La importancia de redimirse

[Val Zelinski]

((Reservado))

Sintió la imperiosa necesidad de pedirle perdón a la lechuza, porque seguro que en su casa no le habían dado nada de tomar o comer, así como sus padres nunca daban propina. La lechuza que le había entregado la carta esa mañana, durante el desayuno, tenía el plumaje marrón oscuro con algunas plumas grises aquí y allá. Val se había asegurado de seguirla con la vista para memorizar cómo era, y así poder identificarla en la lechucería.

La carta que le había traído de casa estaba dentro de un sobre que tenía el logo de un banco, donde el destinatario y remitente estaban tachados con bolígrafo y reemplazados por su nombre y el de su mamá, vuelto a sellar con cinta adhesiva. Dentro, un manojo de servilletas con el nombre de un bar de donde vivían traía los garabatos que eran la carta de sus padres. No decía nada interesante, su papá decía en broma (ojalá) que la próxima vez mande dos lechuzas cargando un sobre así se podían quedar con una, y su mamá le confirmó que su hermana Yuliya acababa de tener un bebé sano. Val estaba conforme con la información y no iba a responder, porque sabía que sus papás tampoco iban a escribirle de regreso.

Traía en el bolsillo de la túnica, envuelto en doble pergamino, un poco de carne asada del mediodía. Hasta donde él sabía, nadie lo había visto llevarse el pedacito de carne hasta las piernas y envolverlo, aprovechando el disimulo debajo de la mesa. Entró a la lechucería y subió la vista, tratando de encontrar la pobre lechuza de la mañana.

[Val Zelinski]

Val estaba a punto de sacar la carne envuelta del bolsillo habiendo reconocido la lechuza de esa mañana cuando, (como dirían sus padres) gracias a la misericordia de Dios, Holland saludó. Se giró a verla con una expresión de sorpresa, sacando de inmediato la mano del bolsillo.

"Hola Fawley" devolvió el saludo, tratando de relajarse y enseñarle una sonrisa sincera. "Qué susto me diste" agregó, llevándose una mano al pecho, de forma más simpática que acusatoria. Después de todo el que estaba haciendo algo poco convencional en la lechucería era él.

[Val Zelinski]

Sonrió y negó con la cabeza. Su mano empujó el bollo con carne en el bolsillo, deseando poder hacerlo desaparecer. Sentía que algunas lechuzas ya lo habían olido y estaban fijando sus miradas en él, y no era una idea muy bella tener unas lechuzas tratando de picotearte los bolsillos del pantalón, porque hay cosas importantes en la zona.

"No, es que estaba distraído. ¿Todo... bien?" preguntó, como si tuviera que hacer conversación rara y muggle dentro de un ascensor. Por un lado sentía que mucho no podía preguntar porque compartiendo el castillo y algunas clases sería raro que ahora le hablara un montón, pero estar ahí en la lechucería sin tratar de hablarle lo haría quedar más raro aún.

[Val Zelinski]

Valerian no sería el tipo de chico que notaría que una pregunta era poco cool, probablemente porque él en sí era poco cool. Estamos hablando de un chico que entró con carne en el bolsillo del pantalón a la lechucería, si alguna vez hay una votación por la persona menos genial espero contar con el voto de Holland.

"Mmm..." dijo pensativo, pero luego le sonrió como para tranquilizarla y que supiera que no había nada que le estuviera yendo realmente mal. "Sí, solamente había subido hasta acá para" la miró, y luego miró hacia las lechuzas que estaban bajando a las vigas más cercanas a él "saludar" continuó en tono dudoso "a... las lechuzas" finalizó, volviendo a mirarla. Yo diría que no le creas nada.

[Val Zelinski]

Miró a Holland intensamente, sintiendo la incomodidad de... ¿mentir? No era exactamente una mentira, pero sí estaba ocultándole algo. ¿Pero qué opción tenía? Incluso decir 'tengo un pedazo de carne en el bolsillo' sonaba a algo que diría alguien en un callejón oscuro, segundos antes de terminar bajo custodia de las autoridades.

"No, no tengo lechuza" admitió, sabiendo que solamente hacía más sospechosa su presencia ahí. "¿Tú sí?" preguntó con sincera curiosidad: podría aprender mucho sobre qué demonios comían las lechuzas y ahorrarse vergüenzas futuras.

[Val Zelinski]

-Merlín- pensó cuando Holland mencionó eso último y subiendo la mirada a su lechuza, porque ¿cómo iba a detener el interés de las lechuzas que seguramente podían percibir que él tenía algo comestible en el bolsillo? Definitivamente no podía hacerles algún gesto (un guiño significa 'hagan de cuenta que no estoy' y dos guiños significan 'agárrenme todas de alguna parte de la ropa y sáquenme por la ventana') buscando complicidad en ellas, si fuera capaz de algo así seguramente merecería un NEWT honorario en CCM. Digo, puede suceder.

"Oh..." sonrió a Holland y hundió más la mano en su bolsillo. "Qué linda, ¿cómo se llama?" preguntó, y una de las lechuzas que habían bajado cuando él entró a la sala agitó las alas, impaciente. Con lo nervioso que estaba ya se había olvidado de a qué lechuza se suponía que tenía que darle la carne como agradecimiento. Valerian se sentía como protagonizando la secuela de The Birds.