Encuesta de honor

[Julie Olivier]

Si bien a Julie le parecía extraño eso de no mirar a los chicos, entendía que en el mundo hubiese gente a la que eso no le importaba, así que se encogió de hombros y anotó 'altos' en las tres opciones. "No es extraño. Cada uno mira lo que quiere", le dijo sonriendo y mostrándole el pergamino para ver si le parecía bien colocar eso. Tampoco era una encuesta tan importante, Julie debería empezar a relajarse un poco en cuando a las prendas de Verdad-Consecuencia.
La última pregunta, que estaba a la vista de Olivia ahora, decía: '¿Consideras a tu encuestadora una chica linda?'. Sus compañeras eran crueles. Crueles y superficiales. Y la respuesta del gordito libidinoso aún le daba asco.

[Julie Olivier]

"¿Eh?" -¿y eso a q...?- "Ah, ¡gracias!", le dijo al escuchar la respesta. En general las chicas eran más piadosas en ese aspecto, no como el gordito. Y hablando del libidinoso, el comentario de Olivia le dio un ataque de risa que más o menos pudo contener mordiéndose los labios. "¡AS-CO!", le dijo sinceramente, y luego dio rienda suelta a la risa. Y Merlin quiera que Olivia no sea amiga del susodicho, porque Julie no midió el comentario. Sus compañeras las miraban con aire reprobatorio, no esperaban que Julie se divirtiera con la prenda.

[Julie Olivier]

'Asco' por lo libidinoso, Julie no discrimina a la gente por el envase. Solo discrimina si el contenido está podrido.
"¿Tener un stalker?", dijo entre risas, "¡Si, pero otro!". Y si se llamaba Derek Bowen mejor aún. Aunque un Sebastian Mayfield cubría todos y cada uno de los requisitos.

[Julie Olivier]

Y la reacción iba a ser bastante Navideña: Quitando el verde del césped primaveral, quedaba el rojo: el rostro de Julie. De todas formas se reía, de nervios, quizás. O quizás porque se sentía más cómoda con Olivia que con las dos arpías que las miraban.
"Eh...", soltó una risita nerviosa, "¿Algún chico mayor... y lindo?" No, no iba a dar nombres, a no ser que Olivia quiera calentar una fondeu sobre su rostro.

[Julie Olivier]

Ojalá fuese ella la incógnita, pero no. Hay que reconocer que por más simpática que sea Julie, no tiene mucha chance de compartir suficientes momentos con un chico de séptimo y de otra casa. De todas formas, Austin aplicaba absolutamente a lo que pensaba como stalker más que ideal.
"Sería genial tener un stalker así", le dijo tratando de no sonar demasiado enloquecida, porque no era ciega y sabía que Olivia era su amiga. ¿¡A ver si después ella le contaba que se había encontrado con una nena de quinto toda emocionada con él!? No, todavía tenía que stalkear a Sebastian.