Procedimiento de rutina

[Jude Palmer]

Jude encontró la tarta de muy buen sabor, pero tuvo que recordarse que aquella era una visita laboral y que sin importar cuanta hambre sintiera, debía controlar sus ganas de comer todo lo que había en las bandejas. Sin embargo, en cuanto escuchó la pregunta, se encontró en un dilema: quería terminar el resto del pie, que era escasamente una mordida, pero tampoco quería tardar mucho tiempo en responder. No por evitar dejar a su anfitriona esperando una respuesta, más bien se trataba de una cuestión de orgullo ya que necesitaba aclarar que tenía más experiencia de la que aparentaba.

Se decidió por tragar y beber un pequeño sorbo de té, por lo que le tomó unos segundos más responder. "Este será mi décimo año como Auror" dijo y aunque sonaban como un montón de años, no significaba que había pasado una década encargándose de investigaciones emocionantes e importantes.

[Emma Goulding]

No iba a negar que le sorprendió la cantidad de años de experiencia, tanto así que alzó las cejas, esperando no haberle ofendido o haberle hecho sentir que no estaba cualificado para la posición o su caso.

"Debería compartir su rutina facial entonces, aparenta ser mucho más joven" bromeó, aún sabiendo que nunca ha tenido buen sentido del humor. Era de esas cosas que seguirá probando hasta que le salga bien.

[Jude Palmer]

Como no quería entorpecer su trabajo creando una situación incomoda con la señora Emma, forzó una sonrisa en su cara que acompañó con una risa apagada y corta. La verdad era que no terminaba de decidir como sentirse respecto a tener una cara joven porque en algunos aspectos era bueno y en otros no tanto. Era bueno, por ejemplo, cuando tenía que hacer trabajo de espionaje y era malo cuando subestimaban sus habilidades porque parecía estar en sus veintes y no en los treinta con bastantes años de experiencia laboral.

Agachó la cabeza como si agradeciera el ¿cumplido? "Solo lavo mi cara con jabón en la mañana y la noche" dijo, pero era mentira también usaba protector solar, tomaba vitaminas y estaba trabajando en alejarse de los vicios y hacer más ejercicio.

[Emma Goulding]

No esperaba que se lo tomara literal y se sintió repentinamente avergonzada a la vez que no le sorprendió que su rutina se basara en agua y jabón, porque los hombres parecían tener un cutis y cabello bendecidos por la gracia de la barba de Merlín, que sin esfuerzo lograban lo que a las mujeres les costaba mucho tiempo y dinero, pero no iba discutir las injusticias del género con él, no era ni el momento ni el lugar.

"Qué suerte" atinó a decir. "¿Qué tal la tarta? Me han dicho que mi elfina es muy buena pastelera" dijo como si ella misma no había probado nunca de su comida.

[Jude Palmer]

Jude era como Pin Pon que se lava la carita con agua y con jabón.

Bebió otro sorbo de té y dejó la taza en la mesa, ya no quedaba mucho y apoyarla en su pierna había resultado ser una mala idea. Ya no supo que responder ese 'qué suerte' porque, de nuevo, no estaba plenamente convencido de que lo era. Así que le alivió que la señora Emma cambiara el tema por su cuenta, qué lástima que ese comentario sonaba demasiado snob en sus oídos.

No era partidario de que los elfos estuvieran al servicio de los magos, pero en ese momento no podía hacer nada más que agradecer la atención de la elfina. "Está deliciosa, gracias" respondió, llevándose el último pedazo a la boca para así evitar tener que decir algo más. De haber tenido que dar un cumplido, solo se le ocurría sugerir que abriera su propio negocio, pero eso precisaba la libertad de la elfina y una larga discusión sobre los derechos de los seres mágicos.

[Emma Goulding]

De lo que se pierden los países que no son Latinoamérica.

Si Jude llegaba a mencionar las condiciones laborales de su elfina, Emma sostendría que son de lo mejor y era porque lo creía de verdad. También le diría que solo la mención de liberarla haría que le entrara un colapso nervioso (a la elfina, no a Emma), aunque esto si era una suposición.

Le costaba dejar que el silencio se extendiera demasiado, como si el hecho de ser anfitriona le diera la obligación de entretener a toda costa, suerte que tenía que decirle algo importante. "No sé si estaba incluido en su agenda pero hoy es un buen momento para explorar esta casa. Será alquilada en breve y no sé si los nuevos inquilinos le dejarán hacerlo con tanta libertad."

[Jude Palmer]

Eso era lo que estaba mal con los dueños de elfos domésticos, creían que les daban lo mejor como si fuesen mascotas o niños, pero forzados a labor manual.

Se pregunto si la señora Emma había leído las hojas del té y estaba prediciendo sus acciones, pero tras darle un vistazo rápido a la taza no encontró rastros de hojas y descartó la idea. "Sí, por supuesto" aceptó, no era más que una coincidencia, pero iba a aprovecharla. "¿Recibe inquilinos con frecuencia?" preguntó, mientras esperaba que ella le indicara que podí recorrer la casa con llibertad o le diera un tour.

[Emma Goulding]

Se quedó mirando la bandeja con los dulces, pensando en ese breve momento en el que pensó que le daría tiempo comer uno y lo había dejado pasar. Luego miró al auror. "Por lo general está alquilada. Mi madre vive con parientes en Australia y yo no necesito tanto espacio, así que no tenía sentido mantenerla" explicó obviando la parte más importante: que necesitaba el dinero.

Se levantó aplanandose la falda del vestido en un movimiento. "¿Le hago un recorrido o prefiere explorar solo?" Preguntó. Le daba un poco igual lo que quisiera, incluso mejor que lo hiciera solo para poder terminar de hacer el inventario.

[Jude Palmer]

Sacó una libreta y una pluma del interior de su blazer y anotó lo más rápido que pudo la información que recibía, a fin de cuentas se trataba de cosas que necesitaba preguntarle. "No hace falta un recorrido, solo me gustaría revisar las habitaciones que su esposo utilizaba con más frecuencia" explicó, tambien poniendose de pie. No creía que todo siguiera en el mismo lugar, pero confiaba en que quedaran rastros de magia que pudiese ayudarle a verificar la información con la que contaba.

[Emma Goulding]

Miró hacia un lado, con la cabeza un poco hacia abajo, pensando en los lugares que solía frecuentar su marido sabiendo que hacia el final casi no estaba en casa. Volvió a alzar la mirada con una sonrisa pequeña hacia el auror. "Entonces será un recorrido corto. Sígame" dijo sin intenciones de sonar sarcástica pero que puede haberlo parecido. Le guió de vuelta por el comedor formal y luego giró hacia la derecha en el recibidor hasta la primera puerta a la izquierda.

Al entrar se colocó a un lado para no estorbarle a Jude "Esta era su oficina" dijo, tomándose de las manos y dejando que cayeran hacia el frente. El lugar ya no olía a Aldrich o a su padre porque se ha limpiado varias veces y lo han habitado otras personas pero Emma podía sentir el aire denso y masculino. Si fuese por ella ya habría renovado esa habitación pero por respeto a su padre no lo ha hecho.

[Jude Palmer]

Reaccionó al comentario apenas levantando las comisuras de su boca sin llegar a sonreír, por el tamaño de la casa se imaginaba que con corto ella se refería a recorrer el equivalente del apartamento en el que él vivía. Por lo tanto, al llegar a la oficina pensó que solo se trataba de la primera parada porque podía imaginar que, además de la oficina, la victima contaba con una sala de visitas, un dormitorio separado del matrimonial y hasta una biblioteca personal.

Al adentrarse en la habitación, le dirigió un gesto de agradecimiento a la anfitriona y sacó la varita de su bolsillo, inicialmente para que en su libreta se abriera en una página donde había anotado algos puntos importantes a verificar. "Los inquilinos que ha tenido... ¿Todos han utilizado este espacio?" preguntó, mientras se acercaba a uno de los libreros.

[Emma Goulding]

Su mente se fue un poco del lugar, recordando las veces que estuvo allí con su padre. Fue en esa habitación cuando se le sugirió que podría ser bueno para todos que se casara con Aldrich Dalton, como si le estuviera aconsejando que usara un vestido distinto para una cena. Por eso tardó unos segundos en responder la pregunta del auror, porque lo había escuchado pero su cerebro no le dio sentido en el momento.

"Los inquilinos tienen derecho a usar todas las habitaciones de la casa. Me consta que la han utilizado pero no sabría decir la frecuencia. Con excepción de algunos objetos de valor que están en un trastero, todo sigue en el mismo lugar" explicó, dándose cuenta que quizá debía llevarlo también a ese trastero que se encontraba en el exterior de la casa.

[Jude Palmer]

Se concentró de nuevo en la libreta y los hechizo que debía conjurar con la varita, pero en lo que la señora Emma tardó en responder, se dio cuenta de lo tonta que había sido su pregunta. No era tan difícil inferir que una habitación prohibida era malo para el negocio del Airbnb.

Detuvo el movimiento de su varita, que hasta el momento no había detectado nada inusual, e hizo un gesto de entendimiento en dirección a la mujer. Necesitaría revisar ese trastero también, pero se lo recordaría al terminar allí. "De los objetos que permanecen aquí, ¿Ha notado que alguno haya cambiado de lugar o desaparecido? Puede tratarse de cosas pequeñas o sin valor, libros que se encuentran en un orden diferente..." dijo, caminando en dirección a las cortinas mientras retomaba su inspección.

[Emma Goulding]

No sólo era malo para el negocio sino que era poco realista. Si, podía poner hechizos complicados para cerrar las puertas, o incluso hacerlas indetectables pero ninguna magia era infalible y tampoco es que tenía una conexión sentimental con esa casa. O si la tenía, ya no.

Miró a su alrededor pero sus capacidades llegaban hasta el saber si le cambiaron de color a las paredes o si algún mueble tenía un desperfecto nuevo. "Solo me daría cuenta si algo de valor falta y aquí solo habían algunas primera ediciones y un diario de Burdock Muldoon, y todo esto está guardado en otro lugar" explicó con calma. "Se han llevado cosas de la cocina pero Aldrich no iba mucho por ahí" añadió, aunque no estaba del todo segura de que realmente se lo hubiesen robado, era solo una conjetura porque no encontraba una tetera.

[Jude Palmer]

Su varita no detectaba residuos de magia irregular en esa habitación y si la dueña de la casa no encontraba nada inusual luego de la estancia de los huéspedes, él tampoco iba a conseguir información nueva preguntando por detalles que ella no podía recordar. Anteriormente y con pistas más frescas, el auror O'Reilly concluyó que el señor Aldrich se había llevado todo lo valioso o incriminatorio antes de su desaparición y los resultados que estaba teniendo no era más que una confirmación.

Terminó el hechizo y dejó caer su brazo a un costado, "He terminado" indicó, mientras guardaba la varita discretamente "¿A que otro lugar?" preguntó, regresando nuevamente su atención a la señora Emma. Hasta ese momento había estado concentrado 50% en el hechizo y 50% en lo que ella decía, por lo que su cabeza pensaba que le hablaba de un lugar diferente al trastero que había mencionado.