Holy Duty

[April Zimmer]

Claro que era en serio! Él la había invitado a su casa sólo para facilitarse la vida una vez más, ni siquiera le había dejado hablar con su mamá, o con el señor mono, o le había mostrado la casa. April no se sentía cómoda, no era una visita, parecía más bien un médico o alguien que va a hacer un trabajo a una casa y Kyle, ahí parado, supervisándolo todo y quejándose de la lentitud con la que hacía el trabajo, era el contratista.

Estaba reuniendo valor para meterse en la chimenea cuando él la alcanzó para devolverle su pergamino. Lo miró con ganas de tirarle los polvo flu en la cara pero de repente divisó algo mucho más interesante. "Eso no es lástima, es un pergamino usado" le respondió todo lo enojada que April podía ponerse en su corta edad, ya iría mejorando en ese asunto gracias a Kyle "del que te copiaste lo que YO había hecho de trabajo" agregó dando un paso hacia adelante pero esquivando al chico para dirigirse hacia la mesa donde descansaban el jugo que Kyle nunca le ofreció, las galletitas, caramelos y demás golosinas, además de un par de snacks y sandwichs salados "Y ya que me tratas como si fuera tu empleada, me llevaré mi pago" siguió en voz alta mientras abría la mochila y metía algunas golosinas y galletitas adentro, todo así de desordenado como iba agarrándolo. Se sentía envalentonada por el enojo y eso era lo más parecido que se le ocurrió a pegar un portazo. Estúpida chimenea.
Apenas cerró la mochila lo miró queriendo fulminarlo y volvió hacia donde estaba, tomó un poco de los polvos con la mano y con tal de irse rápido para no recapacitar en lo que había hecho al robarse las golosinas, murmuró la dirección de su casa. April cerró los ojos al soltar los polvos, esperando que al volver a abrirlos ya no estuviera en la casita del terror y la esclavitud de Kyle.