Egolatría

Mensaje por **Rabastan Lestrange** » 13 Dic 2007 23:24

No es que estuviera en el Cuarto de Trofeos buscando uno propio (porque no daban menciones especiales a los menos higiénicos del castillo), pero sí buscaba su apellido entre las enormes vitrinas donde había cientos y cientos de trofeos, medallas y esas cosas brillantes y grabadas.
De vez en cuando necesitaba ese golpecito de autoestima, si el físico no lo ayudaba, el apellido parecía haber perdido su brillo en su generación (o le había tocado una generación especialmente retardada) ni sus logros personales lo hacían sentir mejor, tal vez un primo lejano o bisabuelo podría hacerle el favor.
Se rascó la cabeza, sobre la nuca. Costumbre, se había bañado la noche anterior.

Mensaje por **Narcissa Black** » 14 Dic 2007 12:55

((:) ))
Narcissa avanzaba por los pasillos como si la palabra 'prisa' no existiera. Traía su mata de cabello rubio sobre un hombro. Lo estaba trenzando y, para los últimos giros, quería ver si le había quedado bien, por eso se adentró al Cuarto de Trofeos: necesitaba la superficie reflejante para verificarlo, y a falta de un espejo próximo... bueno, digamos que con los trofeos era más que suficiente. De hecho, ahora estaba recordando, mientras murmuraba suavemente una canción inventada y sin ritmo alguno, que había uno grande... el de 'Rossier', más grande que una taza de baño, debía ser más que suficiente. Hacia ese se dirigiría.

Mensaje por **Rabastan Lestrange** » 14 Dic 2007 13:06

Ese estaba cerca de donde Rabastan se encontraba, pero la parte de atrás del mueble lo tapaba por completo, así como tapaba la figura de Narcissa. Pero no tapaba el sonido de su voz, que para alguien paranoico como Rabastan sonaba como una alarma en pleno incendio.
No quería ser visto, por si era alguien desagradable a quien pudiera freakear con su presencia y algún comentario hiriente. Caminó sigilosamente, del otro lado de esa hilera, escondiéndose por entre las copas y cuadros de honor.

Mensaje por **Narcissa Black** » 14 Dic 2007 13:14

Se sabía que Narcissa no tenía toque musical alguno, pero lo disfrutaba por igual. Y si de repente disminuyó el volumen de su pseudo-canción, no era porque hubiera visto a Rabastan (a quien, por cierto, no escuchó ni le vio un pelo), sino porque lo mismo hizo con la velocidad de sus pasos al detenerse un momento para buscar el trofeo de Rossier en la distancia. No le costó mucho trabajo encontrarlo. Como dicho, el trofeo era del tamaño de una cama rebanada a la mitad: enorme, dorado y brillantemente expuesto en un punto central de la vitrina; Narcissa retomó los pasos hasta que se hubo posicionado delante de ésta. Y no: discúlpenla si sonaba mal, pero no iba a dejar de murmurar. Se supone que estaba sola.

Mensaje por **Rabastan Lestrange** » 14 Dic 2007 13:17

A mí no me molesta en absoluto, si Narcissa quiere degollar una gallina con una cuchara de plástico, Rabastan no le va a decir que no. La verdad es que esa idolatría nueva era a causa del compromiso de la hermana (hermosa y cruel hermana mayor) de Cissa con su refinado y extraño hermano.
Se quedó en su lugar, Narcissa podría ver todo el hombro izquierdo de Rabastan del otro lado del trofeo si dejaba de observarse. Difícil tarea, sabiendo lo hermosa que era.

Mensaje por **Narcissa Black** » 14 Dic 2007 13:31

Habiendo adquirido ritmo en las manos, se tomó la libertad de apartar la mirada de sí misma y el trofeo de Rossier (es que, ¿a quién no le impresionaba ese tal Rossier? Se preguntaba si habría sido Rossiera o Rossiero...) para visualizar otros. Se quedó viendo uno con el apellido 'Black' grabado, un Premio Anual de hace bastantes años, y entonces, tan repentinamente como si Rabastan hubiera gritado de repente, viró los ojos hacia él. Bueno, su hombro. Ahora sí no fue que disminuyera el volumen en la canción, sino que la detuvo por completo.

Mensaje por **Rabastan Lestrange** » 14 Dic 2007 13:41

Notó el abrupto silencio en la Sala de Trofeos. -Carajo- se dio cuenta que su hombro sobresalía, y mejor ir a ver quién era la desgraciada sangre sucia que se atrevía a entrar en el mismo recinto q-...
Dio tres pasos seguros alrededor de la estantería para enfrentar a Narcissa, saliendo a su derecha. No exactamente el tipo de persona que quería encontrarse, especialmente porque hacía cuatro días que no tomaba un baño.

Mensaje por **Narcissa Black** » 14 Dic 2007 13:57

Y él no era exactamente el tipo de persona que esperaba, porque no esperaba ningún tipo de compañía por el momento. Había reconocido la forma del hombro y por eso, instintivamente se le tensó el cuerpo. Estaba segura de haber sentido una fluidez ligeramente más acelerada en la sangre cuando ese hombro adquirió movimiento y reveló a... -¡¿?!- su dueño, Rabastan Lestrange.

No dijo nada, pero se le quedó viendo y dejó de parpadear. Lo reconoció enseguida. Era el hermano del prometido de su hermana. "..." El raro hermano del prometido de su hermana, ¿por qué lucía así si estaban en un aula llena de espejos?, sus buenos motivos tenía para nunca haberse acercádole, ahora recordaba por qué. Como fuera, Narcissa no era ningún tipo de maleducada, pero ¿se entiende que Rabastan, aunque sin intención, la había (casi) asustado? Dénle tiempo para reaccionar. Es que, por el amor de todos los Merlines, ¡¿a quién se le ocurre aparecer así, prácticamente de la nada?!

Mensaje por **Rabastan Lestrange** » 14 Dic 2007 14:05

A Rabastan, por que es raro. Porque pensaba que iba a asustar a alguna mestiza o mudblood de donde fuera y de la edad que quisiera, amenazándola con algo desagradable que incluyera empalamiento, desmembración y autopsia en vida. Pero con ella no, claro que no.
"Yo, ah, Narcissa, te confundí con alguien más, no" adivina qué: ¡no tomó clases de inglés! Y ella no le inspiraba el respeto, la confianza peligrosa que Bellatrix sí, Narcissa era... -¡Mi futura prometida!- iluso.

Mensaje por **Narcissa Black** » 14 Dic 2007 14:21

Expresó la pérdida de tensión en el cuerpo al exhalar, como si hubiera estado aguantando la respiración hasta ese momento. Pero al menos el muchacho se justificó rápidamente, antes de que tuviera ella que preguntarle. -¿Narcissa?-, claro que el detalle de que la hubiera llamado por su nombre no era para pasarse por alto. No era que fuera a molestarse, pero la impresionó y ciertamente incomodó. Mucho, demasiado. Más que porque Rabastan desprendiera un olor rarillo por la falta de baño. "Lestrange," dijo, luego titubeó. "..." Luego dudó en qué decir y cerró los ojos, dejando salir una sonrisa irónica al voltear nuevamente hacia la vitrina y pensar en su propia tontería (¡haberse asustado! Quién la viera...). "No hagas eso," pidió de manera incómoda, casi murmurando. ¡Salir de la nada, llamarla por su nombre! Mal, mal, mal, todo mal.

Mensaje por **Rabastan Lestrange** » 14 Dic 2007 14:26

¡Cómo la va a llamar por el apellido si pronto, muy pronto, estarían comprometidos en casamiento dentro de la fantasía de Rabastan! Asintió lentamente con la cabeza, dando un paso más para todavía osar acercarse a la rubia "Cómo pude confundirte con alguien más escapa mi comprensión" adornó su 'woops' lo mejor que pudo y le sonrió de lado.

Mensaje por **Narcissa Black** » 14 Dic 2007 14:47

"Sí, bueno...", torció la boca, porque ni qué agregar a lo dicho por Rabastan: había hablado por ella. Se supone que para mantener distancia iba a mirarlo a través de su reflejo proyectado en la vitrina, pero la curiosidad tuvo más poder que ella misma. Lo miró de reojo muy brevemente, recordando al instante todas las preguntas que había pensado relacionadas con su hermano, la suya... y él mismo, quizá. Eso sí: seria como siempre. "Pienso lo mismo."

Mensaje por **Rabastan Lestrange** » 14 Dic 2007 14:52

La seriedad de Narcissa no era un problema, ya tendría tiempo ella para acostumbrarse a él y quererlo y bañarlo y darle 15 hijos varones, porque de mujeres en la casa ni hablar.
"¿Qué hacías por aquí?" miró a su alrededor, como si acabara de notar que estaba en la sala de trofeos. Dejó la mirada en el trofeo que ella tenía frente a sí, el de Rosier. Apretó los labios, ¿por qué no había un Lestrange más grande y brilloso? -¡Rayos!-

Mensaje por **Narcissa Black** » 14 Dic 2007 15:05

Como siempre, mantenía el lujo del tiempo muy en alto, por eso no contestó enseguida. Retomó nuevamente la atención hacia su propio reflejo y continuó con el movimiento de manos. "Peinarme," dijo tranquilamente. Claro que esa explicación perdería sentido pronto; llegó al final de la trenza y tuvo que corregirse: "o terminando de." Apretó entonces, entre dos dedos, la punta de sus cabellos para que no se deshiciera el trenzado mientras metía la mano en un bolsillo en busca de un lazo para amarrárselo. "¿Qué hay sobre ti, Lestrange?".

Mensaje por **Rabastan Lestrange** » 14 Dic 2007 15:11

La espera por la respuesta no era molestia alguna, se podía quedar mirándola en todas esas pausas, como si fuera algo a lo que quería acostumbrarse en el futuro. ¿Lucius, qué Lucius? Que se casara con un pavo real y adornara su mansión con sus críos híbridos y ya, pavos reales albinos.
"Buscaba algún coso de mi familia" es decir, alguna muestra de superioridad en alguna área escolar. ¿Debería haber dicho 'nuestra' familia?