Lluvia

[Rabastan Lestrange]

Rabastan le daría otras cosas suyas si Narcissa las quería: tareas, dinero, efectos personales, su apellido...
Alzó la mirada a Narcissa para verla acomodándose el cabello, exhalando lentamente por la nariz en silencio. ¿Es seguro que los Black no tenían genes de veela en algún cromosoma? "No sería lo más considerado de mi parte, lo sé" admitió haciendo un esfuerzo por no mirarla y volver la vista a la lechuza que seguía esperando las caricias de Narcissa. ¿Quién no haría lo mismo?

[Narcissa Black]

La player opina que más vale no hacer falsas promesas, o le tomaría la palabra.
Así que Rabastan podía hacer bromas. "¿No sería lo más considerado?" Narcissa exhaló por la nariz como indicio de risa que no llegó a procesarse por completo "Eres un año mayor que yo y en tus clases ves cosas distintas a las mías, no veo cómo podría serte de utilidad." -Si acaso, explicándote cosas de ahora, pero...- terminó de pasarse las manos por el cabello y avanzó hacia él. Que la lechuza se quedara con las ganas.

[Rabastan Lestrange]

Raro que suene, Rabastan ya había hecho que una Ravenclaw de quinto le hiciera sus tareas y no sé si el resultado había sido excelente pero al menos le había dejado mejores notas que si él hubiera hecho su propio trabajo. Rabastan podría ser el Lestrange con menos encanto, pero en ciertas ocasiones lo sabía manejar.
"Me arriesgaría" le dijo con aire casi descuidado mientras alejaba la vista de la lechuza que obviamente no estaba muy complacida con el intruso que la privaba de los cariños de la hermosa rubia. Enderezó la espalda, mirándola acercarse a él con fingida tranquilidad.

[Narcissa Black]

Con gusto los habría sermoneado a los dos. En el Narcissa-world no existía aquello de responsabilidades depositadas en quienes no estaba planeado desde un principio: seguir las reglas era su todo.
Por otro lado, le agradaba que Rabastan pudiera seguir (inocentes) juegos verbales como esos. Su ceño se frunció pero resaltó en ella una sonrisa. La distancia entre ellos pronto terminó, quedando Narcissa a dos pasos el muchacho (menos que eso sería muy atrevido), se cruzó de brazos y se le quedó viendo con cara de (eso pasaba) estar pensando algo. Entrecerró los ojos y se mordió suavemente el labio inferior. Lo miró rápidamente de pies a cabeza, esperando que el muchacho se fijara en la atención que ella le otorgaba como para pensar que algo raro ocurría con él... es que seguía mojado, ¿cierto?

[Rabastan Lestrange]

Cierto, pero esos detalles del agua escurriéndose por el cuerpo de uno pasan desapercibidos cuando te encuentras a solas con una chica que has deseado toda la adolescencia. El agua, el resfrío, la pulmonía eran detalles menores en ese escenario: Rabastan no les prestaba atención alguna si bajo el reflector estaba Narcissa. Era casi incómodo recordar eso ahora, con las vueltas que había dado el destino.
Rabastan alzó rápidamente las cejas y las dejó en alto, llenando de arrugas su pálida y húmeda frente mientras se veía observado por Narcissa. Demoró unos segundos en los que, todavía alarmado por la mirada, bajó la vista a sus zapatos buscando algo y notando las gotas de agua reflejándolo con poca nitidez.

[Narcissa Black]

¿Cómo era posible que Rabastan no hubiera enloquecido ya por tanta agua sobre sí? En cierto nivel, le causaba gracia. Jamás había conocido a un muchacho como él, tan exento de... ¿sentido común? -sí, eso-. Reaccionó a las cejas de Rabastan levantando por completo la mirada hacia él e irguiéndose (antes estaba viéndole el pecho, percatándose de la forma de su cuerpo que gracias a la tela mojada se notaba). Pensó si no debía ella misma aplicarle un encantamiento de secado, pero una idea volvió a asaltarla: lo ridículo de su explicación por haber llegado a la lechucería, a pesar del clima. Quizá la sensación del ego deteriorado con la que terminó después de su pasado encuentro podía componerse ahora. Abrió la boca, dudando si preguntar, lo hizo con rapidez "¿Me estabas buscando, Lestrange?" hasta su apellido: ese lo pronunció con velocidad normal.

[Rabastan Lestrange]

No quiero quedar como una persona de mente sucia, pero realmente Rabastan sintió una sensación punzante unos centímetros debajo del estómago, como si le dieran una inyección de alguna hormona que lo pusiera acelerado y, vaya, tan nervioso.
La miró mientras se mordía el labio inferior en un gesto más de autocontrol que cualquier otra idea que pudiera dar esa expresión. Los sonidos se habían agudizado en la lechucería, el agua cayendo copiosamente afuera, el ruido de las alas batiéndose perezosamente en la parte superior de la torre, la gotera que chasqueaba sobre la fría piedra. Rabastan ni lo pensó "Sí" soltó, lento y con los sentidos adormecidos.

[Narcissa Black]

Que no expresara mucho con el rostro no significaba que nada estuviera ocurriendo con ella. Porque sí, Narcissa se lo buscó al preguntárselo, pero... quién sabe por qué: se sintió increíblemente maravilloso escuchar aquella afirmación y simultáneamente deseó no haberle preguntado jamás nada en absoluto. Como que su cerebro y la boca acababan de pelearse y ahora uno actuaba a costa de las protestas del otro, en este caso, "¿Por qué?" la boca estaba haciendo de las suyas. Eso último se lo preguntó después de un pequeño y (para ella) tenso silencio. Seguía cruzada de brazos y lo miraba con los ojos entrecerrados, un poco de ceño.

((Voy a lavar trastes, jajaja (qué out of character suena eso)... BRB. u.u))

[Rabastan Lestrange]

La gotera aumentaba su ritmo de caída y golpeteo o era la sangre de Rabastan golpeteándole los oídos con violencia. ¿Por qué le preguntaba eso, por qué lo miraba? ¿Acaso era ajena a las veces que la había mirado durante la cena para bajar con verguenza la mirada, las veces en las que había girado la cabeza para verla alejarse en los pasillos? Era injusto que lo jugara así, como era injusto que Bellatrix contrajera matrimonio con su hermano y no con él.
Rabastan no sabía qué responder. No sabía si debía responder o dejar que el silencio (por así llamarlo, todo estaba agudizado para él) borrara lentamente su mentira. Tal vez no la había buscado a ella, pero vaya que sí se sentía afortunado de haberla encontrado.

[Narcissa Black]

Se debía ser en verdad idiota para no sentir algo raro por una respuesta semejante. Aunque Rabastan no hubiera dicho nada a su segunda pregunta, no importaba. De por sí, Narcissa era la última en presionar una conversación (ella misma se daba sus silencios)... Pensó que lo que estaba pensando que Rabastan estaba pensando no era posible. Porque, ¿cómo que la estaba buscando? ¿Por qué a ella? Y ante todo, ¿con esa lluvia? ¿CON ESA LLUVIA?

...Por cierto, que todo se sentía muy distinto estando en una torre con una lluvia como la que tenían afuera. Era la sensación de encerramiento y no poder a escapar a esa pregunta & respuesta, porque ciertamente, Narcissa se sintó increíblemente estúpida por haber preguntado algo así, y cuando se fijó en que se había quedado viéndolo fijamente por un tiempo relativamente largo (bueno, el del silencio, porque ella tampoco contribuyó a su destrucción), apartó rápidamente la mirada, parpadeando mucho y esperando que pudiera él olvidar su contemplamiento.

Y otro silencio. O sea, ugh.

"Hace tiempo que no nos vemos y ahora se te ocurre aparecerte así, Rabastan," sí, ella también se dio cuenta: lo hizo a propósito. "Debí haberte ignorado hasta que te secaras," cuando le mostró la varita, su expresión seguía calmada. "¿Me permites?" ¿el secarlo? Por favor.

[Rabastan Lestrange]

A veces el ambiente hace a la conversación. Las cosas seguramente se hubieran dado de forma diferente si al menos uno de los factores hubiera cambiado: la presencia de un tercero, el clima, el aspecto de él, las preguntas de ella, los silencios de ambos.
El silencio de extendía y parecía estar apoderándose de toda la torre, aumentando en la cabeza de Rabastan los otros sonidos, todos inútiles y circunstanciales. La miraba con detenimiento, debatiéndose entre más silencio y respuestas que no llevarían a ningún lado. Lo abandonarían de nuevo en ese silencio que parecía ya ensordecedor. Hasta que ella le mostró apartó la vista y habló.
"Perdóname" le dijo, haciendo su disculpa sumamente personal y sincera. El que lo llamara por su nombre de pila lo hacía más vulnerable a no saber qué decirle. Algo que estuviera a su altura, pero pocas cosas estaban a la altura de una Black "Por favor" agregó en voz baja, en aceptación al ofrecimiento.

[Narcissa Black]

No sin antes dudarlo, se acercó lentamente a él. Estarían, entonces, separados por apenas un paso: gran avance social para Narcissa, quien siempre buscaba su radio de separación con los demás; sucede que Rabastan tenía un no-sé-qué que la incomodaba pero al mismo tiempo no le resultaba tan desagradable. Algo parecido a confianza. Ella misma estaba impresionada por estar pensando en cosas así, como que quizá la lluvia tendría un efecto enloquecedor sobre las personas.

Con lo bruja talentosa que era, empleó un hechizo no-verbal para el secado del muchacho, apuntándolo con su varita que apenas alzó y mirando detenidamente su pecho, siguiendo luego otras partes de su cuerpo como sus brazos y las piernas, hasta el último su cabeza. Estaba ondeando suavemente la varita en torno a su cabello cuando se le ocurrió mirarlo a los ojos, su expresión seria.

[Rabastan Lestrange]

Un paso de distancia era poco y, al mismo tiempo, una infinidad de milímetros hasta ella. Narcissa siempre le había parecido dulce y delicada, protegida por una dura coraza. Por más que la distancia estuviera severamente reducida, él no podía evitar sentir que nunca lograría acercarse a ella. Tal vez fuera mejor así.

Era una sensación reconfortante esa calidez casi metálica a su alrededor (o al menos así le resultaban los encantamientos de secado a él) mientras el agua desaparecía, dejando secos los tejidos, la piel, el cabello. Miraba los movimientos expertos de Narcissa en sus manos esbeltas, para recorrer su rostro grácil y fino. -¡!- la mirada de Narcissa, seria y silente, era dura como un golpe al estómago, pero se sentía emocionado por la atención. No existe la atención negativa para Rabastan, no lograba discernir entre los diferentes tipos.

[Narcissa Black]

Si acaso demostró un ligero cambio en cuanto hubo correspondencia de mirada al entrecerrar los ojos. Pudo terminar de secarle el cabello sin tener que fijarse hacia dónde apuntaba. Total que era un encantamiento sencillo, de los más básicos. Acabó con éste y bajó la mirada para concentrarla en un punto inexistente del pecho de Rabastan, porque se notaba que no veía nada en particular y su cerebro maquinaba algo.

[Rabastan Lestrange]

Bajó la vista también, pero no veía nada en ese punto inexistente de su pecho donde Narcissa había fijado la vista. Bajó la cabeza, descansando la vista al ver absolutamente nada, sin prestarle atención a nada en absoluto.
¿Seguía lloviendo ahí afuera? Rabastan no parecía notarlo más, ni la presencia de las aves ni cualquier otro detalle de ambientación que hubieran establecido con anterioridad. Levantó ligeramente los brazos, flexionados, y amagó pasar las manos por sobre los brazos de ella. Solamente hizo brisa con el pasar las manos a centímetros de ella, por encima de los codos. Retrajo las manos dejándolas a los costados del cuerpo. "Gracias".