Días santos

[Ceri Bellamy]

Se sobó suavemente la muñeca, adolorida. La habían tenido abriendo sopóforos todo el día, habiendo descubierto por pura fortuna (aunque, según Ceri, era un claro infortunio) que era la más rápida y efectiva del grupo de estudiantes de investigación. ¿Cómo es que nadie todavía había creado un hechizo para abrirlos sin arruinarlos? ¿Acaso nadie pensaba en que Ceri, Maundy Thursday 1989, tendría que pasar todo un día abriendo esos frijoles mágicos?

Sin embargo el dolor en su muñeca derecha no la había puesto de mal humor: estaba entusiasmada por verse con su mejor amiga, después de tantos meses- no, ¡AÑOS! de pasarse chismes por correspondencia. Le gustaba escribir, y amaba leer cartas de Portia, pero le parecía demencial que no hubieran seguido viviendo en Hogwarts por siempre, compartiendo habitación y obligaciones diarias.

Llegó al Watershed Café & Bar y miró alrededor para ver si Portia había llegado antes que ella. Si no estaba, pensaba ubicarse en una mesita súper luminosa que podía ver desocupada desde la entrada. Ceri tenía los siguientes 3 días libres y dos noches reservadas en un hotel mágico a pocas cuadras, así que su fin de semana de casi vacaciones empezaba ese Jueves Santo.

((Reservado))

[Portia Southcott]

((Soy la peor, como este thread todavía no aparecía cuando busco mis posts, se me había olvidado. Mil disculpas. Revisé si quedamos en algo específico, pero no encontré nada, así que voy a dar por hecho que Portia está ahí por un día))

Portia no había llegado antes que ella, lo siento, venía super tarde porque no recuerdo si es usual aparecerse cuando la distancia entre el origen y el destino es similar a la distancia entre Lyndhurst y Bristol, pero voy a asumir que no, y Portia tenía cero ganas de moverse vía traslador, así que había terminado en un tren muggle que se había retrasado 30 minutos. Esos 30 minutos arruinaron por completo su plan, y aunque si se había aparecido en un callejoncito cercano desde la estación... bueno, estaba llegando después de que Ceri ya había reclamado para ellas la mesita.

Cuando ubicó con la mirada a su mejor amiga, sonrió y caminó directo hacia ella, con toda la intención de rodearla con los brazos (por la espalda o de frente, dependiendo de cómo estuviera sentada respecto a la entrada). Portia no era mucho de dar abrazos, pero ¡años sin verse!

[Ceri Bellamy]

((OMG no me pidas disculpaaaasssssss))

Ceri había descubierto, en estos años de distancia geográfica, que no conocía a ninguna otra persona con la que se sintiera tan cómoda como Portia. Portia podría rodearla con los brazos, abrazarla con mucha fuerza hasta hacerla vomitar, o tacklearla al piso: un reencuentro era un reencuentro, caray, había reglas muy distintas para la interacción.

Acomodó su bolso en el reverso de la silla, notando que por suerte el sol le pegaba directo a los que estaban en la mesa de atrás, pero ni Portia ni ella serían cegadas. Estaba muy orgullosa de su selección de mesa. Notó a su amiga y abrió la boca en una sonrisa, aguantando mucho las ganas de soltar un chillido adolescente, y se puso de pie para extender los brazos.