Trofeos

[Prudence Ritchie]

Se balanceo sobre sus talones, observando como muchas otras veces, los trofeos tras las vidrieras, que tantas veces había visto ya ¡Los recordaba todos!. Al salir de su clase de Herbología procuró distraerse entrando al Salón de Trofeos, esperando que al terminar de pasar todos sus compañeros, el Hall quedara lo más vació posible y poder deslizarse sin ser vista hacia su Sala Común. A veces caminar entre tantas personas le fastidiaba.

Al estar tan cerca de la entrada, el gélido aire de comienzos de invierno se colaba por todas partes, los pliegues de sus ropas no eran la excepción. Camino hacia un lado, para ver la siguiente hilera de trofeos, "Quidditch, años 1950-1960" leyó mientras sobaba sus brazos y acomodaba la gorra tejida sobre su cabeza. El sonido de los zapatos de sus compañeros, al golpear contra el suelo, aun se oía, tendría que estar unos cuantos segundos más.
La parte buena, Ravenclaw tenía tres Copas de Quidditch hasta donde veía.

[Prudence Ritchie]

¡Ah! Y la Copa de las Casas, cinco años consecutivos ganándola. Que orgullosa se sentía de su muy azul casa. Era la pitufa chica más feliz del mundo, cada vez que veía esos trofeos.
Se volteo un poco, para comprobar cuan grande era la cantidad de alumnos que entraban, no es que fueran muchos, ¡Pero como tardaban! Era como si quisieran morir de hipotermia.
Suspiro, y un leve vaho se dibujo al resoplar, que se fueran con sus cuchicheos a otra parte y la dejaran caminar tranquila.

Se canso de ver a sus compañeros pasar, todos iguales y sin nada nuevo que ver, igual que ella. Ladeo su rostro y vio una pequeña chica rubia acercarse sin dejar de mirar al suelo. "Hey" saludó dando unos pasos hacia ella, las chicas de su casa le caían muy bien.

[Prudence Ritchie]

En definitiva, adoraba la tranquilidad que se respiraba en el frío Hall, cada vez que quedaba vació. No más cotilleos, no más bromas y un lindo y amplio Hall sin gente.
Abrió su boca y la cerro de inmediato, antes de preguntar ya tenia su respuesta. Observo curiosa a la chica, inclinándose un poco hacia adelante, mirando el suelo a su alrededor "¿Un pendiente dices?" alzo sus cejas, "No, no lo he visto" de camino al Salón, apenas había prestado atención a su alrededor "Lo perdiste al entrar me imagino" concluyo mientras miraba más atenta "Te ayudo, si quieres" se ofreció; agachándose entonces, quizás veía un destello plateado que delatara el pendiente.

[Prudence Ritchie]

Se estiro un poquito hacia adelante, un poquito más y dio unos pasos más, bien cómica seguro que se veía, porque aun estaba agachada. Había algo enganchado en el marco de la entrada del Salón de los Trofeos, se enderezo un poco y fue hasta el sitio "Creo que encontr- olvídalo, es solo un chelín" lo guardo en un bolsillo, para algo le serviría. "¿De que tamaño es?" preguntó, escaneando el área, quien sabe si lo habían pateado poco a poco.

[Prudence Ritchie]

Siendo Hogwarts un castillo lleno de gente que hace magia y adolescentes, que no te sorprenda lo que se encuentra, porque la moneda que completa el primer helado del verano, es nada.
Sonrió de forma comprensiva, -¡Abuela!- esa simple palabra encendía la fibra sensible de Prudence, y aunque se le magullaran las rodillas, no pararía hasta encontrar el arete. "¿Ya probaste con un Accio?" uno bien hecho, y con mucha concentración, no fuese a ser que llegaran un montón de aretes (u orejas) a sus pies. Avanzo hacia la entrada mirando cada grieta del suelo, podía haberse atorado entre las piedras.

[Prudence Ritchie]

Por cosas como esas es que Prudence no tenía una buena relación con su madre, claro en su caso no era por un par de aretes, una bicicleta de carreras se ajusta mejor.
"Tienes razón, nada bueno" con disimulo observo a Jossie, siendo tan bajita no serian capas, seria una montaña. Tomo con cuidado un pequeño objeto, lo alzo un poco y lo examino, "Un pedazo de aluminio" lo hizo a un lado "Y... ¿Ya revisaste tus bolsillos o tu cabello?" a ella le había pasado, había perdido un arete, y al final estaba enredado en su cabello.