The Dress Code

[Maximilian Donovan]

Se sobresaltó cuando golpearon a la puerta, levantando la vista del documento.

"¿Sí?" preguntó dudoso. Estaba en una oficina desocupada del club, releyendo los cambios que querían hacerle al reglamento de socios. Usualmente lo haría en su propia oficina del buffette, pero estaba queriendo evitar que otra vez lo mandaran a buscar información a la biblioteca del Ministerio para un caso ajeno. Inmediatamente pensó que querían que desocupara el lugar.

"Disculpe, Donovan... el publicista quiere hablar con usted por un..." la mujer se acomodó las gafas sobre el puente de la nariz, haciendo una mueca con los labios "problemita que hay con las reservas".

Max frunció el entrecejo, dejando el documento sobre la mesa y poniéndose de pie.

"¿Qué pasó?" preguntó confundido, porque todo había estado en orden el día anterior: era una sesión de fotografía del club, por lo que los sponsors eran los de siempre y no había cambios en lo estipulado. ¿Se le habría pasado algo? Rodeó la mesa, agarrando el saco que había colgado sobre el respaldo de la silla para ponérselo.

"Mejor venga a ver" le dijo la secretaria, llevándolo al elevador para bajar hasta el tercer piso.

[Josephine Harrington]

"Ya dije que no! Yo así no salgo" repitió Jo encerrada en el cubículo del baño del vestuario.

Les habían dicho que tenían que hacer unas fotos para publicidad, que todos los años mostraban a las reservas que el club había adquirido para el equipo de quidditch usando los productos de los sponsors. Josephine había accedido no muy convencida pero creyendo que iba a poder sobrellevarlo. Tenía que acostumbrarse a las fotos aunque no le agradara que le dijeran lo que tenía que hacer.

El problema comenzó cuando les entregaron el vestuario para las fotos. A simple vista Jo alzó las cejas y repetidas veces apoyó la ropa sobre su cuerpo, convencida de que era como dos talles menos. Incluso le preguntó a algunas de sus compañeras si no se habían equivocado y les habían dado su ropa en su lugar. Sin embargo, al ver que ellas comenzaban a cambiarse, Jo no tuvo más opción que hacer lo mismo.
Cuando se vio en el espejo con ese traje de quidditch tan corto y hasta algo escotado abrió grande los ojos y comenzó a negar con la cabeza. Cerró la puerta con su varita y cuando la vinieron a buscar para las fotos dijo que no pensaba salir así, que debían traerle ropa por lo menos tres talles más grande. Y un no de Josephine es un no.

[Maximilian Donovan]

Cuando el elevador llegó al tercer piso, la secretaria volvió a apretar con su varita el botón para regresar dos pisos arriba.

Max se volteó a verla mientras cerraban las puertas.

"¿Dónde es?" preguntó él, confundido.
"Siga los gritos hasta el vestuario" recomendó ella, desapareciendo de su vista.

¿Gritos? ¿En el vestuario? Frunció el entrecejo mientras apuraba el paso para acercarse a donde escuchaba que venían las voces. Pudo ver que de una de las puertas a la izquierda sabía muchos reflectores, por lo que entró. Gente que él no conocía lo miró entrar con expresión de aburrimiento, asistentes de fotografía sosteniendo quaffles en una mano y banderines de las Harpies en el otro, cosmetólogos con sus varitas en el aire sentados sobre cajas llenas de utilería.

"¿Qué pasó?" preguntó, sin saber si quizás no era cuestión para un abogado y había que llamar a algún servicio de asistencia.

"Una no quiere salir porque no le gusta la ropa" informó el fotógrafo. "Yo en una hora me voy" agregó antes de volver a su conversación con una de las maquilladoras.

Miró con aprensión la puerta que daba a los vestidores, donde consideraba que no podía entrar. Alguien acababa de gritar '¡Ahí vino el abogado!' desde la puerta del vestuario.

[Josephine Harrington]

((Esas fotos son como el faro de Colonia ♥ Gracias))

-¿El abogado?- pensó Jo al escuchar los gritos. ¿Por qué habían llamado al abogado? Por un momento sintió miedo. Era una tonta, iban a echarla del equipo por no querer hacer esas fotos. Se sintió horrible, incapaz de manejarse en la vida adulta. Apenas habían pasado unas semanas y ya la había cagado. Pero luego se miró una vez más en el espejo y volvió a sentir enojo. Ella estaba luchando por su dignidad, no era un capricho. Un equipo no iba a cambiar su forma de ser.

"Aunque traigan al mismisimo Ministro de Magia, yo así no salgo!" Insistió Jo.

[Maximilian Donovan]

Se acercó a la puerta del vestuario, cuidando de no mirar hacia adentro, aunque claramente escuchaba la voz masculina de uno de los estilistas hablando con otra de las jugadoras que habían entrado a la reserva.

"Es Harrington" dijo una de las chicas, agitando una mano en el aire para saludarlo, pero él no se le acercó. Tenía puesto ese uniforme miniatura que el brebaje Fitness Witch había pagado varios galleones en sponsorear para las fotos de publicidad. "No quiere salir" agregó.

"Bueno, es simple. Chicas, vayan saliendo y ubicándose para la prueba de luz" dijo el publicista desde uno de los bancos dentro del vestuario, palmeando dos veces para llamar la atención.

"...Merlín" dijo en voz baja, sosteniéndose el codo con un brazo y usando el otro para cubrirse los ojos con una mano. "Permiso" anunció para entrar al vestuario, espiando por entre los dedos el piso para navegar entre prendas de ropa y las esquinas de los bancos.

"Miss Harrington, ¿puedo hablar con usted?" preguntó cuando estuvo cerca del único probador que tenía la puerta cerrada, la mano todavía sobre los ojos.

[Josephine Harrington]

Resopló molesta al escuchar que las demás chicas no se quejaban y seguían las indicaciones del pervertido del fotógrafo. Quiso golpear la puerta de la bronca pero se conformó con patalear adentro y cruzarse de brazos.

Cuando escuchó que el abogado la llamaba, aflojó un poco la expresión y se acercó a la puerta. "Mister Donovan, ¿es usted?" Preguntó y apoyó la oreja en la puerta como si así pudiera escuchar mejor.

[Maximilian Donovan]

Bajó la mano de sus ojos cuando estuvo frente a la puerta cerrada, agachando la cabeza como si eso fuera a ayudarlo a escucharla mejor a través de la puerta del cambiador.

"Sí, soy yo, ¿está usted bien?" preguntó mientras bajaba la voz a medida que el vestidor se vaciaba. No estaba entendiendo bien cuál era el problema exactamente y estaba seguro de que él no era la persona adecuada para solucionarlo.

¿Qué iba a poder hacer él que los estilistas, otras jugadoras, y demás profesionales no podían hacer? Se imaginaba algo más del estilo de un fallo de vestuario. El que era bueno con esas cosas era su hermano, no él.

[Josephine Harrington]

Ella tampoco entendía para qué lo habían llamado a él. Jo sólo había pedido un traje más grande, uno que por lo menos le tapara un poco más las piernas. No era justo que la echaran por esto.

"No, esto es injusto" se quejó "Usted me dijo que podía ayudarme si lo necesitaba ¿no?" se descruzó de brazos y se señaló como si él pudiera verla "Quiero iniciarles una demanda, este no es el uniforme" se quejó con vehemencia.

[Maximilian Donovan]

Alzó las cejas, abriendo grandes los ojos cuando ella dijo que quería iniciarle una demanda al club. No sabía si tomárselo en serio, así que solamente apretó los labios hacia adentro para enseriarse antes de responder.

"No creo que eso sea posible" él trabajaba para el club, y para ella siendo parte del club, pero no podía explicarle eso ahora. Sonaba como algo serio, ¿quizás alguien le había hecho un comentario desubicado? En ese caso podría ayudarla para que disciplinen a la persona que se había propasado.

"Pero dígame, ¿cuál es el problema, qué pasó?" insistió, acomodándose y apoyando el hombro contra la puerta.

[Josephine Harrington]

¿Cómo que no era posible? ¿El mundo estaba confabulado en su contra? Jo nunca pedía mucho pero ese día a todo lo que quería la respuesta era no.

Comenzó a mover una pierna, nerviosa, como quien espera en la fila de un banco.
"Pasa que nos dieron un uniforme de juguete" se quejó "esta cosa es como dos talles menos de lo normal y no pienso salir de acá si no me traen uno más grande" le explicó como podía porque estaba sintiendo mucha bronca "Un uniforme de adultos, no del equipo de niñas".

[Maximilian Donovan]

Hizo una mueca con los labios, porque los uniformes de algunas publicidades eran realmente ridículos, pero estaban tan aceptados como ritual que él no recordaba ninguna otra instancia en la que una jugadora de la reserva se negara a salir. Incluso algunas publicidades de los equipos mixtos tenían publicidades bastante embarazosas.

"Lo que sucede es que es un uniforme ya pactado entre el club y el patrocinador, si usted sale con algo distinto no va a estar en la sesión" intentó explicar.

Sabía que no estaba diciéndole nada que ella quisiera escuchar, pero estaba tratando de ayudarla a entender la situación.

[Josephine Harrington]

Jo se mordió el labio inferior, molesta. No le importaba lo que señores de traje hubieran pactado con otros señores de traje. No eran ellos los que tenían que salir mostrando todo en una revista. Jo se moría de vergüenza de sólo imaginar la cara que iba a poner su papá o sus hermanos si la veían.

"Y bueno, entonces no salgo en la foto..." contestó como nena caprichosa, cruzándose de brazos "Ya lo dije, yo así vestida no salgo de acá"

[Maximilian Donovan]

"De acuerdo" aceptó, porque entendía claramente que Josephine estaba incómoda con el vestuario y que no quería salir así. De alguna forma tenía que ayudarla a sopesar la situación y confirmarle su decisión, para ver qué harían después.

"Pero es mi deber explicarle lo que sucedería, ¿le parece que exploremos ese escenario? Nadie la puede obligar a hacer algo que no quiere" trató de tranquilizarla.

Miró la puerta.

[Josephine Harrington]

Se sintió aliviada cuando el abogado pareció darle finalmente la razón. Asintió con la cabeza, como una loca cuando alguien comprendía su punto. Pero no, ahí no había terminado. Suspiró, haciendo un puchero, y acercándose nuevamente a la puerta.

"¿Qué pasaría?" Preguntó deseando que no usara más palabras difíciles. Si querían echarla, que fuera al grano.

[Maximilian Donovan]

Él esperaba que ella reconsiderara la situación, porque incluso si era una excelente jugadora, dudaba que el club estuviera dispuesto a lidiar con alguien que no colaboraba. No es que a él no le pareciera justo lo que Josephine reclamaba, pero así estaba la situación en las Hollyhead Harpies.

"Usted no estaría cumpliendo con parte de su contrato, y al mismo tiempo el club estaría haciendo lo mismo con el patrocinador" se detuvo, para no explicar demasiado todos los acuerdos que dependían unos de los otros para algo tan sencillo como sacar unas fotos.

"Habría una penalización económica, y esto podría afectar su próximo contrato y posible paso a la planta titular" finalizó, sin saber qué palabras usar para que no suene tan drástico.