Beyond Hogwarts RPG - Foro de rol Play-By-Post ambientado en el mundo de Harry Potter
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Nostalgia navideña
- Meg Summers
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Nostalgia navideña
Megan no sabía como sentirse; una serie de sentimientos contradictorios sobre aquellas navidades le creaban una confusión algo incómoda. Detestaba notarse vulnerable, y los últimos días había percibido cierta susceptibilidad en su estado de ánimo. Eran las primeras navidades que pasaba en Hogwarts, lejos de su familia. Sabía que aunque la idea de quedarse en el castillo cuando este está parcialmente vacío no le disgustaba, iba a echarles mucho de menos.
Cargó con un pequeño bulto que llevaba una carta para sus padres y un jersey de lana para Boötes que ella misma había tejido y encantado para que tuviera un aspecto dorado.
Subió los últimos peldaños de la torre Oeste y al entrar en la lechucería, creyéndose sola dejó escapar uno de esos suspiros que significan haberse liberado más de tras una tensión emocional que del cansancio físico que suponía subir todas aquellas escaleras.
Ya estaba hecho; allí estaba ella, en Hogwarts, sus padres en Castle Combe y el resto de su familia y sus cálidas reuniones invernales tendrían que esperar en las montañas Slieve Bloom al próximo año. Detestaba que sus padres tuvieran tanto trabajo que no pudieran permitirse unas breves vacaciones Navideñas.
Fue en búsqueda de su mascota, y antes de enviar su pequeño paquete con Cásper a casa, miró unos minutos con ternura y dependencia a su destartalada y errática lechuza;
- "No tardes en regresar, desastre... No me dejes mucho tiempo sola." Dijo en voz suave al ave, acariciando sus automutiladas y picoteadas plumas blancas.
Cargó con un pequeño bulto que llevaba una carta para sus padres y un jersey de lana para Boötes que ella misma había tejido y encantado para que tuviera un aspecto dorado.
Subió los últimos peldaños de la torre Oeste y al entrar en la lechucería, creyéndose sola dejó escapar uno de esos suspiros que significan haberse liberado más de tras una tensión emocional que del cansancio físico que suponía subir todas aquellas escaleras.
Ya estaba hecho; allí estaba ella, en Hogwarts, sus padres en Castle Combe y el resto de su familia y sus cálidas reuniones invernales tendrían que esperar en las montañas Slieve Bloom al próximo año. Detestaba que sus padres tuvieran tanto trabajo que no pudieran permitirse unas breves vacaciones Navideñas.
Fue en búsqueda de su mascota, y antes de enviar su pequeño paquete con Cásper a casa, miró unos minutos con ternura y dependencia a su destartalada y errática lechuza;
- "No tardes en regresar, desastre... No me dejes mucho tiempo sola." Dijo en voz suave al ave, acariciando sus automutiladas y picoteadas plumas blancas.

- Meg Summers
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Re: Nostalgia navideña
Megan terminó de enviar su lechuza, se sacudió las manos y se giró con intención de regresar a la sala Común de Slytherin. Pese a su pose erguida y su mirada en alto, siempre que se encontraba en soledad, se había relajado aquellos minutos de calma en la lechucería, provocando una postura despreocupada y mirada gacha con visión del suelo. Frente a ella, dos oscuros zapatos de chico. ¡Joder! ¿Cuantas personas debería haber en Hogwarts en estas fechas y qué posibilidades de encontrarse con un alumno en aquel lugar a esas horas podían existir? Ya era mala suerte que alguien la hubiera visto hablar con su lechuza. Levantó la vista y recuperó su postura, para encontrarse con Riurik Lodbrok, un Gryffindor de 7ª Curso. Todos conocen a los alumnos de cursos superiores en Hogwarts, pero Megan y Riurik nunca habían hablado.
"La soledad es un estado mental, no físico." Le escuchó decir, con una expresión en la cara que le resultó divertida, aunque el mensaje la había dejado algo asombrada.
- ¿Qué…? - Pensó Megan, tratando de responder algo lo suficientemente neutro, dado que desconocía las – buenas o malas – intenciones de aquel chico con el que nunca antes había cruzado palabra. ¿Qué quería decir Lodbrok? El cerebro desconfiado de Megan iba a mil por hora… ¿Era una especie de broma de un alumno Gryffindor que quería reírse de ella? ¿No era aquella expresión un tanto atrevida para entablar una conversación con una alumna que evidentemente estaba pasando unas duras Navidades lejos de su familia?
Ahí estaba otra vez. Esa absurda susceptibilidad. Consciente de que estaba pensando en alto con la expresión de su cara, trató de suavizar su mueca de incertidumbre y sonreír, tratando de aparentar seguridad en sí misma.
"Físico o mental, se trata de un estado meramente temporal." Respondió, consciente de que su respuesta no era precisamente cierta. Hay personas que están solos toda la vida. Pero no era su caso, ella tenía una familia fuera de Hogwarts que la quería. Simplemente... Era eso, un estado anímico meramente puntual.
Observó a Lodbrok, esperando reacción a su respuesta. Clavó sus ojos en las pupilas de aquel chico, intentando parecer desafiante. Simuló una media sonrisa en la cara. Sabía que su respuesta no había sido demasiado acertada, pero era lo más ingenioso que se le había ocurrido decir - Sin haber pensado durante más tiempo y parecer una idiota - al haber sido abordada cuando estaba desprevenida. Si aquel Gryffindor tenía burlonas intenciones de molestarla, esperaba que con su expresión bastara para frenar las ganas.
"La soledad es un estado mental, no físico." Le escuchó decir, con una expresión en la cara que le resultó divertida, aunque el mensaje la había dejado algo asombrada.
- ¿Qué…? - Pensó Megan, tratando de responder algo lo suficientemente neutro, dado que desconocía las – buenas o malas – intenciones de aquel chico con el que nunca antes había cruzado palabra. ¿Qué quería decir Lodbrok? El cerebro desconfiado de Megan iba a mil por hora… ¿Era una especie de broma de un alumno Gryffindor que quería reírse de ella? ¿No era aquella expresión un tanto atrevida para entablar una conversación con una alumna que evidentemente estaba pasando unas duras Navidades lejos de su familia?
Ahí estaba otra vez. Esa absurda susceptibilidad. Consciente de que estaba pensando en alto con la expresión de su cara, trató de suavizar su mueca de incertidumbre y sonreír, tratando de aparentar seguridad en sí misma.
"Físico o mental, se trata de un estado meramente temporal." Respondió, consciente de que su respuesta no era precisamente cierta. Hay personas que están solos toda la vida. Pero no era su caso, ella tenía una familia fuera de Hogwarts que la quería. Simplemente... Era eso, un estado anímico meramente puntual.
Observó a Lodbrok, esperando reacción a su respuesta. Clavó sus ojos en las pupilas de aquel chico, intentando parecer desafiante. Simuló una media sonrisa en la cara. Sabía que su respuesta no había sido demasiado acertada, pero era lo más ingenioso que se le había ocurrido decir - Sin haber pensado durante más tiempo y parecer una idiota - al haber sido abordada cuando estaba desprevenida. Si aquel Gryffindor tenía burlonas intenciones de molestarla, esperaba que con su expresión bastara para frenar las ganas.
Última edición por Meg Summers el 20 Dic 2018 06:50, editado 1 vez en total.

- Meg Summers
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Re: Nostalgia navideña
- ¿Cómo? ¿Itimidarme? ¿Él? ¿A mí?... ¡Diantres, Lodbrok… vas a hacer que me ría! - Pensó furiosa Megan al escuchar la respuesta de Riurik Lodbrok. La reacción del joven Gryffindor había dado un giro de 180º en cuestión de segundos. Megan había tenido la certeza de que Lodbrok estaba a punto de apartarse cuando él la había sorprendido con aquella pregunta.
- Soy Megan Summers - Se convenció. - No me voy a dejar intimidar por él por mayor que sea, o por mucho que pertenezca a una casa totalmente rival a la mía… O porque su aspecto físico sea, ¿Cómo decirlo? ¿Ligeramente atractivo? No, Meg… Ese pensamiento está fuera de lugar - Se castigó… “Lodbrok está muy equivocado si cree que me ha intimidado, no entiendo cómo tiene semejante descaro, aunque…” Entonces Megan escuchó la voz del chico de nuevo.
Lo miró, con aquella actitud que parecía tímida y desenvuelta al mismo tiempo. Había apartado la mirada de ella, Megan se mordió el labio con brusquedad, costumbre que tenía cuando una situación se le tornaba tensa. ¿Qué quería decir con que su mirada le podría intimidar? Aquella, era… siendo consciente de ello, la intención de Megan ¿No? Él en cambio parecía ¿Como explicarlo? ¿"Relajado"?… Esa actitud la intrigaba ¿Estaba tratando de ser… “Simpático”? Muy mal se le daba… O quizás a quien se le daba mal era a ella, siempre tan a la defensiva…
“Lo siento” musitó, bajando la mirada. “No quería hacerte sentir incómodo” mintió, desviando su mirada hacia una lechuza un poco vieja y rechoncha que había a una corta distancia. Se le daba fatal mentir mirando a la cara.
- Soy Megan Summers - Se convenció. - No me voy a dejar intimidar por él por mayor que sea, o por mucho que pertenezca a una casa totalmente rival a la mía… O porque su aspecto físico sea, ¿Cómo decirlo? ¿Ligeramente atractivo? No, Meg… Ese pensamiento está fuera de lugar - Se castigó… “Lodbrok está muy equivocado si cree que me ha intimidado, no entiendo cómo tiene semejante descaro, aunque…” Entonces Megan escuchó la voz del chico de nuevo.
Lo miró, con aquella actitud que parecía tímida y desenvuelta al mismo tiempo. Había apartado la mirada de ella, Megan se mordió el labio con brusquedad, costumbre que tenía cuando una situación se le tornaba tensa. ¿Qué quería decir con que su mirada le podría intimidar? Aquella, era… siendo consciente de ello, la intención de Megan ¿No? Él en cambio parecía ¿Como explicarlo? ¿"Relajado"?… Esa actitud la intrigaba ¿Estaba tratando de ser… “Simpático”? Muy mal se le daba… O quizás a quien se le daba mal era a ella, siempre tan a la defensiva…
“Lo siento” musitó, bajando la mirada. “No quería hacerte sentir incómodo” mintió, desviando su mirada hacia una lechuza un poco vieja y rechoncha que había a una corta distancia. Se le daba fatal mentir mirando a la cara.
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- Meg Summers
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Re: Nostalgia navideña
Megan no pudo evitar una carcajada muda tras la imprevisible confesión de Lodbrok acerca de sus sentimientos hacia la Navidad. Deseaba que no se le notara, pero la ingenua franqueza de Riúrik le encantaba.
- Se quien eres Riúrik Lodbrok... - se dijo Megan, tratando de disimular este hecho, una cosa es que el chico le simpatizara y otra que fuera a bajar la guardia.
"¡Vaya! Ahora si que me siento intimidada" respondió con cierto sarcasmo. "¿Qué clase de monstruo hay que ser para odiar la Navidad?" Sonrió a Riúrik, intentando evitar cualquier tipo de mala interpretación de sus palabras, ahora que el hielo ya parecía... ¿Algo más quebrado que antes? Tampoco sabría decir si estaba partido del todo...
"Me llamo Megan. Megan Summers..." añadió, al percatarse de que no se había presentado. Ella había tratado de averiguar quien era cada alumno de Hogwarts cuando ingresó en la escuela por primera vez; por eso conocía perfectamente la identidad de cada persona que cursaba cualquier año superior al suyo, por no hablar del suyo propio. Era lógico, que a diferencia de ella, Lodbrok no supiera nada de Megan.
"...Y odio el Budin de Navidad". Concretó. No sabía cuanto más podría decir de ella misma, de modo que había decidido imitar la actitud de Riúrik en cuanto a añadir algo... ¿Como describirlo? Inesperado y disparatado. Se le daba francamente mal ser espontanea.
- Se quien eres Riúrik Lodbrok... - se dijo Megan, tratando de disimular este hecho, una cosa es que el chico le simpatizara y otra que fuera a bajar la guardia.
"¡Vaya! Ahora si que me siento intimidada" respondió con cierto sarcasmo. "¿Qué clase de monstruo hay que ser para odiar la Navidad?" Sonrió a Riúrik, intentando evitar cualquier tipo de mala interpretación de sus palabras, ahora que el hielo ya parecía... ¿Algo más quebrado que antes? Tampoco sabría decir si estaba partido del todo...
"Me llamo Megan. Megan Summers..." añadió, al percatarse de que no se había presentado. Ella había tratado de averiguar quien era cada alumno de Hogwarts cuando ingresó en la escuela por primera vez; por eso conocía perfectamente la identidad de cada persona que cursaba cualquier año superior al suyo, por no hablar del suyo propio. Era lógico, que a diferencia de ella, Lodbrok no supiera nada de Megan.
"...Y odio el Budin de Navidad". Concretó. No sabía cuanto más podría decir de ella misma, de modo que había decidido imitar la actitud de Riúrik en cuanto a añadir algo... ¿Como describirlo? Inesperado y disparatado. Se le daba francamente mal ser espontanea.

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Re: Nostalgia navideña
¿Cálida? ¡Pues claro que lo era! ¿Acaso no era cálida con sus amigos y con su familia? Una vez más en los últimos cinco minutos Riurik Lodbrok había puesto en marcha el cerebro de Megan, bombardeando cuestiones a un ritmo de mil por hora. ¿Qué acababa de decir aquel chico de cómo lucía? ¿A qué se refería? ¿Qué insinuaba? De los dos adjetivos que Riúrik había utilizado en la comparativa, Megan sólo había prestado atención al primero, porque digamos que decir que Megan era una chica seria no era novedad alguna para ella. Tan pronto hiló aquella broma del Budin de Navidad con su cuestionable calidez humana, Megan tuvo una idea. Una idea que la revolvía algo por dentro, dado que le parecía un tanto atrevida y descabellada. Y ella, no era precisamente una persona impulsiva.
Dudó entre serenarse y tragarse aquello que se le había pasado por la mente o aventurarse y escupirlo. Detestaba tomar la iniciativa en cuanto a relaciones sociales se trataba.
"Espero verte en el banquete de Nochebuena, Lodbrok." Respondió, consciente de que aquel comentario podía parecer estar totalmente fuera de lugar. Sin embargo, en su cabeza todo tenía sentido. Siempre había tenido miedo al rechazo, pero había dejado el miedo a un lado, dado que en esta ocasión consideró que tampoco había mucho que perder, al fin y al cabo llevaban hablando... ¿Cinco minutos?. "Ahora debería irme... ¿Bajas o te quedas?" Añadió, suavizando la mirada e incorporando una ligera calidez a su sonrisa, en esta ocasión un tanto más sincera.
Dudó entre serenarse y tragarse aquello que se le había pasado por la mente o aventurarse y escupirlo. Detestaba tomar la iniciativa en cuanto a relaciones sociales se trataba.
"Espero verte en el banquete de Nochebuena, Lodbrok." Respondió, consciente de que aquel comentario podía parecer estar totalmente fuera de lugar. Sin embargo, en su cabeza todo tenía sentido. Siempre había tenido miedo al rechazo, pero había dejado el miedo a un lado, dado que en esta ocasión consideró que tampoco había mucho que perder, al fin y al cabo llevaban hablando... ¿Cinco minutos?. "Ahora debería irme... ¿Bajas o te quedas?" Añadió, suavizando la mirada e incorporando una ligera calidez a su sonrisa, en esta ocasión un tanto más sincera.

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Re: Nostalgia navideña
Megan tuvo el ligero impulso de reprocharle que, si tanto odiaba las Navidades, no deberían gustarle tampoco los bienes que esta traía consigo, como era un copioso y cálido banquete navideño, de ahí venía su pregunta - o invitación - Pero mudó el reproche al percatarse de que a Lodbrok tampoco le quedaban muchas más opciones, una cosa es que detestara la navidad y otra que tuviera que auto imponerse el castigo de encerrarse y no cenar aquella noche... De modo que Megan se limitó a asentir con la cabeza.
Tras la invitación gestual de Riúrik, Megan se adelantó unos pasos, dejando al muchacho a sus espaldas, y una vez segura de que su expresión no podía adivinarse, sonrió para sí misma. De alguna forma, aquel chico Gryffindor había logrado que el sentimiento de soledad de Megan disminuyera en gran medida
Casi hubiera preferido que Lodbrok hubiera tenido cosas que hacer en la lechucería, en cierto modo estaba algo nerviosa... Ese chico la divertía y aquello la inquietaba. Bajó un par de peldaños de la Torre Oeste y de nuevo un desacostumbrado arrebato la hizo girarse hacia el joven, clavando de nuevo sus encendidos ojos él, que la observaba unos peldaños por encima, no demasiado lejos de ella.
"Tal vez sea una buena idea" Respondió subiendo los peldaños que acababa de bajar. Y cruzándose con Riúrik a muy corta distancia se atrevió a satirizar "Debería dormir en la lechucería... ¿No crees?" añadió, divertida, consciente de que su repentino cambio de opinión no era más que una broma. Se disponía a subir de nuevo para girarse y ver la cara de perplejidad del muchacho antes de volver a bajar, cuando toda pretensión se esfumó al escuchar una enorme explosión proveniente del campo de Quidditch y sintió un ligero temblor en la tierra que la hizo desestabilizarse lo suficiente como para estar a punto de tropezar y caerse de bruces contra Riúrik.
Por suerte, mantuvo el equilibrio - y la compostura - y quedó todo en un amago de tropiezo. Lanzó una mirada en dirección al sonido de la explosión. Algo grave debía haber ocurrido. El cielo empezaba a nublarse, y aunque debido a la oscuridad de una tarde que se torna en noche, no pudiera observarse con demasiada evidencia, Megan logró distinguir humos y luces de tonalidad verde proveniente del Campo de Quidditch.
Miró a su compañero con profundo miedo. "Riúrik... ¿Qué ha sido eso?" Preguntó con voz quebrada. Fuera lo que fuese aquello, una sensación de pánico había invadido todo su cuerpo.
Tras la invitación gestual de Riúrik, Megan se adelantó unos pasos, dejando al muchacho a sus espaldas, y una vez segura de que su expresión no podía adivinarse, sonrió para sí misma. De alguna forma, aquel chico Gryffindor había logrado que el sentimiento de soledad de Megan disminuyera en gran medida
Casi hubiera preferido que Lodbrok hubiera tenido cosas que hacer en la lechucería, en cierto modo estaba algo nerviosa... Ese chico la divertía y aquello la inquietaba. Bajó un par de peldaños de la Torre Oeste y de nuevo un desacostumbrado arrebato la hizo girarse hacia el joven, clavando de nuevo sus encendidos ojos él, que la observaba unos peldaños por encima, no demasiado lejos de ella.
"Tal vez sea una buena idea" Respondió subiendo los peldaños que acababa de bajar. Y cruzándose con Riúrik a muy corta distancia se atrevió a satirizar "Debería dormir en la lechucería... ¿No crees?" añadió, divertida, consciente de que su repentino cambio de opinión no era más que una broma. Se disponía a subir de nuevo para girarse y ver la cara de perplejidad del muchacho antes de volver a bajar, cuando toda pretensión se esfumó al escuchar una enorme explosión proveniente del campo de Quidditch y sintió un ligero temblor en la tierra que la hizo desestabilizarse lo suficiente como para estar a punto de tropezar y caerse de bruces contra Riúrik.
Por suerte, mantuvo el equilibrio - y la compostura - y quedó todo en un amago de tropiezo. Lanzó una mirada en dirección al sonido de la explosión. Algo grave debía haber ocurrido. El cielo empezaba a nublarse, y aunque debido a la oscuridad de una tarde que se torna en noche, no pudiera observarse con demasiada evidencia, Megan logró distinguir humos y luces de tonalidad verde proveniente del Campo de Quidditch.
Miró a su compañero con profundo miedo. "Riúrik... ¿Qué ha sido eso?" Preguntó con voz quebrada. Fuera lo que fuese aquello, una sensación de pánico había invadido todo su cuerpo.

- Meg Summers
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Re: Nostalgia navideña
Megan observó, aún con cierto temor a Riúrik. No sabía hasta qué punto él mismo creía en sus palabras. La chica tuvo la impresión de que Lodbrok únicamente quería calmarla. No descartaba ninguna opción, pero de cualquier modo, aquella explosión había desembocado en un ligero temblor en los Terrenos de Hogwarts. Dudaba mucho que se tratara de algo provocado por un alumno y sus trastadas.
"Deberíamos asegurarnos de que no haya nadie herido, Riúrik... Si estás en lo cierto alguien podría haber salido lastimado con la broma." Propuso Megan, casi sin darse cuenta, demostrando preocupación y empatía, sentimientos que rara vez se veían al descubierto en ella. Tan pronto regresó su firme idea de que aquel estruendo pudiera tener otros orígenes, comenzó a arrepentirse de su iniciativa. "O avisar a Dumbledore de lo que vimos en el campo de Quidditch y lo sentimos en el terreno" concluyó, en un intento de retractarse de su primer impulso. Megan podía tener muchas aptitudes positivas, pero la osadía no era una de ellas.
La joven agachó la mirada para encontrarse con su mano agarrando aún fuerte la camiseta de Lodbrok a la altura del pecho. ¡Cierto! Él la había ayudado a no caer y ella se había agarrado desplomándose parcialmente sobre el chico. El pánico que invadía su cuerpo no la había hecho percatarse de la vergüenza que en otras circunstancias hubiera sufrido con aquella situación. Soltó con delicadeza la camisa de Lodbrok y trató de alisar las arrugas que había provocado con su puño, cerrado y empapado en sudor en la prenda del chico.
"Deberíamos asegurarnos de que no haya nadie herido, Riúrik... Si estás en lo cierto alguien podría haber salido lastimado con la broma." Propuso Megan, casi sin darse cuenta, demostrando preocupación y empatía, sentimientos que rara vez se veían al descubierto en ella. Tan pronto regresó su firme idea de que aquel estruendo pudiera tener otros orígenes, comenzó a arrepentirse de su iniciativa. "O avisar a Dumbledore de lo que vimos en el campo de Quidditch y lo sentimos en el terreno" concluyó, en un intento de retractarse de su primer impulso. Megan podía tener muchas aptitudes positivas, pero la osadía no era una de ellas.
La joven agachó la mirada para encontrarse con su mano agarrando aún fuerte la camiseta de Lodbrok a la altura del pecho. ¡Cierto! Él la había ayudado a no caer y ella se había agarrado desplomándose parcialmente sobre el chico. El pánico que invadía su cuerpo no la había hecho percatarse de la vergüenza que en otras circunstancias hubiera sufrido con aquella situación. Soltó con delicadeza la camisa de Lodbrok y trató de alisar las arrugas que había provocado con su puño, cerrado y empapado en sudor en la prenda del chico.

- Meg Summers
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Re: Nostalgia navideña
Tan pronto se quiso dar cuenta, Megan se sintió durante unas milésimas de segundo en casa, bajo el amparo y protección de su familia. Este sentimiento apareció en forma de aroma, que apenas se desvaneció en el viento al instante.
Riùrik Lodbrok, aquel chico Gryffindor con el que nunca había hablado, aquel joven cuya relación se reducía a unos escasos veinte minutos, aquel chico cuyo primer contacto la había intimidado, emanaba el mismo aire de confianza que el propio núcleo de su familia.
Sin tener una razón aparente, en aquel momento confiaba en él más que en cualquier otra persona en Hogwarts. Y es que Riùrik parecía poseer inconscientemente la llave de la caja de Pandora de Megan; aquella caja que encerraba todos los impulsos que no habían sido aprobados por un minucioso examen de sensatez y lógica.
Tal vez esa fue la razón de que, al tomar su mano, Megan sintió un cálido cosquilleo que contrarrestó el gélido temblor de nerviosismo que la invadía. "De acuerdo, vayamos a buscarla" Contestó con firmeza. Y agarrando con decisión la mano del joven que este había tomado, lo siguió tras las escaleras, notandose segura en cada una de las pisadas.
Riùrik Lodbrok, aquel chico Gryffindor con el que nunca había hablado, aquel joven cuya relación se reducía a unos escasos veinte minutos, aquel chico cuyo primer contacto la había intimidado, emanaba el mismo aire de confianza que el propio núcleo de su familia.
Sin tener una razón aparente, en aquel momento confiaba en él más que en cualquier otra persona en Hogwarts. Y es que Riùrik parecía poseer inconscientemente la llave de la caja de Pandora de Megan; aquella caja que encerraba todos los impulsos que no habían sido aprobados por un minucioso examen de sensatez y lógica.
Tal vez esa fue la razón de que, al tomar su mano, Megan sintió un cálido cosquilleo que contrarrestó el gélido temblor de nerviosismo que la invadía. "De acuerdo, vayamos a buscarla" Contestó con firmeza. Y agarrando con decisión la mano del joven que este había tomado, lo siguió tras las escaleras, notandose segura en cada una de las pisadas.

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Re: Nostalgia navideña
Por raro que resultase, todo temor de Megan había desaparecido en cuanto él había agarrado su mano. Mientras bajaban con total tranquilidad las escaleras de la torre Oeste, Megan se había preguntado cómo hubiera reaccionado de no haber estado allí Riùrik.
Megan desconocía muchas cosas del joven Gryffindor, pero según lo observaba bajar por delante suya las retorcidas escaleras, más osado lo creía. Ignoraba si esos dos años de diferencia le proporcionaban a él una seguridad o madurez que ella aún no poseía, o si eran los valores que representaban las casas lo que marcaban la desemejanza entre ambos.
Cuando hubieron bajado del todo, Megan había dejado de pensar en aquel temblor en el terreno y en el estruendo que lo había provocado. El sueño empezaba a apoderarse de su cuerpo. Había obviado aquel mal olor hasta que Lodbrok lo había mencionado. "¡Riúrik... Qué asco...!" Protestó la chica, como si el joven tuviera culpa de aquel hedor que los había abofeteado. "Será mejor que aligeremos el paso" Propuso entre risas mientras imitaba a su compañero y se cubría el rostro con la bufanda, gesto que sus gélidas mejillas agradecieron.
Caminaba junto a Lodbrok en dirección al castillo, pensando en como inesperadamente, la idea de pasar las navidades en Hogwarts de repente no parecía tan mala. La noche siguiente se celebraba el banquete de Nochebuena, y la idea de no pasar aquella velada sin familia y sin amigos y poder compartirla con alguien había mermado su desconsuelo.
Megan desconocía muchas cosas del joven Gryffindor, pero según lo observaba bajar por delante suya las retorcidas escaleras, más osado lo creía. Ignoraba si esos dos años de diferencia le proporcionaban a él una seguridad o madurez que ella aún no poseía, o si eran los valores que representaban las casas lo que marcaban la desemejanza entre ambos.
Cuando hubieron bajado del todo, Megan había dejado de pensar en aquel temblor en el terreno y en el estruendo que lo había provocado. El sueño empezaba a apoderarse de su cuerpo. Había obviado aquel mal olor hasta que Lodbrok lo había mencionado. "¡Riúrik... Qué asco...!" Protestó la chica, como si el joven tuviera culpa de aquel hedor que los había abofeteado. "Será mejor que aligeremos el paso" Propuso entre risas mientras imitaba a su compañero y se cubría el rostro con la bufanda, gesto que sus gélidas mejillas agradecieron.
Caminaba junto a Lodbrok en dirección al castillo, pensando en como inesperadamente, la idea de pasar las navidades en Hogwarts de repente no parecía tan mala. La noche siguiente se celebraba el banquete de Nochebuena, y la idea de no pasar aquella velada sin familia y sin amigos y poder compartirla con alguien había mermado su desconsuelo.

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Re: Nostalgia navideña
Megan agradeció las risas del chico, una vez superado el temor de lo que habían vivido, aquel hedor resultaba algo cómico. Una anécdota que sin duda contaría a Rachel Sullivan, su mejor amiga una vez regresara al castillo. Aquella visita a la lechucería había resultado más peculiar de lo que jamás hubiera podido imaginar.
Aceleró el ritmo rumbo al castillo una vez Riùrik le hubo liberado la mano, a una marcha tan apresurada que pocas personas podrían seguirla sin perder el aliento en el intento. Olía mal, hacía frío y tenía sueño. Le parecían razones más que suficientes haber aligerado el paso.
De vez en cuando, Megan miraba por encima de su hombro y si vislumbraba a Riùrik a corta distancia trotaba durante unos segundos alejándose algunos metros a propósito para poder animarle entre risas y jadeos de cansancio "¡Vamos, Lodbrok... Harás que nos castiguen por deambular de noche si seguimos a tu ritmo!" Bromeó Megan, consciente de que... Ella no era ninguna atleta, y que si el muchacho se lo proponía podría dejarla atrás con bastante facilidad.
Aceleró el ritmo rumbo al castillo una vez Riùrik le hubo liberado la mano, a una marcha tan apresurada que pocas personas podrían seguirla sin perder el aliento en el intento. Olía mal, hacía frío y tenía sueño. Le parecían razones más que suficientes haber aligerado el paso.
De vez en cuando, Megan miraba por encima de su hombro y si vislumbraba a Riùrik a corta distancia trotaba durante unos segundos alejándose algunos metros a propósito para poder animarle entre risas y jadeos de cansancio "¡Vamos, Lodbrok... Harás que nos castiguen por deambular de noche si seguimos a tu ritmo!" Bromeó Megan, consciente de que... Ella no era ninguna atleta, y que si el muchacho se lo proponía podría dejarla atrás con bastante facilidad.

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Re: Nostalgia navideña
Megan escuchó a duras penas las protestas de Riùrik, le había sacado unos metros por delante y sumada a la distancia, se incluía la sordera provocada por la envoltura de la bufanda, la cual había enrollado alrededor de su cara, cubriéndola hasta la altura de las orejas.
Se paró en seco a esperar al chico, dando pequeños saltitos en el sitio para combatir el frío. Aquel olor parecía extenderse o perseguirlos, por más que se acercaran al castillo, la intensidad de aquella peste no disminuía.
Una vez la hubo alcanzado Riùrik de nuevo, se situó a su lado con la intención de entrar en calor con la proximidad de otro cuerpo humano. "¿Dónde encontraremos a la profesora McGonagall?" Preguntó taciturna, golpeando una pequeña piedra con el pie, haciéndola saltar en el camino unos centímetros.
Se paró en seco a esperar al chico, dando pequeños saltitos en el sitio para combatir el frío. Aquel olor parecía extenderse o perseguirlos, por más que se acercaran al castillo, la intensidad de aquella peste no disminuía.
Una vez la hubo alcanzado Riùrik de nuevo, se situó a su lado con la intención de entrar en calor con la proximidad de otro cuerpo humano. "¿Dónde encontraremos a la profesora McGonagall?" Preguntó taciturna, golpeando una pequeña piedra con el pie, haciéndola saltar en el camino unos centímetros.

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Re: Nostalgia navideña
Observó de reojo como el joven Gryffindor se atusaba la bufanda de manera que esta envolviera por completo su cara. Sin sacar las manos de sus bolsillos, Megan trató de imitar el gesto del chico, hundiendo la barbilla entre sus hombros y tratando de levantar la bufanda sobre sus mejillas empujando ésta con el hocico.
Caminó en silencio cerca del joven. La profesora McGonagall le inspiraba cierto respeto - casi más que Snape. Se preguntó si Riùrik también se sentiría intimidado por la jefa de Gryffindor o si por el contrario, compartirían simpatías por pertenecer a la misma casa. Y pensando en simpatías... No sabía mucho de Lodbrok; había dicho que odiaba na Navidad, pero no que fuera a pasar las vacaciones solo en Hogwarts, ¿Se estarían quedando sus amigos también en el castillo durante las vacaciones? ¿Se encontrarían con ellos cuando se dirigieran hacia la torre Gryffindor? ¿Cómo tendría que actuar en tal caso? ¿Debería quedarse o marcharse en aquel momento?
Volvió a observar a Riùrik a través del rabillo del ojo, pero no se atrevió a preguntar. ¡Ay, la inseguridad...! Quizás cuestionarlo demasiado podría ser algo molesto; Megan siempre tenía ese miedo a importunar. Resopló dentro de su bufanda, mientras golpeaba con la punta de su bota otra pequeña piedra del camino.
Caminó en silencio cerca del joven. La profesora McGonagall le inspiraba cierto respeto - casi más que Snape. Se preguntó si Riùrik también se sentiría intimidado por la jefa de Gryffindor o si por el contrario, compartirían simpatías por pertenecer a la misma casa. Y pensando en simpatías... No sabía mucho de Lodbrok; había dicho que odiaba na Navidad, pero no que fuera a pasar las vacaciones solo en Hogwarts, ¿Se estarían quedando sus amigos también en el castillo durante las vacaciones? ¿Se encontrarían con ellos cuando se dirigieran hacia la torre Gryffindor? ¿Cómo tendría que actuar en tal caso? ¿Debería quedarse o marcharse en aquel momento?
Volvió a observar a Riùrik a través del rabillo del ojo, pero no se atrevió a preguntar. ¡Ay, la inseguridad...! Quizás cuestionarlo demasiado podría ser algo molesto; Megan siempre tenía ese miedo a importunar. Resopló dentro de su bufanda, mientras golpeaba con la punta de su bota otra pequeña piedra del camino.

- Meg Summers
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Re: Nostalgia navideña
El corazón le dio un vuelco al oírlo hacer aquella propuesta. ¿Podría haber pensado tan fuerte que Lodbrok la hubiera oído? A menudo le habían dicho que todo cuando le rondaba por la mente podía leerse a la perfección en su rostro, pero aquella pregunta la había pillado por sorpresa.
Levantó la vista del suelo y aún con su transparente expresión de desconcierto observó al chico que caminaba junto a ella. Quería agradecer la pregunta, quería aceptar aquella invitación y quería regalarle su porción de Budin de Navidad por aquello... Pero tan pronto quería ordenar las palabras para expresarse mejor, éstas se atragantaban torpemente en su garganta. No sabía por dónde empezar.
"¡Sí... Claro!" Al parecer el orden en el que aparecieron sus respuestas comenzaban por el final. "A reunirnos para cenar..." Continuó tratando de hacerse entender más con los ojos que con las palabras. Asentía con la mirada, tratando de disculpar el atasco de sus palabras. "No importa cual sea la mesa... Es decir. No me importa. A mi... ". Vaciló unos segundos, pensando en lo poco que le importaba lo que en aquel momento opinaran el resto de sus compañeros de casa, y se aclaró la garganta tratando de deshacer el nudo que se había formado en su tanto en su lengua como en su cabeza. "De modo que está bien si es la tuya o... La de cualquier casa, ¿No crees?" Concluyó, algo nerviosa e impetuosa como era ella, mientras se apartaba un mechón del pelo tras la oreja y volvía a re-colocarse la bufanda sobre las mejillas. Una vez cubierta su cara, Megan sonreía.
Levantó la vista del suelo y aún con su transparente expresión de desconcierto observó al chico que caminaba junto a ella. Quería agradecer la pregunta, quería aceptar aquella invitación y quería regalarle su porción de Budin de Navidad por aquello... Pero tan pronto quería ordenar las palabras para expresarse mejor, éstas se atragantaban torpemente en su garganta. No sabía por dónde empezar.
"¡Sí... Claro!" Al parecer el orden en el que aparecieron sus respuestas comenzaban por el final. "A reunirnos para cenar..." Continuó tratando de hacerse entender más con los ojos que con las palabras. Asentía con la mirada, tratando de disculpar el atasco de sus palabras. "No importa cual sea la mesa... Es decir. No me importa. A mi... ". Vaciló unos segundos, pensando en lo poco que le importaba lo que en aquel momento opinaran el resto de sus compañeros de casa, y se aclaró la garganta tratando de deshacer el nudo que se había formado en su tanto en su lengua como en su cabeza. "De modo que está bien si es la tuya o... La de cualquier casa, ¿No crees?" Concluyó, algo nerviosa e impetuosa como era ella, mientras se apartaba un mechón del pelo tras la oreja y volvía a re-colocarse la bufanda sobre las mejillas. Una vez cubierta su cara, Megan sonreía.

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Re: Nostalgia navideña
«Cuadrar con el resto» ¿Qué resto? El único resto que a Megan le importaba no estaba en Hogwarts; ni Korrapati, ni Sullivan, ni Stanley... En aquel momento pensó en que hubiera preferido pertenecer a cualquier otra casa si de invitar a sus compañeros se trataba – Mantenía cierta relación de respeto mutuo con sus compañeros de Slytherin, pero claramente la personalidad de Megan no se correspondía con la de una alumna participativa en la organización de… Absolutamente nada.
Dubitativa por cómo interpretarían el resto de alumnos Slytherins su propuesta – probablemente optarían por pensar que se trataría de algún reto o broma, dado su habitual carácter poco festivo – y nostálgica de no pertenecer a la casa de su madre, donde compartiría sala común con amables caras Hufflepuff como la de Zimmer o Zelinski, asintió con una sonrisa incómoda.
“Veré lo que puedo hacer” Respondió, tratando de que Riùrik supiera interpretar aquella mirada de exculpación si no lograba convencer a demasiadas personas. “Ya casi estamos” añadió, señalando con la barbilla el puente cubierto al que se estaban aproximando.
Dubitativa por cómo interpretarían el resto de alumnos Slytherins su propuesta – probablemente optarían por pensar que se trataría de algún reto o broma, dado su habitual carácter poco festivo – y nostálgica de no pertenecer a la casa de su madre, donde compartiría sala común con amables caras Hufflepuff como la de Zimmer o Zelinski, asintió con una sonrisa incómoda.
“Veré lo que puedo hacer” Respondió, tratando de que Riùrik supiera interpretar aquella mirada de exculpación si no lograba convencer a demasiadas personas. “Ya casi estamos” añadió, señalando con la barbilla el puente cubierto al que se estaban aproximando.

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Re: Nostalgia navideña
Hacía varios minutos que Megan se había sentido fatigada; por enérgica que fuera aquella polución, el cansancio, el frío y el hambre hacían que se notara más alicaída. La idea de ir directamente a las mazmorras no la seducía especialmente, pero optó por asentir con la cabeza como seña de que aprobaba aquella idea.
“Espero que no te importe… ¿Podrías avisar tú a McGonagall de lo que vimos y sentimos desde la torre?” Comenzó a decir antes de empezar a sentirse culpable por desentenderse de aquel asunto. “Quiero decir… Aunque si quieres que te acompañe, no tienes porqué ir solo… Es algo que nos repercute a ambos… Yo…” Se excusaba. Sabía que se estaba disculpando de nuevo, bajando el tono de su voz pues las palabras volvían a atragantarse en su garganta; qué difícil le costaba a veces comunicarse.
“Espero que no te importe… ¿Podrías avisar tú a McGonagall de lo que vimos y sentimos desde la torre?” Comenzó a decir antes de empezar a sentirse culpable por desentenderse de aquel asunto. “Quiero decir… Aunque si quieres que te acompañe, no tienes porqué ir solo… Es algo que nos repercute a ambos… Yo…” Se excusaba. Sabía que se estaba disculpando de nuevo, bajando el tono de su voz pues las palabras volvían a atragantarse en su garganta; qué difícil le costaba a veces comunicarse.
Última edición por Meg Summers el 04 Ene 2019 07:48, editado 1 vez en total.
