Paddington Pad

[Ben Donovan]

((Reservado))

Nadie sospecharía que Ben había pasado la noche anterior llorando dramáticamente en su almohada. Ya era un adulto, pero nada detenía sus ganas de sentir todo al extremo: su desesperación debido a que, aunque vivía con su padre y éste lo mantenía, no le alcanzaba lo poco que ganaba para todas las pelucas que su corazón deseaba. A este ritmo, su plan de trabajar y hacer lo que le gustaba (sentirse una sensual pero irreverente mujer una noche a la semana) no iba a poder realizarse. Él no soñaba con ser rico y famoso, solamente con poder costearse las cosas que le gustaban y, en algún momento de su vida, poder dejar de vivir en la casa paterna.

Pero ese era un nuevo día, y la invitación (quizás se invitó él solo, pero eso también cuenta como invitación) a la vivienda de Sophia era una oportunidad para pasarla bien con su muy genial amiga americana y quizás ver si, por gracia divina, había algo en el closet de ella que le entrara a él. Para probárselo nomás, ¿eh? No le iba a robar la ropa aún. Llevaba una mochila en los hombros, enorme y llena de cosas.

Tocó el timbre, ya sonriendo en anticipación al encuentro.

[Sophia Wright]

Ben no necesitaba invitación a su departamento semi vacío. Él y su amistad eran una de las razones principales por las que Sophia se había mudado a Londres y estaba feliz de recibirlo ese sábado a la noche. El departamento era pequeño, tenía una habitación y un living que ahora estaba lleno de cajas en el suelo (había más cajas que muebles), una cocina alargada y un baño chiquito. Sabía que podía usar magia para meter más cosas de las posibles en la habitación pero comenzaba a preguntarse dónde iba a dormir si usaba ese espacio para la ropa y el maquillaje.
Aún faltaban muebles, sólo habia un par de lámparas bajas y una mesita pero la falta de comodidades no era excusa para no emborracharse un sábado a la noche con su amigo. Moría por estar acompañada, aún en medio del desastre, por lo que se puso feliz al escuchar el timbre. Bajó las escaleras, porque como en la mayoría de los edificios antiguos no había ascensor, y le sonrió del otro lado del vidrio de la puerta a Ben mientras buscaba la llave en el manojo para abrirle.

[Ben Donovan]

Sonrió todavía más cuando la vió aparecer en la planta baja, porque obvio que se había acercado al vidrio para apoyar una mano y la frente para ver hacia adentro. Que los vecinos se fueran acostumbrando a su presencia ahí y no se alarmaran, porque igual con una mochila mágica llena de cosas mucho no se iba a poder llevar (¿y qué les iba a robar? ¿Túnicas con estampado horrendo?).

Alejó la cabeza del vidrio pero apoyó la palma, mientras Sophia buscaba la llave, soltando un "¡Amigaaa!". Dió un saltito que hizo que las dos botellas que tenía en la mochila tintinearan, así que se contuvo para no terminar rompiendo todo sobre el resto de sus cosas.

[Sophia Wright]

Le importaba muy poco lo que pensaran los vecinos, para ella estaban solos en el mundo así que apoyó la mano de su lado del vidrio para que encajara con la de Benjamin de manera muy dramática y novelera. "Amigaaa!" respondió también emocionada porque él estuviera ahí.
Abrió lo más rápido que pudo la puerta y alzó los dos brazos esperando que él entrara y la abrazara como correspondía.

[Ben Donovan]

Tiró la cabeza hacia atrás cuando escuchó el ruido de la cerradura liberarlos a ambos de esa cruel prisión de vidrio que los separaba, uniendo sus destinos en un emocionante y esperado reencuentro.

"¡Aaah!" exclamó cuando la puerta estuvo abierta, extendiendo los brazos hacia Sophia para envolverla y levantarla del lugar para que dieran una vueltita, ojalá que con los pies de ella en el aire. Sé que momentos atrás él se dio cuenta que tiene cosas frágiles en la mochila, pero no lo puede evitar. Creo que cuando se enfrente a la realidad de los escalones que hay que subir va a calmarse un poco.

[Sophia Wright]

Amaban el drama y no podían evitarlo. Ya se habían visto cuando Sophia recién había llegado a Londres pero cada reencuentro era como si hubieran pasado meses sin verse.

Comenzó a reírse cuando sintió que Ben la levantaba y se aferró con las manos a su cuello para no caerse porque tampoco era tan liviana como para que él todo flaquito pudiera girar con ella "Yaayy!" soltó por la alegría del momento y una vez que estuvo con los pies en el suelo de nuevo cerró la puerta rápido para que pudieran subir a su nuevo hogar. "¿Te estás mudando aquí también?" le preguntó divertida al ver la mochila que su amigo cargaba "Mira que hay que subir cuatro pisos" y le señaló las escaleras. Y no, no podían hacer levitar las cosas en el camino porque estaba lleno de muggles. Ya bastante iban a llamar la atención por otros méritos.

[Ben Donovan]

Se rió con la pregunta de Sophia, porque aunque internamente estaba muy cómodo viviendo de su padre, definitivamente no estaba feliz viviendo con su padre. Vivir con alguien que se queja de que hay pelos largos en el lavamanos de la casa es alguien que no entiende que las pelucas de cabello real hay que peinarlas y cuidarlas más que el cabello propio.

"¡No me lo recuerdes!" reclamó exageradamente, cuando estaban caminando hacia las escaleras ya mencionadas. Tenía cuatro pisos para ser recordado de la existencia de éstas, una mención más no iba a hacerle daño. "¿Elegiste este lugar para ahorrar la cuota del gimnasio de los dos, amor?" preguntó con una sonrisa.

[Sophia Wright]

Guardó las llaves en el bolsillo del jean y se dispuso a comenzar a subir las escaleras. Se rió también por la pregunta de Ben y negó con la cabeza "No, pero es un buen ejercicio, después de un tiempo ya no te vas a agitar" le dijo antes de alzar un dedo "pero principalmente, vamos a terminar con el culo por la nuca" todavía no había contado los escalones pero debía servir para reemplazar las sentadillas o algo así, ¿no?

[Ben Donovan]

Iba a mirar a Sophia con escepticismo con eso de que eventualmente iba a poder subir esos cuatro pisos sin sentir que finalmente tantos corsets habían empujado sus pulmones demasiado alto y le quedaron todos achicharrados, pero con la mención de un futuro con traseros maravillosos cambió de expresión a una mucho más jubilosa.

"¡Ay, sí!" se apoyó una mano en cada glúteo por afuera del pantalón negro que llevaba puesto. "No es que hayamos escuchado quejas sobre nuestros totós, pero nunca está de más llevarlos a niveles inusitados" comentó como si realmente la gente fuera a opinar sobre la retaguardia de ambos a diario.

[Sophia Wright]

Se rió al ver la alegría de Ben por poder ejercitar los glúteos sin quererlo y asintió con la cabeza porque creía que había dicho una gran verdad "Es cierto... nunca está de más estar fabulosas!" contestó girando cuando llegaron al primer piso. "Perdón, amiga pero era lo que podía pagar... al menos hasta que empiecen a llover las propinas en el bar" le dijo porque sabía que era un castigo de Merlín tener que subir esos pisos "¿Estás lista para ver mi mansión?" preguntó de manera irónica.

[Ben Donovan]

"Uf" comentó ante la simple mención de la palabra propina. ¿Cómo podía ser que una palabra tan sencilla fuera el castigo divino de ambos? Sin propinas ambos morirían de hambre, pero la diferencia era tan mísera que la propina en sí era la fuente de una sincera frustración. ¿Qué otra opción le quedaba a Ben, ir a trabajar en el banco central? Hmm.

"No sé si estoy psicológicamente preparada para enfrentar tanto lujo de repente" dijo llevándose una mano al pecho. No sé si por exageración o porque teme que se le escape el corazón dentro de un par de pisos. "Es más, no sé si tu mayordomo o elfo doméstico me va a dejar entrar en estos harapos".

[Sophia Wright]

((Amo el mix faraonajuancito ♥))

Era injusto que sus vidas dependieran de la bondad ajena y de ser simpáticos pero ambos habían nacido para ser geniales así que no debería costarles tanto ganar buenas propinas. Las merencían, ¿o no?

Se rió y tomó aire por la boca porque ya le estaba costando respirar cuando llegaron al segundo piso, cuando subía sola y sin hablar era más fácil "También te van a revisar las cosas que traes en la mochila, ya sabes, por seguridad..." Sophia se llevó una mano a la cara para quitarse el cabello de la frente y en señal de cansancio "¿Pizza?" preguntó "Todavía no aprendí a cocinar" mintió porque recién se había anotado en el curso y si se la pasaba cocinando afuera no iba a tener ganas de tener que cocinar en su propia casa.

[Ben Donovan]

Aunque estaban delirando, sii era un elfo doméstico todo bien con que solamente le revisara la mochila, pero si tenía un mayordomo que estaba bueno Ben se iba a ofrecer a que le revise bien los bolsillos. Que lo cachee bien, por seguridad.

"Ay, ¡qué caradura!" exclamó con una risa. ¡Justo Sophia no iba a saber cocinar! Pero totalmente entendía las pocas ganas, era similar al caso de Ben que amaba maquillarse a sí mismo pero le escapaba a los trabajos de maquillar a otras personas en un puestito de un shopping por un sueldo medianamente digno. "Pero sí, re da comer pizza" confirmó "y tomar vodka cranberry" que unía dos cosas baratas que estaban conviviendo en la mochila de Ben en estos instantes.

[Sophia Wright]

Si había un mayordomo, tenía que estar bueno. Que fuera amable era accesorio.

Sophia se rió porque sabía que era de sinvergüenza no querer cocinar pero no sólo se le habían ido las ganas esa noche, sino que estaba más interesada en charlar con Ben y en revisar las cajas que aún le faltaba abrir para mirarlas juntos.

"Perfecto" exclamó contenta y decidió reservar el aire para el último piso que les faltaba subir. Se mantuvo callada hasta que llegaron a la puerta y volvió a sacar las llaves para entrar. Cuando giró la cerradura comenzó a tararear "TARAN TATAAANNN" y abrió la puerta de manera dramática para que Ben viera el espacio desde el hall "Mi nuevo hogar" y le dejó el camino libre para que entrara como una diva.

[Ben Donovan]

Y, mal no estaría que fuera un poco brusco el mayordomo. Que lo agarre a Ben del pelo si quiere, va a tener muchos permitidos ese mayordomo que nos estamos imaginando los dos.

"¡Uuuuuh!" exclamó, entrando al departamento de Sophia con los brazos extendidos como si hubiera gente ahí dentro aplaudiéndolo al entrar. Un pie delante del otro, ondulando ridículamente, porque él no era Iman. Cuando hubo entrado, se giró para que Sophia también haga una entrada magnífica. "Theeere she is, Miss Americaaaa" comenzó a cantar.