Beyond Hogwarts RPG - Foro de rol Play-By-Post ambientado en el mundo de Harry Potter
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Objetos olvidados
- Frankie Gibbs
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Re: Objetos olvidados
Mierda, mierda, mierda.
Mientras más exámenes se venía, Frankie se volvía un poco más desastrosa, un poco más ella en sus peores momentos. Era su último año y sus calificaciones no habían sido tan altas desde que Bertie le metió en la cabeza lo de ser rompedora de maldiciones. Dividía su tiempo entre estudiar para sacar sus EXTASIS y planear la más grande hazaña que haya hecho, así que dormía muy poco. El cansancio le dejaba huella debajo de los ojos y con algunas espinillas en la frente por el estrés. Su cabello, siempre salvaje pero genial, estaba todo enmarañado y sucio. Frankie nunca se había descuidado tanto.
Y como es obvio, era super normal que dejara las cosas tiradas por ahí. Recién había mandado una lechuza a su casa como siempre hace una vez por semana y traía encima como tres libros del tamaño de la moral de Roan Fletwock, y recién se sentó en la sala común para hacer sus resúmenes cuando se dio cuenta que le faltaba uno, el de encantamientos. No fue fácil volver sobre sus pasos cuando no podía recordar lo que comió hace dos horas. Había recorrido medio castillo cuando recordó que había ido a la lechucería, así que fue hasta allí con la esperanza por el piso. Eso le pasaba por no ponerle nombre a los libros, pero en su defensa no fue sino hasta hace dos años que los empezó a usar de verdad. A una Frankie de cuarto curso no le hubiese importado perder sus libros, al fin que ni estudiaba.
Llegó jadeando a la lechucería para encontrarse con la oh-gran-señora-Fletwock en persona. Su relación con Mila siempre había sido neutral o inexistente porque no eran del tipo de amiga de la otra. Desde que Roan se había casado Frankie había tomado más distancia sin saber bien porqué. Primero no quería meterse en problemas innecesarios y segundo porque ya no lo veía igual. Sonaba tan absurdo en su cabeza que por eso nunca lo había dicho en voz alta pero lo cierto era que Frankie sentía que Roan no era el mismo que ella había conocido de cerca ese verano, cuando le cayó bien. Ahora era este muchacho casado tan joven y ya no sabría de qué hablar con él, como si hubiese crecido treinta años de repente. Siempre que hablaban era porque Frankie estaba en detención, así que no se dirigían la palabra desde que empezaron los exámenes. También sentía que Mila había cambiado un poco pero no sabría decir la diferencia porque no la trataba, por eso se le hacía raro tener que hablarle en ese momento.
"Hola." Dijo, levantando la mano en un saludo torpe. Ahí reparó que tenía su libro "¡Joder, si!" Exclamó. "Ese es mío." Lo señaló, acercándose para tomarlo.
Mientras más exámenes se venía, Frankie se volvía un poco más desastrosa, un poco más ella en sus peores momentos. Era su último año y sus calificaciones no habían sido tan altas desde que Bertie le metió en la cabeza lo de ser rompedora de maldiciones. Dividía su tiempo entre estudiar para sacar sus EXTASIS y planear la más grande hazaña que haya hecho, así que dormía muy poco. El cansancio le dejaba huella debajo de los ojos y con algunas espinillas en la frente por el estrés. Su cabello, siempre salvaje pero genial, estaba todo enmarañado y sucio. Frankie nunca se había descuidado tanto.
Y como es obvio, era super normal que dejara las cosas tiradas por ahí. Recién había mandado una lechuza a su casa como siempre hace una vez por semana y traía encima como tres libros del tamaño de la moral de Roan Fletwock, y recién se sentó en la sala común para hacer sus resúmenes cuando se dio cuenta que le faltaba uno, el de encantamientos. No fue fácil volver sobre sus pasos cuando no podía recordar lo que comió hace dos horas. Había recorrido medio castillo cuando recordó que había ido a la lechucería, así que fue hasta allí con la esperanza por el piso. Eso le pasaba por no ponerle nombre a los libros, pero en su defensa no fue sino hasta hace dos años que los empezó a usar de verdad. A una Frankie de cuarto curso no le hubiese importado perder sus libros, al fin que ni estudiaba.
Llegó jadeando a la lechucería para encontrarse con la oh-gran-señora-Fletwock en persona. Su relación con Mila siempre había sido neutral o inexistente porque no eran del tipo de amiga de la otra. Desde que Roan se había casado Frankie había tomado más distancia sin saber bien porqué. Primero no quería meterse en problemas innecesarios y segundo porque ya no lo veía igual. Sonaba tan absurdo en su cabeza que por eso nunca lo había dicho en voz alta pero lo cierto era que Frankie sentía que Roan no era el mismo que ella había conocido de cerca ese verano, cuando le cayó bien. Ahora era este muchacho casado tan joven y ya no sabría de qué hablar con él, como si hubiese crecido treinta años de repente. Siempre que hablaban era porque Frankie estaba en detención, así que no se dirigían la palabra desde que empezaron los exámenes. También sentía que Mila había cambiado un poco pero no sabría decir la diferencia porque no la trataba, por eso se le hacía raro tener que hablarle en ese momento.
"Hola." Dijo, levantando la mano en un saludo torpe. Ahí reparó que tenía su libro "¡Joder, si!" Exclamó. "Ese es mío." Lo señaló, acercándose para tomarlo.

- Frankie Gibbs
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Re: Objetos olvidados
Mejor no recordemos esa vez en la que ella se transformó en Mila. Fue un tanto bastante perturbador cuando tuvo ganas de ir al baño y, para no ver cómo eran las partes de Mila, se limpió con los ojos cerrados con mucha torpeza. Si podía, no volvería a usar la poción multijugos otra vez. Eso de no ser tú mismo era una sensación muy extraña e incómoda que no se la recomendaba a nadie a menos que fuese por necesidad. Ojalá nunca lo necesitara.
Frankie estaba más que curada de las expresiones de Mila de altivez, extrañeza o curiosidad, así que la que le presentaba ahora le daba más que igual, sólo estaba feliz de haber encontrado su libro. "Oh, si." Respondió entre jadeos. "Es que vengo recorriendo el castillo entero buscándolo. No recordaba que se me había caído acá. ¿Tiene mierda de lechuza?" Quiso saber y lo examinó en el momento que lo tuvo en las manos. Parecía que estaba bien, y si se había caído dentro pues debió aterrizar en algún sitio seco, donde una lechuza no había dejado su rastro hace poco.
Levantó la vista hacia Mila, sintiendo que se le olvidaba decir algo. Un segundo, dos segundos. "¡Ah! ¡Cierto! ¡Gracias!" Exclamó, dándole unas palmaditas un poco fuertes para los delicados hombros de Mila. No quería lastimarla, Frankie nunca medía su fuerza.
Frankie estaba más que curada de las expresiones de Mila de altivez, extrañeza o curiosidad, así que la que le presentaba ahora le daba más que igual, sólo estaba feliz de haber encontrado su libro. "Oh, si." Respondió entre jadeos. "Es que vengo recorriendo el castillo entero buscándolo. No recordaba que se me había caído acá. ¿Tiene mierda de lechuza?" Quiso saber y lo examinó en el momento que lo tuvo en las manos. Parecía que estaba bien, y si se había caído dentro pues debió aterrizar en algún sitio seco, donde una lechuza no había dejado su rastro hace poco.
Levantó la vista hacia Mila, sintiendo que se le olvidaba decir algo. Un segundo, dos segundos. "¡Ah! ¡Cierto! ¡Gracias!" Exclamó, dándole unas palmaditas un poco fuertes para los delicados hombros de Mila. No quería lastimarla, Frankie nunca medía su fuerza.

- Frankie Gibbs
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Re: Objetos olvidados
Frankie tenía una mala postura que se arregló a medias desde que empezó a montar. Sin embargo, al ir al baño tiende a encorvarse y desde ese ángulo se ve todo. Pero no hace falta elaborar en eso, de verdad, no me hagas hacerlo.
En cuanto a su aliento, Frankie debía oler a grajea de limón que fue la última que se comió mientras estaba haciendo los resúmenes y se dio cuenta que le faltaba el libro de encantamientos. Aunque después de tanto jadeo podía haberse perdido y ciertamente no oler tan bien. Te concedo esa, poco importaba ahora su higiene dental cuando no sabía hacer a la perfección el hechizo convocador o aros de fuego para su hazaña final. A veces Frankie ponía más cosas en su caldero de lo que podía mezclar.
Frankie se echó para atrás cuando la lechuza comenzó a chillar. "¿Qué le pasa?" Preguntó con más brusquedad que sus intenciones. Tenía mucho sueño y estaba cansada así que medía menos sus palabras o su cuerpo que de costumbre.
En cuanto a su aliento, Frankie debía oler a grajea de limón que fue la última que se comió mientras estaba haciendo los resúmenes y se dio cuenta que le faltaba el libro de encantamientos. Aunque después de tanto jadeo podía haberse perdido y ciertamente no oler tan bien. Te concedo esa, poco importaba ahora su higiene dental cuando no sabía hacer a la perfección el hechizo convocador o aros de fuego para su hazaña final. A veces Frankie ponía más cosas en su caldero de lo que podía mezclar.
Frankie se echó para atrás cuando la lechuza comenzó a chillar. "¿Qué le pasa?" Preguntó con más brusquedad que sus intenciones. Tenía mucho sueño y estaba cansada así que medía menos sus palabras o su cuerpo que de costumbre.

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Re: Objetos olvidados
Algunas personas enfocan su atención en su apariencia, otras en proyectos y tareas, están esos que dividen su tiempo en ambas pero a fin de cuentas, las cosas a medias nunca han sido para Frankie. A pesar de su naturaleza relajada e impulsiva, podía hundirse en su mundo con mucha facilidad. Si fuesen nada más los exámenes, seguramente tendría mente para pensar en su cabello, pero quería irse del colegio habiendo hecho algo increíble, audaz, algo digno de un show en Las Vegas como Evel Knievel. Ella sabía que la población estudiantil la creía acabada, que finalmente Hogwarts había logrado amansarla y que era un ser humano corriente, digno de obtener un trabajo que cotice en seguro social. Ella quería probarles lo contrario.
Sonrió burlona. "Se asusta con facilidad, ¿No?" Se rió un poco y miró a la criatura. Frankie jamás tendría un animal asustadizo o un gato peludo. Ella definitivamente sería una persona de perros, uno grande y baboso, que le guste correr o cazar. Hogwarts nunca le ha permitido tener uno, quizá cuando salga se de la oportunidad. Jack se moriría por uno también, lo sabe, pero no tiene la energía para cuidarlo como se requiere. Su abuelastro nada más tiene fuerza para ir a la nevera a buscar más cerveza y a postrarse en un sofá a ver televisión. Su trasero es nada más el fantasma de lo que alguna vez fue.
Pese al tono y la manera de decirlo, Frankie no se lo tomó mal, más bien se echó a reír. "Si, lo sé, es que ando haciendo... cosas, ya sabes, los exámenes se acercan y bueno, estaría bien terminar esto con buenos resultados." Se hincó de hombros quitándole importancia, abrazando el libro como si fuese un peluche.
Sonrió burlona. "Se asusta con facilidad, ¿No?" Se rió un poco y miró a la criatura. Frankie jamás tendría un animal asustadizo o un gato peludo. Ella definitivamente sería una persona de perros, uno grande y baboso, que le guste correr o cazar. Hogwarts nunca le ha permitido tener uno, quizá cuando salga se de la oportunidad. Jack se moriría por uno también, lo sabe, pero no tiene la energía para cuidarlo como se requiere. Su abuelastro nada más tiene fuerza para ir a la nevera a buscar más cerveza y a postrarse en un sofá a ver televisión. Su trasero es nada más el fantasma de lo que alguna vez fue.
Pese al tono y la manera de decirlo, Frankie no se lo tomó mal, más bien se echó a reír. "Si, lo sé, es que ando haciendo... cosas, ya sabes, los exámenes se acercan y bueno, estaría bien terminar esto con buenos resultados." Se hincó de hombros quitándole importancia, abrazando el libro como si fuese un peluche.

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Re: Objetos olvidados
Mila subestimaba completamente la percepción de la gente en cuanto a sus hazañas. Quizá si, era un mal ejemplo para el alumnado, pero desde que lo hacía (o sea, casi desde siempre), no había oído de nadie que haya querido seguir sus pasos, por el otro lado, había gente que disfrutaba de verla, algunos le habrían dicho que era lo más parecido a un circo que habían visto, y aunque Frankie podría tomarlo como que era el bufón del colegio, decidió tomarlo como si ella fuese la domadora de leones o esos actos de casi estúpida valentía. Frankie hacía las cosas por la subida de adrenalina, la hacía sentir viva, pero le gustaba la atención. No es que la necesitara para vivir, porque tenía bastante tiempo sin hacer nada loco, pero quería que la gente la recordara. Mila quizá no tenía esa meta en mente, por eso, cuando egresara, nadie sabría su nombre. Cada quien tiene sus sueños.
Asintió y miró al ave con extrañeza "Mmm, ya veo." Contestó. Ella no tendría un animal así, pero suponía que se parecía a su dueña que no le gusta todo el mundo y viceversa. No quiso seguir con el tema del pájaro.
Asintió con efusividad, agitando sus enmarañados rulos a los costados de su rostro. "Si, para la Academia de Rompedores de Maldiciones. Bertie y yo viajaremos por el mundo y seremos como mercenarios, romperemos maldiciones a cambio de dinero." Dijo con aire soñador. Parecía una niña aunque tuviese diecisiete, no era consciente de eso ni le importaba. Tenía un sueño y su papá era lo suficientemente bueno para dejarla cumplirlo. En el fondo Frankie se preocupaba por el negocio, porque no tenía primos y no quería que todo se derrumbara, pero ella conseguiría una solución eventualmente y se supone que su papá viviría por siempre.
"¿Tú qué? ¿Vas a jugar con Roan a la casita hasta que se aburran de la existencia del otro al punto de que quieran asesinarse mutuamente?" Quiso saber. Siendo la esposa de Roan, la idea de volverse loca era muy posible, de Mila no podría decir lo mismo pero no era una idea descabellada tampoco. Ambos eran dementes por querer casarse tan pronto, antes de graduarse, ¿Cuál fue el punto? ¿El amor? No hacía falta casarse para eso. Frankie no lo entendía y por eso no hablaba mucho al respecto y procuraba no pensarlo si quiera, pero ya que tenía a Mila en frente no estaba de más sacar eso a colación.
Asintió y miró al ave con extrañeza "Mmm, ya veo." Contestó. Ella no tendría un animal así, pero suponía que se parecía a su dueña que no le gusta todo el mundo y viceversa. No quiso seguir con el tema del pájaro.
Asintió con efusividad, agitando sus enmarañados rulos a los costados de su rostro. "Si, para la Academia de Rompedores de Maldiciones. Bertie y yo viajaremos por el mundo y seremos como mercenarios, romperemos maldiciones a cambio de dinero." Dijo con aire soñador. Parecía una niña aunque tuviese diecisiete, no era consciente de eso ni le importaba. Tenía un sueño y su papá era lo suficientemente bueno para dejarla cumplirlo. En el fondo Frankie se preocupaba por el negocio, porque no tenía primos y no quería que todo se derrumbara, pero ella conseguiría una solución eventualmente y se supone que su papá viviría por siempre.
"¿Tú qué? ¿Vas a jugar con Roan a la casita hasta que se aburran de la existencia del otro al punto de que quieran asesinarse mutuamente?" Quiso saber. Siendo la esposa de Roan, la idea de volverse loca era muy posible, de Mila no podría decir lo mismo pero no era una idea descabellada tampoco. Ambos eran dementes por querer casarse tan pronto, antes de graduarse, ¿Cuál fue el punto? ¿El amor? No hacía falta casarse para eso. Frankie no lo entendía y por eso no hablaba mucho al respecto y procuraba no pensarlo si quiera, pero ya que tenía a Mila en frente no estaba de más sacar eso a colación.

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Re: Objetos olvidados
Aunque nadie se lo crea, Frankie hacía todo lo posible por no salir lastimada de sus hazañas. Matarse era la cosa más sencilla del mundo, ahora, hacer algo sumamente peligroso y salir indemne de eso era la magia de todo, la emoción y el ingenio. Su apellido era famoso entre los granjeros y aquellos como los Fletwock que crían caballos u otro tipo de animales, pero nadie conocía su nombre. Frankie no quería tener la fama de su familia, eso lo podía tener cualquiera incluso sin haberlo pedido. Ella quería su fama propia.
Si Frankie se enteraba que Bertie iba buscando la beca de los Fairchild le hacía Crucio antes de matarlo. Bob no tenía que andar por ahí mendigando dinero de otra gente, no cuando tenía talento y sueños. El dinero es parte importante de la vida de él y como rompedor de maldiciones lo tendrá. Habrá emociones, aventuras y dinero. El sueño mágico. Si Mila creía que Robert Geldof pensaba única y exclusivamente en el dinero no lo conocía tan bien.
Conque había un secreto. Bueno, sino era el supuesto amor joven y desesperado pues debía ser que Mila quedó embarazada pero como es tan flaca abortó, pero ya se habían casado para entonces. No había tantas opciones en la mesa.
Frankie se rió un poco. "Pues yo no se qué carajo hacen ahora, por algo lo pregunto." Contestó sonriendo, lanzando sus naturales malas palabras dentro de las oraciones. A falta de un Bob que diga ¡Lenguaje!...
Si Frankie se enteraba que Bertie iba buscando la beca de los Fairchild le hacía Crucio antes de matarlo. Bob no tenía que andar por ahí mendigando dinero de otra gente, no cuando tenía talento y sueños. El dinero es parte importante de la vida de él y como rompedor de maldiciones lo tendrá. Habrá emociones, aventuras y dinero. El sueño mágico. Si Mila creía que Robert Geldof pensaba única y exclusivamente en el dinero no lo conocía tan bien.
Conque había un secreto. Bueno, sino era el supuesto amor joven y desesperado pues debía ser que Mila quedó embarazada pero como es tan flaca abortó, pero ya se habían casado para entonces. No había tantas opciones en la mesa.
Frankie se rió un poco. "Pues yo no se qué carajo hacen ahora, por algo lo pregunto." Contestó sonriendo, lanzando sus naturales malas palabras dentro de las oraciones. A falta de un Bob que diga ¡Lenguaje!...

- Frankie Gibbs
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Re: Objetos olvidados
Si bien es cierto que los Gibbs nadan en dinero, no lo aparentan ni por un segundo. Cuando los Geldof se mudaron con los Gibbs, en vez de sentirse tal vez minimizados o tan siquiera incómodos por las diferentes costumbres, se llevaron tan bien que ahora son casi parte de la familia. Unos granjeros, otros mineros, al final son del campo y entre ellos se entienden. Los Fairchild son elitistas y se nota su rango el segundo que entran a una habitación, sea por su apariencia o por sus maneras, lo cual no era malo si te importaban esas cosas. Las razones que impulsan a ambas familias a ayudar a los demás provienen de lugares distintos también. Los Gibbs no tenían fundaciones ni hacían obras benéficas para que el mundo viera que porque les sobra el dinero pueden dárselos a quienes ellos creen que lo necesitan. Su papá a veces regala heno a granjeros que no tienen dinero por el momento para pagárselo, ha mejorado la cosecha de muggles amigos a escondidas por medio de la magia luego de enterarse que alguna plaga los atacó. Frankie a veces lo ve como el vengador enmascarado pero es sólo que si quieres ayudar, lo haces y ya, no necesitas público que te diga que eres buena persona.
Entonces, el día en el que pedirle ayuda a un Fairchild sea lo mismo que pedirle ayuda un Gibbs, Frankie se mete a monja.
Como tenía solo una mano libre la alzó a la altura de su cabeza, como pidiendo alto al fuego. No tenía idea de que estaba tocando una fibra sensible ahí. "Hey, está bien, está bien, era sólo una pregunta. Aunque yo casi fui amiga de Roan pero no logró prosperar." Le dijo sonriendo. "Y nada más para que sepas, si la gente habla es porque eso fue un poco raro, y no raro como 'mira qué raros ellos que se casaron ahorita', sino un '¿Para qué carajo se casaron ahorita?', porque, ¿No es como tonto? O sea, te casas y no puedes, ya sabes," Empezó a jugar con sus manos juntándolas. Estaba pensando en sexo pero era un tema muy tabú para Frankie aún. "Dormir con tu esposo durante todo un año. Digo, Victoria y Richard van a esperar a terminar, no que piense que casarse a los diecisiete tenga mucho sentido para mi pero suena un poco más lógico terminar Hogwarts." Concluyó, hincándose de hombros. Esperaba no molestarla con su opinión.
Entonces, el día en el que pedirle ayuda a un Fairchild sea lo mismo que pedirle ayuda un Gibbs, Frankie se mete a monja.
Como tenía solo una mano libre la alzó a la altura de su cabeza, como pidiendo alto al fuego. No tenía idea de que estaba tocando una fibra sensible ahí. "Hey, está bien, está bien, era sólo una pregunta. Aunque yo casi fui amiga de Roan pero no logró prosperar." Le dijo sonriendo. "Y nada más para que sepas, si la gente habla es porque eso fue un poco raro, y no raro como 'mira qué raros ellos que se casaron ahorita', sino un '¿Para qué carajo se casaron ahorita?', porque, ¿No es como tonto? O sea, te casas y no puedes, ya sabes," Empezó a jugar con sus manos juntándolas. Estaba pensando en sexo pero era un tema muy tabú para Frankie aún. "Dormir con tu esposo durante todo un año. Digo, Victoria y Richard van a esperar a terminar, no que piense que casarse a los diecisiete tenga mucho sentido para mi pero suena un poco más lógico terminar Hogwarts." Concluyó, hincándose de hombros. Esperaba no molestarla con su opinión.

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Re: Objetos olvidados
¿Mover el dinero? ¿Fiscal? ¿Legal? Los Gibbs eran magos y lo que ganaban lo metían en una bóveda en Gringotts y ahí se quedaba hasta que alguien como Frankie lo necesitara para comprar cosas absurdas o sus artículos escolares que eran bastante costosos. Alguna que otra vez han hecho donativos a San Mungo pero no más de ahí porque no tienen esa clase de mente, por eso no se la llevan bien con otra gente rica, excepto los Fletwock y ya se sienten bastante fuera de lugar cuando van a sus reuniones. Por lo mismo, aunque Frankie sabe que Bertie se siente muy apenado por toda la ayuda prestada, no le da importancia porque al final, si lo ayudó era para que siguiera estudiando con ella porque siempre ha sido así y no quiere que eso cambie. También, algunas personas hacen las cosas porque pueden, como ayudar. Si Bertie le saca en cara algo en el futuro es bastante incierto, pero eso a Frankie le sabría bastante a mierda.
Frankie inclinó la cabeza de un lado a otro, sopesando su opinión y coincidiendo más o menos con ella. Si, la gente habla porque no tiene nada mejor que hacer y porque es divertido. A fin de cuentas es su manera de comunicarse.
Hizo caso omiso a su mención del sexo porque no quería hablar de eso. No le tiene apodos a los genitales de cualquiera porque no habla de eso nunca. Pueden tener diecisiete (lo cual sigue siendo poco) pero entre las dos, la que sabe sobre eso es Mila, no Frankie, así es para una persona que lo ha practicado se le hace mucho más natural hablarlo. Frankie es muy inocente en esa parte porque no fue hasta hace poco que sintió atracción por alguien por primera vez. Ella no piensa en esas cosas porque está muy ocupada planeando tener una vida de aventuras y peligros. Tal vez es solo muy niña en varios aspectos de su vida.
Con la pregunta, Frankie tuvo que detenerse a pensar unos segundos, buscándole la lógica a la situación. "Eso depende. Si al final ambos querían para sus vidas un matrimonio y nada más, está bien, supongo, aunque parece un poco apresurado. Si tenían otros planes pues es un poco sin sentido casarse solo por casarse y luego hacer esos planes. No se, yo no soy la que tiene el anillo o sus mentes, todavía no los entiendo." Se encogió de hombros. Esa era la conversación más larga que había tenido con Mila desde primer curso y no estaba segura de ser la mejor, pero se sentía bien darle su punto de vista a Mila porque eso de hablar a las espaldas de la gente no era del estilo de Frankie y vaya que tenía opiniones sobre esos dos.
Frankie inclinó la cabeza de un lado a otro, sopesando su opinión y coincidiendo más o menos con ella. Si, la gente habla porque no tiene nada mejor que hacer y porque es divertido. A fin de cuentas es su manera de comunicarse.
Hizo caso omiso a su mención del sexo porque no quería hablar de eso. No le tiene apodos a los genitales de cualquiera porque no habla de eso nunca. Pueden tener diecisiete (lo cual sigue siendo poco) pero entre las dos, la que sabe sobre eso es Mila, no Frankie, así es para una persona que lo ha practicado se le hace mucho más natural hablarlo. Frankie es muy inocente en esa parte porque no fue hasta hace poco que sintió atracción por alguien por primera vez. Ella no piensa en esas cosas porque está muy ocupada planeando tener una vida de aventuras y peligros. Tal vez es solo muy niña en varios aspectos de su vida.
Con la pregunta, Frankie tuvo que detenerse a pensar unos segundos, buscándole la lógica a la situación. "Eso depende. Si al final ambos querían para sus vidas un matrimonio y nada más, está bien, supongo, aunque parece un poco apresurado. Si tenían otros planes pues es un poco sin sentido casarse solo por casarse y luego hacer esos planes. No se, yo no soy la que tiene el anillo o sus mentes, todavía no los entiendo." Se encogió de hombros. Esa era la conversación más larga que había tenido con Mila desde primer curso y no estaba segura de ser la mejor, pero se sentía bien darle su punto de vista a Mila porque eso de hablar a las espaldas de la gente no era del estilo de Frankie y vaya que tenía opiniones sobre esos dos.

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Re: Objetos olvidados
Vamos a detenernos un momento. El hecho de que a Frankie le parezcan divertidos los rumores no significa que los esparza, es más, por algo está siendo tan sincera con Mila diciéndole su opinión porque, como se dijo antes, no le gusta hablar a espaldas de la gente. En opinión de Frankie, no hay nada mejor que decirle a gente lo que se piensa de ellos, por eso todos los días eran buenos para decirle a Roan lo insoportable que era. No me cambies al personaje para probar un punto.
Por otro lado también está un detalle importante que es que Frankie se crió en una granja. Sus conocimientos sobre la sexualidad llegaron de muchas maneras con el crecimiento, varias de las cuales no podría decir porque no lo recuerda. Frankie es una chica de chicos, nunca tuvo conversaciones muy serias con sus compañeras de clase y seguro se hacía la dormida cuando hablaban de chicos porque simplemente no se siente cómoda hablando de eso, y aún si Frankie hubiese sido criada como una señorita de sociedad tampoco hablaría de eso con libertad simplemente porque es un tema personal que debe mantenerse así, personal. Ninguna dama debería hablar de sexo como si fuese el clima.
Frankie la miró seria un por un segundo, enfocando sus ojos celestes en los de ella, recordando la vez que se convirtió en Mila para hacerle un favor y en lo incómoda que se sintió hasta tocando las cosas, demasiado incómoda en ese cuerpo. A medida que hablaba con su compañera de curso entendía que su incomodidad iba más allá de que Frankie le doblaba el peso a Mila, el mundo lo veían completamente diferente. Soltó un suspiro, agarrando algo de valor para decir lo que tenía que decir, admitir de una vez lo que tenía dentro.
"Tienes razón, no es de mi incumbencia, y la verdad es que tú me sabes tanto a mierda como yo a ti. Durante estos siete años has ido por ahí estudiando y con tus cosas de baile y yo haciendo mis mierdas locas y eso está bien, lo hacemos porque queremos, pero ¿Sabes? Lo que ustedes hicieron no es como decidir tirarte de una torre o elegir bailar una canción porque quieres. Yo se que ustedes los Fairchild no se divorcian y los Fletwock tampoco, si a eso vamos, también sé que todo esto te toma por sorpresa porque tú me sabes a mierda pero lo cierto es que Roan no. Si lo hicieron porque toda su familia se casa a los trece fue estúpido, si lo hicieron porque se amaban con locura también lo fue porque un puto título no les dice que se quieren más, si lo hicieron para enfadar a sus padres también fue idiota porque pueden pasar tantas cosas en unos años pero ustedes ya decidieron su vida. Ya sé que esto debí decirlo antes y no a ti sino a Roan, porque él me salvó la vida un par de veces y no pude salvarlo de esta, pero creí que alguien se los diría. Me equivoqué. Ya sé que esto te va a saber a mierda pero tenía que decirlo porque no me gusta guardarme las cosas." Le dijo sin parar. Al terminar sentía la boca seca pero un alivio en el pecho. Honestamente, siempre creyó que la boda la cancelarían de un momento a otro. Fue una sorpresa que no pasó.
Por otro lado también está un detalle importante que es que Frankie se crió en una granja. Sus conocimientos sobre la sexualidad llegaron de muchas maneras con el crecimiento, varias de las cuales no podría decir porque no lo recuerda. Frankie es una chica de chicos, nunca tuvo conversaciones muy serias con sus compañeras de clase y seguro se hacía la dormida cuando hablaban de chicos porque simplemente no se siente cómoda hablando de eso, y aún si Frankie hubiese sido criada como una señorita de sociedad tampoco hablaría de eso con libertad simplemente porque es un tema personal que debe mantenerse así, personal. Ninguna dama debería hablar de sexo como si fuese el clima.
Frankie la miró seria un por un segundo, enfocando sus ojos celestes en los de ella, recordando la vez que se convirtió en Mila para hacerle un favor y en lo incómoda que se sintió hasta tocando las cosas, demasiado incómoda en ese cuerpo. A medida que hablaba con su compañera de curso entendía que su incomodidad iba más allá de que Frankie le doblaba el peso a Mila, el mundo lo veían completamente diferente. Soltó un suspiro, agarrando algo de valor para decir lo que tenía que decir, admitir de una vez lo que tenía dentro.
"Tienes razón, no es de mi incumbencia, y la verdad es que tú me sabes tanto a mierda como yo a ti. Durante estos siete años has ido por ahí estudiando y con tus cosas de baile y yo haciendo mis mierdas locas y eso está bien, lo hacemos porque queremos, pero ¿Sabes? Lo que ustedes hicieron no es como decidir tirarte de una torre o elegir bailar una canción porque quieres. Yo se que ustedes los Fairchild no se divorcian y los Fletwock tampoco, si a eso vamos, también sé que todo esto te toma por sorpresa porque tú me sabes a mierda pero lo cierto es que Roan no. Si lo hicieron porque toda su familia se casa a los trece fue estúpido, si lo hicieron porque se amaban con locura también lo fue porque un puto título no les dice que se quieren más, si lo hicieron para enfadar a sus padres también fue idiota porque pueden pasar tantas cosas en unos años pero ustedes ya decidieron su vida. Ya sé que esto debí decirlo antes y no a ti sino a Roan, porque él me salvó la vida un par de veces y no pude salvarlo de esta, pero creí que alguien se los diría. Me equivoqué. Ya sé que esto te va a saber a mierda pero tenía que decirlo porque no me gusta guardarme las cosas." Le dijo sin parar. Al terminar sentía la boca seca pero un alivio en el pecho. Honestamente, siempre creyó que la boda la cancelarían de un momento a otro. Fue una sorpresa que no pasó.

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Re: Objetos olvidados
Ya Frankie sabía que su opinión no iba a ser tomada en cuenta, que no podía ser tomada en cuenta porque no podían divorciarse y que hoy por hoy no querían hacerlo tampoco. Frankie creía que tanto Roan como Mila tenían un concepto demasiado alto de sí mismos, como si nunca pudieran equivocarse porque son extraterrestres o algo parecido y ella no los veía así, porque nadie era así. A Frankie le importó que se casaran porque hicieron algo demasiado pronto de lo que no podían retractarse como si creyeran que su mentalidad no va a cambiar de aquí a un par de años, como si no van a evolucionar o crecer. Frankie se sentía una persona diferente cada día, queriendo hacer cosas nuevas cada día, porque es una adolescente al igual que ellos y por lo mismo sabe que un día puede despertar y no gustarle nada de su vida, querer irse lejos o cualquier cosa, eso le podía pasar a ella, a Roan, y no iban a poder hacer nada. Eso de la libertad Frankie se lo tomaba muy en serio pero ellos no, o solo creían que eran más libres así, porque son raros o creen que serán las mismas personas de aquí a diez años, no sabía.
Por eso, que le dijera que era indiferente no fue una sorpresa. "Si, sé que no te importa pero igual quería decirlo. Sobre aquel favor, ni lo menciones, fue hace mucho tiempo y lo hice más que todo por Roan así que." Se encogió de hombros, quitándole importancia. También se sentía raro admitir que hizo algo por Roan alguna vez pero, después de tantos años conociéndolo (desde que tienen uso de razón, probablemente), en algún momento tenían que llevarse medio bien, y así lo fue durante un verano.
Tuvo que contener las ganas de rodar los ojos. Merlín, esa historia de nuevo. "Solo para que conste, yo nunca le pedí a Roan que me salvara la vida y la segunda vez fue su culpa por haber gritado y alterado al caballo, yo lo tenía controlado. Aún así, le dije gracias, por sí se lo agradezco, yo igual no hubiese podido sola porque no siempre he tenido a un Roan Fletwock a mi lado y salgo medio indemne de todas pero fue lindo de su parte. Si quieres se lo dices a ver si lo supera alguna vez, o ambos." Chasqueó la lengua y le mostró el pulgar hacia arriba, tratando de ser lo más buena onda posible.
Por eso, que le dijera que era indiferente no fue una sorpresa. "Si, sé que no te importa pero igual quería decirlo. Sobre aquel favor, ni lo menciones, fue hace mucho tiempo y lo hice más que todo por Roan así que." Se encogió de hombros, quitándole importancia. También se sentía raro admitir que hizo algo por Roan alguna vez pero, después de tantos años conociéndolo (desde que tienen uso de razón, probablemente), en algún momento tenían que llevarse medio bien, y así lo fue durante un verano.
Tuvo que contener las ganas de rodar los ojos. Merlín, esa historia de nuevo. "Solo para que conste, yo nunca le pedí a Roan que me salvara la vida y la segunda vez fue su culpa por haber gritado y alterado al caballo, yo lo tenía controlado. Aún así, le dije gracias, por sí se lo agradezco, yo igual no hubiese podido sola porque no siempre he tenido a un Roan Fletwock a mi lado y salgo medio indemne de todas pero fue lindo de su parte. Si quieres se lo dices a ver si lo supera alguna vez, o ambos." Chasqueó la lengua y le mostró el pulgar hacia arriba, tratando de ser lo más buena onda posible.

- Frankie Gibbs
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Re: Objetos olvidados
Frankie no le temía al futuro, no le temía a nada excepto al encierro y la rutina, a sentir que no vivió su vida al máximo o que no probó todo lo que se le pasó por la mente. No era hipocresía lo que estaba proyectando hacia Mila, era pura incredulidad de que ellos creyeran que un matrimonio tan temprano iba a funcionar tan bien como en el comienzo, y aunque debería decirle el mismo discurso a Victoria y Richard porque van por el mismo camino, como no sentía por ellos ningún tipo de cariño no lo hacía. Si Roan arriesgó su vida dos veces por Frankie fue por un compromiso moral o porque, en el fondo, le importaba. Lo mismo pasaba ahora con Frankie. Decía esas cosas porque su moral se lo pedía y porque Roan le importaba. Pero iba a dejar el tema porque no había nada que hacer...
Excepto reírse por lo que Mila acababa de decir. "¿Suerte o amortentia? ¿Cuál de los dos necesito?" Inquirió riéndose. Tal vez por eso no confía mucho en ese amor tan apasionado de ellos. Todo inició con una poción.
Excepto reírse por lo que Mila acababa de decir. "¿Suerte o amortentia? ¿Cuál de los dos necesito?" Inquirió riéndose. Tal vez por eso no confía mucho en ese amor tan apasionado de ellos. Todo inició con una poción.

- Frankie Gibbs
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Re: Objetos olvidados
Frankie se siguió riendo de la forma que ella se reía, toda rasposa y echándose hacia adelante. No estaba segura de qué le daba gracia, si Mila ofendida o el insulto (que debía admitir había sido inteligente, aunque se lo había dejado fácil), o tal vez estaba teniendo un ataque porque estaba muy cansada, no sabía. Nada de lo que Mila pudiera decirle iba a afectarla porque veían el mundo diferente, hasta podía apostar que lo sentían diferente, y lo mismo iba para ella. Frankie sabía eso pero igual hizo la pregunta con intenciones burlescas porque vio la altanería en sus palabras. No estaba segura, claro, pero podía apostar una buena suma de dinero que si los Gibbs creyeran en el matrimonio arreglado, era probable que Frankie hubiese sido la primera candidata, no solo por su heno sino por ese asunto de las cualidades y si Frankie lo hubiese querido habría sido una buena amazona. Ganarse a Roan no era difícil si le eras útil a los Fletwock, ganarse su corazón era otro cantar. Darle el crédito a Mila era cuestionable para una persona como Frankie que no veía ni la mitad de lo que ella ve en sí misma porque sus prioridades personales, entre otras muchas cosas, son casi opuestas, pero ya que no había vuelta atrás les deseaba a ambos mucha suerte o amortentia, lo que les sirva, para mantenerse felices.
Se pasó las manos por el cabello mientras dejaba de reír. "Gracias a Merlín que mi meta en la vida no era casarme entonces, los milagros están escasos." Dijo, aunque sospechaba que Mila ya no la estaba escuchando. Bien, al menos se iba a ir Hogwarts sabiendo que ni queriendo iba a poder entablar amistad con Mila Fairchild.
Se pasó las manos por el cabello mientras dejaba de reír. "Gracias a Merlín que mi meta en la vida no era casarme entonces, los milagros están escasos." Dijo, aunque sospechaba que Mila ya no la estaba escuchando. Bien, al menos se iba a ir Hogwarts sabiendo que ni queriendo iba a poder entablar amistad con Mila Fairchild.
