Procedimiento de rutina

[Emma Goulding]

La idea de que Aldrich siguiera vivo no era tan mala. No es que no lo odiara por lo que le hizo pero tampoco le gustaba pensar que un muggle lo cortó en pedacitos y los esparció en un descampado. Lo que sí le aterraba eta que diez años después se le apareciera en la puerta diciendo 'cariño, estoy en casa'. En ese caso si prefería que estuviese muerto.

"Entonces" dijo mientras dejaba su taza en la mesa con calma "¿Sus teorías son que Aldrich está recluso en nadie sabe dónde hasta quién sabe cuándo o que está muerto y los muggles lo tienen?" Quiso saber, porque las dos opciones sonaban terribles.

[Jude Palmer]

Ya que había entregado las malas noticias, le provocó tomar uno de los banofee pie y acercó una mano a la bandeja donde estaban. Qué lástima que la pregunta lo hizo detenerse a mitad de camino, porque se veía en la obligación de corregir lo que ella decía "No, no, señora. No creemos que esté recluso en ningún lugar" aclaró, enderezando su espalda. No contemplaban esa posibilidad porque, según lo que tenían entendido, no era propio de las organizaciones criminales muggles con las que el hombre había estado involucrado.

"Pensamos que logró escapar del país por su cuenta y se encuentra en algún lugar en libertad o que, lamentablemente, corrió con la peor suerte posible en manos de estos muggles y no ha sido posible hallar su cuerpo" explicó un poco más. Por supuesto que le había parecido sospechosa la pregunta, aun cuando ya había visto muchos casos donde las familias preferían pensar que los desaparecidos estaban retenidos contra su voluntad a admitir que no volverían.

[Emma Goulding]

Para ella, recluso no solo significaba que lo tenían encerrado, sino que se había ido a una zona apartada de todo y de todos, en una cabaña en un bosque o algo parecido. No quiso compartir su teoría con el auror, porque sabía que era un poco ridícula y no quería quedar mal frente a él. Necesitaba que la tomara en serio para que no dejara su caso como poco prioritario. Ignoraba si eso era algo que podía pasar.

"¿Y cuál de estas dos teorías es para usted la más acertada?" Preguntó, imaginándose que una de ellas debía tener más sentido o más evidencia que la otra. Pasó la mirada por la bandeja de dulces, repentinamente sin apetito.

[Jude Palmer]

Se pasó una mano por el mentón, esa era una pregunta que no podía responder al tratarse de una investigación abierta, aunque no tuviese tanta prioridad como otras. "Aunque manejamos ambos escenarios, no puedo hablar sobre cual es más posible que el otro" respondió, en parte porque no tenía permiso de sus superiores y en otra porque desde su punto de vista aún quedaban muchos cabos sueltos.

Volvió a estirar una mano hacia la bandeja de pies, ojalá supiera tan bien como se veían, es que tenía mucha hambre.

[Emma Goulding]

No es que intentara que no comiera al hablar justo antes de que agarraran un scone, era que tenía muchas dudas y no parecía que hubiese un momento mejor para consultarlas. "¿Por qué no? Soy consciente que lo que me daría es una opinión y no es necesariamente la realidad, solo quiero saber lo que piensa" pidió. Era una persona nueva en el caso, estaba muy interesada en saber cómo veía él la situación. Además, Emma era la persona más cercana a Aldrich. Si alguien tenía derecho a tener información era ella.

[Jude Palmer]

Bajó el pie hacia ese plato donde había dejado antes la cucharita y miró con seriedad a su anfitriona, aunque tenía una apariencia bastante inofensiva, Jude no había descartado a la señora Emma como perpetradora/cómplice y lo que se sumaba, junto a las otras razones más o menos profesionales, al porqué no podía compartirle su opinión.

Guardó silencio por unos segundos, además, desconocía si realmente ellos dos (y la elfina) eran los únicos escuchando esa conversación. "No puedo porque tomé el caso muy recientemente y no he llegado a una conclusión" respondió, desviando la mirada hacia una de las cortinas de las ventanas como si le causara vergüenza lo que acababa de decir, que un poco sí le daba, porque le estaba echando tierra a su profesionalismo.

[Emma Goulding]

Trató que su decepción no se viera reflejada en su cara, aunque hizo una mueca con los labios, frunciendolos hacia un lado. "Entiendo" dijo, esbozando una pequeña sonrisa, acercando su cuerpo a la mesa para agarrar la taza de té. No le creía que no tenía una teoría preferida, pero era su decisión no compartirla y ella tenía que aceptarlo.

"¿Y en qué puedo ayudarle, Mr. Palmer? Supongo que vino a algo más que a presentarse" preguntó. Su primera opción era que quería repetir el interrogatorio que ya le hizo el anterior auror.

[Jude Palmer]

Su resultado predilecto del caso (no favorito, sonaba muy macabro) era que el señor Dalton habia sido cortado en pedacitos y terminado en una parrillera, donde su cuerpo se había consumido al calor de las brasas... Justo como había visto que hacían los muggles, en la serie de crímenes que veía su mamá. Mientras que su favorito era el que implicaba menos papeleo: encontraban su cuerpo con signos de haber muerto por algun hechizo, sin muggles involucrados.

Claramente, ese era el motivo principal de su visita, ya que fuera de las oficinas no podía realizar interrogatorios. "Es un procedimiento de rutina" imitó el movimiento para tomar la taza, "También, me gustaría que cooperara con nosotros y nos informara si ha notado alguna actividad sospechosa o recuerda algo de importancia" explicó, dándole un nuevo sorbo al té.

[Emma Goulding]

Por alguna razón, procedimiento de rutina le sonaba como la clase de tarea que tenía que hacer pero que no tenía importancia o relevancia en el caso. Si saber el paradero de su esposo recaía en lo que Emma era capaz de decirle esa tarde, se veía esperando por un resultado dos años más.

"¿Actividad sospechosa reciente o de aquel entonces?" Preguntó, luego negó con la cabeza. "En cualquiera de los dos casos la respuesta sería no. No he visto nada sospechoso y tampoco sabía que mi esposo estaba en movidas turbias antes" contestó tranquila. "Es decir, sabía que le gustaba apostar pero jamás supe que era una adicción. Pensé que era algo ocasional y social" añadió, bajando la mirada. Le daba un poco de vergüenza admitir que no lo vio venir cuando todo pasó en su cara.

[Jude Palmer]

Quiso responderle que ambas, actividad reciente y pasada, le serían de utilidad pero no le dio oportunidad y prefirió no interrumpirla para así poder evaluar la respuesta. A la larga le daba un poco de pena la situación de la señora Emma, que era común entre los familiares de los ludópatas o de cualquier otro adicto, más aún cuando lo único que podía hacer para ayudar era resolver el caso y...Hasta el momento, no había funcionado muy bien.

"Comprendo. Lamento lo que ha tenido que pasar" dijo con la mayor sinceridad que poseía. Bajó la taza hasta su pierna sin soltarla, porque ya le estaba cansando acercarse tanto a la mesa para dejarla allí, "También, me gustaría visitar las propiedades suyas y de su esposo" agregó como una cortesía, porque podía acceder a ellas con una orden aunque tardara un poco más de tiempo.

[Emma Goulding]

Levantó la vista para mirarlo al disculparse, esbozando media sonrisa. Le pareció genuino aunque desde hace algún tiempo dudaba de sus habilidades para juzgar a la gente, cualidad que pensó que tenía bien desarrollada. "Gracias" respondió, llevándose la taza a los labios después.

Apretó los labios y bajó la taza a su regazo. "Es libre de recorrer las propiedades Goulding, pero en lo que se refiere a las Dalton, me temo que tiene que hablar con la familia de mi esposo. Yo he cortado relaciones personales y comerciales con ellos" explicó, sin saber qué tanto quería saber al respecto el auror.

Es importante señalar que Emma seguía refiriéndose a Aldrich como su esposo porque sabía que no estaba legalmente divorciada y en caso de muerte, como viuda seguía sin ser su ex marido. Era de estas convenciones sociales que parecía incapaz de olvidar.

[Jude Palmer]

Asintió una vez como si agradeciera que le diera permiso para fisgonear sus propiedades y mientras bebía otro sorbo de té, meditó qué haría para tener acceso a los otros lugares. Ya había pasado algo de tiempo, pero no podía descartar encontrar nuevas pistas en los sitios que el señor Dalton frecuentaba antes de su desaparición. Quizá había hecho una visita inesperada, quizá sus victimarios lo habían hecho, quizá había dejado información valiosa atrás. Demasiadas posibilidades.

"Está bien. Estoy seguro que ellos colaboraran con la investigación" comentó solo por la costumbre de esperar que todos vieran con buenos ojos a un auror rondando sus casas. De lo contrario tendría que realizar mucho papeleo para obtener una orden del Ministerio.

[Emma Goulding]

Emma tenía la certeza que su familia política sabía lo que estaba haciendo Aldrich, pero que como no les afectaba, no hicieron nada al respecto y por ello nunca se los iba a perdonar, como persona rencorosa que era.

"Si no tienen nada que ocultar, seguramente le dejarán investigar" respondió subiendo la taza a sus labios, consciente de que igual estaba lanzando una bomba a ningún lugar. No le constaba que los Dalton supieran algo de Aldrich, pero si alguien era capaz de ocultar información para protegerlo o protegerse, eran ellos.

[Jude Palmer]

"Por supuesto" dijo, intentando no tomarse muy en serio las palabras de la señora Emma, a veces no se trataba de que las personas escondieran algo sino que apreciaban su privacidad. Aunque, por su experiencia, aquellos que no se mostraban colaboradores siempre escondían cosas, tal como los que lo eran en exceso. Todos eran sospechosos hasta demostrarse lo contrario.

Tomó el pie que había dejado desatendido, necesitaba hacerle unas preguntas más pero mejor hacerlo luego de aprovechar la hospitalidad de la dueña de casa.

[Emma Goulding]

No sabía qué esperaba pero un 'por supuesto' seguro que no. Al menos le hubiese gustado que le preguntara si pensaba que los Dalton tenían algo que ocultar, solo para tener la oportunidad de hablar mal de ellos de una forma muy educada, que era como le habían enseñado.

Apretó los labios y bebió más té. Tenía una duda rondándole desde que lo había visto y parecía un buen momento para llenar el silencio. "¿Cuántos años lleva en el puesto, Señor Palmer? Si puedo preguntar" inquirió, bajando la taza a su regazo. No es que quería saberle la edad pero, quería saberle la edad.