughtrey]

Quizá tendría que patentarlo, entonces.
Después de eso último ya no estuvo muy segura de si continuaban hablando en broma, o si John realmente había comprado demasiado pan. En cualquier caso, siguió con la mirada la mano de su compañero y le examinó el volumen del estómago, como si esperara descubrir que la próxima Navidad podría interpretar el papel de Papa Noël para los de primero. Nada que ver. Volvió a mirarlo a la cara y le sonrió con malicia. "Se me acaba de ocurrir que quizá la chica que vende el pan es extremadamente linda".

[Aimee Daughtrey]

De hecho, la verdad es que llevo años sin entenderte. Aimee le encontraba sentido a su ocurrencia; comprendería si John iba a comprar pan hasta dos veces al día sólo para ganarse una sonrisa de la linda (e imaginaria) empleada. Claro que si él le explicaba que lo que quería ganarse era un lengüetazo del San Bernardo, quizá comprendería también. Respondió con la debida risa al chiste, antes de quedarse callada por la pregunta. Como ella la intepretaba, no se otorgaba el rol de mercancía, sino de cliente. "Estuve de compras, sí" contestó al fin con cara de estarse festejando un chiste privado. Como que su estancia en Brighton no fue aburrida.

[Aimee Daughtrey]

Frunció la nariz, riendo en silencio. Era a la vez divertido y perturbador que John se comportara como cualquier chismosa de su curso. A causa de las cejas exageradamente levantadas, Aimee se enserió y negó con la cabeza. "Lo que sea que estás pensando es tres veces más" tardó en seleccionar la palabra "grave" y su elección dice mucho "que lo que pasó". Tomó aire. "En realidad no fue nada". Ahá. Ahí tienes, eso que está ocurriendo ahí es que John la avergonzó, y nada más efectivo para cerrar de golpe una fuente de información que no suelta demasiado para empezar.

[Aimee Daughtrey]

Ladeó una mueca (la idea inicial era que lo ladeado fuera una sonrisa, pero ésta cargó tanta vergüenza e incomodidad que terminó perdiendo la esencia). "Oye, esto es injusto, el plan original era que yo te hiciera contarme tus indiscreciones veraniegas, no al revés" lo acusó, ahora formando un pucherito. Podían negociar un intercambio de información. "¿No quieres sentarte?". Ya estaba que no regresaría la pluma próximamente.

[Aimee Daughtrey]

((Si no te perdona Dios, ¿por qué habría de hacerlo yo? XD))

Se sentó a un lado de John, ladeando ligeramente el cuerpo hacia él. Rió por lo bajo. "¿Te das cuenta de que mis historias serían desde la perspectiva femenina, y por lo tanto no te sería tan sencillo hacerlas tuyas?" preguntó enarcando una ceja. "Igual tendrías que inventar".

[Aimee Daughtrey]

Lo contempló incrédula, evidenciando que no tenía mucha fe en el plan de John. "Y para hacer es último, te resultaría más fácil dejarlo por la paz y contar mi historia" señaló lo obvio. No tenía mucho sentido todo aquello. "En ese caso, pido escoger el nombre falso que me darás" porque obviamente esperaba que protegiera su identidad.

[Aimee Daughtrey]

Arrugó el entrecejo; creía que el principal problema era la falta de creatividad de John, y el escuchar su nombre falso lo confirmó. Formó una mueca con los labios, mitad divertida y mitad apenada. "Brillante, así nadie descubrirá jamás de quién estás hablando. Como, en mi caso, esta noche cuando le cuente sobre esta conversación a otra persona, diré que platiqué con Sean Willoughty" asintió con la cabeza. "Pero no te preocupes, omitiré que fue en la sala común para no delatarte".

[Aimee Daughtrey]

Por una fracción de segundo se mostró confundida -¿cuál per...?-. Después entendió y soltó una risa breve. "No estaba hablando en serio, era una situación hipotética" encogió los hombros. "Igual que la persona". Miró a John e hizo pucheros. Habían regresado a la parte a la que ella no quería volver: la historia.

[Aimee Daughtrey]

Entonces dejó de verse adorable al cambiar los pucheros por una expresión sorprendida, como si le acabaran de pegar una bofetada inmerecida. Pero con menos violencia, por supuesto. Miró brevemente al pueblo, y al volver a encarar a John levantó mucho la cabeza para exagerar el gesto de llevar la nariz en alto, con mucha dignidad (y muchas ganas de reírse). "Es más sencillo hablar hipotéticamente, así que el pueblo" lo miró con intención "se tendrá que conformar con lo que obtiene".